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Corte de cabello.

"No puede ser. ¿Esta parejo?, No, no lo está." Por milésima Clark Kent revisaba su trabajo, el resultado no iba del todo bien. "¿Cómo diablos Lois hace esto?. Raven, no te muevas."

"No me muevo."

La menor tenía razón, ella estaba tranquilamente sentada sobre el banquillo. Clark solo estaba buscando una excusa para decir que el desastroso final de su trabajo no había sido completamente su culpa.

Lois estaría fuera de casa por dos semanas, dejando a Clark Kent al cuidado de los tres niños que criaban juntos. Confió en él con el paquete, y todo había ido de maravilla...hasta ahora.

El caluroso verano golpeaba a Smallville sin piedad y la mayor víctima del calor en la familia Kent era Raven. Su larga melena llegaba a sus rodillas, y la humedad causaba que sus mechones constantemente se le pagaron al rostro o que su cabello se esponjara tanto que era casi imposible peinarlo.

Clark pensó que le haría un favor a cortarle las puntas de su cabello para que no sufriera por el intenso calor, y Raven aceptó gustosamente la idea. Un corte de cabello beneficiaría a la menor para que disfrutará su verano.

¿Qué tan difícil podría ser cortarle el cabello a una niña?.

Pues al final resultó que las tijeras y Superman no hacían un buen equipo.

"¿Terminaste?."

La suave voz de Raven hicieron regresar al hombre al presente y a su fracaso, ella lucia un poco impaciente. Después de estar más de una hora sentada sin hacer nada, Clark también estaría cansado de esperar.

Desafortunadamente él sí había terminado, pero no necesariamente con un buen trabajo.

Su plan era cortar unas cuantas puntas de la oscura melena de la niña, pero él nunca logro emparejar los mechones para que quedaran al mismo nivel. Sin darse cuenta continuó cortando y cortando hasta que inevitable el cabello de Raven quedó hecho un desastre. Por un lado el cabello de Raven llegaba por debajo de sus hombros y el otro de alguna forma quedó por debajo de su barbilla. Es como si su bonito cabello se hubiera peleado con las tijeras.

¿Cómo es que terminó tal mal?.

"Hemos terminado, pero creo que no salió tan bien como esperaba." Clark puso el espejo de mano en las manos de Raven, esperando que la niña no cayera del banquillo tras el shock de ver su reflejo.

"Es...." Raven miró su reflejo sin mucha expresión mas allá de lo ligero que se abrieron sus ojos en sorpresa. "Esta...¿Bien?."

Tras dos años teniéndola viviendo bajo su techo, Clark aprendió lo calmada y comprensiva que la niña podía llegar a ser. Raven no haría un escándalo o se enojaría con él, de eso estaba seguro.

Él solo rogaba por que su cabello creciera antes de que Lois regresara. Por el momento, encontraría una forma de disimular el horrible corte en la niña. ¿Tal vez con una trenza?.

"¡Rae!, ¡¿Que te paso?!. Tu cabello luce bien feo."

Y entonces....Conner apareció.

El mayor de sus hijos todavía no aprendía a controlar su boca y su sinceridad, y con Jon siguiendo cada paso que su hermano mayor daba, Clark imaginaba que la situación rápidamente se transformaría en un desastre de lagrimas y regaños.

"Clark lo cortó." Raven dijo tímida, repentinamente se encontraba más consiente de lo mal que lucía su cabello, en especial con la intensa atención de sus dos hermanos sobre ella.

"Se amable con ella Conner." Clark suspiró al ver como ligeramente el labio de la menor tembló.

"Rae luce chistosa." A sus cuatro años todo lucía gracioso para Jon.

Conner se subió al banquillo disponible a lado de Raven, y con una mueca de desaprobación, el menor de nueve años tomó uno de los mechones de la niña. "Pero que feo....eres fea ahora."

"¡Clark!" Raven llamó por él.

"Conner, te dije que fueras amable." Clark regañó al mayor de los tres niños. "Luces bien Raven, tu cabello crecerá. Eres bonita, como una muñeca."

"Como una muñeca loca y fea." Conner se tapó la boca con sus dos manos, pero era demasiado tarde para retroceder su conducta, sus palabras causaron una risa en Jon mientras que Raven terminó rompiendo en un silencioso llanto.

"Raven, no llores. Puedo arreglarlo."

De nada sirvió que Clark hiciera un intento por mejorar el humor de Raven, ella no dejó de llorar y en algún momento a la niña le pareció inteligente usar sus poderes para desaparecer del banquillo y de las burlas de sus hermanos.

Afortunadamente el azote de puerta que escuchó desde el segundo piso le confirmó a Clark que ella no había ido muy lejos. Era un alivio que esta vez hubiera desaparecido a su habitación y no a otra dimensión.

Una risilla hizo que el hombre de acero de nuevo regresara su atención a los dos pequeños varones. Conner se reía sin nada de remordimiento por lo que causo mientras que el inocente Jon lucía preocupado por la manera en la cual Raven huyo de la cocina.

"Ve a disculparte con ella." Clark ordenó a Conner y señaló a las escaleras en la cocina. El pequeño renegó pero acato su orden y arrastrando sus pies camino a las escalera. Con sospecha el hombre miró al niño irse. "Jon, acompaña a tu hermano y asegurarte que se disculpe con Raven."

Jon cabeceó y corrió detrás de Conner.

Esperó unos segundos después de que los dos niños desaparecieron de las escaleras para usar su visión y ver a través de las paredes a los tres hermanos abrazándose. Los niños tenían una manera sencilla de resolver sus conflictos, ojalá fuera así de fácil entre los adultos también.

Eso le hacía recordar que aún tenía un obvio problema con la cabellera de Raven.

Clark pensó en la única persona que parecía tener una solución para casi cualquier inconveniente en el mundo. Decidió hacerle una llamada.

El timbre sonó unas cuantas veces hasta que alguien contestó al otro lado de la linea.

"Necesito ayuda."

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"¿Vas decirme para que viajaste desde Smallville hasta Gotham con tus tres niños? o ¿Tengo que deducirlo?."

A decir verdad, Clark estaba tan desesperado por encontrar quien le ayudará con su problema que no le tomo ni tiempo o trabajo volar desde Smallville hasta la ciudad gótica con Raven y Jon en los brazos mientras Conner lo seguía de cerca en el aire.

¿Quién mejor para sacarlo de su problema si no el mismo Batman?.

"¿Está Tim?."

Los adultos fueron interrumpidos por un impaciente Conner, quien en cuanto llegó a la mansión Wayne comenzó a husmear por donde pudiera con la esperanza de encontrar la presencia de su amigo. Clark miró apenado a Bruce cuando Conner en su distracción tumbo la mesita cafetera del estudio de Bruce. Fue una suerte que esta no hubiera nada que se rompiera, pues dudaba que su sueldo de reportero fuera capaz de reponer una de las tantas antigüedades con las cuales Bruce amaba adornar su hogar.

"Está en los jardines."

"¡Se como llegar!" Conner corrió dentro de la mansión en cuanto supo la ubicación de uno de los hijos de Bruce.

Clark lo miró irse, con sus brazos llenos con los otros dos menores dormidos era mejor que Conner se perdiera por un rato.

"¡No rompas nada Kon!."

Siempre era bueno recordárselo.

"Eres un desastre sin Lois Lane." Bruce le dijo a su amigo, con un vistazo a los niños dormidos fue capaz de deducir un poco hacía donde se dirigía el dilema del gran Superman. "Pareciera como si Jon y Raven se hubieran saltados sus siestas. También, Raven ha estado llorando."

"Conner la hizo llorar." Clark suspiró mientras le daba la señal a su amigo para que le ayudara a  tomar a Jon. Entre más rápido confesara su fechoría, más rápido conseguiría ayuda. "Hace mucho calor en Smallville y el cabello de Raven le estaba ocasionando problemas, así que decidí darle un corte...no pensé que fuera tan difícil."

Con el movimiento de pasar a Jon a los brazos de Bruce, Raven comenzó a despertar, levantó su cabeza del hombro de Clark para usar sus manos y tratar de borrar el sueño de sus ojos. Los ojos de Bruce finalmente se percataron del desastre que había ocasionado el hombre de acero con el cabello de la menor.

No muchas veces uno era capaz de dejar perplejo al mejor detective de la tierra.

"Clark Kent, Lois Lane acabará contigo cuando vea lo que hiciste."

"¡Por eso necesito ayuda!."

"Creo que no pensaste bien esto." Bruce colocó una mano por debajo de su barbilla.  "Sí quieres que Lois nunca se enteré de esto, no podemos llevarla a una estética."

"Tu puedes arreglar su cabello."

"¿Yo?." Bruce alzó una ceja, una pequeña mueca burlona comenzó en sus labios, sin embargo cuando se dió cuenta de que Clark no bromeaba esa mueca se transformó en un ceño. "Nunca hubo necesidad de aprender tal habilidad, Alfred es quién se encarga de cortarnos el cabello."

"Entonces Alfred podrá arreglarlo." Clark peinó los dedos por el cabello de la soñolienta niña.

Debió pensar primero en Alfred Pennyworth. ¿Quién resolvía los problemas mundanos de Batman?. Su mayordomo. Clark vió un claro de luz de esperanza en el cielo.

"Es el día libre de Alfred, no esta en la ciudad."

Una nube ocultó su adorada luz . El cielo estaba en su contra.

Estos eran momentos desesperados para movimientos desesperados.

"Tu eres Batman, sí alguien puede arreglar cualquier problema eres tu."

Inflar el ego del caballero de Gotham muchas veces en el pasado le ayudó en conseguir a Clark Kent lo que quería del hombre.

Bruce permaneció en silencio mientras acomodaba al dormido Jon sobre un un sillón, asegurando de acostarlo antes de dejarlo por su cuenta.

Tal vez Batman necesitaba un poquito más de adulación.

"Gran detective, gran empresario y el mejor miembro de la Liga, un corte de cabello es poca cosa para Bruce Wayne."

"Basta de adularme Kent, no caeré en tu trampa. Tu solo quieres que meta mis manos en tu desastre para poder culparme también."

Gran detective. Descubrió sus intenciones.

Tal vez debió ir con las amazonas por ayuda.

"Padre, escuché de Drake que teníamos compañía."

Un azote de la puerta en el estudio de Bruce acompañó la educada y correcta voz de Damian Wayne. Un verdadero Rebelde que a pesar de su calmada postura cerca de la puerta, no podía ocultar como su pequeño corazón se agitaba quizá por haber llegado hasta aquí corriendo.

"Damian."

El menor sonrió al llamado de la pequeña en los brazos de Clark.

El sueño abandonó a Raven en cuanto sus ojos se pusieron sobre su amigo, con sus manos le pidió a Clark que la bajara al suelo. De mala gana Clark cumplió el deseo de la niña, su ceño hundiéndose conforme los dos niños se sonreían de oreja a oreja. Él necesitaba cuidarse de ese par conforme los años pasaran.

Su amargura se agrandó cuando notó la mirada intrigada de su amigo sobre el par de niños. Dulce maíz de Kansas, Bruce también percibía la conexión entre los dos niños.

"Raven, tu cabello." Damian, siendo el niño inteligente que era, notó inmediatamente el radical cambio de look en su amiga. Pero aunque sus intensiones parecía ser de genuina curiosidad, su comentario hicieron que Raven se mostrará alerta, como sí esperara recibir una nueva burla como la de sus hermanos. "Me gusta, puedo ver tu cara."

Clark empuñó sus manos....¿Qué se creía ese niño?. Tenía 7 años y ya andaba de Casanova.

"Es feo." Raven meneó su cuerpo, sus manos agarrado la orilla de su vestido azul. "Kon me lo dijo. Soy una muñeca loca y fea."

"No es cierto. Voy a golpearlo por ti Raven."

"Lois va a matarte Clark."

Bruce no tenía porque decírselo de nuevo.

Clark no solo arruinó el cabello de la pequeña, si no que también había provocado un melodrama infantil.

"Así que, ¿Esta es la razón por la cual saliste corriendo así, mi querido hijo?."

Una vez más la puerta del estudio volvió a dejar a pasar a una nueva presencia. Genial, ahora Talia Al Ghul sería otro testigo de la fechoría que Clark provocó.

"Talia." Bruce saludó a su esposa.

La mujer apenas regresó el saludó cuando comenzó a bajar los lentes de sol de sus ojos verdes para ver claramente la escena frente a ella. "¿Qué paso con esa pobre niña?."

"Clark le cortó el cabello."

"Madre." Damian pacientemente habló a su madre, sus manos por detrás de su espalda. "A Raven no le gusta su pelo. Tu cabello siempre luce bien, arregla el de Raven."

La madre contempló un momento la petición de su hijo antes de pasarle por un lado y agacharse a nivel de la niña. Pasó sus manos sobre el cabello de la menor, tentando entre sus dedos el daño que el hombre de acero causó en las cerdas de su oscuro plumaje.

"Pobre niña, atormentada por niños vestidos de hombres."

"¿Puedes enmendar el error de Clark?." Bruce ignoró el sutil comentario de la mujer para abogar por su amigo.

Por su parte, Clark volvía a tener esperanzas.

"Beloved. ¿Hay algo que sea incapaz de hacer?."

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Bendita sea Talia A lGhul y el día que Bruce Wayne decidió hacerla su esposa.

Clark admiraba con asombro lo que la mujer logró hacer en el cabello de Raven. Los cortes irregulares en sus mechones se transformaron en una recta y sedosa melena que apenas llegaba por debajo de su pequeña barbilla.

Por supuesto que él se sentía aliviado, gracias a la ayuda, ahora Clark podría ir confiado a casa sin mortificación de esperar un regaño de Lois en su regreso. Su fechoría quedaría impune. Pero lo mejor de todo era presenciar la pequeña sonrisa que adornaba el rostro de Raven.

En todo este tiempo que ha vivido con ellos, ella nunca mostró señales de ser vanidosa con su apariencia. Pero gracias a las burlas de su hijo mayor (Clark hablaría seriamente con Conner después) las inseguridades de la niña salieron a flotar este día, así que era un alivio que estuviera satisfecha por como se veía.

Aunque Clark también sospechaba que esa risilla y ese colorete rosa en los cachetes de su niña tenía mucho más que ver con los infinitos cumplidos que el menor de los Wayne dirigía a su persona.

Sinceramente, eso no terminaba de encantarle al super hombre.

"Gracias, Señora Al Ghul." Raven le dijo a la mujer que terminaba de guardar sus herramientas.

"Te lo dije, Madre es buena en todo." Damian orgullosamente presumió a su madre. Regalándole una sonrisa a la niña, intensificando en esta el colorete en las mejillas de la niña.

Clark dudaba mucho que Bruce lo perdonará sí mandaba a desaparecer a su pequeño hijo, ¿Verdad?.

Tampoco parecía ser él único con su interés yaciendo sobre el par de jóvenes aves.

"No confíes mucho en los hombres Raven." Talia miró a Raven para después darle una curiosa mirada a su hijo. "Ellos solo trabajan sus bonitas palabras para conseguir una sola cosa de nosotras..."

"Talia..." Bruce advirtió.

Sí, Talia, por favor contrólate.

"---Compañía." La mujer terminó con ironía. Golpeó ligeramente el hombro de su esposo como en un reclamo. "Beloved, piensas tan mal de mi."

"¿Por que es malo que un hombre quiera la compañía de una mujer?." Inocentemente Damian preguntó.

La mujer carcajeó mientras que los dos hombres solo pudieron mirarse mortificados.

"Raven luce muy bien." Clark decidió decir de manea de romper ese aire de incomodidad en el lugar. Esperando que la curiosidad del niño quedara en el olvido.

"Madre, ¿Por que dijiste eso?."

"Damian, Dick esta en la cocina. ¿Por que no llevas a Raven y le piden una merienda para los dos?." Bruce repentinamente dijo, quizás conociendo a su hijo mejor y sabiendo que su curiosidad sería difícil de ignorar.

Esta vez al Padre le funcionó su táctica para que el niño dejara su curiosidad atrás.

"¿Y Jon?." Damian señaló al niño aun recostado sobre el sofá.

"Lo llevaremos cuando despierte." Bruce le aseguró a su hijo.

Damian cabeceó y le ofreció una mano a Raven que ella gustosamente aceptó. Pero antes de dar siquiera un paso, el rostro de Raven buscó a Clark, en sus bonitos ojos se escondía una silenciosa pregunta para él; ¿Puedo ir con Damian?.

El hombre de acero no tuvo corazón de negarse. Le bastó un cabeceó para que Raven sonriera.

Con una mueca amarga en sus labios, Clark se quedó observando como su pequeña niña desaparecía con el bribón de Damian Wayne.

No iba a ser una adolescencia fácil la que le esperaba a Clark Kent.

"Me agrada Raven, será una mujer fuerte." Talia dijo una vez que los apresurados pasos de los niños se dejaron de escuchar. "Con cuatro hijos y una hija, hay muchas posibilidades para darle la bienvenida a Raven en la familia en un futuro."

"Damian parece que ya tomó la iniciativa. Pronto seremos familia Clark."

Bruce alentó la idea de la mujer y por la mueca en su rostro, Clark estaba seguro que lo hizo meramente para agravar su mortificación. Raven apenas era su niña, no iba a dejar que un mocoso se la arrebatara tan pronto.

Era oficial, Raven no saldría con nadie hasta que cumpliera 18 años. 

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Nota:

Un pequeño one shot para liberar mi mente un poco de Chaos.


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