Especial 300: Hermoso Chantaje
Jayrae
"Bendito Azar, ¡¿Que mierda haces aquí?!"
"Ah, ya sabes...aquí casual, dándote una visita."
Raven exhaló profundo al mismo tiempo en el cual dejaba pasar una mano por todo su rostro en una manera de controlar la ira creciendo dentro de su endiablado ser.
Jason la observo tranquilo, pensó que ella tendría una peor reacción cuando descubriera a Red Hood infiltrado en la torre y específicamente esperándola con bastante comodidad en su habitación tal cual acosador. Pero, en lugar de hacerlo volar por lo cielos, la mitad demonio trataba controlarse, eso era bueno para su masculina y perfecta figura.
"Genial, aparte de ladrón eres un maldito acosador." Raven dijo con desprecio.
"El concepto correcto es Anti-heroe, robo y ayudo a quienes se lo merecen." Jason expreso presumido, quitando su capucha roja, teniendo una mejor percepción de la mujer rodando sus ojos antes de darle la espalda.
Era una lastima verla usando su uniforme de combate, esa larga capa ocultaba sus mejores atributos.
En su ultimo, e inesperado encuentro ella usó un vestido tan diminuto que dejaba poco a la imaginación.
Ese vestido rojo como la sangre guardado en su armario era la única evidencia física que Jason tenia para constatar que esa noche de pasión entre ellos realmente ocurrió y no solo era una broma de su insana mente.
Una noche incomparable, salvaje y sensual... Desde ese día era en lo único que lograba pensar. Necesitaba verla de nuevo y saciar la ansiedad recorriendo por cada vena de su cuerpo.
Deseaba agarrar esa capa, arrancarla de su cuerpo y tomarla justo ahí, a la orilla de su gótico tocador, mientras apreciaban en el reflejo del espejo como Jason aclamaba ese cuerpo una vez más.
Esa era una maravillosa idea.
"No deberías estar aquí Jason."
"Y aun así, aquí estoy." El mencionado murmuro distraído, su mente aun nublada con sus fantasías.
"Mmm...eso podría cambiar con una sola llamada. Estoy segura que a Dick le gustaría saber cada detalle sobre en donde estuvo y que actividades ha realizado su presuntamente desaparecido hermano menor en los últimos cinco años."
La soberbia destilaba en cada palabra, ella se creía tan lista al amenazarlo con delatarlo ante su familia. Linda. No sabia con quien se metía. Jason Todd era el rey del Chantaje y la manipulación.
"Debo admitirlo, ese fue un hermoso chantaje mi linda pajarita." Jason chasqueo su cabeza al sacar un cigarro del bolsillo de su chaqueta "Adelante, llámalo. Así podré contarle sobre mi ultima reunión contigo, digo, fue una reunión bastante inolvidable, a él le encantara saber como te revolcaste con el enemigo."
Ella giro de un golpe, sus fieros ojos se fijaron con rabia en él.
Poco después el forajido fue testigo de como los poderes oscuros de la mujer destrozaban en pequeños pedazos el cigarro entre sus dedos.
Era candente verla tan enojada.
"¿Que quieres Hood?"
"Ya lo dije, vengo a visitar a mi Titán favorita." Jason despeinó su cabello y le regalo a la mujer una apuesta sonrisa. "Además, me debes una explicación, pequeña Speedy Gonzalez. Te fuiste tan rápido que no huno oportunidad para una segunda ronda o, de hacerte el desayuno."
"No te debo nada, ambos obtuvimos lo que quisimos y eso fue todo."
"Acéptalo, pasamos una buena noche juntos. Entre nosotros hubo....Chispa."
Ella reía conforme caminaba hacia él, como si él hubiera contado el chiste del año.
Un fuerte golpe a su ego.
"Estaba ebria, y tu muy disponible."
"¿Y tu no estabas disponible?"
Aquel sarcástico comentario del hombre provoco que Raven tomara el casco rojo y lo chocara violentamente contra el muscular pecho del invasor.
Pero en lugar de ser incomodado por la acción, Jason aprovecho la oportunidad de recorrer sus grandes manos sobre las de ella, de una manera no tan inocente.
Su acto, obviamente, hizo que ella lo mandara al diablo con una de sus tan famosas fulminantes miradas. No importaba, porque a Jason esa mirada le parecía encantadora. Jugando aun más su suerte, y sin soltar sus manos, él le regalo un coqueto guiño.
¿La respuesta de Raven?; un fuerte golpe en el estomago.
Raven de nuevo tomo un margen de distancia entre ellos, desde ahí, con sus obstinados brazos cruzados sobres el suave valle de sus pechos, lo observó con desprecio.
Divertido, de esa misma manera la recordaba antes de que las cosas comenzara a tomar otro tono entre ellos.
La mejor experiencia sexual de su vida ocurrió hace dos semanas.
Era sábado por la noche, Jason visitaba su bar preferido en Gotham. Iba por un par de tragos y quizás una casual charla con Henry, el alegre bartender del lugar. Sin embargo su plan dio un giro distinto cuando al entrar al establecimiento se encontró con una visión bastante anormal.
Por un segundo creyó que alucinaba pues no había manera alguna que esa chica sentada en la barra, junto a varios vasos vacíos de tequila y usando un provocado vestido rojo fuera la reservada mitad demonio del equipo de su hermano mayor.
¿Qué hacia Raven tan lejos del soleado San Francisco, ahogando su peso en Alcohol?. Jason desconocía la respuesta, pero en ese momento estaba determinado a descubrirla.
Él llego a su lado como un caballero en brillante armadura, rescatándola de un sujeto que hacia un patético esfuerzo en conquistarla.
Raven no se impresiono, en cambio mostró disconformidad. Al parecer Jason no la había salvado, sino frustró las intenciones de la mujer por romper un vaso en la cabeza de aquel desconocido.
Cuando ella lo reconoció lo miro con el mismo desprecio con el cual lo miraba en estos instantes bajo la oscuridad de su habitación.
Lo mando a volar lejos inmediatamente, pero desafortunadamente para ella, Jason Todd era un persistente y encantador bastardo.
Con una amena charla sobre literatura y varios tragos después, se encontró con los brazos llenos con el cuerpo de la mitad demonio.
Ellos estaba algo ebrios, o mejor dicho ebrios hasta el tope de los sentidos. Pero ambos, en el fondo, estaban consciente de lo que iba de ocurrir entre ellos.
Jason se adueño de su cuerpo, y ella lo hizo sentir el mundo y las estrellas explotando en su interior.
Esa noche fue inolvidable, Raven era una mujer hecha y derecha, hermosa, inteligente, elocuente, sexy y extremadamente malévola.
La maldita bruja lo abandono, huyo de su departamento incluso antes de que el sol tuviera la oportunidad de hacer aparición.
Se convirtió en un fantasma que lo había dejando con la marca de sus curvas sobre sus dedos, el dulce sabor en sus labios y su delicioso aroma impregnado en las sabanas.
"Te tengo una propuesta" El sugirió al volver a la realidad y recordado que no debía babear frente a su interés platónico.
"Si, puedo imaginarlo. Dalo por olvídalo, eso fue cosa de una sola noche."
"No quiero que sea algo de una sola noche."
"¿Que?, ¿Quieres salir conmigo?" Raven le pregunto en broma.
"Si."
Su honesta contestación sorprendió a ambos.
"Jason, fue solo una noche." Raven se despidió de su apática postura para tomar las cosas con mas seriedad. "Necesitaba 'saciarme' y tu casualmente te cruzaste en mi camino."
"Cosas del destino, ¿No crees?." Jason trato de acercase a ella con su encanto pero con cada paso dado Raven retrocedía dos atrás, mantenía a toda costa la distancia entre ellos.
"Gracioso. Suenas como delicada princesa lloriqueando por un despecho. ¿Donde quedo tu hombría Hood?"
Usaba la humillación para hacerlo retractarse de su decisión. Esa técnica nunca le funcionaria a la pequeña avecilla, Jason Todd era obstinado y se aferraba a su confesión con toda sinceridad.
La agria actitud de la mujer no lo iba a vencer tan fácilmente.
"Mi hombría quedo tatuada en tu cuerpo esa noche muñeca"
"Patetico y Asqueroso."
"Estoy hablando en serio Raven."
"Yo también lo hago. No soy una mujer fácil Jason Todd." Ella comento con orgullo.
"Ha. Lo creería, más tengo evidencia de como hace dos semanas entraste con toda voluntad a la cama de un apuesto extraño."
Ella estaba molesta de nuevo, tanto que Jason sabia que de su boca estaba a punto de salir veneno.
"No necesito un hombre en vida, mucho menos uno tan despreciable como tu."
"Ouch, si que sabes como golpear el ego de un hombre avecilla."
"Vivo en la misma torre junto a Dick y chico bestia, he practicado por muchos años."
"Entonces, ¿No hay esperanza de que aceptes mi oferta?"
"No. Y es hora de que te vayas."
Raven se volvió a dar la vuelta hacia su tocador, dando como terminada la reunión entre titán y anti héroe.
'Mierda' Jason maldijo en su interior, empuño sus manos en frustración mientras la veía quitarse los anillos de sus dedos.
La noche que compartieron fue diferente, iba mas allá a una casual revolcada entre ebrios. Él lo sintió y estaba completamente seguro que ella también lo experimento de esa forma.
Era una maldita testaruda.
Frustrado y algo decepcionado, Jason decidió que era hora de retirarse. Era obstinado pero reconocía cuando una mujer le decía No.
Pero entonces, cuando él estuvo a punto de volver a colocar su capucha roja un movimiento de Raven atrapo su atención.
Ella seguía de espaldas con su frente al tocador, había terminado de quitarse toda su joyería y ahora quitaba de un fuerte jalón su capa la cual cayo con lentitud al suelo.
Los intensos aguamarina del hombre se pegaron de inmediato a su curvilínea figura, sin esa estorbosa capa Jason podía apreciar esos hermosos atributos acentuados por su apretado uniforme de cuerpo completo.
Su boca se quedo sin saliva al momento en el cual ella sutilmente se agacho a un cajón de donde saco un camisón transparente. Lo exhibió con mucho detalle por un tiempo antes de dejarlo sobre la mesa y llevarse la mano al cierre en su espalda.
Como si fuera una tortura, ella comenzó a bajar el cierre lentamente.
Jason, inconscientemente apretó el agarre de su capucha al primer vistazo de esa tersa y pálida piel. Era incapaz moverse o pensar, ella le estaba dando todo un espectáculo.
Entonces cuando él apenas alcanzo a ver la tela negra de su sostén, ella se detuvo.
"Oh, ¿Sigues aquí?" Ella tuvo el cinismo de preguntar con sorpresa al a verlo reflejado en el espejo.
Quizás en otra vida ella fue una reclamada actriz, porque esa expresión de inocencia sobre su rostro parecía muy genuina. Si tan solo él no supiera que debajo de esos iris violetas se encontraba una verdadera y apasionante pecadora lo creería .
"Ya veo, te gusta jugar con fuego, ¿No es así, pajarita?" Él sonrió complacido, sin vergüenza alguna de dejar sus ojos recorrer cada curva de su cuerpo. "Entonces, ¿Aceptaras mi oferta?."
"Yo te llamo, sabré donde encontrarte."
En ese momento ella dejo caer por completo el uniforme de su cuerpo pero Jason ya no pudo disfrutar mas de la vista, pues con un chasquido de sus mágicos dedos Raven lo hizo desaparecer de la habitación.
Jason, aun con capucha en mano, observo confundido el lugar donde se encontraba.
Le tomo poco tiempo reconocer el familiar departamento, Raven lo hizo reaparecer en una de sus casas de seguridad en San Francisco.
¿Como?...
Esa maldita bruja jugó con él, prometía ser un reto, quizás el mas grande de su vida.
Ciertamente a Jason Todd le costaría bastante tiempo y juicio mental seguirle los pasos, mas preservaría hasta el final.
Después de todo ese pequeño espectáculo antes de su despedida había sido un esperanzaste comienzo.
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