Narra Peter:
Tomé a Alice en mis brazos y ya llevé a su cabaña, la pequeña había caído exhausta luego de haber jugado un buen rato con los niños perdidos. Algo que llamaba mi atención es el no haber visto a mi hermano.
Antes de irme de la pequeña habitación, hice aparecer un collar que tenía por dije una estrella con una "A" grabada, la misma tenía el poder para controlar sus poderes.

Besé su frente.

-descansa, bebé-murmuré-te amo.

-¡Aww!, casi lloró-volteé encontrando a Robbie haciendo un puchero mientras se limpiaba una lágrima imaginaría-¿Enserio creías que podrías aparecerte sin que me enterará?

-sólo vine por mi hija, ya me iba-intenté ser pacífico, no me apetecía pelear ahora aunque la ganas estaban.

-no te irás así de fácil-miró a Alice por sobre mi hombro-quizás deba hacerle algo para que aprendas.

-tocala y no vivirás para contarlo, sombra-lo miré fijo a los ojos esos que eran idénticos a los míos.

-así que... lo sabes.

-por supuesto que sí, mi hermano no dañaría a su familia, pero a ti no te importaría porque nunca tuviste una familia.-toqué su punto débil.

-¿Y tú si? ¿Quieres que te recuerde como eras cuando llegaste aquí?-levantó una ceja cruzándose de brazos.

-sé muy bien lo que tenía y sé lo que tengo y planeo proteger a mi familia así tenga que dar mi vida-admití.

-eso lo veremos-murmuró-de todas formas ¿Por qué te has ido? ¿Tiene que ver con tu hermanito?

-no tiene que ver contigo, el mundo no gira a tu alrededor.-no iba a decirle la verdad, la sombra suele ser muy astuta es preferible decirle lo menos posible.

-¡Qué curioso!, una sirena me ha dicho que vio a Sophie y a tu hijo en Atlantis ¿Te suena?

-mmm no, no estaba enterado-fingí demencia, de repente fui derribado con magia

-¿Me crees idiota?-preguntó apretandome el cuello sin tocarme, me estaba quedando sin aire, negué. Me soltó y empecé a toser por la falta de aire-a la próxima aprende a mentir-salió de la cabaña.

Me pare con algo de dificultad y observé a Alice una última vez antes de ir de regreso al calabera, no sin antes hablar con Félix y Edward sobre el collar que le había dejado a mi hija.

Narra Sophie:

A la mañana siguiente al despertarme noté que Peter no había regresado, así que me puse la ropa interior y me metí al baño dónde me di una larga ducha, cuando sali me vestí y decidí ir a ver a mi hijo a su camarote.

Estaba durmiendo aún, tapado hasta el cuello, su ceño estaba ligeramente fruncido y sus labios formando una mueca de disgusto, cuando estuve a su lado noté sudor en su frente, sus mejillas estaban rojas lo que me daba una señal de que algo no iba bien.

-¿Andy?-murmuré.

-ma-má-su vos estaba ronca-no me... no me siento bi-bien.-no abrió los ojos ni se movió, apoyé una mano en su frente, estaba ardiendo.

-ya vengo ¿Sí?-el  sólo asintió.

Fui hasta la cocina, busqué hielo y agua, lo puse todo junto para luego ir de nuevo al camarote de mi hijo, me senté a su lado apareciendo una bandana en mis manos, la sumergí en el bowl, la escurrí y la puse en la frente del pequeño para bajarle la fiebre.

-¿Sophie?-escuché una vos muy familiar, me voltee encontrando a un cansado Peter-¿Qué pasó?

-Andy está enfermo-explique-tiene fiebre.

-se va a recuperar, debe haberse resfriado-se sentó a mi lado-¿Vas a decirme lo que pasó en Atlantis?

-no está allí la piedra, creo que podría estar con alguien llamada Kida.

-debemos ir al bosque encantado.

-¿Y a ti como te fue?-lo miré de reojo mientras seguía aplicándole frío a mi hijo.

-bien, Alice está desarollando los poderes de Neverland, ella es la única además de mí que podrá gobernar la isla.

-la extraño-murmuré.

-ya estamos a nada de terminar con esto, solo aguanta un poco más ¿Sí?-acarició mi mejilla con su pulgar, asentí tomandole de nuevo la temperatura a mi hijo, ya estaba normal.

-¿Se le ha bajado la fiebre?

-Sí, ¿Irás a dormir?-realmente parecía exhausto.

-no hay tiempo para eso, tenemos un viaje que hacer.

-vamos a nuestro camarote así Andrew puede descansar-sugerí.

Llegamos a la habitación y Peter fue directo a la ducha yo me quedé a esperarlo en la cama.
Salió con una toalla rodeando su cadera y el pelo húmedo y revuelto.

-estoy empezando a creer seriamente que tu quieres matarme-dije observándolo de pies a cabeza.

-¿Cómo piensas eso?-sonrió acostándose a mi lado.

-¿No te cambiarás?-él se miró antes de posar sus ojos en mi.

-no, me siento cómodo así ¿Por qué? ¿La incómodo, Señorita Pan?

-No, sólo me distraes y no quiero eso.

Tomó mi mano y me atrajo más cerca de él para luego subirse encima de mi sin aplastarme.

-¿Segura?-murmuró a mi oído.

-no me provoques Malcolm.

-odio que me llames así-dijo muy cerca de mis labios.

-lo sé-dije yo toda burlona-¿Vas a besarme o qué?

-iba a hacerlo hasta que decidiste llamarme así-se bajó de la cama para ponerse unos boxers y la parte de abajo de su vestimenta de niño perdido.

-¿Qué pasó en Neverland?-cambié de tema mientras me acomodaba para verlo.

-Alice-se sentó a mi lado-está desarollando los mismos poderes que los míos, lo que significa que es la única además de mí que puede gobernar la isla.

-¿Y que hay de Andrew? ¿Creí que él...?

-¿Podría liderar?-asentí-no, el tiene poderes muy parecidos a los tuyos, no le sirven para lo que requiere Neverland.

-¿Peter, iremos ahora al bosque encantado?

-sí, cuanto antes mejor. Me crucé con Robbie, ya sabe que estamos aquí y que algo buscamos y amenazó con lastimar a nuestra hija, no voy a permitirlo-se colocó la parte superior y las botas.

-pero Andy esta enfermo-repliqué.

-no le hará daño-se inclinó sobre mi y plantó un pequeño beso antes de salir del camarote, de seguro iba a hablar con mi padre.