Recuerdos del pasado 3/3
Las cazadoras estaban reunidas en el acantilado, junto con los campistas y los hermanos Di Angelo. Percy conversaba animadamente con Artemisa mientras esperaban a Apolo.
—Se pone perezoso en invierno— dijo Artemisa.
Percy alzó una ceja sin entender, y entonces un resplandor dorado iluminó el lugar, derritiendo la nieve, de allí salió Apolo montado en el carro solar.
—Eso es nuevo— dijo Percy
Artemisa lo miro en disculpa
—Lo siento, se me olvidó contártelo, desde hace ya varios siglos Apolo y yo somos los dioses del sol y la luna respectivamente.
—¿que pasó con los titanes?— preguntó Percy— esto... ¿Helios y Selene?
Artemisa se encogió de hombros
—Selene aveces se deja ver, de Helios no se ha sabido nada en siglos.
Apolo los miraba con curiosidad, por algún motivo su hermana estaba hablando muy cómodamente con ese sujeto. Pero decidió preguntar después.
Una vez terminado todo el royo de pedirle el favor a su hermano, que le dijera que no coquetease con sus cazadoras y de que todos se hubieran subido al carro solar, solo quedaron el propio Apolo junto con Percy y Artemisa afuera de este.
—tengo que irme— dijo Artemisa— regresaré en un par de días, intenta que las cazadoras no lastimen demasiado a los campistas— pidió la diosa a Percy
—todo cubierto— respondió el—buena suerte Arty, cuídate
Ambos chocaron puños antes de que Percy se dispusiera a entrar al camión, pero Apolo lo interceptó.
—Hey, ¿que está ocurriendo aquí?— preguntó el
—No se de que hablas— le dijo Artemisa.
Apolo miró a Percy com el ceño fruncido
—¿Que le hiciste a mi hermana?— pregunto con rudeza
—nada, ¿por que?
Apolo miró a Artemisa
—Estas actuando muy raro, ¿que anda mal?
Percy y Artemisa se miraron
—¿de que habla?— preguntó la diosa, su plan estaba saliendo como lo esperado
—¿no lo sé?, este es el trato de siempre.
Apolo estaba exasperándose, las cazadoras dentro del camión se reían del Dios del sol y su estupidez
—¡Es la primera vez que vemos a este sujeto!— dijo Apolo
Percy negó con la cabeza
—hay Apolo, ¿que es lo que siempre digo?: La luna atrae a las mareas, la cazadora siempre atrapa a su presa, y Apolo es...
—super mega increíblemente fabuloso especial y único— interrumpió Apolo
—Iba a decir puto
Apolo brilló con furia, desprendiendo llamas doradas.
—¡Como te atreves a...!— se detuvo en seco—¿Percy?
—El mismo
Apolo le abalanzó contra el aplastándolo en un abrazo mientras lloraba.
—creí que ya no volverías, tendríamos que encerrarte en una cueva como dijo tu papá.
—doradito, como has estado— dijo Percy —¿aún disfrutas de la vida?
Apolo asintió con la cabeza, luego miró a su amigo
—Yo... lo siento Percy, debí intentar más, debí...
—nada Apolo, hiciste lo que pudiste, nada fue tu culpa
Apolo asintió levemente
—¿Por que no me avisaste antes?— pregunto el dios a su hermana
—queríamos ver tu reacción al enterarte— contestó ella.
Apolo se volvió a Percy
—Tengo miles de bromas que devolverle a Hermes, y tú me vas a ayudar—dijo el dios
—Echo— contestó Percy—Arty, ¿también vienes?
La diosa negó con la cabeza
—Yo no hago esas cosas
Parecía que a Percy le iba a dar un infarto
—¿¡que tú no que!?— dijo el, alarmado— ¡pero si eran nuestro sello, que sucedió con todas esas bromas que solíamos hacer!
—¿la señora Artemisa haciendo bromas?— preguntó una cazadora desde el autobús
—Y de las mejores— confirmó Apolo
Percy miró a Artemisa y negó con la cabeza
—me voy por cuatro mil años y te vuelves aburrida
Artemisa puso cara de ofendida
—no soy aburrida
—¿entonteces por que no te unes a las bromas?
Artemisa suspiro en derrota
—tu ganas, me uno a sus bromas, pero a cambio...— puso una sonrisa maquiavélica— tú tomarás lecciones de tiro con arco
Percy abrió mucho los ojos
—saben, me tengo que ir
Apolo lo interceptó
—Artemisa tiene razón— dijo— te las arreglaste para evadirnos por cuatro mil años, pero ya no más, tomarás esas clases
Percy suspiró con resignación
—si no tengo de otra.
...
Cuando llegaron al campamento las cazadoras fueron a instalarse en su cabaña mientras que Percy y Apolo se quedaron solos junto al carro solar
—te extrañe Perce, las cosas no eran lo mismo sin ti, como dijiste Artemisa se hizo aburrida
Percy sonrió
—pero ya estoy aquí, tengo mucho tiempo que recuperar, aún quiero ver la reacción de mi padre, y será divertido también la de Quirón, digo el fue el que me entrenó hace tantos años.
Apolo sonrió
—¿vas a grabarlo, verdad?
Percy asintió
—Obviamente
Chocaron puños
Ambos amigos charlaron por un rato, finalmente Apolo preguntó lo que Percy esperaba que no hiciera:
—Y hablando de mi hermana, ¿le vas a decir?
Percy casi se atraganta con su saliva
—¡dioses, no!
Apolo se rió de su amigo
—sabes que ella esta loca por ti, no te va a decir que no
Percy hizo una mueca
—no bromees ahora Apolo,— dijo el semidiós— ella es mi amiga, no voy a arriesgar eso por algo tan tonto como amor, no voy a arriesgarme
Apolo negó divertido con la cabeza
—no bromeó, se nota desde lejos. Ella te estuvo buscando por siglos, directamente te ama, pídele salir, no pierdes nada.
—mis bolas, eso puedo perder.
—si te dice que no, puedes decir que fue un reto mío
—Entonces los dos perderíamos las pelotas, gran plan.
Apolo negó con la cabeza
—tu piénsalo ¿quieres?
...
Salto de tiempo: unos días después
Percy estaba platicando felizmente con Apolo y Artemisa, cerca de allí, Zoë hablaba con Thalía sobre ser una cazadora. Artemisa distraídamente jugueteaba con el nuevo mechón de cabello gris que Percy tenía por sostener el cielo para liberarla.
Annabeth estaba junto a Grover observando desde la distancia, ella había notado que Percy estaba muy diferente, por algún motivo estaba extremadamente cómodo junto con Apolo y Artemisa, y se llevaba muy bien con ellos, cosa que Annabeth no entendía.
—¿que sucede con Percy?— preguntó —esta... diferente
Grover le explicó todo el asunto de la reencarnación y los recuerdos recuperados a Annabeth. Tubo que ser sensible, el sátiro podía leer las emociones de sus amigos, y sabía que Annabeth sentía por Percy algo más que amistad, algo que el hijo de Poseidón no le correspondía.
Poseidón se acercó a su hijo, tenía cierta curiosidad sobre su cercanía con los mellizos, en cuanto ellos vieron a Poseidón venir, prepararon su pequeño teatro de bromas.
...
Salto de tiempo: un año y medio después
En el salón del trono, Percy acababa de rechazar la inmoralidad con tal de que los dioses reconocieran a sus hijos y les permitieran a los dioses menores cabañas en el campamento.
Sin embargo lo que no esperaba nadie era que Apolo hablara:
—con todo respeto padre, creo que la petición de Percy no amerita ser un don de los dioses— dijo el— eso es algo que todos deberíamos jurar hacer.
Artemisa entendió lo que quería hacer su hermano, por lo que ayudó:
—Y lo de las cabañas para dioses menores, sería una gran ventaja, la gran mayoría de semidioses que se rebelaron fueron hijos de dioses menores, si les diéramos un hogar a donde ir y un sitio en el campamento estaríamos deteniendo posibles futuras traiciones.
Poseidón sonrió al entender que sucedía
—y al reconocer a todos nuestros hijos al cumplir los trece años, evitaríamos que estos se sientan abandonados, lo que también evitaría traiciones futuras, y los jóvenes podrían despejar un poco la cabaña de Hermes, que está abarrotada.
Habían apelado a todo, apelar a la estrategia y a vaciar la cabaña de Hermes les ganó botos de el dios antes mencionado y de Atenea, el estar obligados a reconocer a sus hijos ayudaría a Hera a encontrar posibles infidelidades de su marido, por lo que ella también votó a favor, y algunos otros dioses votaron por favores que les debían a ya sea Poseidón, Artemisa o Apolo.
—De acuerdo, se hará lo que dices— dijo Zeus— y como aún tienes un don de los dioses, ¿volverás a rechazar la inmortalidad?
Percy miro a sus amigos semidioses, luego a sus amigos entre los dioses, Apolo y Artemisa le rogaban con la mirada que aceptara.
Percy miro a Apolo, este asintió. Lo que estaba a punto de hacer era un suicidio, pero estaba preparado para gritar "¡fue un reto de Apolo!" Y arrastrarlo a la tumba junto con el.
—Vamos Percy, acepta— lo animaban sus amigos, la única que no se veía tan emociona era Annabeth, pero tampoco se oponía
—aceptaré—dijo Percy— pero solo si...
Todos estaban expectantes
—Si... Artemisa acepta tener una cita conmigo
Todos se quedaron en silencio, nadie se esperó que en cuanto Percy dijo eso, Artemisa se apresurará a decir muy emocionada:
—¿Cuando?— luego se dio cuenta de lo que dijo y se cubrió la boca con la mano mientras se sonrojaba.
Afrodita soltó un chillido bestial.
Ella sonrió con satisfacción, ahora todo tenía sentido, no era que Artemisa fuera inmune al amor como solía decir, era solo que su corazón ya le pertenecía a alguien. Al final ella siempre tuvo razón.
—Cuando quieras, suponiendo que tu padre no me mate en este momento— contestó Percy.
Zeus miró a Percy, más exasperado que molesto, en ese momento el semidiós contaba con el apoyo de prácticamente todos los semidioses, las cazadoras de Artemisa, la propia Artemisa, Apolo, Poseidón, y ahora de Afrodita.
—acabemos con esto rápido— dijo Zeus, algo molesto
...
Una vez acabada la ceremonia, Artemisa se acercó a Percy
—tengo que ir a ver a mi mamá, y después... ¿a donde quieres ir?
La diosa le sonrió
—¿que te parece ir a tu antigua ciudad?
—buena idea— dijo Percy
Antes de hacer nada más, la diosa atrajo a su "amigo" hacia ella y lo besó
—No tienes idea de cuánto tiempo esperé para hacer eso— le confesó algo ruborizada
—en realidad... creo que si la tengo
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