,, ·˚  ˏˋ ˗↳CAPITULO.-O1.

the sadness after the mistake

QUEEN'S ESTABA YA EN ÉPOCAS NAVIDEÑAS Y después de borrarle la memoria a todos y recuperar la ciudad las cosas habían vuelto a su total normalidad, bueno, eso había sido para las personas que no habían perdido todo por un error.

Peter trato de seguir su vida, había logrado adaptarse unas semana después de que el mundo lo olvidará, había logrado comprar un departamento lo demasiado acogedor para sentirse en casa, había conseguido un buen empleo pero siempre estaba ese horrible vacío dentro del arácnido.

Visitaba a su tía May varias veces al mes, le gustaba platicar con ella y contarle sobre su vida, alguna veces sin poder evitarlo terminaba llorando y lamentándose por su muerte.

—¡Hola Peter! —saluda Annette Bell, su sonriente vecina—. Las cosas no han estado muy fácil con la universidad, ¿Verdad?

Desde su llegada al edificio se había hecho amigo de los dos hermanos Bell, eran personas muy amables y en algunas ocasiones lo invitaban a cenar junto a ellos con la única condición de sonreír más y pasar un rato muy agradable.

—Los proyectos están siendo una enorme tortura pero nada fuera de este mundo —responde—. ¿Qué tal todo en su pastelería? Me daré el tiempo de probar ese famoso pie de limon del que siempre hablas.

—Supongo que es algo normal, ¿no? La universidad las primeras semanas son difíciles pero ya te acostumbrarás —dice invitando a pasar al castaño—. Y en cuanto a la pastelería Thomas está haciendo un total desastre, es demasiado curioso y le gusta experimentar con las mezclas de pasteles aunque no negare que algunas han quedado deliciosas.

—Thomas es muy creativo, de hecho hace unos días me enseñó unos increíbles moldes para galletas —habla Peter tomando la taza de café.

—Pero eso no evita recojer todo su desastre después de sus creaciones, es muy difícil quitar la miel —se queja la rubia dejando unas galletas frente al chico. Peter ríe por la escena infantil de la chica—. ¡No te burles, Peter Parker!

—¡Llegué hermosas personas! —saluda Thomas caminando directamente hasta el dúo—. Hola Peter, me da gusto tenerte aquí nuevamente.

—¿Cómo has estado, Thom?

—De maravilla —responde robando una galleta del recipiente—. Pero tú amigo mío me has decepcionado mucho. Prometiste acompañarnos a los videojuegos y nos dejaste plantados así que hoy mismo en la noche iremos.

—¿Tengo opciones?

—Ninguna, Parker —finaliza la rubia—. Ahora quiero ver tu reacción al probar mis nuevas galletas.

El arácnido sin oportunidad de oponerse llevo una de la muchas galletas hacia su boca, al principio no hubo reacción pero el exquisito sabor le hizo soltar un jadeo interno.

—Están deliciosas —confiesa tomando una más—. ¿De qué están hechas?

—Lo normal, pero lo especial es la jalea de frambuesa y el chocolate —explica Annette, colocando algunas en una bolsita—. Ahora llévate estás galletas y muchas gracias por tu sincera opinión.

—Nos vemos en la noche Peter —despidió Thomas acompañándolo hasta la puerta—. Y no olvides de ir a la pastelería y de visitarnos cuando quieras.

—Muchas gracias por las galletas —agradece entrando a su departamento.

Cuando las puertas de ambos departamentos son cerradas Peter no puede evitar pensar en lo solo y silencioso que era el suyo, aunque algunas veces dejaba de pensarlo cuando escuchaba las discusiones de los hermanos o la alegre música que ponían en las mañanas.

Cuando terminó de guardar las galletas se colocó su traje listo para cuidar de la ciudad y aunque sonara de lo más loco visitar de lo más lejos a su primer amigo y su ex novia Michelle Jones. Era muy cobarde por no cumplir su promesa, pero había pasado por muchas cosas que le era difícil posarse frente a ellos y contarles la verdad, una verdad muy loca.

En cuanto a su vida como Spiderman no había nada bueno, solo ladrones que detener. Todo se estaba volviendo muy rutinario, le asustaba el hecho de no cambiar aquella rutina y seguir amargandose y culpandose por el pasado. Tenía dieciocho años y lo había perdido todo.

Para las ocho de la noche se había alistado para su reunión con los hermanos Bell, quienes muy alegres guiaron al chico a la enorme plaza donde ingresaron al lugar solo de videojuegos.

—¡Es una norma injusticia! —exclama frustrado Thomas. El muchacho llevaba tiempo intentado atrapar un peluche en aquella máquina y después de varios intentos fallidos su paciencia llegó al límite—. Esa estúpida máquina me odia.

—Thomas, un juego no será el fin de tu vida —dice Annette bebiendo de su malteada—. Pero para tu mala suerte hermanito, tu hermosa hermana nunca se cansarán de recordarte que te ha ganado en un simple juego y ahora tiene cinco peluches más para su habitación.

—Tarada —masculla robando un sorbo de su bebida—. Eso fue por malvada.

—Déjenme intentarlo a mi —pide Peter ingresando las monedas y cuando la máquina comenzó a funcionar se preparó para tomar aquel peluche de Spiderman el cual su amigo tanto anhelaba.

—Te juro que si logras sacar ese peluche te amare el resto de mi vida, Peter —pronuncia el pelinegro—. Y hablo encerio.

Las cosas funcionaron a su favor, pues ahora un alegre muchacho caminaba con su peluche por toda la tienda.

—¿Quieren cenar algo? —pregunta el arácnido cuando pasaron frente a un restaurante de comida rápida—. Yo invito.

Los hermanos aceptaron y como agradecimiento ellos fueron a pedir la comida cuando Peter les entrego el efectivo. El castaño se perdió en un pensamientos que no sintió la presencia de alguien conocido a su lado.

—¡Hola Peter!

—Minho, cuánto tiempo ¿Cómo has estado, amigo?

—Regresar a Corea me hizo sentir mucho más alegre y visitar a mis padres fue la mejor opción que tome —informa sonriendo enormemente—. Pero la escuela ya no me permitió más días de vacaciones así que tuve que regresar.

—¿Cuando volviste?

—Hace tres días —responde sacando su celular para mostrar algunas fotografías—. Las tome en mi viaje y compré algunos dulces para ti mi amigo.

—No tenías porque hacerlo —expresa Peter muy agradecido por los regalos.

—No es molestia, me nació comprarlos. ¿Qué tal las cosas por aquí?¿Alguna pareja?

—Nada de relaciones por el momento, estoy concentrado en la universidad y en mi trabajo —dice soltando una pequeña risa por la mirada sorprendida de Minho—. Aún no tengo tiempo para las parejas.

—Ya verás que en momento menos inesperado tu persona indicada llegará. Me dió gusto verte Peter, tengo que irme porque solo he venido a comprar la cena.

—Igualmente, Minho —sonrió abrazando al peli-castaño—. Nos vemos en la escuela.

—Nos vamos unos minutos y ya nos está remplazando —habla Thomas colocando una mano en su pecho dramatizando la situación—. Me dueles Parker.

—Es un amigo de la universidad, acaba de regresar de su viaje —explica ayudando a destapar las cosas—. Espero algún día presentarlos con el, es una gran persona.

—Se nota, logramos escuchar tu risa hasta la fila de la barra —rie Annette dándole una mordida a su hamburguesa.

—Debieron hacer una orden de puros nuggets en su menu, ¡Por dios, son la cosa más deliciosa de este restaurante! —exclama Thomas.

—Estoy de acuerdo contigo —apoya Peter robando uno de sus nuggets.

—¡Óyeme, es mi nugget!

Sin duda había perdido muchas cosas pero la vida se había encargado de enviarle personas muy alegres con las cuales nunca se sentía triste pues siempre le hacían mantener una sonrisa.

los hermanos Bell son las personas más bellas y chistosas, los amo mucho. y mi querido Minho está tan amable y sonriente.
bueno este es el primer capítulo y les doy las gracias por apoyarme, los amo 💞