Camino de un lado a otro mientras me pongo mis aretes y veo como Augus se trata de poner una corbata.

—Ven cielo, te ayudo a ponértela —Digo mientras me acerco a el y se deja acomodar la corbata —Nunca me había puesto una.

—Me imagino —Digo con una sonrisa, me concentro en hacerle el nudo mientras siento como su mirada penetrante no se aparta de mi —¿Es necesario que vaya? —Termino de acomodarla y volteo a verlo con el ceño fruncido —¿Porque no quieres ir? —Noto como se muerde el labio pensativo

—Siento que no... Que no estoy a la altura.

—No digas eso... Claro que lo estás —Digo para luego ir por mis zapatos, pero me toma del brazo con suavidad. Lo miro con confusión al ver su rostro preocupado.

—Siento que esto no será bueno para ti —Me acerco a el y tomo su rostro con ambas manos —Todo saldrá bien, solo es una reunión con amigos —Digo para luego mostrarle una sonrisa. Me devuelve la sonrisa y lo suelto para terminar de arreglarme.

Llegando a la fiesta Julieta nos recibe con alegría —¡Amiga! —Dice para luego abrazarme —Hola Julieta, felicidades por cierto —Digo mientras la tomo de las manos —Gracias —Dice con una sonrisa y coloca su mirada en Augusto

—Te presento a Augusto. Mi pareja —Julieta abre los ojos con asombro y Augusto le ofrece su mano y Julieta la toma con amabilidad —Un placer conocerte Julieta.

—El placer es mío. Pero vengan, les invito algo de beber —La seguimos por el salón y cuando se cruza con un mesero que llevaba una charola circular de plata en manos, lo detiene —Trae dos copas de champagne —Le ordena Julieta y el joven hace una reverencia para luego marcharse —Voy por las chicas, mueren por verte —Dice para luego retirarse. Augusto suelta un suspiro como si hubiese estado aguantando la respiración, el mesero llega con la charola y dos copas —Aquí tienen.

—Muchas gracias —Decimos al unísono mientras tomamos nuestras copas —¿Es lo mismo que bebimos la vez pasada?.

—No, lo de la vez pasada era vino esto es champagne, pruébalo, sabe rico —Augus le da un trago y abre los ojos con sorpresa entonces veo como las chicas se acercan a nosotros —Dani, por fin te veo.

—¡Chicas, que bueno verlas! —Digo mientras nos abrazamos las cuatro.

—El debe ser tu esposo Agustín —Dice Emma, una chica de cabello rojo con pequeñas pecas en las mejillas. Su tes es Blanca y es un poco más bajita que yo.
—De hecho es Augusto.

—Un gusto, soy Emma y ella es Abril —Dice mientras señala a abril. Mi amiga de cabello rubio y ojos azules. Es hermosa —Un placer.

—Pero vengan, vamos a comer —Dice para luego guiarnos a nuestra mesa. Entonces me percato de que nuestra mesa solo cuenta con tres sillas y esta cerca de los sanitarios —Enseguida les traen de comer —Dice Julieta con una sonrisa. Se lleva a las chicas y volteó a ver a Augus. Creo que no debimos venir.
Nos sentamos mientras sentía como el ambiente se tornaba incómodo. Pues cualquier mujer sabe que al colocar tu mesa junto a los sanitarios no solo es una falta de respeto, sino una muestra de que no somos bienvenidos.
El mesero llega con charolas de comida y nos sirven de comer en platos desechables una pieza de pollo con mole y arroz. Entonces entendí lo que estaba haciendo Julieta. Quería burlarse de nosotros, sobre todo de Augus. Pues los demás comían langosta en platos de porcelana. Lo sé porque mis amigas siempre buscan lucirse con los invitados en arreglos extravagantes. No me molesta, pues nunca he sido exigente cuando me invitan a un lugar, pero si me incomoda, no quiero que hagan sentir mal a Augusto.

—Huele delicioso —Digo con una sonrisa y empezamos a comer aunque no debo preocuparme, Augusto parece no darse cuenta de nada. Comemos mientras Augusto me platica lo asombrado que está con los arreglos y el lugar, le parece muy elegante. Yo lo miro con mucha atención, guardando en mi mente sus expresiones sorpresivas y cuando terminamos, comenzó a sonar una canción romántica
—Ven, baila conmigo Augus —Digo mientras estiro mi mano para que la tome y una vez que la toma nos ponemos de pie y caminamos a la pista de baile —No se bailar muy bien —

—Tranquilos, yo te enseño. Además es un vals, es lento —Digo mientras coloca su mano en mi cintura y yo coloco la mía en su hombro. Bailamos lentamente mientras nos miramos a los ojos con ternura. Augus observa mis pies y comienza a guiarse baila lentamente conmigo. Es lo único que importa. El presente, la vida con el es lo único que me importa.