,, ·˚ ˏˋ ˗↳CAPITULO.-O3.
conversations and problems

PETER HABÍA VISITADO POR LO MENOS DOS VECES a la semana aquel restaurante e inesperadamente el bello chico de lindos ojos lo atendía con la misma radiante y amable sonrisa. Estaba siendo bastante extraña la situación, pero ni el mismo tenia en claro porque lo hacía.

Las visitas jamás cambiaron de la misma rutina, pedía cualquier platillo del menú y al final dejaba elegir al pelinegro su postre para poder entablar al menos una pequeña conversación. Todo era rutinario en su vida, hasta aquel día en el que decidió presentarse de la manera más extraña, de una manera estilo Peter Parker.

—¿Quieres nuevamente un postre sorpresa? —pregunta Lucas tomando los platos y cubiertos de la comida anterior—. Sonara un poco extraño y espero no incomodarte con lo siguiente.

—Me gustaría escuchar lo que dirás antes de juzgarlo por mí mismo.

—Eres un cliente muy frecuente y parecer ser que el destino me quiere como tú mesero personal —rie robando el mismo gesto en el contrario—. No me lo tomes a mal, al contrario, es muy bueno que un cliente frecuente el mismo restaurante más de una vez.

—Me llamo Peter Parker —dice inmediatamente robando una expresión sorpresa en Lucas, y cuando Peter se da cuenta de ello busca las palabras para arreglarlo—. Llevamos días coincidiendo y me parece de mala educación no presentarme debidamente.

—¡Oh! Mucho gusto Peter Parker —sonríe elevando su mano esperando ser tomada por el contrario quien gustosamente la tomo dando un suave apretón cuidando de su fuerza—. Me llamo Lucas, Lucas Varetti.

—Encantado, Lucas. ¿Eres italiano? Lo digo por tu apellido.

—De parte de mi madre —responde—. ¿Y tú, Peter?¿Siempre has vivido aquí en Queens?

—Si —responde volviendo a su asiento invitando al pelinegro a sentarse—. ¿Y tú siempre haz vivido aquí en Queen's?

—Desde los trece años más o menos.

—No quiero sonar extraño pero jamás te había visto trabajar aquí en meses anteriores.

—Hace un mes que acepte el empleo, soy demasiado reciente en el lugar y es muy seguro que nunca me hubieras visto —sonrie—. Te traeré tu postre y espero verte de nuevo, Peter Parker.

Finalmente el castaño salió del restaurante con una enorme sonrisa pues de manera inesperada Lucas le había regalo un postre extra como gratitud de sus constantes visitas.

Antes de cruzar la calle su sentido arácnido se activo, segundos después gritos provenientes del restaurante se escucharon por toda la calle y enseguida alrededor de dos disparos al aire. No espero más para ocultarse en un callejón solitario y deshacerse de sus prendas quedando solamente en su traje.

Lucas se encontraba de lo más asustado, mantenía la mirada baja y estaba consciente de que algunas lágrimas se habían escapado de sus mejillas cuando uno de los ladrones le apunto con su arma. Estaba entrando en pánico.

—No quiero lloriqueos y comienza abrir las cajas registradoras —ordeno sin despejar el arma de la frente contraria—. ¡Muevete niño!

Mientras aquello pasaba el resto del grupo se encargaba de despojar de sus pertenencias al resto de las personas.

Lamentablemente para los asaltantes su tiempo de suerte se agoto cuando el héroe de la ciudad ingreso al lugar deteniendo a dos de ellos.

—Vamos muchachos, es encerio —hablo caminando hasta uno de ellos, el cual le apuntaba con un arma—. De muchos lugares se les ocurrió robar un restaurante a plena luz del día.

—Largate si no quieres que alguien salga herido —masculla uno de ellos tomando a Lucas nuevamente y colocándole el arma a un costado de la frente—. Empezemos por el lindo mesero, ¿Qué dices hombre araña?

Lucas no sabía cómo reaccionar, el miedo lo tenía paralizado y solo rogaba porque aquello no llegara a mayores.

—Sueltalo —ordena procurando no hacer un movimiento para alterar al ladrón—. El chico no tiene la culpa de nada y supongo que no quieres un delito más.

—¡Vete de aquí y este mocoso no saldrá herido!

—Te lo dije.

En movimientos ágiles logro tumbarlo al suelo con ayuda de sus telarañas pero lamentablemente había podido disparar y aquella bala fue directamente hasta la pierna derecha de Lucas, logrando derribarlo y alertando a Peter quien de inmediato enredo al tipo en sus telarañas para correr ayudar al joven.

—Tranquilo, ¿si? La ambulancia no tarda en llegar —informa presionando la herida evitando que de esta brotará más sangre—. Ahora romperé un pedazo de tu mandil para evitar más sangrado.

La zona afectada fue vendada haciendo presión sobre la misma, Lucas se mantenía aferrado al brazo del arácnido debido al gran dolor en su pierna y por lo asustado que se encontraba.

—Maddy, ¿Dónde está? —pregunta altamente preocupado por su amiga—. Es una chica alta y pelirroja.

—Está ayudando al resto de las personas a salir y verificando que ninguno este herido. Tu no te muevas o el vendado no servirá de nada.

—Gracias por salvarnos, hombre araña —murmura sintiendo el cansancio en su cuerpo, consecuencia de todas las emociones vividas hace unos momentos y por el gran dolor.

—No te atrevas a cerrar los ojos —ordena sosteniendo al chico por la cintura para seguidamente acostarlo sobre el suelo—. Eres una persona muy valiente y fuerte, así que no te rindas.

Pasaron alrededor de cinco minutos, Lucas se encontraba siendo atendido por los paramédicos quienes no dudaron un segundo para subir al chico en la ambulancia en estado de urgencia. Peter preocupado ayudo de igual manera siendo el encargado de llevarlo hasta la ambulancia colocándolo en la pequeña camilla.

—Me iré con el —menciona la mejor amiga del pelinegro. Las lágrimas salían de la pelirroja, temía por la salud de su mejor amigo—. Muchas gracias, Spiderman.

La ambulancia se puso en marcha dejando al arácnido fuera del restaurante y con una inmensa preocupación. Un pequeño flashback se reproduce en su mente cuando a unos metros de el MJ salió de la cafetería con una mirada llena de curiosidad.

Los tormentosos momentos del pasado no dejaban de atormentarlo, recordando los muchos errores y fracasos, recordando nuevamente el único propósito por el cual había ido a esa calle hace semanas y que talvez había perdido el tiempo buscando un motivo por el cual aquella brillante sonrisa lo había cautivado.

LUCAS ERA UNA PERSONA BASTANTE OPTIMISTA, estaba muy seguro de salir con bien de aquel accidente y a pesar de una difícil operación el unico obstáculo es que no iba poder caminar con facilidad en las próximas semanas.

—Eres un pedazo de tonto, Lucas —expresa la pelirroja golpeando el hombro del contrario—. Te a través asustarme de esa maldita forma y no te imaginas lo asustada que estuve estás horas.

—Estoy bien, rojita —sonrió tomando la mano de su mejor amiga—. Seguirás aguantandome por mucho tiempo mas.

Maddy retiró las lágrimas de sus mejillas soltando un suspiro, después de tranquilizarse se lanzó hacia el pelinegro rodeándolo en un cálido abrazo—Y espero sea así.

—¿Mamá y papá?¿Dónde están?

—Estan arreglando la situación con la policía, el robo y por intentar matarte —explica tomando asiento en una de las esquinas de la camilla—. Debido a la ayuda de Spiderman no lograron robarse nada del restaurante y ninguna persona salio herida a parte de ti.

—Le debemos mucho —suspira recordando el tono preocupante en el que le había hablado el arácnido, pero no se hizo ilusiones, simplemente era su deber en esos momentos y era una de las muchas personas que salvaba día tras día—. Cómo muestra de gratitud podemos ir al festival en su honor.

—Me parece una genial idea —apoya la pelirroja—. Usted jovencito tiene muchas cosas por contarme.

—¿De qué hablas?

—El guapo chico del restaurante y tu. Los ví ese día, ambos estaban hablando animadamente y solamente diré que su risa es jodidamente sensual —habla soltando un suspiro cuando recordó aquel sonido.

—¡Maddy!

—Solo digo verdades.

—Se llama Peter Parker —informa soltando una boba sonrisa cuando recordó la grata sensación que siento al tomar su mano—. Lindo nombre, ¿no?

—Es lindo, por supuesto.

—¿Y tú cómo estás? Estaba muy asustado que no pude ni girar la mirada.

—Estoy perfectamente bien —sonrie—. No lograron hacerme nada gracias a Spiderman.

Después de una revisión médica Lucas fue obligado a quedarse al menos un día para evitar alguna infección o que su herida volviera abrirse.

Sabía perfectamente lo que sucedería después del incidente en el restaurante, sus padres jamás lo dejarían trabajar de nuevo pues no lo necesitaba y aún no era alguien con la mayoría de edad, tampoco lo dejarían porque era su único hijo del cual se preocupaban.

Lucas jamás regresaría al restaurante y por ende jamás volvería a ver al constante cliente quien últimamente vagaba por su mente.

mucho sin actualizar por aquí)):
mi bebé Lucas ya no trabajará en el restaurante, quien volverá a elegir los postres de Peter)):.
los amo y solo queda decirles que esto está empezando (: