[Presente]

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Para calmar a Vegas, Nop tuvo que llamar a Macau.

El joven Alpha no entendía que había pasado, ni porque su hermano estaba herido e histérico. Ver llorar a Vegas fue tan doloroso como extraño.

Inevitablemente la tristeza de Vegas derrumbó a Macau.

—Khun Macau. —Nop se acercó con el chico— ¿Sucede algo?

—¿Acaso no lo ves? —Macau se limpio las lágrimas—. Jamás había visto a mi hermano de esa manera. ¿Qué fue lo que sucedió?

Nop calló y bajo la mirada. Macau se molesto ante el silencio del guardaespaldas. Nadie le decía nada, nadie le daba explicaciones y su hermano estaba tan sumido en el dolor que se había olvidado de él.

¿Acaso fue su padre? El solo pensamiento molesto al más joven. Macau dejo escapar más lágrimas; odiaba a su padre, lo odiaba tanto.

Lo quería muerto.

—¡¿Dónde está?! —Los gritos de Vegas comenzaron a escucharse de nuevo. Macau, Nop y varios hombres entraron a la habitación del Theerapanyakul. Este arrojaba las cosas molesto, miraba por todos lados enloquecido.

Hasta que su mirada se encontró con Nop.

—¡Nop! ¡Tenemos que ir a buscarlo! —Vegas lo tomo de las solapas de la camisa— ¡Él no puede estar lejos!

Macau miro al guardaespaldas. Lo vio cerrar los ojos y después suspirar.

—Khun Vegas... —El Beta bajo la mirada resignado—, ya está con la primera familia.

Vegas cayó al suelo y nego repetidas veces. Susurraba cosas incoherentes, susurraba miles de disculpas y soltaba sollozos dolorosos.

— Perdóname... Por favor, perdón... —Vegas lloraba desconsolado—, regresa, regresa conmigo, no me dejes... Pete... Por favor, te lo suplico... Pete...

Macau se arrodilló y abrazo a su hermano.

El más joven pensó que Vegas moriría de la tristeza ahí mismo.