[Pasado]

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Solo una vez Kinn lo había besado. Había sido rápido, sin sentido, sin sentimientos.

Simplemente para probar un punto; su matrimonio muy probablemente iba a fracasar.

—Lo lamento. —Kinn retrocedió con cara de circunstancia—. Cruze la línea.

Pete sonrió mostrando sus hermosos hoyuelos encantando momentáneamente al Alpha y haciéndole sentir más miserable.

—No se preocupe, Khun Kinn. —El Omega trató de restarle importancia—. Me gustaría que mantengamos nuestra distancia hasta el matrimonio sino le molesta. Khun Korn dijo que tenemos que mantener las apariencias.

—Tienes razón. —El Alpha suspiro.

En esa época de sus vidas ambos se sentían tan desorientados y forzados. Pete no tenía mucho de mudarse a esa gran casa y Kinn tenía poco tiempo de estar comprometido con Pete. Ninguno de los dos sabía cómo actuar ni como seguir.

Estaban tan perdidos.

—Pete, me gustaría... —La voz de Kinn fue interrumpida por la entrada de su primo Vegas.

El Alpha de la segunda familia miró al guardaespaldas y a Kinn.

—¿El nuevo de esta semana? —Vegas sonrió déspota—. Vas muy rápido, primo.

Fue la primera impresión de Pete; Vegas Theerapanyakul un completo idiota. El Omega puso su mejor sonrisa y dejó que la hipocresía fluyera.

—Pete Phongsakorn, el nuevo guardaespaldas de la primera familia. —Kinn presentó.

Vegas sonrio amable, aunque Pete pudo saber por su aroma que era puro teatro. El hijo de Khun Kan tenía esa aura intimidante además de ese aroma agrio que trataba de ocultar pero que estaba presente.

Cuando Vegas se acercó a verlo como si fuera un juguete en exhibición, recordó el entrenamiento de Phi Chan y resguardo su aroma.

—¿Un Beta? —Vegas ladeo el rostro—. Pensé que la primera familia contrataba solamente Alphas.

—Siempre hay excepciones. —Kinn lo miro—. Sobre todo si son muy talentosos como Pete.

— ¿Él? —Vegas sonrió burlón—. It looks more like a puppy.

Pete sostuvo sus sonrisa; le haría tragar todas sus palabras a ese idiota.