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"Yo... Nada..."

Estaba de nuevo en aquella oscura habitación, había un solo rayo de luz, y me iluminaba a mi, pero no alcanzaba a ver nada que estuviera a más de un metro de mi, giraba mi cabeza con desesperación en busca de algo o alguien que me sacara de ahí. Una risa horrible sonó por todo el lugar.

-¡Vete! -Gritaba con lágrimas en los ojos -¡Lárgate! ¡Tú estás muerto!

De repente él aparecía frente a mi y sujetaba mis muñecas con fuerza excesiva.

-Jamás me voy a ir -Sonreía. Sus ojos eran tan negros como un abismo -Jamás saldré de tu mente, estaré aquí, seré tus pesadillas cada que duermas, aquí nadie te podrá salvar.

Entonces fue cuando me di cuenta de que estaba soñando. Me safé de su agarre moviendo mis manos lejos de él. Pegué mi pecho al suyo.

-Eres solo un mal sueño -Sonreí-Tu ya estás muerto, no podrás hacerme nada.

Enredó sus manos en mi cabello y lo jaló con fuerza -Puedo hacerte lo que yo quiera.

-No, pudiste hacerlo, y lo hiciste, pero fuiste tan débil que no pudiste vencer a otro vampiro -Reí- No eres nada, no ... -Me corregí - No fuiste nada.

Pegó sus labios a mi cuello. Y después (sin separar sus labios de mi piel) llegó a mis labios, los rozaba.

-Veo que vas ganando esta vez -Susurró rozado mis labios cada que los movía.

-Y esta será la última vez que aparecerás en mis sueños.

Sonrió -¿Entonces me dejarías besarte?

-¿Por qué?

-Créeme que jamás besé a mis putas, sólo a ti...

-Eres un maníaco.

Sonrió aún más dejándome ver sus blancos colmillos -Probablemente, pero como dijiste, fui...

-¿Y por qué me pediste besarme?

-Es tu sueño ¿lo olvidas?

Sonreí-Entonces lárgate, no volverás a aparecer en mis sueños.

Hizo media sonrisa antes de desaparecer de mi vista.

Desperté, me senté en la cama y suspiré.

Me di cuenta de que aún tenía el vestido que me había puesto el día anterior. Amarré mi cabello en una coleta y salí de mi habitación.

Mis padres estaban desayunado ensalada, tomé un plato y me serví un poco. Me senté en la mesa.

-Buenos días -Dijeron mis padres.

-Buenos días- Respondí

-Kate -Papá llamó mi atención-Tu madre me dijo que te aceptaron en la universidad. -Asentí y miré mi desayuno -¿Es verdad que te vas en dos semanas? -Asentí de nuevo sin verlo -¿Ya viste en donde te vas a quedar? Necesitamos saber cuanto necesitas para que rentes un departamento.

-Respecto a eso... -Empecé a mover la lechuga con el tenedor -Eh...

-¿Qué pasa? -Presionó mi madre.

-Peter me dijo que ellos se van a mudar a Nueva York... Y me ofreció irme a vivir con ellos...

-Definitivamente no -Dijo mi madre.

Volteé a verla -¿Por qué? -Aunque ya sabia la respuesta.

-¿Cómo que por qué? Ellos ni siquiera son de la familia -Era lo mismo que yo le había dicho a Peter.

-Ni siquiera los conocemos -Agregó mi padre.

-Ya los conocen -Dije.

-Solo los hemos visto una vez -Mis padres se veían molestos en verdad.

-Pero nos ahorraríamos mucho dinero...

-No vas a vivir con ellos -Dijo mi madre -No tienen que estarnos ayudando.

Suspiré y seguí moviendo la lechuga.

-También se ofreció a pagar la universidad...

-¿Son novios siquiera? -Mi madre soltó el tenedor haciendo que éste chocara con fuerza sobre el plato, provocando un gran ruido.

-No -Admití, me dolía decirlo en voz alta -No se...

-Entonces no tiene porqué entrometerse en asuntos familiares, no necesitamos su dinero.

-Pero nos ayudaría mucho.

-Kate escucha a tu madre -Dijo mi papá.

-¡Pero cualquiera de sus dos ofertas seria de gran ayuda!

-¡No alces la voz! -Gritó mi madre.

-¡Podria ayudarnos a pagar la mitad del dinero de la universidad! ¡O la inscripción!

-¡Es suficiente! -Gritó mi padre -¡Vete a tu habitación! ¡No saldrás de esta casa!

Me puse de pie furiosa dejando mi desayuno intacto en la mesa. Cerré a puerta de mi cuarto con fuerza.

¿Por qué había tratado de convencer a mis padres de eso si ayer me negué con Peter? Quizás porque me di cuenta de que él tenía razón, en verdad necesitábamos un poco más de dinero; aquella universidad costaba mucho y mis padres se esforzaron toda mi vida en ahorrar para mi universidad, seria perfecto si los Towsend nos ayudaran económicamente, pero igual tenía razón mi madre, no era de la familia, ni siquiera mi novio.

Me tiré a la cama. Después de un rato escuché que la puerta de la casa se cerraba. Salí de mi habitación.

-¿Ma? ¿Pa? -Me asomé a su habitación, no estaban. Recordé la vez en la que William apareció ahí, con mis padres inconsistentes... Sacudí mi cabeza tratando de olvidar aquello. Seguí buscando por toda la casa. Ya se habían ido a trabajar.

Me senté en el sillón y prendí la televisión, no sabia que podía hacer en mi casa en vacaciones que no fuera ver la T.V.

Tocaron la puerta de la casa. La abrí lentamente asomando solo mis ojos para ver de quien se trataba.

-¡Peter! -Le abrí la puerta.

-Hola -Me sonrió y entró a mi casa.

-¿Qué haces aquí? -Cerré la puerta tras él mientras lo seguía con la mirada tenia un lindo gorro en la cabeza. Pasó a la sala.

-Quería saber que dijeron tus padres de mi ofer... -Se calló, seguramente recordando lo que yo le había dicho acerca de eso.

-¿Recuerdas lo que te dije? -Me crucé de brazos y él asintió-Fue exactamente lo que dijeron ellos, los conozco, sabia lo que iban a decir...

-¿Me dijiste que no sólo porque ellos iban a decir que no?

-Si.

-¿Qué es lo que quieres realmente?

Me quedé callada pensando en mi respuesta, si había querido aceptar su ayuda frente a mis padres (y él quería que le dijera la verdad) tenía que ser sincera.

-Yo... Si quiero... -Llevé mis brazos a mis costados -Quiero decir... Enserio necesitamos esa ayuda pero... No quiero... No quiero que tu lo hagas -Vi su intención de renegar pero no lo dejé hablar -Y también me encantaría irme a vivir contigo, o con todos, pero tu y yo no somos nada ¿o si? -No contestó y baje la mirada sabiendo que no me contestaría.

-¿Te acabas de despertar? -Sonrió burlonamente.

-¿Cómo lo sabes?

-Tu cabello -Lo señaló. Lo miré extrañada y él volvió a señalarlo. Caminé hacia el baño y me vi en el espejo.

¿Él me había visto así? ¡Dios! ¡Que pena!

Aunque mi cabello estaba amarrado en una coleta muchos cabellos salían de su lugar haciéndome ver como Bellatrix (la bruja de Harry Potter que mató a Sirius Black). Busqué tan rápido como pude un cepillo.

Cuando lo encontré solté mi cabello y empecé a cepillarlo de abajo hacia arriba (como siempre lo hacia) pero esta vez más rápido. Después de unos minutos salí del baño luciendo un poco más normal.

¡Un momento! ¡Llevaba la misma ropa que el día anterior! ¡Seguramente él ya lo había notado! ¡Me cambiaré! No... Entonces si no lo ha notado se dará cuenta de que me cambié de ropa...

Me dio igual, me quedaría con la misma ropa, después de todo no saldría de la casa.

-¿Qué haces? -Le pregunté a Peter cuando salí del baño pues parecía que se estaba bajando la camisa.

-Yo... Nada...

Lo miré entrecerrando los ojos y él me sonrió- ¿Te estabas bajando la camiseta?

-Eh... No... -Desvío la mirada antes de negarlo.

-No pensaste nada porque estamos solos... ¿Verdad?

Rió -Me descubriste, pero se que eres una niña buena que no haría ninguna travesura.

Levanté una ceja -¿Y qué te hace pensar que soy una niña buena? -Me acerqué retándolo.

También se acercó a mi cortando el poco espacio que separaba nuestros cuerpos. -¿No lo eres? -Rodeó mi cintura y me apretó contra su cuerpo haciéndome quedar de puntitas.

Nos besamos, rodeé su cuello con mis manos, era un beso apasionado, quería más de él. Pero recordé que cada que le mencionaba sobre ser novios o algo más el cambiaba de tema. Dejé de besarlo.

-Desgraciadamente para ti, lo soy -Dije empujándolo del pecho para separarnos -Y más con alguien de quien no soy nada...

-¿Quieres salir?

-No puedo.

-¿Por qué?

-Mis padres me regañaron...

-¿Por qué? -Repitió.

-No te incumbe -Me había molestado porque de nuevo había cambiado el tema de ser novios.

-Eh... Bueno... Creo que es mejor irme -Señaló la puerta.

-Si, es mejor -Dije sin mirarlo mientras caminaba a la salida.

-Adiós Kate -Escuché tristeza en su voz.

-Adiós-Volteé a verlo sin poder resistirme, tenía que ver sus ojos verdes una vez más.

Cerró la puerta. Caminé hasta el sillón, tomé un cojín y grité en él pegando mi cara para disminuir el sonido. ¡No iba a ser una más de sus chicas! No me iba a empezar a llamar puta de sangre, si el término que se le da es el que creo.

Limpié un poco mi casa, me hice de comer y me puse a ver vídeos en la computadora. Vi el pequeño bote de sal, puse la canción de "Call me maybe" y me puse a cantarla a todo pulmón con el bote de sal como mi micrófono. Cuando terminó la canción escuché que tocaban la puerta de la casa. Apagué la computadora y fui a abrirla.

-¿Qué haces de nuevo aquí? -Pregunté abriendo la puerta pero sin dejarlo pasar.

-Si, estoy bien, gracias por preguntar, por cierto, que hermosa voz tienes -Rió.

Me sonrojé y bajé la vista para que no lo notara.

-¿A qué viniste?

-Yo... Se dijiste que no pero... -Se rascó la nuca.

-¿Qué? -Lo presioné.

-Ya pagué todo lo de tu universidad...

Lo jalé de la muñeca con fuerza para que entrara a mi casa.

-¿Qué te pasa? -Grité furiosa.

-Pensé que te alegraria... Me dijiste que lo necesitabas...

-¡Si, pero no dije que lo hicieras! ¿Sabes lo que acabas de hacer? ¡Mi madre creerá que yo te lo pedí y se enojará conmigo! ¡Me meterás en un gran problema!

-Lo siento...

Vi su cara, parecia que realmente lo lamentaba, obvio él no esperaba esa reacción de mi parte, pero creia haberle dejado en claro que no lo hiciera.

Suspiré -Da igual.. Ya está hecho... -Caminé hacia él y tomé su mano -Gracias de todos modos, por esto... -Sonrió. -No se que le diré para que no se moleste conmigo -Solté su mano y me alejé de él.

-Puedo decirselo yo.- Sugirió.

-¿Qué?

-Probablemente no se enoje si yo le digo que lo hice aunque tu me dijeras que no...

Solté una carcajada tan fuerte como falsa -Ella se va a enojar de todas formas, los dos, quizás nisiquiera se contengan frente a ti, pero su enojo en tu presencia será cuatro veces más cuando tu no estés.

-Te metí en un gran problema ¿eh?

Me alce de hombros -Si... Espero no dure mucho... Igual necesitábamos esa gran ayuda, pero era muchisimo dinero.

-No fue nada -Le restó importancia con la mano. Volteé a verlo con odio -Lo siento...

-¿Y cómo conseguiste la cuenta del banco y todo eso?

-Mientras te arreglabas el cabello busqué por toda tu casa los papeles correspondientes.

-¿Cuándo salí los estabas guardando?

-Si, por eso me viste bajando mi camisa... Habia metido las hojas en el pantalón...

Vimos televisión otro rato más, él queria acercarse a mi, pero después de lo de la mañana no caeria a sus brazos tan fácilmente.

Llegaron mis padres. Peter y yo nos pusimos de pie.

-Hola -Saludaron mis padres sorprendidos de verlo ahi.

-Hola -Saludó Peter.

-¿Qué haces aquí? -Preguntó mi padre.

-Venia a darles una noticia -Peter volteó a verme sonriendo pero yo no le sonreí de vuelta, si mi madre me veia me iría peor pues pensaria que yo se lo pedí -Ya pagué todo lo de la universidad de Kate -Sonrió aun más.

-¿Qué? -Mi madre volteó a verme enojada.

Demonios.

-Si -Continuó el castaño-Ya está todo pagado, ustedes no necesitan pagar nada.

-Le dijismos a Kate que te dijera que no -Mi madre no lo miraba a él, sino a mi, me oculté tras Peter.

-Desgraciadamente no la vi antes para que me dijera que no... Ella apenas se acaba de enterar también -Al menos ya había dejado en claro que no era mi culpa.

-No tenias que hacerlo -Continuó mi madre; no la podia ver ya que yo aún seguía atrás de Peter.

-Lo se, pero quise hacerlo... Se que... -Diablos Peter, no digas que sabes que lo necesitamos, por favor.

-Te lo pagaremos.

-No es necesario señora, enserio...

-¿Te quedas a cenar? -Sabía que mi madre trataba de agradecerselo de alguna manera.

-Lo siento... Nosotros no comemos... Alimentos humanos...

-Lo olvidaba -Mamá sonrió -Gracias, por esto.

-Fue un placer, me despido -No Peter, por favor no te vayas, no me dejes aquí.

Acompañé a Peter a la puerta, cuando la cerré me giré y vi a mi madre con los brazos cruzados viéndome, estaba molesta, lo sabia.

Mierda.



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