Narra Sophie:

Alquilamos un auto y emprendimos viaje hacia Lebanon Kansas, nos íbamos turnando unas horas él y otras yo.

-¿Te parece pasar por una estación de servicio? Es que tengo hambre-aceleré un poco, ya que yo iba conduciendo.

-claro-cerró los ojos intentando descansar, prendí la radio dejando una emisora cualquiera.

"I was her she was me
We were one we were free
And if there's somebody calling me on
She's the one
If there's somebody calling me on
She's the one.
(Yo era ella, ella era yo
Nosotros éramos unos que éramos libres
Y si hay alguien llamándome
Ella es la única
Si hay alguien llamándome
Ella es la única)

We were young we were wrong
We were fine all along
If there's somebody calling me on
She's the one
(Éramos jóvenes estábamos equivocados
Estábamos bien en todo momento
Si hay alguien llamándome
Ella es la única)

When you get to where you wanna go
And you know the things you wanna know
You're smiling
When you said what you wanna say
And you know the way you wanna play, yeah
You'll be so high you'll be flying "

(Cuando llegas a donde quieres ir
Y sabes las cosas que quieres saber
Estás sonriendo
Cuando dijiste lo que quieres decir
Y sabes la manera que quieres jugar, si
Estarás muy alto, estarás volando)

Escuché una pequeña risa de parte de Peter, rodeé mis ojos sonriendo como boba sin poder evitarlo.

-¿Por qué te ríes?

-es gracioso ¿Sabés?-sentí su mirada en mi-nos describe muy bien, más a ti que a mí pero... tu sabes-apoyó su mano en mi pierna-te amo y quiero que tú y mi hija sean las únicas que me llamen.

-¿Y qué hay de tus hijos?-levanté una de mis cejas girando mirándolo de reojo.

-ellos te llamarán a ti-dijo obvio.

-Peter...

-dime.

-¿Qué pasó en la isla antes de que me alejarás de ti?-quisé saber, pues lo había pensado pero no tuve oportunidad de preguntárselo.

-me enteré que toda mi vida fue una mentira, Malcolm vivió una mentira-negó con la cabeza mirando el paisaje.

-¿Quieres contarme?-estiré mi mano a tientas y la apoyé en su mejilla haciendole una pequeña caricia antes de tomar la palanca de cambio.

-para empezar el ebrio que me vendió al carpintero no es mi padre-suspiró-mi... mi madre era un hada y se enamoró de un mortal, huyó con él y poco después nos tuvo, pero como las hadas los buscaban por procrear dos abominaciones nos dejaron con otras personas. Ellos murieron al regresar a Neverland por una emboscada.

-lo siento tanto amor, no me imagino como debes sentir.-suspiré.

-la verdad y por muy raro que parezca no me siento mal, quizás porque gran parte de mi vida ya pasó y cuando pudo significar algo no lo sabía-respondió sin darle mucha importancia al asunto.

-¿Qué más pasó?-conocía a mi marido lo suficientemente bien como para saber que había algo más.

-bueno mi madre me dejó una carta, ella quería que a pesar de mi destino fuera feliz-sonrió-pero lo que no sabe es que más allá de todo lo que pasé contigo, finalmente soy feliz y todo gracias a ti amor.

Ya era de noche cuando decidimos parar en una gasolinera, apagué el motor y me giré para preguntarle a Peter si quería algo en especial, pero como lo encontré profundamente dormido decidí no molestarlo.
Regresé al auto a los cinco minutos con una bolsa llena de comida y cosas que podían sernos útil. Pretendía seguir conduciendo pero el sueño comenzó a ganarme, por lo que comi y me acomodé en mi asiento para descansar.
Di vueltas sin parar hasta que se me ocurrió algo, me moví ágilmente hasta estar acurrucada contra el pecho de Peter admirandolo  no pudiendo evitar pensar que se veía como un ángel que cayó del cielo para hacerme feliz. Con la yema de los dedos y muy suavemente acaricié su mejilla sintiendo bajo mi tacto su tersa piel y el escaso crecimiento de bello facial en el filo de su mandíbula, repasé las pequeñas marcas en su piel, quizás cicatrices de alguna enfermedad o de guerra, daba igual porque estas pequeñas cosas eran las que lo hacían él como ese pequeño lunar cerca de su mandíbula.

-¿Amor?-balbuceó medio dormido.

-lo siento, no quise despertarte.

-¿Estás bien?-pasó sus brazos por mi cintura abrazandome-¿Y estabas acarciandome el rostro?

-bueno que puedo decirte, sin duda eres perfecto y quería asegurarme que fueras real y no un sueño del que no he despertado.

- no soy perfecto, me falta mucho.-dijo un poco desanimado.

-Ante mis ojos no veo nada que te haga imperfecto.

-fui un monstruo, mi pasado es lamentable y aún no he podido salvar a Alice y a Robbie.

-No debí decir que eras un monstruo, aún si lo fuiste, tuviste tu razón.

-No, no hay una razón ni debería haberla, el ser un monstruo es una elección-suspiró-una elección de la cual me arrepiento.

-¿Ves?, Eres perfecto Peter. Has sabido darte cuenta de tus errores y déjame decirte no mucha gente es capaz de eso.

-no sé como es que me tocó tan maravillosa mujer-sonrió bajando un poco el rostro uniendo nuestros labios en un pequeño beso.

-Peter ¿Crees que he perdido la cabeza?-pregunté rompiendo el beso.

-temo que sí, te has vuelto loca pero te diré un secreto, las mejores personas lo están-respondió dando pequeñas caricias en la parte baja de mi espalda.

-¿Alicia en el país de las maravillas otra vez?-levanté una ceja sin poder creerlo-enserio tiene un problema, deberías dejar de verla con Alice.

-no puedo,creo que estoy loco pero si la locura es felicidad entonces ¡Me declaro loco! -arrugó la nariz al caer en la realidad del asunto-¡uy! creo que tengo un problema.

-uno grave-reí.

-¡Ahí está!-murmuró.

-¿Qué?

-el sonido más hermoso que he escuchado-fruncí el ceño sin entender-tu risa.

-te amo-lo besé tiernamente.

-¿Qué es lo que más te gusta de mi?
-¿En lo físico o lo sentimental?-pasé mis manos por debajo de su remera acariciando su abdomen suavemente.

-en lo físico, quedo claro que es lo que te gusta de mi en lo interior.

-tus ojos y obviamente también tus cejas-levantó una a propósito.

-¿Te parece si intentamos volver a dormir?-propuso.

-no puedo, me siento terrible por lo que pasó en la fábrica, lo que te dije fue muy duro para mi.-admití finalmente.

-no te comas la cabeza con eso, ya pasó y te he perdonado aún sino tuviste la culpa.

-Peter casi te convencí de esas mentiras y no puedo creer que en verdad pienses que podría decirte algo semejante-unas lágrimas rodaron por mi mejilla-me he enamorado de ti siendo tú, Peter Pan y no lo cambiaría por nada aún si tuviera la oportunidad porque a pesar de tu pasado y tus decisiones, lograste enamorarme.

-eso ya lo sé, amor-subió sus manos hasta mis mejillas y limpió todo rastro de lágrimas.-te perdono-besó mi frente-ahora intenta dormir un poco.
Le hice caso, cerrando mis ojos y cayendo de a poco en el mundo de Morfeo.