Cuando Yuto llegó al departamento de Yugo, fue recibido por este, alzó una ceja al ver la mirada un poco ansiosa del peli azul ¿había sucedido algo mientras no estaba? "¿Paso algo de lo que tengo que saber?" pregunto el oji gris, Yugo trato de no tragar cuando el peli negro lo noto.

'Si tan solo supiera.' pensó el peli azul antes de negar con la cabeza, "Solamente estoy un poco cansado," mintió, sonriendo de forma cansada para enfatizar su punto.

Yuto solamente asintió, no muy convencido de la respuesta que obtuvo, "¿Y donde esta Yuya?" miro a su alrededor, encontrándose con un corredor con 1 entrada y una puerta al final, el peli azul se rasco la nuca antes de señalar a la entrada.

"Esta en la sala, se quedo dormido," ambos caminaron por el corredor y Yuto se asomó por la sala para ver a Yuya dormir profundamente en el sofá. Sin mostrar signos de despertar en cualquier momento. El bicolor violeta sonrió levemente antes de entrar y sentarse en la orilla del sofá "¿Te gustaría una bebida o algo?" pregunto el bicolor amarillo un poco incomodo al ver que el peli negro veía de forma tranquila dormir a su mejor amigo.

"¿Tienes una soda?" el oji azul asintió antes de irse de allí a la cocina. Yuto se dio tiempo para observar la sala y encontrarse con algunas fotos en la sala, pudo ver claramente a Yuya junto al Yugo en varias, pero hubo una que le llamó la atención. Era una donde Yuya estaba en el lugar con un de oso polar de peluche en sus manos, estaba en la tierna edad de 11 años, él tenía una gaza en su mejilla derecha mientras Yugo lo abrazaba con un puchero.

Frunció el ceño al ver lo que suponía que era un moretón y no le gustaba para nada. "Yuya era molestado por algunos niños en el pasado, ya sabes luego de eso..." Yuto se sobresalto al oír y miro detrás de él para ver a Yugo con una mirada incomoda mientras sostenía la soda. No creía que le correspondía hablar de ello, pero sabía que Yuto iba a preguntar y dado al estado emocional en el que estaba Yuya, creía que era lo mejor.

El peli negro soltó un suspiro y dejo la foto delante de él como Yugo le entrego la soda "Supongo que te lo contó todo," puso una mano en su cara, un poco exasperado por los recuerdos "no puedo culparte si no me crees Yugo, pero realmente me siento bastante culpable por todo el daño que le he causado" ese chico era demasiado cercano a Yuya, estaba seguro que ese niño debía sentirse incomodo por su presencia, despues de todo debía ser difícil perdonar a la persona que le causo daño a tu mejor amigo "Para ser sincero, esperaba que me odiara" añadió con dolor y tristeza en su mirada, pensarlo solamente le dolía, no sabía si Yuya estaba tan cómodo con su presencia como aparentaba.

"Pero él no te odia" Yugo se mordió el labio inferior al ver la tristeza reflejándose en los orbes grises del peli negro. Realmente juzgo a mal a Yuto, no sabía la parte de la otra historia como para decir que el peli negro sentía culpa o no de lo que hizo con su mejor amigo.

"Me sentí afortunado, sin embargo, tampoco me ve como un hermano" Yugo no pudo evitar tensarse al oír esa declaración de parte del detective, sabía que el bicolor verde le diría a Yuto de sus sentimientos. "Incluso si es así, estoy dispuesto a luchar por nuestra hermandad" añadió acariciando con suavidad la espalda del menor haciendo que este suspirara entre dientes.

'Por favor, no' pensó el oji azul mordiéndose el labio, sabía si era así, Yuya sufría por los sentimientos que tenía hacia Yuto, pasar tiempo con él podría ilusionarlo, pero podía entender a Yuto también y no lo culpaba, quería mucho a su mejor amigo y también quería volver a ser una familia, era lo único que tenía. "C­Creo que podrías llevarlo mañana al mirador, a él le gustaba ir allí cuando eramos pequeños y si quieres puedes ir pasado mañana al as de copas," sugirió el bicolor amarillo.

"¿En serio? Pero no tienen solamente dos entradas?" pregunto desconcertado el mayor mirando al oji azul el cual sonrió torcidamente pasándole la soda para luego rascarse la cabeza.

"En realidad tenemos cuatro, Yuya y yo estabamos pensando en dar las otras dos entradas a alguien más ya que solo Yuya y yo vamos a las carreras" explico el bicolor amarillo antes de ir a uno de los gabinetes y abrir una gabeta, sacando un par de entradas, "No sé si tengas a alguien más que pueda ir" añadió entregando las entradas, Yuto las miro y asintió.

"Muchas gracias, Yugo" el oji gris le sonrió al oji azul el cual no pudo evitar devolverle la sonrisa. Oyeron un gemido y vieron como Yuya se dio la vuelta, acurrucándose en la almohada que Yugo había traído para él. Era tan tierno. "Será mejor que lo dejemos dormir un poco más" murmuro Yuto arropándolo un poco más y palmeandole la espalda.

Yugo asintió con la cabeza y lo guió a la cocina. Estaba tratando de llevarse bien con Yuto y sabía que eso haría feliz a Yuya, despues de todo había pasado años odiándolo por haberle hecho ese daño a su mejor amigo y ahora mismo no sabría que pensar de él. De hecho le haría bien tener otra opinión ¿no? Yuto parecía agradable. 'Me imagino la sorpresa que tendrás, Yuya' pensó un poco divertido el bicolor banana.

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Un hombre de cabellos negros y amarillos miro con sus ojos azules detenidamente el trabajo de sus estudiantes, entre ellos los de Yuya y Yugo, desde hace mucho tiempo le llamó la atención estos dos. Después de todo, ambos eran chicos huérfanos, como una vez lo fue. Para él no era un secreto que Yugo se crió en las calles antes de conocer a Yuya mientras que sabía que los padres de este habían muerto en un accidente.

No mentiría que si los hubiera conocido antes, los hubiera adoptado, pero ya siendo un par de adolescentes a una edad de 16 y siendo tan independientes como eran, no sabría si proponerles eso. Ya que ambos no parecían tener necesidad de tener un padre. En especial cuando este tenía a Zarc Sakaki cuidándole al igual que el hermanastro de Yuya, Yuto Sakaki.

"¿En que estas pensado?" pregunto una voz familiar. Alzó la vista para ver a un hombre de cabellos negros y rosas con ojos rojos brillantes, usaba una sudadera roja, camisa morada, pantalones blancos con naranja en los bordes y zapatos negros. Era joven, al menos de unos 20 años.

"Hola, Yuma, solo estaba pensando en mis estudiantes" contesto el peli negro dejando los exámenes y trabajos junto a un bolígrafo negro en su escritorio.

El oji rojo alzó una ceja confundido "¿En serio, Yusei?"

"Dos de ellos son huérfanos, y para ser honesto, hace mucho tiempo había querido proponerles que vivieran conmigo" explico el peli negro con una pequeña sonrisa nostálgica cuando esos dos habían entrado en la secundaria. Eran un par de niños enérgicos y activos, no fue difícil no tomarles cariño a ambos, en especial cuando Yugo fue el más apegado a él e incluso le regalaba alguno que otro regalo en su cumpleaños.

"¿Por que no lo has hecho todavía?" si era así, si su amigo quería a esos niños como sus hijos ¿por que no se lo proponía? Esa era una pregunta que a veces perduraba en la mente del peli negro con mechones rosa.

El oji azul solamente negó con la cabeza, acariciando con sus manos un llavero que Yugo le había regalado hace tres años "Son muy independientes, no creo que lo necesiten ahora, además, uno de ellos tiene familiares ahora que lo cuidan" contesto suspirando. Tenía entendido que Yuto era hermanastro de Yuya, lo había tomado desprevenido, sin embargo, por lo que había visto el hombre lo cuidaba bien y pidió que interviniera para evitar que algunas chicas molestarán a Yuya en la escuela.

Bueno, no culpaba al peli rojo, él mismo era molestado por algunos fans de su esposo, Jack Atlas, solo por la fama de este y suponía que acercarse a él sería para conseguir algo. Molesto en verdad, comprendía absolutamente a Yuya.

Yuma se rasco la cabeza, un poco incómodo al recordar algo "Cierto, se me olvidaba que siempre has querido ser padre al igual que Jack" murmuro para si mismo a lo que Yusei asintió con la cabeza, soltando un suave suspiro.

"Sé que Yugo es fan de Jack, él mismo me lo ha dicho, no quisiera que lo adoptará solo por esa razón" explicó ladeando la cabeza, él sabía que ese chico se emocionaba tanto ante la mención de su esposo. El lo admiraba mucho, le gustaba eso, pero no sabía como reaccionaría cuando estuviera frente a él... ¿por que tenía la sensación que el chico podría llegar a desmayarse?

"Nah, Yusei, vamos, estoy seguro que ese niño debe quererte, ya me habías contado de este niño y debo apostar a que debe quererte mucho ¿no? Después de todo pasas tiempo con él y te ayuda sin dudarlo" Yuma animó con una sonrisa brillante a lo que el hombre de ojos azules sonrió levemente. Si, Yugo era una gran persona y no dudaba que llegaría a grandes cosas al crecer.

"Aun no cambia el hecho de que tendría que tratar de averiguar en como acercarme a él para proponerlo" contesto a lo que el oji rojo trató de pensarlo y encontrar una solución para ese problema, sin embargo, Yusei decidió cambiar de tema: "¿Como esta Astral, Rai y Vector?" pregunto recordando al esposo e hijos de su amigo.

"Los tres están bien, Vector como siempre esta siendo un travieso" se rió entre dientes al recordar que tan revoltoso era su hijo "Es un pequeño torbellino como dice Astral" Yusei no pudo evitar sonreír también ante el comentario:

"Je je, era de esperarme luego de que metiera a Crowler en problemas" el oji azul no pudo evitar soltar una carcajada al recordar el suceso, sabía que Crowler se lo había ganado por haber llamado duende a Rai y a Vector, este ultimo se las cobró tumbando un estante con ayuda de algunos de los estudiantes de la secundaria además de colgar bolsas de pintura en la puerta de la dirección del director cuando este iba a tomar su café con Crowler. Decir que el director no estaba furioso con el profesor Crowler al enterarse que fueron los estudiantes de este era una gran mentira.

"Y pensar que Vector es la verdadera razón por la que él renunció" ambos hombres se rieron con fuerza, sabían que Crowler no quería lidiar con Vector cuando este creciera, por lo que inmediatamente pidió la renuncia unos días despues.

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"¿En serio?" pregunto Yugo alzando una ceja, una pequeña sonrisa surcaba en sus labios, se habían puesto a charlar un poco con Yuto y había resultado más agradable de lo que esperaba.

"Si, me gustaría tomar una foto de Yuya conmigo, las que tengo, bueno, solamente te diré que era bastante indiferente con Yuya, por lo que solamente tengo fotos de él," contesto el peli negro haciendo una ligera mueca, incluso esas fotos con Yuya era un amargo recuerdo de su pasado.

"Ya veo, llevaré mi cámara al estadio si no te molesta" apunto a una pequeña cámara que estaba en una repisa, era de color azul y estaba bien cuidada. "Normalmente la utilizo para sacar fotos con mis amigos en fiestas o cuando vamos a salir a alguna parte, aunque también la utilizo para algunos proyectos y exposiciones." el oji azul se rasco detrás de la nuca sonriendo torcidamente. No iba a mentir, iba a ser raro estar con Yuto en las fotos, pero podría acostumbrarse.

Yuto tomo un sorbo de su bebida, "Gracias por eso Yugo" le dedico una sonrisa leve a lo que Yugo sonrió ampliamente y levanto un pulgar.

"Je je, no te preocupes, además, Yuya también tiene fotos tuyas guardadas" ese detalle le sorprendió a Yuto, sin embargo, también lo alegro al saber que Yuya había tenido fotos guardadas de él.

"¿En serio?" pregunto el oji gris con un poco de incredulidad en su voz.

"Si, creo que te ha extrañado en todo este tiempo y te esperaba, siempre lo veía mirarlas con cariño," Yugo no pudo evitar morderse la legua sabiendo que en esta ultima palabra mentía, sabía que los ojos de Yuya expresaban amor cada vez que miraba las fotos de Yuto y al mismo tiempo sufría en silencio por este mismo amor.

Ladeo la cabeza, quería pensar mejor en algo positivo en vez de esto, sobre todo al ver la mirada feliz y aliviada del bicolor violeta "De ser así, estaría feliz de que tuvieran una o más fotos juntos" añadió.

"Mientras más mejor, Yugo" susurro más para si mismo que para el oji azul, cayeron en un silencio agradable, sin embargo, Yugo lo rompió momentos despues:

"Oye ¿y como es ser un detective?" era una pregunta que tenía en mente. Atrapar criminales, detener robos e investigar le parecía un poco intrigante, no es que quisiera ser detective pero siempre se pregunto como sería. Aunque eso de tratar de atrapar e investigar a Phantom debía ser más difícil.

"Agotador, pero vale la pena por el bien de los demás" contesto el oji gris notando que Yugo parecía un poco emocionado por saber más de lo que estaba diciendo "Además, es divertido, a veces bromeamos y la pasamos bien en el trabajo, por las cosas más locas que pasan debes en cuando con mis compañeros" eso le llamó la atención de Yugo haciendo que este pusiera una mano en su barbilla, curioso.

"¿Que tan locas?" el oji gris alzo una ceja, Yuya le dijo que el peli azul era como un pequeño niño curioso cuando algo le llamaba la atención y actuaba como uno cuando se emocionaba.

"¿Me creerías si te dijera que Shun peleo con Akaba Reiji la noche de la fiesta?" hizo una ligera mueca ante el recuerdo un poco vergonzoso. Esperaba que su amigo no tuviera resentimientos con el Ceo, aunque le pareció verlos a ambos hablando de algo al final de la fiesta.

"Caray, debe tener agallas para hacer eso" no es como si el no fuera cabeza duras a veces con otros, sobre todo cuando lo hacían enojar como Yuri.

"A el no le gusta ir a ese tipo de eventos, los odia por completo y su humor no mejoraba al tener que esperar que Phantom apareciera" él debía que ese día no fue el mejor de todos, menos por que Takashiro le había disparado a un niño de 16 años y enterarse que este mismo robo el collar de Hana para inculparlo.

Curiosamente entendía que el ladrón estaba indignado y sin duda odiaba a las personas con facetas falsas como Takashiro lo era. Un sabor amargo recorrió su garganta al pensar que estuvo en la mafia o que crímenes pudo haber hecho sin saberlo absolutamente.

"Lo entiendo, lo único que haría en todo caso es ir por algo de comida para distraerme o prácticamente tendría que ir y bromear con mis amigos," hizo un pucherito, sus amigos eran lo que alegraba la noche, sobre todo cuando se trataba de una obra de teatro que Yuzu y Yuya harían.

"A decir verdad no soy una persona que disfrute mucho de fiestas de etiqueta, pero eso no significa que no salgo a divertirme" confeso el oji gris terminando de beber su soda y tirando la lata en el cesto de basura.

Yugo inmediatamente le sonrió, "Bueno, estoy seguro que te divertirás mucho pasado mañana!" exclamo emocionado y el bicolor violeta sonrió levemente. Eso era lo que esperaba.

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"¿Averiguaste algo?" pregunto Yami cuando uno de sus trabajadores entro, un joven de cabellos blancos y ojos marrones, también se conocía por ser uno de sus amigos.

"No mucho, el símbolo de la mafia que encontró Yu era de Nature," Ryou le entregó una carpeta la cual fue abierta por el hombre de cabellos negros. Este miro un símbolo de una flor exótica, era hermosa, sin embargo, Yami tenía el conocimiento de que esa flor tenía una gran fuente de veneno.

"Esa mafia la controla una mujer," señalo Yami alzando la vista con un ceño fruncido mientras leía la información que su amigo encontro. No le gustaba a donde iba todo esto.

"Así es, una muy peligrosa, por lo poco que hemos investigado toma a hombres como esclavos y algunos de ellos los desmiembra si no siguen ordenes, sin mencionar que si quiere algo, lo consigue. Hasta ahora, tengo algunos números y contactos de Takashiro, el registro telefónico fue borrado por un hakker que debe trabajar para ellos, pero conseguí rescatar el más reciente: son 8 números telefónicos que seguidamente Takashiro usaba para comunicarse con ciertas personas, posiblemente de la mafia" informo el oji marrón lo que poco que investigo junto a sus compañeros.

Entregó una lista con los números de teléfonos, no era la primera vez que se involucraban en algo como eso, pero esto no les daba un buen presentimiento. "Ya veo, consigue comunicarte con estas personas, ten cuidado" dijo el tricolor amarillo sacando una de las hojas y cerrando la carpeta, entregándosela al albino.

"Si señor" hizo una reverencia y luego se fue. Yami se inclinó en su silla, tenía que tener cuidado, sobre todo debía llamar a los que resguardaban a Yu.

"Tengo un mal presentimiento" murmuro el hombre de ojos carmesíes mirando al símbolo de la flor que había en su escritorio. "Nature ... algo me dice que nos causará muchos problemas