—Amelie, Sombra y... Reyes. Estáis libre de  cargos pero en libertad condicional. Podéis marcharos —dijo Winston—. En cuánto Symmetra le caerá cinco años de prisión. Y vosotros supongo que ya habéis tomado una decisión —dijo dirigiéndose a nosotros.

Nos encontrábamos en la sala de comunicaciones de la base y Winston empezó a hablar de que en una semana teníamos que partir a una nueva vida.

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Meses después:

Tracer consiguió un trabajo de lo que siempre había soñado: piloto. No iba a estar sola, Amélie le acompañaba en todo momento.

Torbjorn consiguió un trabajo de mecánico con su hija Brigitte. Le ayudaba bastante en su trabajo ya que se entendían.

Dva y Sombra hicieron muy buenas migas. No se separaban ni para mear. Muchas veces se peleaban porque Sombra hacia trampas en los videojuegos pero le gustaba mucho hacer rabiar a Hana para luego comérsela a besos.

Reindhart, Reyes y Ana disfrutaban sus vacaciones en Noruega. Les gustaba más tomarse un chocolate con churros que estar en la playa.

Lucio volvió a Brasil porque quería ser el mejor DJ del mundo. ¿Quién se lo iba a imaginar?

Mei visitó de vez en cuando a Junkrat y a su colega. Se hicieron muy amigos después de todo.

Winston y Hammond fueron a la colonia lunar Horizon. Eran investigadores, querían mejorar el mundo.

Doomfist quedó bajo arresto de por vida. No se le permitió ninguna visita.

Y yo... Mejor dicho, nosotras, nos tomamos unas vacaciones. Seguíamos en el ejército, aunque en uno diferente, llamado Helix Security International. Era jefa de combate y Ángela era la médica de campo de mi equipo. Estaba tan orgullosa de todo lo que habíamos logrado. Ha sido una historia movidita pero me alegro de todo lo que hemos conseguido juntos.
Y a vosotros/as, gracias por leerme.
Ahora le voy a pedir a la rubia que se case conmigo, deseadme suerte.