Había pasado casi un mes. Dylan casi no faltaba a clases, pero hubo un día en el que no apareció, nadie sabía por qué, no había avisado que llegaria tarde ni nada. Cada que lo mencionaba Paulina trataba de cambiar de tema.

Después de ese día noté que Dylan trataba de ignorar a mi amiga, y cuando la observaba lo hacia con odio, como las primeras veces que Peter me observaba a mí.

***

Llegué a la escuela corriendo con una carpeta en las manos—tarea que nos había dejado Dylan— casi no entro a la primera clase. Dylan no nos pidió el trabajo, simplemente nos dijo que se lo diéramos en receso o alguna hora libre que tuviéramos. Así pues, estuve cargando la carpeta hasta la hora del receso.

-¿Vamos a entregarle el trabajo? -Le pregunté a Pau, estábamos sentadas en la cafetería pero no quisimos comer. 

-Ve si quieres, yo tengo algo que entregarle a Peña... -Paulina estaba terminando un trabajo que el profesor había pedido para la clase anterior pero dejó que ella se lo entregara hasta la hora del receso.

-Ok -Me puse de pie y caminé al salón. Toqué la puerta -¿Puedo pasar? 

-Si -Dylan se acomodó sobre su silla y cerró el libro que tenía en las manos.

Entré y le extendí el trabajo, mientras lo esperaba observé el libro que habia dejado a lado de su portafolios.

-¿De qué es? -Pregunté señalando el libro.

-¿La chica del tren? -Volteó a ver el libro y después a mí. Asentí como respuesta de a su pregunta -De una mujer... -Dejó mi trabajo en el escritorio y se recargó en el respaldo de la silla para poder verme mejor- Que siempre observaba a una pareja cuando el tren paraba por su casa, un día descubre que la mujer engaña a su esposo... Y al día siguiente ella desaparece...

-Vaya -Alcé las cejas.

-Está muy bueno, si quieres puedo prestartelo cuando lo termine...

-Eh... Si... Gracias, me encantaría -Sonreí con sinceridad.

Asintió. 5 minutos después terminó de leer mi trabajo.

-Tengo que admitir que me gusta mucho tu forma de escribir.

-Gracias.

Se puso de pie, rodeó el escritorio y cuando se puso frente a mi me dio el trabajo. Se acercó un poco más a mí. Interrumpí el momento dando un paso lejos de él.

Cuando abrí la puerta choqué con Paulina.

-Lo siento -Me sonrió.

-Yo también-Salí del salón y después ella entró.

-¿Me esperas? -Preguntó.

-Si, voy al baño -Señalé el baño que se encontraba justo a lado del salón. Me sonrió y asintió.

Entré al baño, cuando salí giré mi cabeza buscando a Pau para ver si ya habia salido del salón de Dylan, escuché su voz al otro lado de la puerta del salón. Estaba a punto de abrir la puerta cuando escuché algo extraño. Decidí pegar mi oreja a la puerta para escuchar mejor.

-Por favor Paulina... -Dylan sonaba como si estuviera harto o desesperado -Ya te dije que no.

-¡Vamos! -Se quejó la chica -Se que la otra vez te encantó -Su voz sonaba sensual.

-No, ni siquiera se lo que pasó, yo no quise que nada sucediera...

-¿Y por qué me llevaste a tu casa? -Al escuchar aquello mi corazón se aceleró.

-¡Tú sabes muy bien porqué! Tú...

-Olvidalo -Lo interrumpió Paulina -Hablaremos después.

Me alejé de la puerta y fingí que iba saliendo del baño justo cuando Paulina salió del salón. Se me quedó viendo por unos incomodo segundos.

-¿Lista? -Pregunté fingiendo que no habia escuchado nada, pero mi corazón latía a mil por hora, no era buena mintiendo.

Hizo media sonrisa -Claro, vamos, tenemos mate... -Caminamos al salón que correspondía.

***

Cuando terminaron las clases Pau entró al baño. Yo ya estaba afuera de la escuela, esperando a Peter, cuando vi a Dylan recargado en un carro viendo su celular.

-Disculpa... -Me acerqué a él. En cuanto me vio sonrió y guardó el celular en su bolsillo del pantalón.

-¿Qué pasa? 

-¿Puedo preguntar que sucede entre usted y Paulina? -Pude notar que su mandíbula se tensaba. Tragué saliva.

Negó con la cabeza -No entiendo a lo que te refieres... -Él tampoco era bueno mintiendo.

-Yo creo que si...

-¿Y qué es lo que crees? -Sonrió coquetamente, dejó de recargarse en el auto y se acercó a mí.

-Yo... 

-Probablemente malinterpretaste las cosas -Dijo sabiendo lo que yo contestaría.

-No creo haberlo hecho...

Sonrió-¿Quisieras que te explicara lo que sucedió?

Tragué saliva -Hable entonces...

Soltó una carcajada -Ahora no podría hacerlo... Qué tal... -Tomó mi mano -Mañana en un café...

-En primer lugar...- Alejé mi mano de él -No sería correcto que saliera con un maestro...

-No seria con un maestro -Me interrumpió -sería con un chico normal, un chico increíblemente apuesto...

-Y en segundo lugar... -Continué como si no me hubiera interrumpido -Tengo novio.

Dejó de sonreír que cuanto pronuncié la ultima palabra -Yo... No sabía... Tenía que ser... Una chica tan linda como tú... Era obvio...

Estaba a punto de contestarle cuando apareció Paulina.

-Amiga -Dijo con una gran sonrisa -Peter ya llegó por ti -Volteó a ver a Dylan aun sonriendo pero él desvió la mirada.

-Eh... Si, gracias -Me despedí de los dos y me metí al auto de mi novio.

-¿Cómo te fue? -Me preguntó.

-Bien... -Recargué mi cabeza en el asiento y cerré los ojos. 

Durante todo el trayecto me puse a pensar el por qué los hombres me veían tan atractiva. Si, era guapa, pero no para tanto, jamás había llamado tanto la atención. Pero obviamente jamás dejaría a Peter por estar con otro.

Se estacionó frente a una gran casa, donde básicamente la mitad de las paredes estaban hechas de vidrio. Abrí la boca tan grande como pude.

-¿En dónde estamos? -Le pregunté.

-Aquí... -Tomó mi mano -Es donde quiero que vivamos...

-¿Qué? - Me giré a verlo sorprendida. 

Asintió. Salió del carro sin esperar respuesta y lo rodeó para abrirme la puerta. 

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Personitas hermosas preciosas, me disculpo por haber tardado tanto u.u DIOS! Muero por las tareas :(

Quiero decir que el siguiente capítulo será el penúltimo... Sip... Ya llega a su fin u.u 

Besitos :*