Hoseok no podía explicar el amor que sentía por su hija, era un sentimiento que nunca antes había conocido. Su pecho se llenaba de felicidad cuando la veía sonreír, dormir, comer o cualquier cosa.

Aunque cuidarla requería mucho esfuerzo de su parte, a pesar de que habían contratado una nana para que se hiciera cargo, y es que, Hoseok no quería dejarla sola; jamás se arrepentirá de haberla tenido. Estuvo muchos años en conflicto por ser de género mixto, hubo gente que habló a sus espaldas. 

Cuando fue prometido a Kim Taehyung, no pudo evitar, no asustarse, los rumores de su crueldad eran demasiados, apodos como "monstruo o bestia", lo seguían por todos lados. Una de las reglas de los "hombres de honor" era nunca lastimar a los miembros de la propia familia, pero dentro de las paredes llamadas hogar, nunca se sabía exactamente qué pasaba. Otro detalle a recalcar es que  aún no estaba seguro de su sexualidad.

No tuvo tiempo de decidir si le gustaban los hombres o las mujeres y terminó casándose con el futuro Capo. Nadie lo obligó, sabía que era parte de su deber. No iba a volverse lugarteniente de Gwangju porque su género mixto impidió que los miembros de la familia lo tomaran enserio y su hermano Yunho se veía más capaz que él, físicamente era más alto y con más músculos, mientras que Hoseok siempre fue delgado y paliducho; aún así, su padre le enseñó a defenderse, a usar un arma y pelear, sus habilidades no eran las mejores pero eran mucho mejor que el promedio. En cuanto a casarse con Taehyung, había sido como ganarse la lotería, el poder de su familia se alzaría por los cielos, nadie se atrevería a despreciarlos.

No se casó enamorado pero la atracción no fue nula y probablemente era gracias a su parte femenina. Por supuesto ayudó mucho que Taehyung fuera hermoso de pies a cabeza. El amor no tardó en llegar, tal vez las noches de buen sexo ayudaron pero Hoseok no podía decir que era infeliz con Taehyung, con el "monstruo" que todos describían.

Una vez que entraba a cada Taehyung se deshacía de su uniforme de miembro de la mafia y se volvía un esposo gentil.

Hoseok terminó de cambiarle el pañal a su hija, la dejó en la cuna y lo tiró al cesto de basura dentro del baño.

Cuando regresó con su hija, miró a Taehyung cargando a Yerim. La imagen fue preciosa para sus ojos, no se sorprendió ni siquiera de verlo ahí porque Taehyung era terriblemente sigiloso.

Taehyung le sonrió al verlo y regresó su vista a Yerim, Hoseok se alegró de que en medio de tanto trabajo, ya fuera supervisando los negocios o torturando personas, su esposo se diera tiempo para convivir con su hija. Entonces supo que de verdad la amaba independientemente de su género.

—Te traje un regaló —dijo Taehyung y señaló una pequeña mesa infantil en medio de la recamara de Yerim.

Hoseok sonrió y corrió a tomar la bolsita.

—Es un pez dorado, lo amo demasiado, es muy pequeñito pero ya crecerá, los peces dorados son mis favoritos desde que empezaste a regalármelos —Hoseok sonrió de forma boba al mirar la bolsita con un pez dorado. Dejó que Taehyung se encargará de cuidar a la niña y bajó despacio por las escaleras a la sala principal. 

Una amplia pecera que podía competir con el tamaño de Hoseok verticalmente, estaba colocada en la pared frontal de la sala. Dentro de ella había alrededor de doscientos cincuenta peces de diferentes colores pero los que más abundaban eran los peces dorados, quienes se reproducían más rápido. 

Hoseok los cuidaba con mucha devoción, no todos los peces que nacieron en la pecera sobrevivieron pero los que lo hicieron fueron llamados sobrevivientes, por Hoseok. Sobreviviente número uno, sobreviviente número dos, hasta el quince.

Tomó un pequeño banco para alcanzar la superficie de la pecera y dejó la bolsita ahí, para que el pequeño nuevo integrante de la familia se aclimatara.

—¿Cómo debería llamarlo Daniel?

Kang, estaba parado como una estatua enfrente de uno de los pilares de la sala, sólo mirándolo y sin la intención de empezar alguna conversación.

El hombre titubeó por un momento.

—No lo sé señor, nunca le he puesto nombre a un pez —mencionó de forma casi robótica, ante la mirada de decepción de Hoseok respondió:—¿Que tal Orange?, es de color naranja después de todo.

Hoseok dejó escapar una risita burlona.

—Que original señor Kang, recuérdeme no pedirle recomendación la próxima ve— luego miró la bolsita flotando—. Bien Orange, espero que te guste tu nuevo hogar.

Hoseok bajó del banquito con un brinco e inmediatamente se quejó por el dolor que se asentó en su vientre. Dobló su cuerpo y llevó sus manos al lugar donde dolía para apretar.

Kang se apresuró a donde estaba pero Hoseok hizo una señal para que se detuviera.

—Estoy bien —sonrió fingidamente—, sólo no debo exigirle demasiado a mi cuerpo. 

—Acaba de tener un bebé, debería quedarse en cama— Daniel mencionó regresando a su lugar después de que Hoseok volviera a enderezar el cuerpo.

—No me gusta estar en cama, de todos modos no hago grandes cosas, sólo cuido de Yerim y con ayuda de su nana, Whein. Bien, volveré con mi hija, ya mañana sacaré al pez, buenas noches Kang.

Se despidió, Kang hizo una reverencia y Hoseok subió a la habitación de su hija. Yerim se había quedado dormida en los brazos de Taehyung. Cuando su esposo la dejo en la cuna, se acercó a Hoseok y le dio un beso en la frente y luego otro en los labios.

—Estaba pensando en retrasar la fiesta de bienvenida de Yerim —era una costumbre de los hombres de honor, hacer una gran fiesta para presentar a sus hijos e hijas a los miembros de la familia, una familia que no estaba unida por la sangre pero sí por sus valores similares. La fiesta para Yerim sería en tres días y Hoseok estaba agradecido de que la madre de Taehyung la estuviera organizando—, creo que no es buen momento, apenas ha pasado una semana desde que fueron dados de alta y no quiero que te exijas demasiado.

—No es necesario, yo me siento perfectamente y Yerim parece estar muy bien de salud, va a ser una niña muy fuerte. Además no puedes hacerle está grosería a tu madre, ella debe estarse esforzando para que todo quede perfecto y a su gusto.

—¿Estás seguro?

Hoseok asintió y sonrió, luego besó a su marido de forma suave.

—No me hagas caer en tentación, corazón —dijo Taehyung apenas se separaron y le dio otro beso, pero en la frente.

Hoseok hizo un puchero pero asintió y luego lo abrazó con fuerza.

—Aún no puedo creer que tenemos una hija, no sé qué hacer de ahora en adelante, siempre estoy ansioso.

—Lo único que debemos hacer es cuidarla y protegerla —dijo Kim pasando su mano por la mejilla de Hoseok—. No te preocupes, mientras yo viva, Yerim estará a salvo, es una promesa.