Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 16. ¡Los informes!

Redactando informes

Cuando llegamos a casa eran las 17:00 más o menos, no lo recuerdo bien. A pesar de haber dormido en el avión, tenía el cuerpo molido y la mente cansada, así que directamente fui hacia mi habitación de la base y me tumbé en la cama boca abajo.

Estaba intentando asimilar todo lo que había pasado: el beso, el erotismo, la lujuria... Y la rabia. Pensé que iba bien la noche hasta que me dijo: " si te equivocas, te juro que haré que te echen". Entiendo que puede que me haya arriesgado pero pensar hasta tal punto de echarme... «¿Tanto me odia?», me pregunté sin decirlo en voz alta.

Cuando estaba apunto de llorar escuché la puerta abrirse. Alguien se sentó a los pies de la cama y me acarició el gemelo. No quería girarme porque se notaba que mis ojos estaban apunto de disparar agua.

—¿Estás bien?
—¿Brigitte?
—Sí. Acabo de llegar de la misión, estoy reventada y quería darme una ducha, pero le pregunté a tu madre por ti y me dijo que estabas aquí. ¿Cómo te ha ido? —Preguntó con entusiasmo.
—Fatal... —Dije sin ánimos.
—¿Fatal?
—Brigitte, ¿te puedo contar una cosa sin que se lo digas a nadie?
—Claro que sí —me sonrió—, siempre puedes contar conmigo.

Le empecé a explicar todo muy resumido: cuando la vi después de tantos años en la enfermería me alegraba mucho de verla, pero que la cagué con preguntarle lo de Genji. La primera misión fue más o menos un desastre, la aparición de mi madre fue un poco dura y que en esta misión (omití los detalles) creo que me dejó claro de que no confiaba en mi. Brigitte me miró extrañada y se acercó más a mi, por lo que yo me incorporé y nos sentamos una al lado de la otra.

—¿Ha pasado algo más aparte de lo de Genji para que la inquietaras?
—No...—Dije en tono bajo y mirando al suelo.
—Fareeha, sabes que puedes contármelo todo... —Me dijo preocupada.
—Le besé. —Mi corazón dejó de latir una milésima de segundo.
—¿Qué? ¿Estás loca? Pero... ¿¡Cómo se te ocurre!?
—Sh, no grites—le puse el dedo en los labios—, aunque no creo que sea por eso pero es una posibilidad. No lo hice por gusto, lo hice porque estábamos en una encerrona y no quería...
—Y solo se te ocurrió eso. —Dijo molesta.
—¿Qué te pasa?
—Nada, es lo que toca. Obviamente su enfado es entendible. Piensa que la última persona al que besó fue a su amado, y vas tú y le quitas ese recuerdo. Fareeha, has sido muy egoísta.
—Brigitte, si es de vida o muerte lo que estaba pasando en ese momento, ¿no lo harías si fuera la única opción para vivir?
—Mira, no sé lo que ha pasado, pero lo único que has hecho es quitarle su derecho a decidir si quería vivir o morir. —Dijo un poco confusa, pensando en todo lo que estaba diciendo.
—Servimos para proteger, ayudar a todos los que nos rodea, incluido a nosotros mismos. Solo intenté hacer lo correcto... —Dije ya cansada de la conversación.
—Lo siento, puede que haya sonado exagerada... Pero yo pensaría eso si perdiera a mi amor... —Dijo mirando al suelo.
—¿Estás enamorada? —Pregunté curiosa.
—No estamos hablando de mi. Además, puede que estemos aquí dando vueltas y a lo mejor no te lo habrá dicho a malas, sino para que crezcas mas rápido en el equipo. ¿Por qué no le preguntas? Es solo un beso, no fue para tanto. No es nada. Pregunta qué es lo que pasa y por qué te trata así.
—Claro... Tienes razón. —Dije con una sonrisa fingida.

Brigitte se levantó y dijo que se iba a duchar. La veía un poco diferente, como si pasara algo en el ambiente. Cuando se giró para marcharse, yo le cogí de la mano y me levanté. La tiré hacia a mi y nos fundimos en un abrazo. Cuando nos separamos le cogí la cara y le di un beso en la frente agradeciéndole sus consejos y se marchó.

Me armé de valor y fui a buscar a Ángela. Recorrí los pasillos mirando por la ventana por si la veía por el jardín, pero nada. Busqué por su habitación y tampoco. Iba a ir a la enfermería pero Winston nos llamó a todos y fuimos a la sala de comunicaciones donde vi a Angela.

—Hola, Ángela. ¿Podemos hablar?
—No. –Dijo tajante.
—Por favor, tengo que hablarte de algo importante. —Dije insistiendo. No iba a irme hasta que aceptara hablar conmigo.
—¿Qué quieres?
—¿Podemos hablar en un sitio más privado después? Dónde tú quieras, no me importa...

—Chicos y chicas, gracias por venir—intervino el mono—. Como ya sabéis estamos aquí para evaluaros de vuestra actuación. Así que empezaremos con Torbjorn y Reindhart.

Con un mando empezó a reproducir el vídeo. ¿El vídeo? MIER**. ¡Es verdad, se me había olvidado! Nos habían grabado mientras tomábamos decisiones. Mire a Angela y vi como ella se tapaba la cara con su mano como de resignación. Pasaron así varios vídeos, todo el mundo comentaba la jugada y sacaron buenas notas.

—Bien, Mercy y Pharah. —Dijo Winston.
—Espera... Es que hay algo que no podéis ver. —Dije nerviosa. Noté como la mirada de Ángela se clavaba en mi nuca.
—¿Qué pasa? —Preguntó mi madre.
—Por favor, ¿podemos hablar? —Supliqué hasta que mi madre me miró con cara de preocupación y Winston accedió.
—Luego continuamos. Vamos a ver qué pasa. —Echó a todos de la clase.
—Angela, tú también te puedes ir. —Le sugerí.
—¿Para qué cuentes tus fantasías eróticas? —Bebió un sorbo del café con las cejas levantadas.
—¿Qué pasa? —Preguntó Winston—. ¿Algo que nos queráis contar?

Les empecé a explicar mientras veíamos el vídeo. Aseguré que todo lo que hice fue por mero trabajo, no tenía intención de causar confusiones. Explique que no quería que nadie se enterará porque no quería que los demás rumoreaban sobre esta tontería. Al acabar la explicación se echaron a reír menos Angela diciendo que no había nada gracioso.

Winston llamó a todos para que entraran e inventó que le habíamos explicado que nos habíamos cambiado de ropa y como consecuencia de ello, las cámaras se quedaron en el avión. Brigitte me miró extrañada pero luego de hablar con Ángela se lo contaría todo a ella.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro