Cap 16 "Sirena"
Narra Sophie:
Ni bien llegamos al barco, nos reunimos para hablar sobre lo que haríamos al llegar a Neverland, pues debíamos tener un plan si queríamos que el rescate tuviera éxito.
-entonces atraparemos a Robbie y le pondremos el collar-propuso mi padre.
-¿Con qué lo atraparemos Capitán genio?-preguntó Peter.
-no lo sé, esperaba que tu me ayudarás en esa parte-se encogió de hombros mientras jugaba con su garfio.
-¿Quizás una cárcel mágica?-esta vez fue mi abuelo.
-¡Qué idea mas estúpida!-exclamó mi progenitor.
-¿Y lo tuyo fue inteligente?
-esperen, no se empiecen a pelear-se interpuso mi abuela.
-de hecho es una buena idea, bueno no usaremos una cárcel como tal-dijo Peter sorprendiendonos-será un cepo mágico.
-¿Tienes uno en Neverland?-pregunté sorprendida.
-de algún u otro modo debo castigar a los niños ¿No?
-eso es tortura-dijo mi madre.
Peter iba a decir algo cuando la nave fue bruscamente movida de un lado a otro provocando que cayéramos al suelo ante la perdida del equilibrio.
-¡Mamá!-me giré encontrando a Andy tratando de llegar hasta dónde yo estaba sin caerse, pero no pudo por mucho y quedó sentado a mi lado,lo abracé de forma protectora mientras veíamos a Peter acercarse a estribor para poder ver que estaba provocando semejante movimiento en el barco.
-¡Maldición!-lo oímos gritar furioso para luego voltear a vernos-sirenas.
-¿Cómo rayos llegaron aquí?-preguntó mi hijo.
-verás Andy, las sirenas pueden traspasar mundos a través del mar-explicó mi madre.
De repente todo quedó en calma y al girarnos hacia dónde estaba Peter lo vimos levantar una sirena con magia por los aires y dejarla en el piso esposada con sogas no muy lejos de nosotros.
Nos paramos acercándonos al ojiverde para poner mas distancia entre la criatura y nosotros
-¿Quién las mandó?-preguntó mi padre con tono amenazante parándose detrás de ella.
-no les diré nada-siseó.
-vas a hablar si no quieres terminar carbonizada-advirtió Peter, asintiendo con la cabeza en dirección al Capitán para que la incentivará a darnos información.
No dijo nada por lo tanto mi padre pasó su garfio por el cuello de la sirena dejándole un pequeño corte, tras dar un gemido de dolor conectó su mirada con alguien a mi derecha, maldije al darme cuenta de que era Andy, al verlo lo noté embobado mientras observaba sin ningún escrúpulo a nuestra prisionera, la cual comenzó a chillar en un tono muy agudo.
-¡Tapensen los oídos!-gritó Peter, todos hicimos caso excepto Andy quién entró en un especie de transe y se fue directo a su padre, pero antes de que lo tocará Peter logró dormirlo y callar a la sirena.
...
Ni bien Peter acostó a Andy en su cama me senté a su lado contemplando y así dándome cuenta de que ya no era ese niño que se apareció en la biblioteca dónde trabajaba hace seis años,ese pequeño que enterneció mi corazón y me dió la oportunidad de volver a ser su madre.
-él va a estar bien, sólo esta dormido-dijo Peter desde la puerta, mientras me observaba acariciar el cabello de nuestro hijo.
-lo sé.
-¿Algo te molesta?-se acercó.
-no puedo creer que ese pez haya manipulado a mi bebé para que nos hiciera daño-acaricié la mejilla de Andy, escuché una pequeña risa de parte de mi esposo.
-tranquila, sufrirá por hacer eso-me aseguró.
-Andy cada vez está mas grande y cuando me quiera dar cuenta ya se habrá ido a formar su nueva vida como adulto-una lágrima bajó por mi mejilla y para mi desgracia Peter lo notó, tomó mi mano y tiró logrando que me pusiera de pie y así abrazarme.
-sólo tiene doce años, aún le falta mucho-murmuró-además tenemos a Alice.
-Peter...
-vamos, aún debemos hacer hablar a la sirena, luego seguimos esta conversación en la cama-besó mi frente.
Antes de irnos me aseguré que Andy estuviera bien tapado y de paso besé su frente.
-estás muy sensible últimamente-comentó Peter cuando estábamos subiendo a cubierta-me hace acordar a cuando estabas embarazada de Alice.
Paré en seco llamando la atención de Peter quién se volteó a verme con una ceja alzada sin entender a que se debía mi reacción. La verdad es que había una gran posibilidad de que esa sea la razón de mi, últimamente, malestar.
-¿Estás bien?-preguntó al notarme ida.
-si-murmuré llegando a su lado para seguir el camino hasta dónde estaban los demás con la sirena.
-este es el trato sirenita-habló Peter poniéndose de cuclillas frente a ella-tú respondes las preguntas y yo te devuelvo tus poderes-alzó un pequeño frasco de color turquesa-¿Tenemos un trato?-la criatura asintió.
-Pan-murmuró molesta.
-¿Qué?-preguntó mi esposo.
-Pan-dijo más fuerte-él nos mandó.
-¿Qué es lo que quiere?
-atrasarlos, la sombra sabe que tienen una forma de derrotarla-explicó.
-¿Pero sabe qué es?-pregunté.
-no.
-bien-Peter miró a mi padre quién asintió muy serio-mi suegro tiene cosas pendientes contigo, las haría yo pero no quiero marcharme las manos.
-¿Pero tu dijiste...? ¿Por qué? Hice lo que acordamos-la sirena pasó de estar enfadada a asustada en un minuto.
-manipulaste a mi hijo para que me atacará-le recordó-eso es algo que no tolero y no perdonaré.
El Capitán se llevó a la sirena quién no paraba de suplicar que la perdonarán, se resignó cuando nadie le prestó atención.
-ya es tarde, vamos a dormir-Peter me abrazó llevándome con el a nuestro camarote.
...
Pasé la mitad de la noche sin poder pegar el ojo, la posibilidad de estar esperando mi tercer hijo no dejaba que consiliara el sueño, me resigné saliendo de la cama con mucho cuidado para evitar que Peter se despertará y me metí en el baño con mi cartera, le había puesto un hechizo antes de venir para que pudiera obtener todo lo que necesitaba, pensé en un test de embarazo y este apareció en mi mano.
Hice todo siguiendo la instrucciones y sólo restaba esperar, me senté en el inodoro pasando las manos por mi rostro, el sueño me estaba atacando aunque había algo que me preocupaba y era que el test diera positivo, no podría decirle a Peter porque entonces no me dejaría pelear contra la sombra.
Los minutos pasaron y el test ya podía estar listo, me levanté lentamente y me acerqué al lavamanos, tomé la prueba, dos rayitas rojas.
-¿Amor, estás bien?-maldije en mi interior, Peter se había despertado, en medio de la desesperación busqué un lugar en donde esconder el test, ya listo lavé mis manos y abrí la puerta poniendo mi mejor sonrisa.
-si, sólo... no importa ¿Recién te despertaste?-no pude evitar enternecerme al verlo todo despeinado y haciendo un esfuerzo sobre humano para mantener los ojos abiertos.
-si, es que no te sentí, me preocupé-acarició torpemente mi mejilla-vamos a dormir.
Nos acostamos y en automático Peter rodeó mi cintura desde atrás pegandome a su pecho.
-buenas noches-murmuré cerrando mis ojos.
-buenas noches, Ángel-respondió para luego soltar unos ronquidos casi inaudibles.
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