El humor de Raven estaba por las nubes. La pelea de la mañana y esta tarde con Damian sobre sus aceitunas la tenían completamente iracunda.

Muy, pero muy dentro de su ser sabía que tener una discusión por un par de aceitunas era exagerado y también algo dramático.

Por el amor a todo, a ella ni siquiera le gustaba las aceitunas ¡Pero!, a su querido pedacito de cielo dentro de su vientre le encantaban, y desde hace semanas únicamente deseaba comer ese alimento. Si Raven se atrevía a consumir algo más terminaba teniendo unas tremendas nauseas por horas.

Ojalá tuviera enfrente a la persona responsable por decir que el embarazo era el mejor momento en la vida de una mujer.

Como deseaba golpearlo en estos momentos.

Estar embarazada era lo peor...

"¡Ah!."

Un inesperado jalón en la tela de su atuendo casi la hacía caer de boca. Algún idiota había pisado su espantoso vestido y ni como evitarlo, era ENORME. Afortunadamente su panza todavía le permitía controlar su equilibro y solo por eso en estos momentos no se encontraba tirada en ese lujoso suelo.

El universo definitivamente estaba en su contra el día de hoy.

No fueron suficiente las peleas absurdas con su esposo en la mañana, si no también la había colocado en esta misión de encubierta como una muñeca de pastel con este atroz vestido azul. Era enorme, incómodo y el escote mostraba sus pechos en una forma poco sutil.

Una risa burlona resonó en uno de sus oídos, viajando a través del auricular que él le había ayudado a colocar. Rose, Kory, Damian y ella estaban conectados en la misma linea de comunicación y claramente ella reconoció a quien permanecía esa peculiar risa.

Por supuesto tenía que ser él.

Raven lanzo sus poderes sobre la habitación y enseguida localizó al dueño de ese amargo sonido al otro lado de la sala. Damian se encontraba cerca de la entrada usando uno de sus tantos trajes de diseñador, intentaba ocultar su sonrisa con una copa pero sus ojos verdes no podían esconder la burla en ellos, seguramente vio como se tropezó hace unos segundos.

Se atrevía a burlarse de ella, su esposa, la madre de su bendición.

Maldito hijo de pu..

"Buenas noches Señorita, ¿Qué hace una mujer tan encantadora como usted sola en un baile como este?"

Un escalofrío corrió por todo su cuerpo, el criminal de la noche estaba frente a ella. En sí el hombre era un simple mortal pero su energía era totalmente malévola.

Y ella debía continuar con la misión.

"Una chica puede ser independiente...¿Señor...?"

"Johan Guvastim"

"Rachel" Ella se presentó con una falsa sonrisa.

"Rachel," La forma como el criminal decía su nombre sonaba tan repulsivo que sus nauseas querían regresar "Un hermoso nombre para tan hermosa mujer. ¡Oh!, disculpe mi atrevimiento, pero desde que usted pisó la sala de baile mis ojos no pudieron dejarla de seguir"

Claro, como todo un asesino serial.

"Eso es muy alargador Señor Guvastim"

"Por favor, Rachel, llámame Johan" El tal Johan tomó su mano y en un repentino movimiento plantó un beso en ella "Algo me dice que nos conoceremos muy bien esta noche"

Ese beso había sido tan desagradable que por un segundo imaginó como sería asesinar al hombre con tan solo un cuchillo para untar mantequilla.

Desafortunadamente su fantasía no podía convertirse en realidad. Primero debía obtener la confesión y después, tal vez, podría  torturar al criminal.

"¿Eso es una propuesta a hacer algo interesante Johan?"

"Por supuesto. Algo muy interesante entre nosotros dos va ocurrir esta noche Rachel, si usted lo permite"

La coqueta risa saliendo de sus labios sonaba demasiado falsa, y ella comenzaba a temer por ser descubierta, sin embargo, el hombre estaba tan enfocado viéndole los pechos como para notar lo terrible de su actuación.

Idiota.

*Deja de coquetear y comienza a sacarle información Roth*

La molesta voz de Damian sonaba de nuevo a través de su auricular. Todavía le exigía apurarse, el muy maldito hijo de...

"¿Algún aperitivo?" Un mesero interrumpió, acercándose a ella y al criminal con una charola llena de comida.

Raven decidió declinar la oferta, su estomago no aceptaba nada a menos que fueran sus antojos y no quería arruinar la misión por tener que irse a vomitar. Por otra parte, su terrible compañero aceptó tomar uno de los bocadillos de la charola.

"Asqueroso" Johan exclamó al darle un bocado al canapé en su mano "¿Todo esta hecho de aceitunas o que?"

"¿Aceitunas?"

"Si, detesto las aceitunas y al parecer en esta fiesta toda la comida las tiene. La mesa de bocadillos parece una huerta de aceitunas. En mi mansión hay mejor comida, tal vez si vamos podamos pasar nuestro interesante momen-....Oye, ¡¿A donde va?!"

Por un minuto para Raven la misión careció de importancia y salió volando a la mesa de bocadillos a ver si las palabras del hombre eran verdaderas.

El bastado tenia razón, la mesa de bocadillos brillaba hermosamente entre aceitunas verdes y negras.

Raven tomo un canapé adornado con una simple aceituna negra. Su estomago gruñó en anticipación y sin pensarlo dos veces se llevó el diminuto bocadillo a la boca.

Oh dulce Azar, era delicioso.

Sus ojos se humedecieron en felicidad por tener al fin en su paladar aquel inusual manjar.

Mientras seguía disfrutando de la explosión de sabores ella volvió a buscar esos ojos verdes en la habitación. Él seguía en el mismo lugar cerca de la entrada conversando con unos hombres, mas su atención se dirigía exclusivamente a ella. Al conectarse sus miradas la sonrisa engreida de Damian enganchó e inmediatamente un coqueto guiño fue dirigido a su persona.

Definitivamente él había colocado toda esta comida ...pero, ¿Como lo hizo?

Era un idiota engreído, cabeza dura y orgulloso, pero...lo amaba con locura.

"Señorita Roth, salió corriendo antes de terminar mi propuesta. No importa, la limosina ya nos esta esperando para llevarnos a mi mansión "

"No."

"¿Disculpa?"

"Lo siento John Gross o como sea que te llames, nuestro tiempo ha terminado" Cuando dejó salir esas palabras inmediatamente las protestas de Kory se escucharon en su oido.

Si, arruinaba la misión. Esto no era parte del plan, debían hacerlo confesar en un lugar con menos personas para no llamar la atención.

Pero ella no podía esperar más. Raven y su pequeño bebe necesitaban la atención de Damian de manera inmediata.

Ustedes saben, cosas de embarazadas.

Solo necesitaba un poco de su energía oscura y el bastado de Johan Grousor confesara todos sus crímenes.

"Azarath metrion zinthos"

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Ok.

Tal vez se equivocó cuando mencionó tener la necesidad de la atención de su esposo, en realidad ella solo deseaba devorar todos los manjares de la mesa de bocadillos.

Y eso hizo mientras sus compañeras se encontraban hablando con las autoridades.

¿Saben cual era la mejor forma de preparar las aceitunas?. En un sandwich lleno con mayonesa, mermelada de fresa, jamón, jalapeños, anchoas y muchas, pero muchas aceitunas.

O por lo menos lo era cuando estabas embarazada.

Desafortunadamente el emparedado nunca llegó a su boca cuando un brazo salió de la nada para quitárselo de las manos.

"¡Mi Sandwich!" Raven gritó en horror al ver su manjar a merced de su marido, el cual se veía para nada contento.

"¡¿Estas loca!?, Echaste a perder la misión, ahora tenemos un grupo de reporteros afuera tratando de saber lo ocurrido y a muchos civiles asustados. No queríamos llamar la atención Raven"

"Necesitaba deshacerme de él antes de que la comida se acabara. Ademas todo salió bien, el idiota confesó y ahora va camino a la carcel"

"Arriesgaste tu vida y la misión por... ¿Comida?"

"Bueno, por un momento pensé que tenía deseos lujuriosos por ti pero no, solo era hambre...tantas hormonas dentro de mi me hacen difícil identificar mis emociones. Mi sandwich por favor."

Raven se elevó un poco del suelo para recuperar sin problema el sandwich del poder de Damian.

"Ese hombre traía una arma, los pudo lastimar. Tus acciones fueron irresponsable"

"Okay..." ella dijo sin mucha importancia masticando su sandwich.

"Raven, ¿Me estas escuchando?"

"No."

Quien quería escuchar sermones cuando estabas disfrutando de un sandwich tan delicioso como este.

Estaba en el cielo y nada ni nadie podía sacarla de su ensueño.

"Esta será tu ultima misión en un largo tiempo" Finalmente Damian comentó en derrota. Sabia que ella estaba perdida en su mente, en estos instantes ninguna de sus palabras lograrían entrar a su cabeza.

"mmmm...Necesito quitarme este vestido"

"Huh, ¿Esa una invitación a hacer algo Interesante?"

"Claro, una invitación para ir a casa a ponerme mis pantalones de maternidad y seguir comiendo, ¿Que te parece?"

Al terminar su emparedado Raven se acerco a Damian para regalarle un casto beso en los labios.

"¿Qué fue eso?" Damian preguntó sorprendido por la repentina acción.

"Un agradecimiento por tu regalo. Hoy no dormirás en el sofá Wayne" Su comentario causo una sonrisa en el hombre.

"Me sorprenden tus cambiantes humores Roth"

"Agradece al milagro de nuestras vidas por eso" Raven decía mientras sobaba gentilmente su vientre a través de su vestido.

"Eternamente agradecido, pero antes de ponerte tus sexys pantalones e irte a dormir por favor lávate los dientes, sabes a aceitunas amor." Damian la tomó de los hombros y con un beso en su mejilla le dijo "Vayamos a casa"

"¡Espera!" Raven detuvo su paso para verlo con unos inocentes ojos "¿Nos podemos llevar la comida?"

"Por supuesto querida, después de todo la compré solo para ti y nuestra pancita"

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La tercer victima del especial de los 100 es Jade-Hades, quien solicito un damirae!! :D!!!!! muchas gracias por leer mis historias y espero que este pequeño oneshot sea de tu agrado <3

Las otras peticiones ahi van...lentas pero seguras jejejej