Daniela.

—¿Si te gustó la comida?

Le pregunto mientras caminamos a mi casa

—Claro. Por cierto gracias por comprar un poco para mi amigo Roger.

Le quito importancia miéntras alzó los hombros.

—gracias por todo.

Dice mientras nos detenemos frente a mí casa

—hay que repetirlo... ¿te parece bien?

Noto como lo duda un poco, quizás siente pena ¿Que si parezco una persona clasista?

—Siento que es un abuso a tu persona.

—no, además... podría dibujarte, para mis clases.

Digo mientras muevo mis brazos como una niña emocionada. Sonríe de lado un poco confundido y luego me mira a los ojos y asiente con la cabeza

—¿dibujas?

Asiento con la cabeza mientras sonrío un poco engreída

—¿Y qué dibujas?

Pregunta con curiosidad. Dudo un momento en decirle

—de todo. Pero en tres meses es mi exhibición de pintura... tengo que dibujar obras que tengan una historia.

—wow... Si puedo ayudarte, con gusto lo haré.

De repente un auto se estaciona a fuera de mi casa y los dos volteamos a ver quien es. Es mi compañero de trabajo (Leonard)

—Hola ¿que haces?

Dice mientras le lanza una mirada de desprecio a Augusto. Noto como Augusto agacha la mirada y frunzo el ceño molesta

—platicando ¿Qué haces aquí?

—tu mamá me invito a comer... ¿Le estas hablando de la fundación?

Dice mientras señala a Augusto y niego con la cabeza

—No, estamos hablando de cosas importantes...

—Bueno, te dejo, gracias por todo.

Dice Augusto mientras da un paso hacia atrás, pero tomo su antebrazo con suavidad y me acerco a el, me pongo de puntitos y le doy un beso en la mejilla

—Nos vemos.

Noto como sus ojos se llenan de asombro y luego de mirarme con una sonrisa tierna se aleja.

—no se como no te dio asco besar su cara sucia.

Dice con repugnacion, lo fulmina con la mirada y me cruzo de brazos

—a mi me repugna la gente pudiente e incompetente.

Digo para luego meterme a mi casa con ese idiota detrás de mi.

Tuve que aguantar toda la noche las historias de ese idiota hasta que por fin se fue.

Me subí a mi habitación y salí a mi balcón para sentir la brisa nocturna. Era fresca pero se que en la madrugada hace más frío y me da insomnio de pensar que Augusto esta ahí afuera... pasando frío.
Lo único que me calma, es que quizás este por ahí, mirando a la luna, igual que yo. Como si la miraramos juntos.