Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 18. Pero... ¿qué te pasa?

Cuando me despedí solo pensé en Brigitte. Quería contarle todo lo que había sucedido, tanto la nota del examen como lo que hablé con Mercy. No paraba de pensar en su olor... ¿Qué perfume o champú usaría? De repente me vino una imagen del beso. ¿¡Por qué estoy pensando en ese maldito beso sino ha sido para tanto!? Me paré un momento pensando qué me estaba ocurriendo, hasta que vi a Brigitte con Reindhart. Fui hacia ella sin dudarlo.

—Hola, ¿podemos hablar, pelirroja? —Dije de buen humor.

—No creo que haya nada que hablar. —Dijo totalmente lo contrario a mi estado de ánimo.

—¿Te pasa algo? —Dije confusa. Le veía enfadada.

—Esto... son cosas de niñas, así que me voy. —Dijo el tío de Brigitte mientras se iba.

—Yo creo que también, creo que ya estás bien. —Dijo mientras se daba la vuelta pero yo le cogí del brazo.

—En serio, ¿qué te pasa? Me estás preocupando.

—Tú me tenías preocupada pero veo que ya estás mejor. No necesito explicaciones, no veo que necesites tampoco ayuda. —Dijo girándome la cara.

Le noté rara, así que le cogí de la mano y la forcé para irnos a mi habitación. Ella se resistía pero yo era más fuerte que ella, así que, literalmente, le arrastré por los pasillos. De repente se sentó en el suelo, así que la cogí como si fuera un saco de patatas. Ella me daba golpecitos sobre la espalda cual niña pequeña. Cuando llegamos a mi habitación, le tiré encima sobre la cama y cerré la puerta con mi llave.

—Esto se llama secuestro. —Me miró indignada.

—Si fuera un secuestro, pediría un rescate. Esto se llama asesinato. —Fui corriendo a la cama y me tiré encima de ella haciéndole cosquillas.

—Para, ¡para! —Dijo mientras se reía—. Por favor.

—¿Me vas a contar qué te pasa? Qué sino vas a explotar de la risa. —Le miré con una sonrisa malévola.

—¡Para, te lo contaré todo! —Paré de hacerle cosquillas y nos sentamos juntas en la cama.

—¿Qué te pasa? Cuenta... —Dejé de sonreír y me puse sería y atenta para escuchar todo lo que me tenía que decir.

—¿Te acuerdas que me preguntaste que si estaba enamorada? Pues eso. —Miró hacia un lado.

—¿En serio? ¿De quién? ¿Alguien de aquí?

—No quiero contarte nada, es muy precipitado. Ni si quiera sé si siento amor. He dicho enamorada por decir, es muy pronto para sacar conclusiones pero no paro de pensar en esa persona. Además, sé que esa persona no siente nada por mi. —Dijo en un tono triste.

—No digas eso, eres increíble. Ayudas en todo. Escuchas, animas y siempre sacas una sonrisa. Eres fantástica e inigualable. Has dicho que es pronto para sacar conclusiones, a lo mejor tampoco sabes nada de lo que siente esa persona. —Le animé sin saber muy bien lo que decir. Fue lo primero que se me ocurrió.

—Fareeha—se levantó—, creo que aunque no sienta nada por nadie, no sentirá nada por mi. Estoy segura. Tampoco quiero hablar del tema... Y perdón por hablarte así. ¿Puedo abrir la puerta? Luego hablamos.—Extendió la mano para que le diese la llave.

—Brigitte—me levanté y la empujé hacia la puerta, acorralándola para que no escapara y cogí sus brazos para que no se moviera—, deja de decir tonterías. —Miró hacia un lado—. Escúchame, no soy psicóloga ni buena consejera, pero quiero que repitas conmigo. —Empecé a hablar con un tono de enfado—. Soy una persona maravillosa.

—Pharah, por favor... —Seguía sin mirarme.

—Repite conmigo, sino no te suelto.

—Por favor, suéltame. —Vi su cara de incomodidad y decidí apartarme.

—Está bien —le solté los brazos pero seguí con las manos agarradas—, perdón por ser tan bruta. Solo quiero que estés bien. Mira, nunca se sabe lo que va a pasar sino lo intentas. Podrías mandarle señales o ir directamente hacia esa persona y decir lo que sientes. Seguro que te corresponderá, nadie podría rechazarte.

—¿Eso crees? —Dejó de mirar a nuestras manos y por fin me miró.

—Claro que sí, sino no estaría aquí...

De repente me besó. Cerró los ojos aunque los míos permanecían abiertos. ¿Qué demonios estaba pasando? Brigitte, ¿era yo esa persona? No me lo esperaba. Me aparté de manera tímida, para qué no se sintiera ofendida o incómoda, no quería que se fuera.

—Lo siento mucho, no debí hacer eso. —Dijo arrepentida mirando hacia abajo.

—No te preocupes. Solo que me has pillado por sorpresa. Es que éramos amigas y no pensé que fuese yo, la verdad.

—De verdad que lo siento. Ni sé si te gustan las mujeres. Pensaba que si porque besaste a Ángela sin pensártelo y...

—Lo de Angela—interrumpí—, fue simplemente por la misión. Aunque he de decirte que no me disgustan las mujeres. He reaccionado así  simplemente porque esto me ha pillado por sorpresa.

—Lo siento, otra vez... ¿Puedo salir? —Noté que quería irse a toda costa y yo no quería que esto terminara aquí. La verdad que no la veía como algo más, pero no quería perder su amistad.

—Brigitte, por favor, quédate. —Se giró, apoyando su cabeza en la puerta mientras yo la cogí por el hombro intentando que se volviera sin forzarla, pero no tuve éxito.

—Quiero irme. No diré nada, no mencionaremos del tema y seguirá igual, no te preocupes. —Escuché su voz y sabía que mentía.

—¿Te puedes girar? —Le supliqué varias veces hasta que por fin lo hizo.

Cogí su cara y le besé. Ella se apartó, pero antes de que dijera nada la volví a besar rápidamente. No sabía que estaba haciendo, pero no quería perder nada con ella. Además, no estaba tan mal, aunque no sabía porqué lo estaba haciendo.

—¿Por qué me besas? —Me preguntó cuando se apartó—, sino sientes nada.

—¿Y tú qué sabes? —Parecía una locura lo que estaba diciendo.

—Es que ha sido de un momento para otro. Además, tú misma lo has dicho. Te ha pillado todo esto por sorpresa, y eso no lo dice alguien que siente algo. —Dijo con un tono de enfado.

—¿Y si ha sido tu beso?

—Mi beso te ha hecho cambiar de opinión. Ya. — Definitivamente se enfadó.

—Escúchame, pelirroja. De verdad que antes me has pillado sin saber que decir, pero te he vuelto a besar y, en serio, no me disgusta para nada. —La volví a besar.

—Entonces—me frenó—, ¿qué me quieres decir?

—No sé cómo van estas cosas, es la primera vez que alguien me besa... de verdad. —Confesé—. Soy una novata, pero... ¿quieres que... ya sabes... conmigo?

—¿De verdad quieres hacer esto? —Me preguntó con timidez y yo la volví a besar sin pensarlo.

—Pero seamos discretas. —Le pedí.

—Sí, eso está hecho. Y lo siento Fareeha, y me tengo que ir de vedad—río—. Tengo que arreglar el traje de mi tío. —Y por fin la vi sonreír.

—Vale. ¿Nos vemos luego?

—Claro.—Sonrío.

Se despidió con un beso. Y es que nada más cerrar la puerta e irse pensé en que estaba haciendo. Realmente no sentía amor pero tenía miedo de perderle. A lo mejor no estaba haciendo bien las cosas, pero quería seguir el hilo para que no se alejara de mi. Sí, me siento horrible por hacer esto por pena. Y más a mi "mejor amiga". Le estoy haciendo ilusiones y ahora me estoy arrepintiendo. Además, cuando la besaba no sé porqué pero pensaba en Angela. Me senté en mi cama pensando en todas las posibilidades de intentar resolver el problema, pero veía que de todas maneras se iba a enfadar conmigo... Me tumbé en mi cama, vi ya que era un poco tarde así que el sueño se apoderó de mí y me dormí.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro