HALLOMEOW?
Batcat/Damirae
La famosa mansión Wayne, un lugar gótico e importante para la historia de Gotham y, también tan relevante en la vida de Catwoman.
Selina Kyle veía las luces encendidas del interior resplandeciendo en los jardines de la mansión, lugar donde ella actualmente se escondía.
Fuertes murmullos salían de aquel gran salón, el lugar se encontraba abarrotado por distintas personas puesto que una celebración se llevaba acabo. Algo nada inusual en la mansión en este tipo de fechas.
El frío viento de octubre erizaba su piel conforme subía los escalones guiándola hasta las majestuosas puertas que le daban un vistazo del interior.
Su corazón palpito emocionado al reconocer algunas caras sonrientes gozando de la fiesta; Ahí se encontraba su familia.
Le basto con poner un pie dentro del salón para que el silencio reinara entre todos los invitados. Brujas, zombies, superhéroes, diablos y momias pararon su festín para fijar toda su atención en ella.
Pero a Selina le importaba solamente esa pequeña presencia llamándola. Añoraba escuchar tanto esa tierna voz desde que se marchó.
"¡Mami!"
Su sonrisa fue automática al notarla abriéndose paso entre la multitud de personas en el centro de la pista.
Una linda niña de cinco años corría hacia ella con sus manos abiertas, usando un vestido negro y unas orejitas de gato adornando su cabello.
"Helena" Selina exclamo con añoro al atrapar ese frágil cuerpo entre sus brazos.
"Te extrañe mami"
Ella también, no sabía cuánto.
Era suya, su hija, su pequeño pedazo de cielo era la cosa que la hacia mas feliz en esta tierra.
"¿Te gusta mi disfraz?. Dick lo hizo para mi" La niña se alejó de sus brazos, enseñándole su pequeño vestido para después susurrarle al oído un secreto. "Me vestí como tú mami..."
"Me encanta, mi linda gatita. Eres la mejor Gatubela de esta ciudad"
Selina golpeó las orejitas en la cabeza de la menor, haciéndola reír.
"Mami ya no te vayas por favor. Papi me dio de comer panqueques." Helena Wayne se acurrucó en su pecho, aferrando más sus bracitos en el cuello de su madre.
"No veo lo malo en eso, mi niña"
"Estaban negros. ¡Sabían muy mal!...Dami se los dio a Titus en secreto y no se los comió!"
"¿En serio?"
"Ujum...Tenía hambre y Dami me dio del cereal de Dick... ¡Odio el cereal de Dickie! Tiene mucha azúcar."
Selina rió suavemente ante la linda cara de disgusto que puso su hija; era una mimada...igual que su padre.
"Selina."
Y, Hablando del diablo.
Selina resistió la carcajada atorada en su garganta al ver al padre de su hija usando el mismo traje con el cual lo había conocido por primera vez hace tantos años.
"Bruce.... ¿Batman otra vez?...."
Era tan absurdo...solo a él se le ocurriría usar uno de sus trajes viejos de Batman como disfraz de Halloween. Ya casi podía oír su aburrida explicación; 'Estoy preparado para salir en cualquier momento'.
"Estoy preparado para cualquier cosa" Bruce le respondió justo como ella esperaba,
"Por cuarta vez lo haces en Halloween, se un poco más original para el próximo año."
Selina rodó sus ojos exasperada pero no realmente molesta....
Acomodó el peso de la menor en sus brazos para observar a los demás asistentes; todos habían regresado ya a sus actividades, disfrutando nuevamente de la fiesta.
Realmente quería seguir molestando a Bruce sobre su elección de disfraz pero, su intensión murió al observar a Damian y a Tim cerca de la mesa de postres usando también sus uniformes de vigilantes, únicamente faltando en cada uno el antifaz.
Al parecer, ser unos paranoicos era un estado usual para los murciélagos de la familia Wayne.
Esperaba que Helena no heredara ese gen.
"Por lo menos yo llevo un disfraz...¿Tu que hiciste? ¿Asaltar tu closet?"
"Soy Sandy..." Selina modeló sus zapatos rojos, su top y sus leggins negros para él. Pero Bruce estaba lejos de entender la referencia de su disfraz. "¿Grease?, ¿Pink ladies?, ¿Musical famoso de los setenta? ¿Olivia Newton? ¿John Travolta?. Bat...El zorro no es la única película que existen en este mundo. ¿Sabes eso?."
"No soy fan de los musicales."
"¿Qué es Grisi mami?"
"Una película, una que tu papi va a ver esta noche con mami."
"No..." Bruce comenzó, más fue interrumpido por el animado grito de la niña.
"¡¿También puedo verla mami?!"
"Claro, ¿Porqué no vas a la habitación de Dick a buscarla? Seguro él la tiene en su colección de Dvds."
"¡Si!, le diré a Alfred que me ayude a preparar la sala de entretenimiento."
Los ojos de la pequeña niña se iluminaron e inmediatamente pidió que la bajara al suelo. En cuanto sus pequeños pies tocaron el mármol salió corriendo hasta Alfred, exigiendo su atención.
"¿Que haces aquí Selina?" Bruce le preguntó una vez que la niña desapareció de la vista de ambos.
"Vine a la fiesta." Ella le confesó descaradamente, pero él no creyó su cuento. Así que, optó por mejor decirle la verdad directamente."La misión terminó antes de lo esperado."
"¿Todo bien?"
"Todo bien Bruce." Selina sonrió al notar como sus ojos azules buscaban alguna herida en su cuerpo. "Pero pasara mucho tiempo antes de que vuelva aceptar ayudar a ese par de locas."
Sus aventuras con las Sirens había terminado hace varios años, pero cuando era necesario ella le daría una mano a sus viejas compañeras.
Su vida de criminal, su alter-ego, eran parte de quien ella era...tanto como Gotham, Bruce y su nueva familia. Además, las misiones con esas dos nunca eran aburridas.
"No avisaste de tu llegada."
"Quería darles una sorpresa." Ella escabulló sus manos por el pecho del hombre, dibujando el patrón del murciélago en su traje, antes de colar sus manos en su cuello.
"¿Que hicieron?" Él dijo con sospecha.
"Nada Bruce..."
Solo destruyeron varias de las empresas importantes del mundo. Pero,¿Para que decirle ahora?...Mañana él lo vería en las noticias.
"Ummm..."
"Shh..amor...Luego habrá tiempo para recapitular mi misión." Selina comenzó a jugar con el cabello del hombre. "Te extrañé."
"Yo también te extrañé Selina....te extrañamos". Él se corrigió al final.
Selina se sentía capturada por esos hermosos ojos azules que hacían que sus piernas temblaran. Le fascinaban, y mientras él la observaba podía detectar toda la admiración que tenia por ella.
No pudo resistirse más, terminó parándose en las puntas de sus pies para capturar esos labios con los suyos en un anticipado y afectivo beso que él gustosamente le regresó. Un movimiento casto, tranquilo sin nada de prisa, y lo suficientemente largo como para transmitir todo lo que se sentían.
¿Cuantos besos habrá compartido con este hombre ya?..
No lo sabía pero él nunca dejaba de sorprenderla. La hacía sentir en las nubes, segura y amada.
"Te amo Bat" Ella le susurró al separarse y esconder su cabeza en el cuello de Bruce.
"Te amo Cat."
Su corazón saltó como el de una colegiala. Podía escuchar esa declaración mil veces y siempre sentiría mariposas moviéndose como locas dentro de su estomago.
"Pero tarde o temprano descubriré lo que las Sirens hicieron."
Ella sonrío de oreja a oreja...claro, el mejor detective del mundo no caería en su pequeña trampa para distraerlo de sus travesuras.
No se preocuparía por eso ahora cuando disfrutaba del calor del hombre que amaba y con quien compartía la dicha de haber traído al ser más maravilloso al mundo; su pequeña Helena.
Comenzaba a sonar como esas mujeres cursi de las películas románticas que ella odiaba tanto. Pero, después de dos meses completos de estar lejos de casa podría ser una cursi enamorada, ¿no?.
Estar en los brazos de Bruce era un sueño, ella recostó todo su peso sobre él, relajándose por primera vez en dos meses.
Por el hombro del hombre buscó a los integrantes restantes de su familia; Jason platicaba con un ceño en la frente con un animado Dick, ambos capturaron sus ojos y la saludaron con un gesto pequeño, ella alcanzo a regresar el salud con sus dedos antes de girar su atención al otro lado del gran salón, donde Tim y Damian aun continuaban parados cerca de la mesa de postres.
Como era costumbres ambos peleaban, nada inusual ahí...pero, lo que a ella si se le hizo bastante peculiar era una familiar presencia parada entre esos dos.
"Esa es...¿Raven?" Selina preguntó, asombrada e incapaz de creer que esa joven de medias de red, corsé azul, capa azul y con una diadema de cuernos en su cabello negro era la mitad demonio de los famosos jóvenes titanes.
Vestida como una diabla....chica lista.
"Rachel Roth, una invitada especial de Damian." Bruce contestó con un secreto oculto en su voz.
Pero, para ningún miembro de la familia era un secreto que el actual Robin era un fan muy devoto de la mitad demonio de su equipo. Incluso Helena con cinco años de edad sabia sobre el amor que su hermano mayor tenía por Raven.
Tantos años viéndolo esconder esos sentimientos y por fin se había armado de valor para confesarlos...¡Y Selina se lo perdió todo por culpa de esas dos locas!
Bueno, ahora tendría tiempo para molestar al joven con su reciente romance. Damian siempre era muy elocuente y tierno cuando Selina lo hacia enojar.
"Oh Bat...me voy a divertir tanto con esto."
"Ni siquiera lo pienses Selina."
"¿Pensar que?" Ella preguntó con fingida inocencia "No puedo pensar en un plan si tu no me haz dado los detalles de como ocurrió todo."
"No molestes a Damian. Y no puedo contarte nada, ese es un asunto personal."
"Aww...le quitas la diversión a todo Bat."
Como si él pudiera detenerla.
"Aunque..." Bruce le susurró seductivamente al oído "Podría intercambiar contigo algo de información si me ayudas a escabullirme fuera de esta fiesta a un lugar más privado para los dos."
Dios, ella amaba a este hombre.
———————-
"Carol, mira, es el hijo de Bruce Wayne...el chico vestido de Robin" Una mujer le susurraba a otra.
"Dinero y físico ese chico lo tiene todo."
"Habla con él, es tu oportunidad Carol."
Raven apretó con fuerza el vaso en sus manos casi hasta romperlo. No lo creía, esas dos mujeres tenían el descaro de hablar de lo guapo que se veía Damian cuando ella claramente era su acompañante de la noche.
Él la invitó personalmente desde hace dos semanas y no se le había despegado de su lado desde el momento en cual llego a la mansión. Pero esas dos chicas de la alta sociedad de Gotham, vestidas como promiscuos ángeles hacían todo lo posible por aparentar que ella no existía.
Damian también las escuchó pero él simplemente rodó sus ojos e ignoró los cuchicheos, por otro lado, Raven ya podía sentir su lado mas malvado asomándose al exterior.
"Pero Carol...creo que esa chica de azul es su cita." La primera chica murmuró, acercándose más a ellos sigilosamente.
"Por favor Marianne" La otra mujer bufó, casi ofendida por lo que escuchaba. "Esa...chica es poca cosa a mi comparación...Debe ser una cualquiera, cuando vea mi elegancia se olvidara de ella."
Raven tuvo que abandonar la copa de su bebida en la mesa de los postres detrás de ella o terminaría por romperla con sus propias manos.
Quería asesinar a esas niñas aquí y ahora.
"Bueno, haz lo que quieras Carol, mientras tanto yo disfrutaré de esta mesa de dulces."
"Oh Marianne...y yo disfrutaré pronto esa barra de chocolate sabor Wayne".
Ambas rieron casi en su oido y eso fue la gota que derramó el vaso de paciencia de Raven.
Actuó sin pensar, ella se dio la vuelta para quedar frente a esas dos chicas y tomó el primer bol con dulces que se topó para vaciarlo sobre quien era la tal Carol.
"Tendrás que conformaste con los dulces en la mesa, Carol...Porque, esa barra de chocolate que tanto deseas es mía. Así que, esfúmate."
Las dos chicas se quedaron en silencio mirándola entre miedo y humillación mientras dulces seguían cayendo del escote de Carol.
Eso les serviría de advertencia...la próxima vez no sería tan gentil.
Satisfecha de si misma, Raven volvió a su lugar solo para toparse con un sorprendido Damian y un anonadado Tim Drake, quien abria su boca como un pescado sacado del agua.
Raven se acomodó un mechón de su cabello detrás de su oido en una forma por evadir la vergüenza que comenzaba a sentir. Ella era mejor que esto, dejo a sus emociones tomar decisiones radicales por la culpa de dos chicas ordinarias.
Seguro Damian estaría decepcionado de ella.
Buscó sus ojos verdes para afrontar ser juzgada por él, pero para su sorpresa, lo encontró sonriendo simpáticamente.
"¿Celosa, amada?" Él le preguntó arrogantemente.
"Como sea..." Ella murmuró con indiferencia, cruzó sus brazos sobre sus pecho y miró hacia otro lado obstinadamente.
Cuidado Gotham, el ego de Damian Wayne estaba por los cielos. Al parecer encontraba muy entretenido todo el asunto mientras ella quería desaparecer de la vergüenza.
Pero ella no pudo continuar preocupándose cuando sintió como su capa era jalada con tanta fuerza que la obligó a dar unos pasos hacia atrás, golpeando la mesa y casi cayendo sobre esta. Después, lo único que escuchó fue su capa siendo rasgada, provocando que la parte delantera de su disfraz se dañara.
Sus reflejos fueron buenos y ella alcanzó a tapar a tiempo su pecho antes de que fuera expuesto ante todos los invitados.
"Soy tan torpe...Lo siento tanto, pensé que era el mantel."
Raven miro atrás, encontró a la culpable con el pedazo de su capa firmemente agarrado en su mano. La tal Carol le sonreía hipócritamente, para nada estaba apenada por su acción.
Estaba preparada para confrontar a la mujer de nuevo cuando una sombra se sobrepuso frente a ella.
"Fuera." Damian dijo con veneno en su voz a ambas mujeres.
"Pero—-"
"Ahora."
Damian se acercó a ellas y de un golpe les quitó el pedazo de tela azul.
"Señoritas, las acompañaré a la salida."
Tim fue quien se ofreció educadamente a escoltar a las dos chicas hasta la salida. Iba negando con la cabeza todo el tiempo, pero seguro se encontraba divertido por la conducta de su hermano menor.
"Puedo combatir mis batallas sola" Raven tomó de un jalón su capa de las manos de Damian.
"Lo sé...pero tampoco me iba a quedar con las manos cruzadas."
Lo ignoró para enfocarse en su guardarropa; Esa mujer le dio un buen jalón. Estaba dañado, sin remedio alguno y Raven no iba a pasar toda la noche con su mano tapando en su pecho.
"Tendre que irme..."
"¡No!" Damian rapidamente negó.
Raven lo observó curiosa, él tenía un tinte rosa pintado en sus mejillas y estaba nervioso.
"No puedes irte." Él chico reafirmó su voz. Observo a sus lados antes de tomarla gentilmente de su brazo "Vamos."
"¿A Donde?"
Pero él nunca le contestó, simplemente la arrastró por los pasillos de la mansión hasta llegar a una sala de entretenimiento. Cerró la puerta detrás de ellos y la sentó en el sofá frente a un gran proyector sin decirle nada.
Él la dejó para curiosear en unos de los cajones debajo de la pantalla hasta sacar de ahí una caja de color negro. Cuando él se sentó a su lado, ella pudo descubrir eso en sus manos; un costurero.
Sus intensiones eran claras.
"¿Sabes coser?"
"No debe ser diferente a cerrar una herida." Damian cortó un pedazo de hilo azul con sus dientes antes de insertarlo en la aguja.
Raven deseaba reír: Damian Wayne, Robin, el líder de los jóvenes titanes cosiendo su disfraz de Halloween como una hada madrina.
"¿Puedo?" Él sugirió cortésmente al acercar sus manos a la hendidura de su disfraz.
Ella cabeceó, quitando su mano de su pecho para dejar al chico hacer su trabajo.
La primera vuelta fue echa con el hilo y la capa así fue unida a su corsé.
"Eres muy capaz de defenderte, eso lo se muy bien Raven."
Dos, tres, cuatro y cinco tirones más del hilo azul.
"Pero yo no dejaré que nadie te maltrate....mucho menos en mi presencia."
Damian acomodó correctamente la tela en su corsé, analizando su trabajo por un momento antes de dar una ultima vuelta con la aguja, creando así un nudo que fijaría bien la costura en su disfraz.
El trabajo estaba hecho pero él aun seguía observando el hilo sobrante aun unido a la tela sin cortarlo...fue ahí cuando Raven se dio cuenta de la carencia de tijeras en su costurero.
Ella estaba a punto de sugerir cortar el hilo sobrante con sus poderes cuando Damian, muy seguro de si mismo, agachó su cabeza hasta su pecho para tomar el hilo entre sus dientes y cortarlo.
Su corazón comenzó a palpitar de manera rápida al sentir el caliente aliento del chico tan cerca de su cuerpo.
"Gr..gracias..." Ella balbuceó avergonzada.
La aguja y el hilo azul terminaron de nuevo en el costurero, pero el chico seguía sentado cerca de ella...tan cerca que podía ver con claridad las pequeñas pecas en las mejillas de Damian.
"¿Te vas a ir?" Él le preguntó al fijar su mirada en ella.
Raven negó con la cabeza, pues aun estaba muy aturdida para decir algo.
"Bien...Porque eres mi cita y todos en esa sala deben saberlo."
Entonces, Damian cerró la distancia entre los dos chocando sus labios con los suyos. Raven se tensó por un segundo, su relación con él era aun reciente y este tipo de gestos aun la tomaban por sorpresa. Pero, al sentir como los labios de Damian aclamaban por su atención, ella se dejo fácilmente envolver en su beso, cerrando sus ojos para disfrutar de esto con su cita.
Lo besó, suavizando esos labios que apenas comenzaba a conocer y ya adoraba sentir en cada momento que tuviera la oportunidad.
Fuertes brazos se enredaron seguros en su cintura para acercarla mas a su cuerpo. Un suspiró se escapó de entre sus labios al sentir su espalda caer sobre los suaves colchones del sofá y al tener el cuerpo del chico encima del suyo.
"Con que..¿Soy tu barra de chocolate?" Él le murmuró con burla en sus labios.
"Cállate..."
Él nunca la dejaría olvidar eso.
Raven ladeó su cabeza, profundizando más el inocente beso hasta poco a poco transformarlo en algo mas. Damian se aferro mas a ella, casi haciéndola desaparecer en el sofá conforme devoraba sus labios.
Esta clase de intimidad era muy nueva, una nueva sensación que ambos gustosamente estaban dispuestos a explorar juntos.
"¡AHHHH!, ¿QUE HACE DAMI!?"
El agudo grito colándose en la sala hizo que ambos se separaran asustados. Damian se quito de ella como una bala mientras Raven se sentó con la misma rapidez sobre el sofá solo para mirar tres pares de ojos sobre ellos.
"Umm....Damian esta jugando con Raven" Selina respondió, una chispa de diversión en sus ojos verdes.
"...¿Porque yo no se de ese juego?"
"Tal vez cuando seas mas grande mi gatita"
"Selina" Bruce gruñó, reprimiendo a la mujer quien solo encogió sus hombros y uso a su hija para sofocar su risa.
Raven quería hundirse en el sofá de la vergüenza. Esto para nada era dejar una buena impresión en la familia de tu nuevo novio.
Estaba lista para desaparecer de ahí y no regresar por unos años.
"Damian, será mejor que...que te vea en la torre" Ella dijo al levantarse con sus piernas tambaleantes.
"Pero..." Damian comenzó a protestar, pero fue interrumpido por la grave voz de Batman.
"No. Tomen asiento. Tenemos que hablar."
Ambos se sentaron, sin saber que mas hacer ante la impotente voz del caballero oscuro.
"Bruce, los estas asustando."
"Ese es el punto Selina."
"Padre, esto es humillante. Además, muy hipócrita de tu parte viendo como Kyle trae puesta solo una de tus camisas cuando claramente hace unos minutos estaba completamente vestida."
Era verdad, la mujer usaba solo una playera de hombre cuando hace unos minutos traía puesto un disfraz..ahora que Damian lo decía...Ella y Bruce se veían algo descuidados a comparación de hace unos minutos como si hubieran estado en una batalla juntos...
Oh...ahora entendía.
"Selina es mi esposa. Tu y Raven son niños."
"¡Tengo 16 y Raven 17 !"
"No importa. Ambos me van a escuchar sobre los peligros de sus.. actos..."
Si, Raven quería desaparecer, esta conversación sería difícil y dolorosa.
"Ya Bruce, deja a los niños" Selina llego como una salvación, poniendo una mano en el hombro de su esposo para calmarlo "Helena esta esperando ver su película."
"Si papi...Dami ya dejó de jugar con Rae.. ¿Cuando veremos la película?."
La cara tierna de la niña ablandó el ceño en la frente del gran murciélago.
"Bien Helena, veremos tu película" Bruce gruño a la par en la cual la niña grito alegre corriendo con la caja del DVD hasta el proyector.
Los dos adolescente suspiraron en alivio, agradecieron a los cielos que su asunto quedo en el olvido. Damian tomó la mano de Raven, listos para irse de ahí.
"¿A donde va niños?...se quedaran a ver la película" Selina les sonrío maternalmente al obstruirles el camino. "No podemos perderlos de vista, Bruce aun les debe una larga, fastidiosa y vergonzosa charla."
Selina se sentó a un lado de Bruce, acurrucándose en el pecho del hombre y observando muy entretenidamente a los dos adolescentes tomando nuevamente asiento en el Sofá, pero esta vez con una Helena felizmente sentada entre los dos.
"Esto será divertido Bat."
"¿La película?." Bruce le preguntó antes de plantarle un beso a la frente de Selina.
"Pff...Solo estoy esperando a que Helena se quede dormida para quitarla. Ver como avergüenzas a esos dos niños será lo más entretenido de esta noche."
"Maldición" Ambas aves murmuraron al mismo tiempo por debajo de sus alientos.
No tendrían escapatoria de esta.
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Quien sabe...yo solo quería escribir algo para Halloween pero, como que no salió del todo bien. XD.
Feliz Halloween niños y niñas
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