
"¡Hola de nuevo hermosa!"
Después de que estuve a solas con Peter en su cuarto no lo volví a ver en toda la noche. Jack, Alice, Milo, Bobby y yo estuvimos tonteando, hasta que fueron las cuatro de la mañana y Jack se ofreció a llevarme.
-¿En dónde demonios estabas? -Me gritó mi madre furiosa mientras aún estaba en el patio -¿Qué horas son estas de llegar?
-Eh... Mamá... Lo siento... No me di cuenta de la hora y yo...
-Fue mi culpa señora -Dijo la voz de Jack atrás de mi.
-¿Qué? -Mi madre parecía confusa, pero en cuanto vio el perfecto rostro de Jack su cara pareció menos enojada.
-Si... Verá... Yo quería que viera las primeras temporadas de "Dexter", y la convencí de hacerlo, y se nos fue el tiempo -Sonrió. Esa sonrisa evitaba que todos le dijeran que no.
-Bien... -Mi madre volteo a verme -Pues entra, que no pude dormir en toda la noche por esperarte y mañana tengo que ir a trabajar. -Dio media vuelta para meterse a la casa.
-Lo lamento -Le dije sinceramente.
-Como sea -Se metió y yo voltee a ver a Jack sonriendo.
-Muchas gracias.
-Buenas noches -Tocó mi hombro y me guiñó el ojo.
Se fue en su auto. Suspiré y sentí un escalofrío que recorrió mi espalda, voltee hacia todos lados pero no vi a nadie, sabía que alguien me observaba.
Me metí a la casa y sin cambiarme ni nada me tiré a la cama, no me había dado cuenta del sueño que tenía.
Desperté a las 3:00 pm, me bañé y me puse un pants y una blusa suelta. No recibí ninguna llamada o mensaje de Alice ni Mae, probablemente Jack les había contado lo sucedido la noche pasada y no querían ocasionar problemas.
Cuando dieron las 9:00 una amiga me envió un mensaje diciéndome que haría una pijamada y me invitaba.
-Ma... Pa... -Dije temerosa acercándome a ellos mientras cenaban -Julie me invitó a una pijama da en su casa...
-Y quieres ir -No era una pregunta, mi madre lo estaba afirmando.
-¿Quién es Julie? -Preguntó mi padre y puse los ojos en blanco.
-Julie es una amiga, papá...
-No se... Haz salido mucho estos últimos días y regresas muy... -sabía que iba a decir tarde, pero siempre llegaba en la madrugada -temprano...
-¡Por favor! Regresaré en la mañana lo juro -Puse mis ojos de perrito triste. -Además hace más de medio año que no veo a Julie...
-Bueno -Dijo mi padre y mi mamá lo fulminó con la mirada.
-¡Gracias!- Corrí hacia mi papá y lo abracé y besé.
-Barbera esta -Dijo mi madre riéndose y le di un beso también. Fui corriendo a mi habitación y me puse unos zapatos cómodos, como estaba vestida era más que suficiente. Me llebaron a la casa de mi amiga y me dejaron ahí.
Toqué la puerta y Julie abrió, nos abrazamos, entré y fuimos a su cuarto.
No podía creer lo que veían mis ojos, había tres chicas y 5 chicos haciendo el amor, en la cama, en el suelo, en todos lados.
Voltee a ver horrorizada a Julie, pero ella sonrió y me empujó dentro de la habitación.
-Hoy la perderás nena -Me dijo con una sonrisa coqueta.
-¿Qué? -Sabía a que se refería, pero no podía creerme que me lo hubiera dicho.
-¿Y qué mejor que con....? -Volteo a ver arriba de mi cabeza.
Sentí como me tomaron de la cintura, me hicieron dar media vuelta, y vi a un atranctivo y musculoso chico sonriéndome.
-Kate... Él es Kevin... Kevin, ella es Kate.
El chico me acercó a él hasta dejarme de puntillas, yo lo empujé para que me soltara, pero no tuve exito, voltee a ver a Julie.
-¡Me dijiste que sería una pijamada!
-¿Si te hubiera dicho la verdad habrías venido? Duh.. -Se rió.
Voltee de nuevo a ver a Kevin. Me besó, fue asqueroso, sentí como su lengua se retorcía en mi boca y luchaba por meterse hasta mi garganta. Empecé a retorcerme hasta que logré poner mi rodilla en su entrepierna. Gimió pensando que iba a tener sexo con él, pero con toda la fuerza que tuve en la rodilla lo golpee. Se alejó de mi y se tiró al suelo con sus manos cubriendo la zona en la que lo había golpeado.
Salí corriendo de aquella casa, y no dejé de correr sino hasta varias cuadras después. Quería llamarle a mis padres, pero había olvidado mi celular en casa ¡Genial!.
Hacia frío, me abracé tratando de mantenerme en calor y mi blusa de tirantes no servía mucho.
Seguí caminando hacia dónde era mi casa, la calle no estaba bien iluminada. Tenía ese escalofrío en la espalda de nuevo, y los bellos de mi nuca estaban erizados.
De repente sentí que alguien me jalaba del brazo y me metía en un callejón. La espalda empezó a dolerme y todo el aire de mis pulmones se había ido. Me habían golpeado contra la pared.
-¡Hola de nuevo hermosa! -Me dijo una voz conocida.
El hombre tomaba mis brazos con fuerza sobre la pared, no alcanzaba a verlo bien porque en aquel callejón había mucha menos iluminación, sólo veía una sombra más alta que yo y el cabello le llegaba arriba de los hombros.
No fue hasta que se acercó más a mi rostro que reconocí aquellos ojos negros de depredador, eran los mismos que los que me observaron desde fuera de mi casa la otra noche.
-¿Qué quieres de mi? -Pregunté muerta de miedo.
-No sabes todo lo que quiero -Dijo riendo y a continuación se acercó aún más a mi rostro e inhaló hondo.
-Déjame -Traté de sacudirme, pero su agarre era muy fuerte.
-Bueno... Te diría que lo haré si me dejas morderte, pero se que una vez que pruebe tu sangre no dejaré que te apartes de mi -Sonrió mostrándome sus blancos dientes.
¿Morderme? Sólo una persona me dijo eso ¡William!
-¡No! ¡Sueltame!
Empecé a sacudirme y a tratar de patearlo, pero ese hombre era inmovible.
-¡Oye tu! -Gritó un hombre en la entrada al callejón -¡Aléjate de ella!
Con una velocidad inhumanamente posible William llegó hasta el hombre y se abalanzó sobre él como si fuera un animal.
No quería irme, pero sabía que yo era más débil que aquel hombre que me había rescatado, lo único que hice fue correr y salir de aquel callejón.
Escuché un gruñido que me asustó mucho, mientras seguía corriendo voltee hacia atrás, no vi a nadie , pero cuando regresé mi vista de nuevo al frente choqué con William, era imposible que estuviera enfrente de mi y no lo haya visto pasar. Cuando choqué con su pecho solté un gritó y él sonrió, traté de empujarlo, pero el aprovechó para tomar mis muñecas.
-Me encanta cuando luchan -Dijo haciendo que mi corazón casi se saliera de mi pecho, y como si lo hubiera escuchado sonrió aún más.
Me sacudí salvajemente y corrí hacia la calle, para cruzarla, pero me paré en seco cuando vi dos luces llendo hacia mi a toda velocidad, el carro frenó justo antes de tocarme.
Era un Audi... Yo lo conocía.
De repente salió el dueño de ese auto, no lo pude ver bien por que las luces del carro me cegaban.
-¿Qué haces aquí? -Preguntó él poniéndose enfrente de mi.
Sin pensarlo dos veces lo abracé y empecé a llorar en su pecho. Voltee a señalar a William, pero él ya no estaba.
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