NOTA: No existen las llamas ni nada relacionado a ellas, lo único existente son las mafias y los guardianes.

Tsuna: 18 años (Ultimo año de preparatoria)

Kyoya: 19 años (Primer año de la academia de policía)

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"No te trata de la manera en la que te trato yo, como un humano"

Marzo estaba por acabar y con ello vendrían las graduaciones de los de tercer año, todos estaban a la expectativa de aquel acto, sobre todo por el baile que habría para conmemorar aquel acto, y aunque todos los años estaban invitados había una preferencia por los de tercero y sus parejas.

Aquel momento era el que la mayoría de las chicas de la clase de Tsuna esperaban durante todo el año, ser invitadas por sus compañeros y disfrutar de su última fiesta antes de que todos tomaran caminos diferentes, claro que no todas estaban felices con ello.

Tsuna y Hana eran un ejemplo de ello.

Hana había rechazado a varios de sus compañeros y había llegado al punto de golpearlos pues ellos no entendían que iría con su peliblanco y gritón novio, que además era el hermano mayor de su mejor amiga, Sasagawa Ryohei.

Por su parte Tsuna había entrado en un estado de depresión pues, aunque varios habían pedido ir con ella ninguno era el chico que ella quería y que desgraciadamente no podía tener pues era pareja de otra chica.

Hibari Kyoya.

Ambos eran amigos de la infancia y todo el mundo esperaba que fuesen pareja, incluso con la llegada de Reborn aquello parecía aún más cercano de ocurrir, pues él era la pareja perfecta para una líder de la mafia, pero el padre de Kyoya lo había comprometido con otra señorita que estaba enamorada de él y estaban a nada de casarse.

Él se había negado varias veces a aquello, pero su padre había amenazado con expulsarlo de la academia de policías y él no podía pensar en aquella posibilidad pues de hacerlo sería como renunciar a su sueño de infancia, por lo que tuvo que aceptar mientras aseguraba que su padre era un herbívoro manipulador.

Ella había querido ayudarlo por medio de sus influencias en el bajo mundo, pero él se había negado pues quería demostrarle a su padre lo que valía y de lo que era capaz con tal de cumplir su sueño, por lo que a la castaña no le quedo de otra más que aceptar el destino que los iba separando lentamente.

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Tsuna estaba en la habitación principal de su pequeña pero acogedora casa, la cual había comprado poco después de empezar el segundo año de preparatoria temiendo que si vivía demasiado tiempo con su madre le hicieran algo a ella por su culpa. En una situación normal ella se hubiera ido a vivir a una zona un poco más centrada, pero el par que tenía por vecinos en aquel sitio le había hecho desistir completamente.

Los más jóvenes de familia Hibari se habían mudado a la casa vecina un par de días antes de que la castaña llegara a ver la zona, por lo que el menor de la familia le había convencido de que así podrían verse más seguido, además de que a ella le quedaría más cerca la institución educativa a la que ambos iban en aquel momento. Más que por sus palabras, fue debido a que el chico estaría tan cerca de ella que al final no pudo negarse a que Timoteo di Vongola le comprara aquel inmueble.

Justo esa noche la joven se quedó viendo a la ventana unos minutos para relajarse un poco del papeleo que se había llevado para firmar, en la casa del lado podía notar a su azabache amigo peleando por el teléfono que termino siendo lanzado contra la pared con molestia, inmediatamente se preocupó y tomo su celular para mandarle un mensaje al chico, pues normalmente todos los otros métodos terminarían con ella siendo golpeada con una tonfa por andar curioseando donde no debía.

Tsuna
-Kyo-kun ¿Todo está bien de aquel lado?

Kyoya
-¿A qué te refieres omnívora?

Tsuna
-Te vi lanzando el teléfono como si quisieras que fuera tu padre

Kyoya
-Pues era algo parecido, ese estúpido herbívoro me llamo para acordar la fecha de la boda

Tsuna
-Tu padre presiona mucho con eso últimamente ¿Cierto?

Kyoya
-Cree que entre más me presione más rápido accederé a terminar con todo esto

Tsuna
-¿Sabes Kyo-kun? Tu padre es detestable

La respuesta a aquel mensaje no le llego por lo que subió su rostro para fijarse en la ventana donde vio la habitación vacía, sin embargo, al segundo escucho un ruido por lo que se levantó y noto la presencia del padre de su amigo. Sin pensarlo demasiado la castaña bajo de su cuarto corriendo pues no quería que el chico se volviera a lastimar por pelear con su progenitor.

-Lárgate o te morderé hasta la muerte herbívoro manipulador - El menor tenía afuera sus temibles tonfas mientras alejaba a aquel hombre de su casa

-Soy tu padre por lo que debes respetarme y cumplir lo que te ordeno - El otro azabache miro con molestia y temor disimulado al más joven

-Tú no fuiste más que un donador de esperma para que la herbívora de mi madre me tuviera - El chico se acomodó sus armas en su lugar mientras veía con odio al adulto

-¡Eres un insolente! - El hombre de ojos oscuros como la noche se acercó al más joven dispuesto a golpearlo para que le respetara

-¿Te duele? Me alegra, así tal vez te callas - El amante de la disciplina se movió hacia adelante para iniciar una pelea cuando noto a alguien atravesándose en su camino

-¡Kyo-kun basta! - La de ojos chocolate se puso delante de su amigo observándolo reprobatoriamente - No te rebajes a su nivel

-... - El de ojos que reflejaban la plata líquida solo se movió para volver a su posición de indiferencia, aunque mantenía en su mirada el odio a su progenitor

-Es bueno que le hagas caso a tu amiga Kyoya - Del auto, donde el azabache mayor venía, bajo una mujer un par de años mayor a ambos jóvenes, estaba vestida de manera poco provocativa pero su belleza y atributos naturales hacían que aquello fuera todo lo contrario

-Es cierto, para una vez que usa la cabeza - El supuesto policía vio con diversión a la chica, y es que justamente había dicho las mismas palabras con las que la menor había sufrido tantos abusos al ser considerada una idiota

-Tu... - El chico no pudo avanzar para golpear a su padre pues sintió el temblor del cuerpo de la joven a su lado, esto debido a que inconscientemente había tomado la manga de su camisa para sentir que él estaba allí, por lo que decidió no moverse mas

-Solo veníamos a decirte que la boda se programó para el 27 de marzo - La joven mujer vio con pena a la castaña por las palabras recién mencionadas por el otro adulto - Nos vemos Kyoya

La mente de Tsuna no pudo reaccionar luego de escuchar aquellas palabras, ahora no solo perdería a Kyoya contra otra mujer, lo perdería justo el día en el que cualquier chica desea que las cosas salgan perfectas y como en un cuento.

El día del baile escolar.

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Supuestamente primero debía actualizar "¿¡El Líder De Vongola Es Una Chica!?" pero me entraron ganas de primero presentarles esta historia.

Sera corta, así que no esperen una historia muy dramática...

¿O tal vez sí?

Nos leemos pronto con las actualizaciones que debo.