La jugada de Kan
[Presente]
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Cuando Korn llegó a la residencia de la segunda familia, se sintió inevitablemente insultado. Pocas veces tuvo que salir de la comodidad de su casa para atender un asunto con Kan.
Se sintió rebajado.
—Vigilen el perímetro. Informenme cualquier anomalía. —Chan llegó hasta el Alpha de la primera familia—. No creo que sea buena idea que esté aquí.
—Seria peor no presentarme. —Korn sonrió fingiendo calma—. Kan jamás había solicitado mi presencia en su casa. Sería una grosería no asistir.
Chan se mantuvo estoico a su lado, vigilando a todos lados, atento a su intercomunicador.
—Gracias por tu presencia, hermano. —Kan de levantó de la gran mesa con una sonrisa calmada y no las grades y exageras que siempre solía poner. Vegas a su lado permanecía en silencio, mirando todos sus movimientos.
—Tío.
—Mucho tiempo sin verte, Vegas. —Korn tomo asiento y espero paciente por lo que sea que Kan lo haya citado. En tan solo segundos, el Alpha de la primera familia estudio el comportamiento del más joven en esa mesa; Vegas no mostraba ninguno de sus pensamientos, permanecía estoico, esperando al igual que él. Los ojos de Korn vagaron por el chico; quiso sonreír iracundo cuando vio la marca en el cuello de Vegas siendo mostrada con descaro.
—Kan...
—Es un placer tenerlos en esta su casa. —Kan extendió sus brazos y esa sonrisa extremadamente amable entro en escena.
Korn miro a varios de sus más importantes socios entrar al hogar de la segunda familia. Pudo sentir la mirada de Chan encima, buscando una explicación a todo este circo.
Pero Korn no lo sabía.
—Ahora que todo el mundo está aquí, iniciemos con las buenas noticias. —Kan le regaló una sonrisa a su hermano—. Vegas, por favor, hijo.
Su sobrino le regaló media sonrisa antes de levantarse y sonreír encantadoramente para el público.
—Se que son personas ocupadas, así que iré directo al grano. Me he enlazado. —Anuncio recibiendo las miradas de sorpresa de los ancianos—. La segunda familia tendrá próximamente una ceremonia de unión entre mi Omega y yo.
—Jamás me lo hubiera esperado. —Un hombre regordete rio siendo acompañado por Vegas.
—Felicidades. —Una mujer delgada y ojerosa mostró una sonrisa más sarcástica—. Aunque, para haber atrapado al querido hijo de Khun Kan, debe de ser sumamente especial.
Korn no decía nada, miraba como la reunión avanzaba mientras Chan se tensaba a su lado.
—Lo es. —Kan está vez tomo la palabra. Sus ojos de nuevo se toparon con Korn—. De hecho, es muy especial.
—Por favor —Un hombre de tez morena negó divertido ante sus divagaciones— ¿Nos dirás que es un Dominante?
—Precisamente. —Kan alzó si copa y bebió. Disfruto del rostro de todos en la mesa, del serio de su hermano—. Mi hijo se enlazo con uno de clase Dominante.
Los socios del lugar miraron sorprendidos a un contento Vegas. Las felicitaciones no se hicieron esperar y los consejos hipócritas tampoco.
—Vaya, hombre, es una gran noticia. —El hombre regordete miro a Korn con una gran sonrisa—. Pensé que tu hijo se casaría primero pero parece ser que tu brillante sobrino lo hizo antes.
Korn solo asintió con una sonrisa, reprimiendo la ira que toda la situación le provocaba.
—¿Y cuando será la boda? —La mujer ojerosa pregunto mirando sus uñas— Porque estamos invitados, ¿cierto?
—Por algo se encuentran en esta gran mesa. —Kan rio junto con algunos hombres ahí—. Sobre la fecha, bueno, dejemos que mi hermano decida.
Todos los ojos pararon en Korn. Este último borro su sonrisa. Por primera vez, sus ojos expresaban la molestia que todo esto le ocasionaba. "No te atrevas".
Pero Kan por supuesto que se atrevería. "Todo por ganar".
—Pete Phongsakorn Saengtham es el Omega de Vegas.
Vegas escondió su emoción al ver como Korn no podía fingir una sonrisa. Podía apostar que todos en la mesa tenían un solo pensamiento.
La segunda familia ganó.
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