-Ya llego-
Josh entró en el cuarto cuidadosamente, para no despertar a Brenda, sumida en un profundo sueño. Se dirigió a la mesilla donde guardaba las corbatas y cerró cuidadosamente el cajón. Al salir de la habitación, y pese a sus esfuerzos por evitarlo, las bisagras de la puerta chirriaron, despertando a Brenda.
Mientras Josh explicaba a su mujer que a las 5 de la madrugada le habían llamado de urgencia para ir a la oficina, se ajustaba la corbata al cuello.
-Volveré pronto, descansa.- dijo Josh calmando a Brenda.
Salió de la casa y se dirigió a la maldita oficina, quejándose entre dientes durante el camino.
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