CAPÍTULO VEINTICUATRO
09 de febrero 2017
Llevo media hora recorriendo el lugar con Kira pegada a mi brazo, la mujer se ha encargado de hacerle saber a todos los presentes que yo le "pertenezco" y que nuestra boda está pronta a realizarse y las ganas de decirle que se callara estaban en la punta de mi lengua.
—Señorita Alina —saludo a la hija del alcalde, su nombre jamás se me olvidará porque es igual al de mi hermana.
—Señor Novikov —tan decente como siempre.
—No he visto a su esposo.
La mujer tuvo la dicha de conseguir un buen esposo, tal vez si mi hermana estuviera viva, tendría una vida como ella.
—Debe estar en algún lugar, los antojos del embarazo parece que le dieron a él, eso es una dicha —sonríe genuinamente y no puedo evitar ver a mi hermana en ella.
—Debes estar muy feliz —habla Kira con evidente sarcasmo.
—Ambos lo estamos, pero mi marido está aún más feliz.
—Espero la invitación para las fiestas del bebe, tal vez pueda apartarlo para que se case con alguno de mis futuros hijos.
—Las invitaciones estarán, un matrimonio lo dudo mucho.
Le dedico una sonrisa antes de despedirme de ella y seguir avanzando para saludar a los demás invitados.
—No confió en ella y su alegre matrimonio.
—No todas son unas perras y no todos estamos follando fuera del matrimonio —mención con brusquedad.
—Apuesto a que su marido la engaña.
—¡Kira! —acaba de colmar mi paciencia.
—Disculpa, solo fue un comentario al azar.
—No quiero escuchar eso nuevamente —me deslizo de su agarre y antes que pueda entrelazar nuevamente nuestras manos la detengo—. Debo ir al baño, sigue saludando a tus amigos.
—Pero deberíamos saludar ambos —protesta, la ignoro mientras avanzo hacia el baño.
Al entrar me desajusto un poco la corbata, empiezo a sentir la tensión de lo que pasara en las próximas horas y aunque parezca algo estúpido, tengo una corazonada como si algo mao fuera a pasar.
—¿Problemas? —habla Pavel mientras se lava las manos.
No lo había visto, ¿acaba de entrar al baño o salió de alguno de los cubículos?
Jesús, ¿Quién tiene un puto baño con dos cubículos en su casa?
—Nada de lo que tengas que preocuparte —menciono.
—Yo creería que sí, hay algo que sé y no debería.
Me acerco a él y lo sostengo de su corbata, el idiota me está tentando y sería una muy grandiosa idea asesinarlo aquí en este instante, aunque quiero que presencie como acabo con su tio y los hombres que le son leal.
—¿Quién mierda te crees? —ladro con frustración.
—El sobrino del boss y futuro líder de todo esto que deseas —dice con suficiencia.
Golpeo su cabeza con la pared más cercada y este se queja como el puto cobarde que es.
—Hoy sabrás quién es el verdadero líder de todo este imperio, llevo más de catorce años trabajando para que todo esto sea reconocido, traigo clientes y personas para asociarse, cosa que tú nunca serás capaz de hacer.
El idiota traga grueso mientras analiza si algo de lo que acabo de decirle es mentira, pero al parecer ve solo verdad en mis ojos, algo que lo hace sacudirse de mi agarre.
—Nunca me alcanzarás, nunca gobernaras esta mafia, nunca tendrás lo que yo tengo.
—Estás traicionando a mi tío —la realidad empieza a golpearlo—. ¿Crees que ganaras esto? Hay mucha gente que apoya a mi tío y muy pocos que se creen buenos como tú, puedes asesinarme a mí e incluso a mi tío, pero nunca serás el líder, tenlo por seguro.
—Eso es algo que voy a descubrir por mí.
—Hazlo, pero vas a perder, Jasha, de alguna manera vas a perder.
—Quiero que veas como todo pasa a mis manos, como las personas que siguieron a tu tío por catorce años se arrodillan ante mí y me prometen lealtad.
Pavel escupe mis zapatos y le restó importancia. Reviso mi teléfono y cuando la luz roja parpadea me doy cuenta de que es la hora de iniciar nuestro plan.
—Llegó el momento —arrastro a Pavel conmigo hasta el pasillo.
El hombre intenta zafarse de mi agarre, pero yo soy mucho más alto y mi fuerza es mayor a la de él, así que es casi imposible que se suelte de mi agarre.
Veo como las personas empiezan a correr y resguardarse de los disparos, los hombres de Vitali se esparcen, pero uno por uno va cayendo sin vida.
—Mira bien, los siguientes serán tú y Vitali.
—No lo creo.
Pavel aprovecha cuando dos hombres se acercan a nosotros y logra zafarse de mi agarre, corre por el pasillo, saco mi arma y disparo, pero el idiota está siendo bastante ágil.
—Vayan por él —le digo a los hombres que se acercaron.
—¿Estás bien? —escucho la voz de Alexey a través de mi audífono.
—Perfectamente —respondo—. ¿Dónde está Vitali?
—Estoy con él, lo atrapamos antes de que pudiera escapar.
—No lo mates, sabes el trato que tenemos —digo.
Él obtiene la cabeza de Asaf y yo la de Vitali, un ganar, ganar.
—Es todo tuyo.
Algunos de los hombres de Vitali me ayudan a llegar hasta donde lo tienen, aún no saben que la cabeza detrás de este atentado soy yo y es algo que me deja ventaja.
—Por favor, ayúdame —giro al escuchar la voz de Alina—. Mi bebé.
Su voz es casi un murmullo y maldigo al acercarme a ella. La mujer está herida, pero no logro ver dónde está su herida, ya que es mucha sangre la que la rodea.
—Mi bebé, por favor, no dejes que le pase nada —sus súplicas me recuerdan a las de mi madre cuando entraron a nuestra casa y se estaban llevando a mi hermana.
—Necesito un médico, urgente —hablo por mi micrófono.
—¿Estás herido? —pregunta Alexey con un atisbo de pánico en su voz.
—No, es Alina, está perdiendo mucha sangre.
—¿Su bebé está bien?
Ambos le tenemos un gran aprecio a la mujer y no me perdonaría si algo le llegara a pasar.
—No. No. No.
Veo como Arseniy corre hasta donde está su mujer.
—Ya viene un médico, quédate con ella y procura que no se duerma, la necesitamos despierta para saber cómo está ella y el bebé.
—Necesitamos llevarla a un hospital.
—No la vamos a dejar morir, a ninguno.
Arseniy se queda observando a su esposa, con un último vistazo de mi parte los dejo atrás pidiéndole a Dios que los mantenga a salvo.
Tres hombres me acompañan, dos de ellos le sirven a Vitali así que cuando estamos cerca les digo que se queden vigilando mientras yo me dirijo junto al hombre que me es leal a mí hasta donde se encuentra mi hermano.
—¿Estás cerca?
Escucho a Alexey preguntar a través del auricular.
—Estoy aquí —entro a la pequeña habitación de seguridad donde imagino que Vitali se iba a resguardar.
Analizo toda la habitación y solo hay seis hombres contando a Vitali y mi hermano, los demás hombres que nos son leales a nosotros, no hay ninguno que le sirva a Vitali y eso nos deja mucha ventaja en el momento.
—¿Qué está haciendo el maldito loco de tu hermano? —pregunta Vitali en cuanto se percata de mi presencia.
—Nada, bueno, yo solo te estoy reteniendo para él.
Vitali mira entre mi hermano y yo. El hombre para ser la cabeza de toda esta organización es bruto, al parecer aún no se percata de la magnitud de lo que está sucediendo realmente.
—Todo allí afuera está siendo un caos, necesito que llames a Pavel y los dos tomen el mando de esto, quiero a los responsables muertos.
—Claro, ¿Qué más quieres que haga?
—Mierda, quiero que arregles todo esto.
Camino hacia uno de mis hombres y le encargo que revise el lugar allí afuera y que se asegure que podemos salir para continuar con lo planeado.
—Voy a arreglar todo esto, ya es hora de hacerlo —me acerco hasta donde Vitali está sentado— ¿No lo crees?
—Es lo que te acabo de decir, arregla toda esta mierda.
—Claro que la voy a arreglar, también voy a ajustar algunos puestos y acabar con las personas que no merecen estar donde están, como tú.
Los ojos de Vitali se abren como la perra que es y la confusión la invade completamente.
—¿M-me estás traicionando? —tartamudea su pregunta.
—Nunca haría eso —una sonrisa tira de mis labios—. Estoy cobrando cuenta por todos los muertos que dejaste hace catorce años.
—¡Hijo de puta! —grita.
Se agita en la silla donde está sentado y dos de mis hombres lo sostienen.
—Señor, todo afuera está listo —avisa uno de mis hombres cuando entra a la habitación—. Nuestros hombres tienen el control de todo, no hay ni uno de los hombres de Vitali de pie.
—Pavel escapó hacia el ala este de la mansión, necesito que no traigan para que presencie todo.
Todos empiezan a moverse y detengo a los dos hombres que llevan a Vitali.
—¿Necesita algo más, jefe? —le pregunto a Vitali.
—Felicitaciones Jasha, te queda perfecto tu apodo, fuiste un buen hombre hasta hoy y solo hay algo que debo decirte —mira hacia dónde está mi hermano y luego me mira nuevamente—. No saldrás victorioso de esto.
—Bueno, eso no los verás —menciona Alexey entre dientes.
Todos salimos de la habitación y caminamos hacia la parte superior de la mansión donde el resto de los invitados y algunos aliados pueden ver lo que está a punto de suceder.
★
Miro hacia la planta inferior de la mansión.
Recuerdos del pasado regresan y por un momento, solo por un segundo siento que no hice las cosas como deberían de ser, pero luego recuerdo la agonía de mi padre al no poder proteger a su familia, recuerdo a mi hermana siendo violada por los hombres israelíes y mi madre siendo secuestrada para después recibir su cuerpo como si fuese un animal.
Así que todo esto valió la maldita pena, no me devolvió a mi familia, no le devolvió el hijo a Néstor, pero nos traerá paz después de catorce años de sufrimiento.
—Señor, no hemos podido localizar a Pavel, los hombres dicen que huyó hacia el bosque.
Mierda.
—Búscalo por todo el lugar, no debe estar muy lejos.
Las personas que aún están vivas nos miran hacia donde me encuentro y los murmullos no se hacen esperar.
—¿Qué estás haciendo Jasha? —pregunta Timur.
—Algo que debí haber hecho hace mucho tiempo —respondo.
Los jadeos no se hacen esperar cuando un Vitali levemente golpeado es presentado a los presentes.
—Sabemos que Vitali dirigió la mafia roja hasta hoy.
—¿Cómo que hasta hoy? —pregunta alguien—. Sabemos que Vitali es el jefe, quien lleva dirigiendo todo muy bien desde hace catorce años.
—Ninguna mierda ha dirigido bien, todo lo he hecho yo, Vitali es un hijo de puta que solo ha derrochado el dinero de la organización, soy yo quien ha limpiado sus cagadas, soy yo quien ha hecho progresar esto haciendo alianzas con otras mafias.
—Porque trabajas para él y eso es lo que hacemos quienes le servimos.
—Nunca le he servido a Vitali, llevo años por este día y agradezco de que al fin haya llegado.
Algunos empiezan a abandonar el lugar y los identificó de inmediato.
—Quienes salgan por esa puerta se declararán enemigos del líder y no tendré piedad con ninguno, mataré, humillaré y terminaré con cada persona que se atreva a ponerse en mi contra —saco mi arma y le apuntó a Vitali—. A partir de hoy me servirán a mí, me serán leales y quien no lo sea, será mi enemigo y mis enemigos solo tienen un final.
Algunos de los jefes de algunas ciudades se empiezan a arrodillar, mientras otros mantienen su cabeza en alto, pero no se marchan. La única persona que se atreve a desafiarme es Timur, así que cambió de objetivo y disparo directamente hacia él haciendo que su cabeza estalle y su cuerpo caiga inerte.
—Soy Jasha Novikov el único líder de la mafia roja en rusia, todos los pedidos, todas las alianzas, toda la mercancía y lo que tenga que ver con la organización me pertenece —menciono— asesine para llegar aquí, prometí a los que alguna vez perdimos y hoy acabo de cumplir todo.
Giro hacia donde Vitali se encuentra arrodillado y nuestras miradas se conectan, el odio nada en sus glóbulos oculares y no me puede importar menos.
—Estuviste durante catorce años en un trono que forjaste con la sangre de tu hermano, tuviste un poder que nunca te perteneció y hoy todo termina.
Descargo mi arma en su cráneo hasta que su cabeza está casi despegada de su cuerpo.
Desciende las escaleras y los hombres empiezan a rodearme y mostrarme su lealtad, sé que muchos de ellos están fingiendo y esperaré su ataque pacientemente sin bajar la guardia.
—¿Lo encontraron?
Los dos hombres niegan y me irrito, debo terminar también con Pavel, no puedo dejar a esa perra libre y por ahí haciendo de las suyas.
—Es un honor poder servirle a usted, señor, soy fiel creyente que, con usted al mando, la organización prosperará.
—Así será.
Camino hacia la salida donde me encuentro con un Dritan sonriente junto a Néstor, el cual se acerca y me envuelve en sus brazos. Recibo su abrazo por un momento y luego me aparto.
—Gracias —murmura Néstor—. Valió la pena cada segundo.
—Agradezcamos a nuestros hombres, a cada persona que se involucró en esto, que nos ayudó durante catorce años para que este momento fuera real.
—jefe —Alexey se acerca por detrás y me levanta como si yo fuese un niño—. Ahora eres el puto rey.
—No lo soy, bueno, no lo seré hasta que tenga a mi mujer junto a mí.
No puedo contener mi sonrisa, necesito ir directo a la casa de Elena, quiero ser el primero en felicitarla, quiero darle mi regalo y llevarla a la tumba de mi madre para confesarle mi verdadero sentimiento.
Quiero traerla a ella y a su hermano conmigo, pero la dejaré estar en el apartamento un mes hasta que terminé de acomodarme.
—Jasha, bebé.
Giro al escuchar la voz de Kira y juro que me había olvidado por completo de ella.
—Jasha solamente —muerdo las palabras.
Por fin llegó el día en el que le digo a Kira que ella no significa nada para mí.
—Asesinaste a mi tío.
—Y falta el hijo de puta de tu primo.
—No lo hagas, terminarás con toda mi familia, por favor, por nosotros, por nuestro matrimonio —Alexey se ríe sonoramente y Kira lo fulmina con la mirada.
—No hay un nosotros, nunca lo hubo —suelto.
Las palabras son realmente liberadoras.
—¿Cómo?
—Kira, realmente nunca estuvimos comprometidos, jamás pretendí casarme contigo, no te amo y nunca te amaré —el rostro de la mujer se contrae y lo ignoro—. No me veo despertando contigo, no te veo pariendo a mis hijos.
—Necesitas una mujer y la única que sabe todo de ti soy yo.
—No lo eres y ya tengo a mi mujer.
Un chirrido de llantas llama la atención de todos. Dos hombres descienden del auto junto a Pavel, los disparos llueven hacia nosotros y mi única acción es mover a Alexey hacia un lado recibiendo los disparos que venían hacia él.
Mi cuerpo vibra cuando caigo al suelo, mi traje se empieza a humedecer rápido y mis ojos se empiezan a nublar como si mi vida estuviera siendo drenada de mi cuerpo rápidamente.
—Mierda —Alexey se agacha junto a mí.
Los hombres empiezan a correr para tratar de alcanzar el auto que emprendió la huida.
Miro a mi hermano a los ojos y juro que veo dos de él, trato de sonreír, pero una tos se apodera de mí.
—De verdad creí que todo había terminado —me sostengo de la camisa de mi hermano para acercarlo a mí.
—No ha terminado nada —dice entre dientes—. No podemos esperar una ambulancia, debemos llevar a nuestro hospital.
No voy a resistir, lo siento, mi vida está acabando y me faltan muchas cosas. Debí defenderla cuando Kira la trato mal, debí decirle que la amaba, tuve que decirle que desde que la vi, mi cabeza no deja de pensar en ella.
—¡Jodidamente, no te duermas! —grita Alexey.
Ya es demasiado tarde, la oscuridad me atrapa, el vacío me consume y mis últimos pensamientos están dirigidos a ella y a mi hermano.
Los dejé solos.
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Se siente que hace una eternidad no pasaba por aquí, bueno, les confieso que este capitulo tarde mas de un mes en escribirlo, tal vez fue falta de tiempo, bloqueo o pereza (me quedo con la falta de tiempo).
Tratare de subir los siguientes dos capítulos juntos.
Espero este disfrutando la lectura.
Para adelantos de este libro, los ya publicados y los próximos a ser publicados pueden seguirme en mis redes sociales donde aparezco como Leidygm18.
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