-¡Encontré algo!-grité eufórica para luego correr hacia una de las mesas y dejar el libro en medio, los tres hombres se acomodaron en torno a mi.

-¿Qué encontraste, amor?-preguntó Peter.

-es una trampa para atrapar daevas, pero creo que servirá-expliqué.

-pero la sombra no es una daeva-replicó Peter.

-yo creo que sí-suspiré tomando su mano-sólo piensalo, las daevas son demonios invisibles bueno no del todo lo único que puedes ver es su sombra, son brutales y sanguinarios, controlados por otros demonios en muchos casos-tomé aire ya que hable demasiado rápido gracias a la ansiedad-y son sensibles a la luz.

-no es un demonio porque... no puede ser posible-negó con la cabeza-él fue mi padre, es su sombra-admitió.

-Peter...-rodeé la mesa y lo abracé acariciando lentamente su cabello-¿Por qué no me lo dijiste?

-se me pasó-murmuró.

-bueno fue una buena investigación, aunque muchas veces cuando el alma de una persona fallecida queda en la tierra vagando durante mucho tiempo, tienden a volverse hostiles y se transforman en demonios-informó Dean.

-bien, entonces tenemos como atraparlo para ponerle el collar, pero nos falta saber como destruirlo.-comentó Sam.

-el fuego-Peter contestó separándose un poco de mí-pero necesitamos conternerlo sino se nos hará difícil ya que cuando abandone el cuerpo de mi hermano será una sombra de nuevo.

-no tenemos la caja de pandora-recordé .

-podemos hacer una caja con escrituras que lo contengan-sugirió el mayor.

-no, ya hice eso una vez no cometeré el mismo error dos veces-dijo Peter en desacuerdo.

-quizás si haya una manera de atrapar a la sombra sin la caja de pandora-dije pensativa-recuerdo que en el libro de cuentos que tiene mi hijo Andrew dice que Bealfire... no importa, el punto es que podemos usar un coco.

-¡Te amo!-Peter besó mi mejilla con efusividad.

-entonces ya podríamos empezar a rastrear a la sombra-Sam tomó su computadora y se sentó.

-no es necesario-lo detuvo Peter-está en Davenport Iowa.

-esta bien, entonces mañana saldremos para allá-dijo Dean

...

Pasadas las diez ya habíamos cenado y ahora estábamos acostados en la cama de la habitación que Sam nos dió.

-¿Peter?

-¿Qué pasa amor?

-no puedo dormir-me giré para poder verlo-estoy nerviosa.

-no te preocupes todo va a salir bien-acarició mi mejilla con su pulgar.

-eres como un ángel, Peter-ahora fui yo quién acarició su mejilla.

-¿Con cuernos y tridente?-golpeé su hombro.

-obvio no-sonreí-un ángel caído del cielo que ha llegado a mi vida para salvarme de mis demonios.

-¿Cuáles demonios?-levantó su ceja izquierda.

-que no los conozcas no significa que no estén-guiñé un ojo.

-a este demonio lo has iluminado con tus alas de ángel, le hiciste ver que el poder no lo es todo.

-¿Te puedo preguntar algo?

-ya sabes que sí-casi puedo jurar que sonrió.

-¿Qué significa Fauvette?

-¿por qué quieres saber? ¿Estás celosa?-preguntó con tono de burla.

-no, sólo es curiosidad-me encogí de hombros.

-reinita-murmuró.

-¡Que ternura!-exclamé-¿Por qué se lo pusiste?

-estábamos viendo La Bella y La Bestia y Alice me preguntó si sabía alguna palabra en francés-suspiró-recordando me di cuenta que si, le pregunté si le gustaba el apodo, le gustó y se quedó.

-¿Cómo es que sabes esa palabra en francés?-levanté mi ceja.

-no, no es lo que crees-se defendió-Alice es la única en tener ese apodo, no lo usé para otra mujer.

-te creo.

-¿Por qué no intentamos dormir un poco? Mañana será un día largo.

Al día siguiente salimos hacia Iowa en nuestros autos, llegamos bastante rápido por lo que para estar más cómodos nos instalamos en una habitación de motel.

-bien, lo primero por hacer es buscar casos para saber en que anda el monstruo, quiero decir la sombra-se retractó el hermano mayor de Sam.

-si, ya lo hice-Sam se adelantó-dos de nosotros debe ir a la morgue y los otros a hablar con la viuda.

-¿Pues de que iba el caso?-pregunté.

-un hombre que por lo que pude informarme era un mal viviente, ya saben, mucho alcochol, apuestas y un timador de primera, lo encontraron muerto pero no saben de qué, nada parecía estar dañado-explicó-fue muerte súbita según los de la morgue.

-si podemos llegar hasta él podré ver si le falta la sombra, si es así es porque el está cerca-dijo Peter un poco desanimado.

-si bueno, necesitamos un par de cosas para ustedes-dijo Dean tomando las llaves de su auto.

Un par se horas después ya teníamos trajes y placas falsas del FBI.

-esto debe ser ilegal-comenté mirando mi placa por última vez mientras entrabamos al cuarto de motel.

-es bastante ilegal, pero si lo hacen bien nadie lo notará-respondió Dean.

-será mejor que nos vayamos arreglando-dijo Sam levantándose de la mesa en la que había estado previamente con su computadora.

Así cuando estuvimos todos listos nos divimos, Peter y yo a la morgue y Sam con Dean a la casa de la viuda.
Al llegar al lugar, entramos directo a la administración, dónde había una mujer entrada en los sesenta y tantos atendiendo el teléfono y la computadora.

-buenos dias-habló Peter-somos los agentes Clark y McQueen del FBI y venimos a ver el cuerpo del señor Daniels.-mostramos nuestras placas

-por aquí-la señora se levantó y nos guió por un pasillo largo con las puertas y paredes blancas, hacia demasiado frío aquí tal como en las películas de terror.
Abrió la última puerta dejando ver a un hombre tras el escritorio y más atrás una camilla de metal en dónde descansaba un cuerpo que supuse era el del señor Daniels.

-bueno días-nos saludó el médico forense-vienen a ver el cuerpo, supongo-se levantó y se acercó a la camilla lo que nos indicó que nosotros debíamos acercarnos también.

-¡Buenos días! -saludamos a coro.

-si doctor,está en lo correcto venimos por el cuerpo. -dijo Peter.

-bueno, no puedo decir mucho pero este hombre sufrió muerte súbita-empezó-lo que es muy raro es que no haya sido por exceso de alcohol, se nota que era un adicto gracias al daño en su hígado.

-¿Podría dejarnos a solas un momento?-preguntó Peter.

-por supuesto-en cuanto salió observé a mi marido.

-¿Vas a decirme que te pasa?-me crucé de brazos, el creía que no lo notaría pero se equivocó pues se que algo le pasa y ha estado muy distante desde que Sam nos contó de la supuesta víctima de la sombra.

-no me pasa nada, estoy bien-suspiró-ahora ayudame a... no me mires así-lo cierto es que lo estaba escudriñando con la mirada, sabía que algo pasaba y él también sabía eso.

-Peter soy tu esposa, tu compañera de vida ¿Por qué no quieres decirme?

-la sombra tiene un patrón, va tras hombres como yo-fruncí el ceño-ya sabes lo que llevan una mala vida-suavise mis gestos, entendiendo.

-Peter, eso ya es pasado no te mortifiques-tomé su mano-estas viviendo el ahora como si fuera una nueva oportunidad para cambiar aquello que hiciste mal, y lo estás haciendo bien.-acorté la distancia uniendo nuestros labios en un beso.

-hagamos esto-sonrió.

-me gusta cuando sonríes-admití-hace que tus ojos brillen como dos estrellas fugaces.

-dame la mano-estiró la suya en mi dirección así que sin dudarlo entrelacé nuestros dedos-necesito que todo nuestro amor se manifieste por medio de magia, así podre saber si tiene sombra.
Asentí cerrando mis ojos y dando todo de mi para que surja un poco un magia entre los dos