Narra Peter:

Miré a mi alrededor, me encontraba en lo que parecía Neverland, sólo que estaba muy cambiado, apenas lo reconocí.

-Iván he tomado una decisión-volteé encontrándome con una pareja, que de hecho se parecían mucho a mí.

-¿Estás segura?, porque cuando dejemos Neverland ya no podrás volver.

-no me importa en tanto tú estes conmigo y mi hijo.-apoyó una mano en su vientre.

-¿Estás embarazada?-se sorprendió.

-sé que es peligroso, pero quiero tenerlo-suspiró-tendré que protegerlo, pues las cruzas entre hadas y seres no mágicos son consideradas abominación.

-lo siento mucho.

-no lo sientas, yo estoy más que feliz con este hermoso regalito-acarició su vientre.

El escenario cambió bruscamente, ahora estábamos en la aldea en la crecí, mi madre volvió a aparecer sólo que esta vez, estaba acompañada por un bebé recién nacido.
Llegó a una pequeña y acojedora casa, tocó la puerta y de ahí salió ese hombre que odié toda mi vida por venderme a un carpintero para poder beber su peso en alcohol, junto a él estaba su mujer, la pobre falleció tiempo después por una enfermedad.

-¿Sí?-preguntó.

-soy Stephanie -se presentó-supe que desean tener un hijo y como no puedo cuidar al mío, quería darle la oportunidad a ustedes ¿Qué dicen?

-la mujer miró a su esposo unos segundos-nos gustaría-aceptó.

-su nombre es Malcolm-observó al bebé en sus brazos con adoración-¿No les molesta que me despida de él, ¿Verdad?

-por supuesto que no-la mujer empujó al hombre dentro de la casa para que mi madre tuviera privacidad.

-mi querido Malcolm-acarició su mejilla-te amo y espero que algún día puedas perdonarme, mi pequeño Peter Pan.-besó la frente de su hijo y llamó a la pareja-bueno, aquí tiene.-se limpió unas lágrimas-espero puedan cuidarlo bien y... ¿Podrían darle está carta?

-¡Claro!-el hombre la tomó.

-¿Quieres que se la demos en un momento en específico?

-cuando sea mayor de edad.-suspiró-adiós Malcolm, hasta luego señor y señora Ward.

Al regresar a la isla con mi padre los emboscaron tal y como dijo sombra.
Regresé al presente encontrándome mi familia en la playa.

-¿Peter?-escuché la vos de Sophie, me giré a verla-¿Estás bien?-me fijé que los niños perdidos ya no estaban y eso llamó mi atención.

-fue sólo una distracción para que pudiera hablar contigo-dijo sombra leyendo mis pensamientos.

-la carta, ¿Dónde está?-fue lo primero que le pregunté.

-¿No vas a decirme que tenía razón?-levantó una ceja y luego suspiró al ver que no le respondí-la tengo yo.

-dámela-ordené.

-sólo si aceptas quedarte aquí para siempre-sonrió con amargura.

- "Sophie, vuelvan al barco"-me comuniqué con mi esposa por medio de la mente.

- "¿Estás loco?, no te dejaré sólo con él"

- "por favor, en cuánto pueda llegar hasta Alice, te la llevaré y se irán de aquí"-le expliqué mi plan.

- "¿Te quedarás sin decirme lo que pasó?"-preguntó en un tono de reproche.

- Lo pensaré, sólo dame esta noche-finalmente tomé una decisión.

-sólo esta noche, te quiero aquí a las seis en punto de la mañana.

-¡Hecho!

-nos vemos-desapareció.

Narra Sophie:

-¿Estás loco?-chillé enojada mientras me acercaba a Peter.

-escucha, es la única manera de que nos devuelva a Alice-tomó mi mano entrelazando nuestros dedos y con la otra acarició mi mejilla intentando tranquilizarme.-y luego volverás con Andrew y Christopher a Storybrooke.

-no me iré de aquí sin ti, Peter Pan-solté nuestro agarré para poder tomar su rostro con mis manos-no quiero volver a separarme de ti, te lo dije aquella vez en el bosque y te lo diré ahora de nuevo "mi amor por ti es infinito, no creas ni por un segundo que voy a dejarte porque no lo haré"

-te prometo que nos volveremos a ver , sólo hazme este favor-suplicó apoyando su frente contra la mía-te amo Sophie pero tengo que sacar a Alice de aquí y además necesito saber sobre mi pasado.-murmuró sobre mis labios.

-te quedarás aquí para siempre-las lágrimas se hicieron presente.

-a veces para siempre es sólo un segundo.-acarició mi mejilla quitando todo rastro de lágrimas.

-eso es de Alicia en el país de las maravillas-sonreí débilmente.

-no llores por mí, estaré aquí y cuando me necesites solo debes creer en la magia-besó mi mejilla.

-pasa conmigo esta noche-supliqué.

-lo haré-lo abracé sin poder contenerme, no quería dejarlo ir.

...

Estábamos acostados en nuestra cama sin poder conciliar al sueño, no quería que el tiempo pasará y es irónico teniendo en cuenta que aquí el tiempo no pasa.

-¿Estás despierta?-preguntó Peter en un murmullo.

-sí, no puedo pegar el ojo-me giré para poder abrazarlo, bajó la cabeza y besó mis labios.

-se mía-se puso sobre mi.

-¿Qué?

-se mía-repitió en mi oído lentamente para luego dejar un suave beso en mi cuello erizandome la piel.

-ya soy tuya Peter- sonreí y subí mis manos acariciando su cabello.
Besó mis labios apasionadamente pasando sus cálidas manos por debajo de mi remera.

-Te amo y lo haré hasta que las estrellas dejen de brillar.

-te amo sin principio ni final-respondí entre besos.

-y es nuestro gran amor lo que nunca morirá.

Esa noche demostramos por última vez en mucho tiempo el amor que sentiamos el uno por el otro.

-es hora-Peter tomó mis manos y me miró a los ojos-¿Conoces ese lugar entre el sueño y el despertar, el lugar donde todavía puedes recordar los sueños? Ahí es donde siempre te amaré, donde te estaré esperando.

-dejaré mi ventana abierta, por favor ve a rescatarme.-acaricié su mejilla.-adiós Peter-besé sus labios por última vez y fui separando nuestras manos.

-¡Espera!-me detuvo-nunca digas adiós, porque decir adiós significa irse lejos e irse lejos significa olvidar.

-no voy a olvidarte Nunca Jamás-lo abracé fuerte antes de separarnos y ver como Peter se iba alejando de mi hasta desaparecer entre los árboles.

-Vamos, hija-mamá tomó mi mano tirando de mi de nuevo al bote que nos llevaría al barco.