Capitulo: 2
A la mañana siguiente Petunia se levantó con un mal humor, había dormido con su ropa de ayer, lo bueno era que no tenía tarea sus profesores decidieron ser benevolentes y no les dejaron tareas.
Salió de su cuarto lista con su nuevo cambio de ropa, una blusa con una blusa color amarillo, un chaleco unos Jeans con sus simples zapatillas color cafés, su pelo color café iba suelto.
Bajo las escaleras dirigiéndose a la cocina, una vez ahí tomo asiento en el comedor –Buenos días- saludo.
-Buenos días cariño- Su madre le puso enfrente de ella un plato de huevos con tocinos y un jugo. La chica comenzó a comer su desayuno.
-Buenos días, mis amores-
Petunia miro enfrente, su Padre tomo asiento alado enfrente de la mesa, ella asintió como saludo, poco tiempo después su Madre se sentó a la par de su Padre. La chica solo comía sin prestar atención a la conversación de sus progenitores.
Cuando termino de comer se levantó, se despidió de ambos, al llegar a la escuela, se dirigió a su salón de clases, tomo su asiento correspondido. Y espero hasta que sus compañeros se presentaran.
Poco a poco iban llegando los demás sus compañeros y compañeras, miro como cada uno toma asiento, algunas chicas platican sobre su mañana con sus amigas, Petunia aparto la mirada para ver el patio de su escuela. Ella no tenía amigas, no quería que se llegaran a enterar que tenía una hermana menor rara.
El sonido de la campana fue la que la sacó de sus pensamientos, ella alisto sus cosas para la primera clase, él profesor asignado de primera hora entro por la puerta mientras se ponía enfrente de todos, este aclaro su garganta para hablar claro.
-Escuchen primero les quiero decir que hoy tenemos un nuevo compañero- el hombre miro su listado y dijo –Joven Woods, por favor pase-
Petunia miro como un chico sonriente entro al salón, su tez era pálida, su cabello rubio era rizado (a la vista de ella se mira algo esponjado), sus ojos azules, vestía con un chaleco de cuero negro, una camisa color blanca, sus jeans rotos y sus zapatos que curiosamente se miran muy limpios.
-Eh...hola- el chico levanto su mano para saludar –Mi nombre es Alexander Woods, pero si quieren me pueden llamar Alex-
El profesor asintió –Muy bien Joven Woods, tome asiento en un lugar disponible-
Alex asintió, miro con su mirada para ubicar un lugar, cuando lo encontró se encamino hasta el, Petunia no dejo de mirar al chico incluso cuando este venia en dirección a ella, su boca se abrió ligeramente por la impresión.
Cuando se recompuso de todo miro al chico con el ceño enojado, este era el mismo chico que había visto ayer –Tú- susurro la chica
-¿Eh yo?- pregunto algo confundido el rubio
-Sí, ¿tú, eres aquel idiota, el qué tocaba la guitarra?- le dio una mirada de enojo al chico
El rubio la miro extrañado, entonces recordó el rostro –ah tu eres la chica de ayer- le dio una sonrisa – ¿Y qué piensas te agrado el ritmo de la musca?-
Indignación es lo que sintió ella al oír su pregunta, es que acaso no le pediría perdón por el atrevimiento de guiñarle el ojo, no pudo evitar decirle en voz alto – ¡TÚ!-
-Señorita Evans, puede hacer el favor de no gritar en mi clase- dijo el profesor molesto por la interrupción de la chica.
La pobre chica chilla por el regaño de su profesor, con la cabeza asintió, decidió dejar aquello para más tarde, abrió su libro y comenzó a leer el tema que se toca ese día. De reojo miro a su compañero de lado, el cual solo sonreía mientras escribe algo en su cuaderno.
.
.
.
La campana sonó afirmando que era hora de receso, la chica se estiro en su pupitre para quitar su pereza.
-Disculpa, ¿me puedes enseñar la escuela?- pregunto el rubio
Petunia miro en dirección al rubio, le dio una mirada serie se cruzó los brazos –No, después de lo que me hiciste no te enseñare nada-
-espera, ¿yo que te hice exactamente?-
-uy tu cinismo me da migraña- hizo un puño con su mano –Tú me guiñaste el ojo maldito desgraciado-
El rubio parpadeo un par de veces – ¿Te has enojado solo por eso?- pregunto el chico, miro como ella asentía afirmando su pregunta, el soltó una pequeña risa.
Ella se indignó aún más se levantó de su asiento y salió del salón, despotricando aquel idiota.
Cuando miro como la chica se levantó enojada el hizo lo mismo –Eh espera no me estoy burlando de ti-
Paro de caminar y se volteó para encarar al idiota –Bueno uno entiende mal cuando se están burlando- puso sus manos en su cadera.
El sonrió por el carácter de la mujer –Lo siento no quise que malentendieras todo, no me estaba burlando de ti- negó con sus manos –Es solo que eso hago actuó para poder ganar dinero, cuando canto una canción algo atrevida, yo actuó atrevido, pero me perdono si eso te ha molestado-
-Bien yo acepto tu rara disculpa- de nuevo cruzó sus manos y se volteó para caminar retomar su camino –Vamos te enseñare la escuela-
-De verdad- él miro como ella sentía –Te lo agradezco mucho- camino hasta estar a la par de ella.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro