Me quiere

Una noche, casi de madrugada, un avión de papel entró por mi ventana. Rápidamente me levanté de la cama y corrí hacia la ventana, pero tú no te asomabas a la tuya para que yo pudiera verte. Cogí el avión y vi que había escritas unas pocas palabras en él:

Te necesito y te echo mucho de menos, pero no puedo verte. Lo lamento de verdad. Ojalá pudiera estar contigo, pero no puedo.

¿Qué significaba todo eso?, me pregunté. ¿Acaso querías terminar con nuestra relación, la cual prácticamente no había empezado? No, no podía ser eso; decías que me necesitabas. Entonces, si no te referías a eso, ¿existía "algo" que te impedía estar conmigo en ese preciso momento? ¿O... qué?

No entendía nada, pero eso era algo que me sucedía mucho desde que te conocí.

Hice un avión de papel y escribí en él un consejo con el que esperaba ayudarte, a pesar del dolor que pudiera causarme si al final lo que te sucedía era que querías acabar con lo nuestro. En ese momento no me importaba nada más que hacer que te sintieras bien.

Unos minutos después, ese mismo avión regresó. Ni siquiera intenté asomarme a mi ventana para verte; pues, aunque no sabía el motivo, intuía que te enconderías de mí. Lo cogí y leí lo que había escrito:

No tengas miedo de hacer lo que te dicte el corazón. Ese era mi consejo y debajo de esa línea tú pusiste lo siguiente:

Eso haré.
Gracias.
No sé qué sería de mí sin ti.

Sonreí al leer la última frase y sentí la gran necesidad de decirte que te quería. Y lo hice.

Escribí Te quiero en otro avión de papel y lo lancé. Esperé unos minutos, pero el avión no regresó.

No era necesario, yo sabía que tú también me querías.

Me acosté de nuevo y esa noche soñé contigo.