Cartas en el asunto
[Presente]
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Porsche se encontraba perdido en sus pensamientos mientras que Tankhun no dejaba de hablar del bebé. Todos en el lugar estaban emocionados por el futuro integrante de la manada.
Y aunque Porsche estaba emocionado, también la preocupación no lo dejaba disfrutar de su estado.
-¡Uy, Porsche! -Tankhun pataleo-. Estamos decidiendo el color del bebé y tú solo te la pasas asintiendo.
-Entonces, ¿crema o blanco? -Pol miro ambos tonos con una mueca-. Aunque ambos parecen lo mismo.
-¿Cómo van a ser lo mismo?-Tankhun se mostró molesto ante las palabras de su guardaespaldas-. A los tontos Alphas todo les parece lo mismo
-¿Has pensado en un nombre? -Arm pregunto desviando la atención-. Imagino que Khun Kinn debe de estar muy emocionado como para esperar el nacimiento del bebé para nombrarlo.
-Yo... -Porsche negó mientras se encogía de hombros.
Tankhun lo miro analizándolo.
-Porsche, ¿hay algo que no nos has dicho? -El Omega se cruzó de brazos y espero por una repuesta del moreno.
-Claro que no. -Porsche suspiro-. Solo estoy cansado. Iré a dormir.
-Ahora que está en cinta tiene pretexto para desatender obligaciones. -Susurro Pol.
-Él nunca a necesitado pretextos. -Rio Arm al recordar como Khun Kinn le daba todo sin importar nada.
Porsche rodó los ojos y salió de la ruidosa habitación. La cabeza comenzaba a dolerle por el ajetreo de Tankhun y sus propios pensamientos.
-No puedo con la conciencia. -Se dijo Porsche pensando en Pete y el idiota de Vegas.
Cuando estaba por irse a la habitación de su Alpha, su celular comenzó a sonar. Era un número desconocido; Porsche tembló al imaginar quien estaría del otro lado de la línea.
-Supongo que está demás felicitarte por tu embarazo una vez más. -La voz de Vegas alteró su estado de ánimo.
-Di de una vez lo que quieres, maldita escoria.
-Quiero que mantengas a tu Alpha alejado de Pete. -Vegas no se escuchaba tampoco de humor.
-¿De que demonios hablas? -Porsche miro a todos lados vigilando que nadie lo escuchará. Por seguridad camino hasta uno de los pasillos vacíos-. Escúchame bien, Vegas...
-No, Porsche, me parece que hay cosas que tu Alpha no te está diciendo. -Vegas paro un momento para después reír burlón- ¿Por qué si es tu Alpha, no?
-¡Habla de una maldita vez!
-El tío Korn sigue en marcha con los planes de boda entre Kinn y Pete. -Solto sin más el Alpha- ¿Acaso fuiste tan idiota para ocultar lo del bebé?
-... No sé de qué hablas. Y lo que haga y diga no es de tu interés. -Respondio a la defensiva el Omega.
-¡Es de mi maldito interés si Kinn va a la casa de mi padre a invitarnos a la boda de Pete y él! -Vegas explotó dejando a Porsche sin habla-. Quiero a Kinn lo más lejos posible de mi Omega. No me importa lo que tengas que hacer, pero Kinn tiene que olvidarse de la maldita búsqueda.
-... -Porsche se quedó en silencio. Vio a lo lejos como Kinn hablaba con varios de los hombres, hasta que su mirada lo encontró.
La hermosa sonrisa de Kinn no hizo más que revólver su estómago.
-¿Qué fue exactamente lo que le dijo a tu padre? -Preguntó el Omega viendo cómo Kinn se acercaba cada vez más.
-You are a simple dezlis.-Vegas no se tentó el corazón.
Vegas colgó justo en el momento en que Kinn se paró enfrente de él. La mirada enamorada del Theerapanyakul fue lo que más le dolió a Porsche.
-Te estaba buscando, amor. -Kinn acaricio su rostro-. Estaba pensando que podemos conectar nuestra recámara con la del bebé, serán algunos ajustes, ya sabes...
Mientras Kinn parloteaba, Porsche no dejaba de pensar en lo dicho por Vegas.
-Kinn. -El Omega se alejó del toque del Alpha- ¿Cuando será la boda?
El Theerapanyakul callo para segundos después mostrarse nervioso.
-Podemos ponerle fecha más adelante. -El Alpha carraspeó-. Aún hay cosas que tenemos que solucionar.
-¿Cómo qué? -Porsche sonrió dolido- ¿Cómo encontrar a Pete?
Kinn suspiro para arreglarse el cabello-. Sí, Porsche. Tenemos que encontrarlo. Pete es elemental para esta casa.
-¡Claro que es elemental sí tu padre aún quiere casarte con él! -Porsche sonrió irónico-. Te lo preguntaré una vez más, Kinn: ¿Acaso soy un juego para ti?
-¿Qué? Porsche, eso no...
-Entonces no lo busques. -Porsche hablo sin pensar. los celos y las inseguridades lo estaban consumiendo.
-... No hace mucho tú eras el más interesado en encontrarlo. -Kinn se mantuvo serio-. Creí que era tu mejor amigo.
-Y yo creí que con este bebé las cosas cambiarían. -Porsche lo empujó-. Pero para ti solo soy un puto desliz.
Kinn quedó paralizado. Vio la tristeza y la rabia en Porsche; se dio cuenta de lo idiota que había sido.
-¿Quién..?
-Ni siquiera lo estás negando. -Con esto último Porsche se dio la vuelta e ignoro los gritos de Kinn.
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