Capítulo 2.1
Oswald y Mitch apenas llegaron al lugar donde habían dejado el submarino. Andaban agitados y cansados, con las armas encima. Incluso, casi se habían perdido. El hecho de que esas criaturas les siguieran no les hizo sentir mejor. Mitch se acomodó la RK y se apresuró a abrir la escotilla del submarino:
-¿Qué haces, idiota?-preguntó Oswald.
Mitch salió casi inmediatamente. Traía esta vez dos bocinas pequeñas.
-¿Qué harás con eso?
-Pondré música.-contestó Mitch mientras las acomodaba en el suelo.
-¿Música? ¿Te crees que esto es un concierto? ¡Están a punto de matarnos! ¡No es lugar ni el momento para hacer esto!-exclamó Mitch.
-Relájate, Oswald. Te aseguro que saldrá bien.
Mitch sacó de su bolsillo un pequeño Reproductor MP3 y lo conectó a las bocinas. Luego, las colocó cuidadosamente en un quicio que había en una esquina. Al fondo de donde vinieron se oía el chillido de una de las criaturas. El joven pudo fijarse que Oswald tenía la cara sudando. Llegó a pensar que probablemente necesitarían cubrirse de los otros senderos, por si tomaban algún atajo.
-Oh, Dios mío. Ahí vienen.-alarmó Oswald.
Mitch se apresuró a encender el reproductor y las bocinas. Al ver que se reproducía en orden, las dejó y se fue.
-Amigo Oswald, prepárate para la mejor experiencia de tu vida.-aseguró Mitch.
La primera canción que se reprodujo fue I was made for Lovin you de Kiss. El volumen era tan alto que se empezó a escuchar por toda la cueva.
-Estás loco.-dijo Oswald.
-Relájate, Oswald. ¿Has tenido novia?
-Sí, ella honestamente prefería Bethoven.
-Jaj, Bethoven. A mi novia ni siquiera le gustaba la música.
-¿Y eso a qué viene?
Por el sendero de donde vinieron había salido una de las criaturas. Oswald quedó inmóvil inmediatamente.
-¿A qué esperas? ¡Dispara!-gritó Mitch.
Al ver que la criatura se le acercaba cada vez más, Oswald le dio un disparo repentino que la empujó hacia atrás.
-¡Wow, Sí! ¡Así se hace Oswald!-exclamó Mitch.
-Lo maté...-susurró Oswald.
La canción iba cogiendo ritmo. Oswald pudo sentir un breve subidón de adrenalina.
-Se oye genial la canción, ¿verdad, Oswald?-preguntó Mitch.
-¡Sí, maldición!
Por el sendero se apareció otra criatura. Mitch inmediatamente le dio un disparo. Enseguida, se aparecieron más en el resto de los caminos. Oswald descargó toda una ola de tiros sobre ellos. Mitch le siguió los pasos. Al terminar ambos se rieron, como si estuvieran divirtiéndose, con esa música de fondo como declaración de guerra. Les disparaban a los monstruos al ritmo de esa pegadiza canción. Mientras tanto, más de las criaturas se dirigían allí.
En la cámara principal, Raymond, Vanesa y José sacaron los huevos y los depositaron en el piso. Acto seguido, los aplastaron. La humanidad no estaría preparada para enfrentar semejante mezcla de horror y lo antiguo que ahora tenía la forma de desconocido. Fue espantoso lo que le hicieron a la anterior tripulación tan solo para tenerlos de nido. El mercenario agarró la mochila del difunto Perry.
-Bien, ya está hecho.-afirmó Vanesa.- ¿Y ahora?
-Ahora…-dijo Raymond.
El guardia que Oswald había noqueado anteriormente había recobrado la conciencia y estaba de frente a ellos ahora. Los tres inmediatamente comenzaron a disparar. Sin embargo, la criatura dio un gran salto y se abalanzó sobre José, mordiéndolo en el hombro.
-¡Aaaaaah!
Raymond y Vanesa emprendieron fuego contra el bicho, cayendo muerto al lado del herido. Rápidamente fueron en su rescate.
-¿Estás bien? ¿Te duele mucho?-preguntó Raymond.
-No, creo que viviré.-aseguró José.
-Bien, ¿puedes ponerte en pie?
-Eso creo.
Entre Raymond y Vanesa cargaron al malherido y se dispusieron a llegar cuanto antes al submarino, desconociendo que el jefe estaba regresando a la cámara principal.
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