CHAPTER TWELVE
,, ·˚ ˏˋ ˗↳CAPITULO.O12.
a beautiful morning
LA MAÑANA LOS RECIBIÓ CON UN AMBIENTE FRESCO, ERAN mediados de enero y aunque el clima invernal había desaparecido la ciudad aún se mantenía demasiado fría pero lo normal para ser tolerado. Desde aquel día ambos jóvenes no habían parado de decirse muchas cosas lindas sobre el otro hasta quedarse dormidos, y por supuesto Peter cada vez que podía se quedaba a dormir para cuidar del chico y porque siendo sinceros le gustaba mucho el aroma tan dulce del menor.
Peter había sido el primero en levantarse aquella mañana y sonrío enormemente al encontrarse con el menor dormido tranquilamente a lado suyo. Se dió unos segundos para admirarlo, desde sus finos labios rosados hasta las enormes pestañas que el contrario portaba.
—Buenos días, bonito —susurro cuando Lucas dió señales de estar despierto.
—Buenos días Peter —sonrió cuando un pequeño beso también lo recibió—. ¿Podemos dormir un poco más?
—Lamentablemente tu tienes que ir a la escuela y yo tengo que ir a trabajar —respondió—. Si gustas puedo acompañarte, no me importaría llegar un poco tarde.
—Me encantaría —murmura acurrucándose aún más en el castaño—. ¿Llevas mucho tiempo despierto?.
—Solo el suficiente para verte —responde besando dulcemente sus mejillas—. Créeme, yo también quiero quedarme mucho mas tiempo así pero ambos tenemos cosas por hacer y no quiero provocar un infarto en tus padres cuando despierten.
—Aun sigo pensando que es injusto—dice formando un pequeño puchero con sus labios.
—Digo lo mismo, Luc.
Cuando el castaño se levantó de la cama Lucas no esperaba encontrarse con un Peter semidesnudo, el por conciencia cubrió su rostro evitando mirar más allá. Esto era algo nuevo desde el comienzo de su relación.
—La próxima vez Peter Parker avísame antes de levantarte —menciona caminando hasta la salida de su habitación—. Prepare el desayuno.
—Pero...
—Saben que te quedaste a dormir por asuntos del colegio —aclara regalandole una pequeña sonrisa—. No te preocupes.
Cuando ambos jóvenes terminaron de desayunar y estuvieron ya preparados para sus actividades salieron de la casa sin importar que tantas miradas le lanzarán los padres del menor. Ambos estaban felices juntos y el resto no debía importar.
Las calles frías de Nueva York junto a la soledad de estás fue lo más pacífico para la reciente pareja, quienes en algunos momentos bromeaban entre ellos y jugaban, siendo ellos mismos sin tomarle valor a las miradas ajenas.
—¿Iremos mañana con Minho? —pregunta Lucas—. Tambien me ha estado preguntando sobre lo nuestro, me dijo que quiere ser el padrino de bodas.
—Por supuesto, quedó encantado con su nuevo departamento y me a dicho que tienes el permiso para invitar a cualquier si a si lo deseas. De ahora en adelante debes acostumbrarte a sus locuras. Se emociono mucho cuando le dije que ya eramos novios, me dió todo un sermón.
—Maddy estuvo igual —rie parando su caminata cuando llegaron a su primer parada del día—. Dijo un montón de cosas que apenas si recuerdo algunas.
—Al parecer todos lo sabían —dice tomando al contrario por la cintura cortando toda distancia—. Menos nosotros.
—¿Sería muy pronto para decirte te quiero?
—Es el momento exacto para decirlo bonito.
Ambos solo unieron sus labios en un lento y cálido beso. Las manos de Peter descansaban sobre la fina cintura de Lucas, mientras esté mantenía las suyas jugando con la melena castaña, ambos perdidos en un solo mundo.
Estaban bastante alegres de haber roto esa brecha, una brecha dónde ambos sin notarlo se lastimaban al impedirse ser felices pero al final ya estaban juntos y eso era lo que importaba ahora.
—Me gustaría seguir con esta pequeña sesión pero debes entrar Luc —menciona con la voz notoriamente agitada por el reciente beso—. Te veré mañana.
—Estare listo entonces —sonrie—. Hasta mañana Peter.
—Hasta mañana.
Había estado siguiendo y recolectando cada pista sobre el asunto de los desaparecidos, extrañamente en los lugares abandonados fuera de la ciudad no parecían tener algo extraño, su única opción era aquel centro psicológico dónde los adolescentes desparecidos habían sido llevados y tratados por un tiempo. Para mala suerte del arácnido el lugar tenía mucha vigilancia y sin un buen motivo no iba poder lograr entrar.
Para más sorpresas en uno de esos días distinguió a los padres de Lucas entrar a dicho lugar, pensó en la opción de preguntarle a su novio si sus padres trabajan en otro lugar pero eso le haría ver extraño y no quería levantar sospechas u ocasionarle problemas. Al final decidió investigar por el mismo.
—Nadamás no te conviertas como Harry Potter en el misterio del principe —pidió Thomas cuando terminó de escuchar su loca teoría—. ¿Encerio? Sospechar de los padres de tu novio.
—¿Por qué estarían en un centro psicológico? Lucas me contó que el resto de su familia no vive en Nueva York.
—Y si trabajan también en ese lugar —sugirió jugando en las hojas del cuaderno frente a el—. No todo tiene que ver con el mal.
—Aun no entiendo que hacías afuera de tu ventana aquel día.
—Te dije que estaba quitando las decoraciones navideñas y fue de mucha suerte verte entrar a tu ventana trepa muros —rie recordando la cara de su amigo cuando descubrió su secreto—. Mis sospechas fueron correctas.
—Nadie lo debe saber.
—Podre ser un chismoso pero jamás cuento secretos —asegura llevándose un mano al pecho en señal de promesa—. Con gusto puedo acompañarte a ese lugar, no me gusta mucho la idea de que vayas solo. Puedo distraer a quien esté en la recepción, puedo ser muy irritante si me lo propongo.
—Seremos muy cautelosos, no sabemos todavía a quienes nos enfrentamos.
LA PEQUEÑA REUNIÓN INICIO CUANDO MADDY Y LUCAS ingresaron al lugar. Minho estaba muy alegre por ver reunidos a sus amigos y por suerte de haber logrado una cosas más en su vida pues comprar su departamento fue una de las primeras cosas que quiso cumplir al llegar a Nueva York.
—¡Tu eres la chica que me tiró el batido encima! —exclamo Thomas cuando reconoció a la pelirroja—. ¡No sabes lo que costó limpiar mi sudadera!
—¡Tu estás en mi camino y todo fue tu culpa, estabas corriendo! —ataca la pelirroja—. ¿Quien demonios corre en un centro comercial?
—Personas quienes talvez lleven mucha prisa supongo.
—Que lindo, se conocen —interviene Minho separando a ambos muchachos—. Dejen las peleas para otro momento, no quiero que mi departamento se ponga de cabeza al primer día.
—Que gustó conocerte pelirroja.
—Lo mismo niño.
Todos los presentes sabían cómo iban a terminar aquellos dos, solo era cuestión de esperar.
—¿Cómo te fue Luc? —pregunta Peter cuando su novio tomo asiente a su lado. Lucas dejo un pequeño beso en su mejilla como saludo.
—De maravilla, mis padres no estarán este fin de semana y podré tomar un gran respiro —responde tomando gustoso el vaso con refresco que Minho le ofreció—. Es muy bonito tu departamento Minho.
—Verdad que si —sonrie tomando asiento en el sillón individual—. Me esforze bastante en buscar uno que acordará conmigo.
Una tarde llena de muchas risas y por supuesto dónde todos acordaron pasar el rato lleno de karaoke y películas. Al finalizar todos se despidieron felicitando de nueva cuenta a su amigo, un día lleno de cálida compañía.
—¿Quieres que me quedé a dormir contigo? —pregunta Peter cuando ambos ya estaban frente a la casa del menor—. Me gusta dormir contigo. Eres muy abrazable y siempre hueles a vainilla.
—No podría negarte tal cosa Peter, tambien me gusta dormir contigo —confeso ingresando a su hogar donde posteriormente caminaron hasta la habitación del muchacho—. Dejaste tu pijama la última vez, está en el último cajón del armario.
—Dijiste que avisará cuando yo quisiera dormír solo con pantalón.
—Exacto.
—¿Puedo dormir sin camisa? No me gustaría hacerte sentir incómodo.
Lucas sabía que tarde o temprano Peter acostumbraría a dormir de esa manera en su presencia. No se sentía incómodo solo que aún no se acostumbraba a verlo sin camisa y aún más cuando su novio portaba grandes abdominales que solo lograban ponerle nervioso.
—Si puedes dormir sin camisa, no me molesta —respondió dispuesto a caminar al baño para poder cambiarse—. Aunque si estoy un poquito celoso.
—¿Por qué bonito? —pregunta Peter cuando se despojo de su camisa y fue directamente al pelinegro.
—Tu tienes abdominales y yo soy muy delgado, me cuesta aumentar masa muscular —dijo formulando un pequeño puchero—. Debes pasarme el secreto.
Peter solo soltó una pequeña risa envolviendo al menor en sus brazos.—Luc, me gusta mucho como eres y no me importa sino tienes abdominales ¿Por qué sabes una cosa?
—¿Qué?
—Estoy encantado con tu cintura, es perfecta y queda a la perfección en mis brazos —murmura haciendo un pequeño recorrido desde la cadera hasta la cintura del contrario—. No cambies absolutamente nada, me gustas tal y como eres.
—Te quiero Peter.
—Tambien lo hago, bonito.
mucha miel en este capítulo.
que las dudas ya están comenzando a resolverse, prepárense para el drama.
los amo mucho <33
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro