— Bonggie rompió mi muñeca.— La pequeña niña lloraba en el regazo de SeulGi que realmente, no sabía que hacer, en su vida cotidiana la que era encargada de mostrar más disciplina y ser la que consolaba a la pequeña era JooHyun que en ese mismo momento estaba acompañando a SooYoung para comprar un regalo de aniversario para SeungWan.

— ...Compraremos otra luego, no te preocupes, lo prometo.— La niña con las mejillas rojas y húmedas estiró su pequeño meñique a su mayor y SeulGi no dudó en entrelazarlo suavemente.— Y por favor deja de llorar, no me gusta verte llorar.— Limpió las mejillas regordetas de la infante que sorbio su nariz comenzando lentamente a calmarse.— ¿Te sientes mejor?

— Si, mamá.

SeulGi sonrió cargandola para dejarla de pie y luego ella se levantó viendo al corgi que, a pesar de que era el mismo hiperactivo de siempre, se encontraba más cansado, el corgi ya tenía aproximadamente once años, once años desde que SeulGi había comenzado a hacer una nueva vida con la que era para ella el amor de su vida.

JooHyun y ella seguían juntas más que bien, tenian la misma relación de cuando eran jóvenes con el paso del tiempo, nunca habian perdido esa chispa y la del corgi que su pelaje ya no era de ese color anaranjado tan vivo si no uno más blanquecino.

Después de cumplir tan solo seis meses de casadas decidieron buscar centros de adopción en el país y más bien en el continente, sabían que para familias del mismo sexo era más difícil encontrar un niño debido a las estrictas y cerradas reglas que aun existian. Aun con eso, no se rindieron buscando hasta que encontraron algo, más bien alguien que les hizo enamorarse de un segundo a otro sin duda.

Una niña de Taiwan había sido abandonada días después de que cumpliera un mes de nacida según la fecha del certificado de nacimiento, JooHyun le pidió que la adoptarán, y SeulGi no le dijo que no, porque ella también quería hacerlo. Viajaron hasta Taiwan conociendo a la pequeña de la que se encariñaron de inmediato y después de casi dos meses en el país desconocido para ellas pudieron volver a casa con un pequeño bebé en brazos, que no fue para nada fácil.

Cuando la pequeña niña que nombraron YangMin cumplió un año se dieron cuenta de algunas conductas inusuales para un niño de su edad, el que odiara los ruidos fuertes, olores fuertes o ácidos, el que le gustara ordenar sus cosas de cierta forma y nadie podía cambiarlo, pensaron que era normal pero para asegurar la llevaron a una cita médica que les informó algo que ya sospechaban.

YangMin tenía un IQ más alto de lo que comúnmente había, eso conllevaba también el espectro de Asperger. Investigaron mucho sobre aquello, la pequeña YangMin fue a varios exámenes neuronales para saber que no había nada más que informar a sus madres, cosa que no fue así.

La pequeña niña era rápida al aprender cualquier cosa, amaba la ciencia a pesar de sus casi seis años, pero también estaba el otro lado de la moneda, a veces había berrinches que eran difíciles de controlar, cosas que a veces olvidaban que YangMin no soportaba, como los ruidos, ordenar sus cosas sin permiso o que alguien escogiera su ropa.

Al principio la relación de la infante con el corgi fue difícil, YangMin al parecer tenía cierto desprecio al can que quería jugar con ella, pero ahora eran inseparables, claro, cuando bonggie no rompía sus cosas.

— ¿Cuando va a llegar Mami Hyun?—

— Más tarde.

— ¿A que hora es eso?

Y eso también, el tener un tiempo para todo, SeulGi y JooHyun habían hecho una especie de horario para ciertas cosas, como el ver televisión, las comidas y meriendas, la hora exacta que iban por ella a la escuela, YangMin por su espectro era muy estricta y puntual.

— Ahm... ¿A las siete?

— ¿Me estas preguntando?— YangMin frunció el ceño y SeulGi se mordió el labio inferior buscando una respuesta buena y convincente.

— ¿Y si la llamas y le preguntas a ella, Minnie? — La pequeña asintió yendo por el teléfono de su madre a la habitación.

A pesar de que no buscaron a alguien parecida a ella a la hora de adoptar físicamente YangMin era parecida a SeulGi sus monolidos que se escondían al sonreír, su mejillas regordetas y apretujables, mientras que había tomado muchas costumbres de JooHyun, sus expresiones ¡hasta regañaba a SeulGi igual que JooHyun lo hacia!

A las siete en punto YangMin tuvo su cena junto a su madre, las dos en la mesa, mientras la más pequeña hablaba sobre ciencias como siempre.

Según SeulGi había leído, los niños con espectro autista solían obsesionarse o aferrarse a algo, en el caso de YangMin eran los osos, le gustaba cualquier cosa que tuviese un oso en ella, los peluches de oso, y veía programas de la especie en sí, y la ciencia también.

JooHyun había dicho que llegaría a las 8:30 y YangMin dijo que estaría esperándola a esa hora, ser puntual no era un juego para la pequeña de cabello azabache.

Después de comer la pequeña YangMin fue a lavar sus dientes como "mi horario dice o si no mami Hyun se enoja" se sentó en la sala jugando con sus muñecas manteniéndose lejos del corgi que estaba dormido y SeulGi revisó unos planos pendientes que tenia de su trabajo.

Aún era temprano, y YangMin seguía su horario perfectamente cuando se encontraba en casa, y cuando salían le decían que su horario esos días no debía cumplirse. Encontrar una escuela que se adaptará a niños con el espectro fue difícil, también con la posibilidad de acoso y bullying hacia la pequeña por ser diferente, más honesta de lo normal y asocial. Y no es que la pequeña quisiese serlo, es que su espectro a veces la transportaba a otro mundo donde a veces ignoraba a los demás sin intención o decía cosas que podrían ser hirientes para los demás niños.

Luego de mucho tiempo en buscar encontraron una escuela con psicólogos que ayudarían al proceso de adaptación de la menor, y aunque solo había conseguido a una amiga, una pequeña niña silenciosa llamada Kim YeRim, que se adaptó a YangMin sin saber exactamente sobre su espectro, cosa que sus dos madres agradecieron.

Tal y como JooHyun había dicho a las 8:30 llegó al departamento, el corgi fue a recibirla y YangMin también dándole un abrazo muy corto, no le gustaba del todo el contacto físico, pero sus pocas muestras de cariño eran suficientes.

— Bonggie rompió mi muñeca, mami.— JooHyun jadeo sorprendida caminando a la sala con la azabache.— Pero mamá SeulGi dijo que compraría otra, lo prometió.

La mayor se acercó hasta su pareja dando un beso casto a sus labios. Su pequeña familia de cuatro era lo habían soñado hace mucho tiempo, y aunque les quedara mucho por delante y por aprender, creían estar preparadas.

Creo que sería esto más o menos la "sinopsis" de la segunda temporada de pet shop, primero iba a agregar a YeRim como la hija, pero luego se me vino a la cabeza el que tuviesen una hija extranjera.

Espero les haya gustado.