Capítulo 19 - ¿En quién podemos confiar? (Parte 1)
En el fondo puedo escuchar ecos, ¿Qué es ese sonido? Me pregunto si habrá alguien ahí. No, es tan sólo el sonido de mi voz. Susurrando me para saber si estoy aquí.
Caminando completamente solo, solamente me acompaña una sombra trás de mí, lo único que no me abandona. Finalmente vez a tu alrededor y sabes que estas completamente solo.
¿Por qué ocurre esto? ¿Por qué muchas veces nos sentimos solos o perdidos? Quizás sea nuestra culpa, no nos sentimos cómodos en ninguna parte. Y muchas veces mantenemos cerca a gente que no deberíamos. ¿Por qué hacemos esto? Tal vez, el mundo simplemente es engañoso...
Ya han pasado un par de semanas de que Amy y yo empezamos a salir. Pero no los aburrire con una pequeña historia de romance, hoy les contaré una pequeña historia de misterio acompañado de una posible tragedia romántica al final. Así que pónganse cómodos...
(Lunes 6 de febrero del 2016)
Tras el suicidio de Tyler el instituto empezó campañas encontra del suicidio, el abuso o violencia entre estudiante, lo que tenga que ver con los detonantes para estos actos.
El ambiente se había tornado sombrío, en el instituto y su alrededores, la gente quería saber lo que pasaba. Se preguntaban ¿Por qué ocurriría esto?
En el blog "Perspectiva de un adolescente" El tema estuvo muy presente. Todos hablaban sobre lo acontecido y querían saber más, nuestros post no eran suficiente y sabíamos que debíamos hacer algo más.
Los policías estuvieron por aquí varios días investigando lo ocurrido. Descubrir de donde un chico de instituto consiguió un arma y saber si en verdad fue un simple suicidio. Al final se supo que le robo el arma a su padre y se concluyó que el chico sufría de bullying y por eso lo hizo.
La investigación término, pero no estábamos conformes. Nosotros nos pusimos en contacto con su círculo de amistad y afirman que no padecía esos problemas. Todo lo contrario, era alguien sociable y un prodigio en el baloncesto, o eso es lo que afirman sus compañeros de entrenamiento. El chico tenía una buena vida y un futuro en el baloncesto, así que no concordaba que lo hiciera.
Hace tres semanas que pasó esto y no sabemos nada en concreto. Y aunque no quería entrometerme en esto, decidí hablar con su entrenador:
- Gracias por recibirme entrenador. - digo al entrar a su oficina.
- Claro joven, tome asiento. - dice él señalando la silla, y le tomo la palabra. - ¿Qué te trae por aquí? - pregunta, la verdad aparenta ser alguien muy agradable.
- Quisiera preguntarle sobre Tylor. - parece que mis palabras no lo sorprenden.
- Claro, Tylor Tucker, era un gran muchacho. Una lastima lo que le pasó. - parece lamentarlo de verdad. - Era mi mejor jugador. - concluye.
- Algunos dicen que era un prodigio. - le menciono.
- Así era, tenía un próspero futuro. Incluso estaba moviendo mis influencias para que le otorguen una beca. - se ve que el hombre le tenía cierto aprecio.
- Al parecer eran muy cercanos. - digo con interés.
- Lo normal, así como lo son un entrenador y uno de los jugadores. - responde con tranquilidad.
- Se oye por ahí que ustedes se veían fuera del instituto. - digo, aunque esto último es un invento mío.
- ¿Quién dice eso? - pregunta intrigado.
- Es solo algo que dicen. ¿Qué me puede decir sobre eso? - le cuestiono.
- Bueno... Es cierto que lo veía debes en cuando, pero era para hablar sobre su desempeño en él juego. - se lo nota nervioso al hablar. Parece que con una pequeña suposición inventada pude sacar algo interesante.
- ¿Alguna vez el estubo en su casa? - esta pregunta parece no haber sido de su agrado.
- Es suficiente de tanta pregunta, esto parece un interrogatorio. - dice un poco molesto.
- Solo soy alguien que quiere descubrir la verdad. - mis palabras fueron directas y profundas.
- Pues aquí no las encontrarás, solo era su entrenador. Ahora necesito que salgas de aquí, tengo cosas que hacer. - ya no sonaba tan amable como el principio.
Me levanto y me retiro. Pienso que hay algo raro aquí, y tal vez el entrenador tenga más que revelar, pero por el momento eso será suficiente. Mi siguiente idea es ir a su casa, ahí podré saber mucho más de lo que fue la vida de este chico.
Mientras salgo de la oficina del entrenador puedo sentir que alguien se acerca a mi.
- Hola cariño. - dice Amy y me da un pequeño beso para saludarme. Ella ya había tomado una actitud más afectiva en la primera semana que empezamos a salir. Aunque ella aún no quería admitir que era algo oficial ya que aún no podía olvidar a alguien más. Pero pensaba que eso cambiaría pronto.
- ¿Qué hacías en la oficina del entrenador? - pregunta.
- Trataba de descubrir la verdad. - digo con ironía.
- ¿Descubriste algo? - me gustaría decirle que si.
- No lo suficiente. Pero tengo una idea. - aseguro.
- Tan sólo espero que no te metas en problemas. - dice preocupada.
- Siempre. - digo despreocupado y la abrazo en señal de que no debe preocuparse.
Esa misma tarde fui a la casa de Tylor. Le pedí a Max que me acompañe, no quería involucrar a muchos, y sabía que Max podría cubrirme la espalda.
Tocamos a la puerta de la casa y una mujer nos abre, su mirada era pérdida, un tanto vacía.
- Hola, un gusto señera, nosotros éramos amigos de Tylor. - empieza a decir Max, parece que no tiene problema con esto.
- Es agradable recibir amigos de Tylor, por favor pasen. - la mujer nos trata con mucha hospitalidad. Entramos a la sala y nos sentamos en un sillón, ella en una silla frente de nosotros.
- Soy la madre de Tylor. ¿A qué se debe su visita? - dice ella cruzando sus piernas.
- Queríamos decir que lamentamos su pérdida, el era un gran amigo, fue el primero que conocí al iniciar las clases. - menciono para generar empatía, y parece funcionar.
- Era un buen muchacho. Es terrible lo que pasó. - dice ella y rompe en llanto.
- Lo fue, fue muy malo para todos, se siente un gran vacío. - dice Max tratando de consolarla.
- Lo siento chicos. - dice la mujer limpiandose las lágrimas. - Les gustaría ver su habitación. - propone y le dijimos que si.
Nos lleva arriba a una habitación, como la que cualquier adolescente tendría. Nos comenta que él solía pasar ahí encerrado por horas escuchando música, era alguien reservado.
Queríamos revisar si encontrábamos algo interesante, pero no queríamos que la mujer piense que estábamos registrando el cuarto de su hijo muerto.
- Bueno muchachos, iré a preparar la cena. Quédense un rato más si gustan. - las palabras de la señora fueron un alivio para nosotros.
- Claro Señora Tucker, gracias. - digo y se retira. Era nuestra oportunidad.
Comenzamos a revisar todo, cajones, litera, librero, viendo sus apuntes. Pero no encontrábamos nada relevante.
- No crees que su madre ya hizo esto, es decir, ella también querría saber más de lo que pasó. - argumenta Max mientras seguimos buscando.
- No lo creo, el dolor no le hubiera permitido revisar las cosas de su hijo que ya no está. - digo y continuamos.
Abro el armario, revisó en algunos bolsillos de chaquetas y pantalones, pero nada. Muevo unas cajas de zapatos que estaban en una repisa y había algo de bajo de una, una libreta.
- Oye Max, mira lo que encontré. - digo y le muestro la libreta.
- ¿Una libreta? - se pregunta.
Al abrirla era más que eso, quizás junto lo que buscábamos. Estaba llena de escritos y dibujos raros, todo sobre venganza y de asesinatos. Uno de los últimos escritos y el que más llamó nuestra atención decía: "Finalmente lo haremos, nos vengaremos, B.S. y yo nos vengaremos de quien nos hizo esto".
- ¿Quién es B.S.? - pregunto.
- Deben ser las iniciales de algún amigo de él, de alguien con quien planeaba hacer una venganza. - dice Max un tanto pensativo, preguntándose quien podría ser.
- Hay que buscar en los estudiantes que pertenecen o pertenecieron al equipo de baloncesto a alguien con estas iniciales. - mi idea parece gustarle a mi compañero.
- Bien, eso suena lo más probable. Y al encontrarlo a él sabremos de quien querrían vengarse y así saber porque al final sucedería lo que pasó. - Max tenía toda la razón.
- Creo que ya tengo una idea de a quien pudo haber sido esa venganza. - digo recordando la actitud extraña del entrenador.
- ¿Para quién? - pregunta.
- Después lo sabrás. - digo sin más y nos vamos con la libreta.
Caminabamos por la calle y ya casi se hacía de noche, teníamos en la mente que ya habíamos encontrado algo clave para descubrir ese misterio. Y aunque mi mente estaba centrada únicamente en eso, no pensé que podría cambiar tan rápido con unas simples palabras.
- James, hay algo que debo decirte, aunque tal vez este no sea el mejor momento. - empieza a decir Max con un tono de preocupación.
- Tranquilo amigo, puedes decirme lo que sea. - él no estaba muy convencido si hablar o no, pero al final lo hace.
- Recuerdas que Amy te dijo que no puede estar contigo porque hay alguien más. - de inmediato detengo mis pasos, no me esperaba que lo que tenía que decir sería sobre eso.
- Si, claro que si ¿Por qué lo preguntas? - le cuestiono intrigado. - Siempre dice que hay otro. - añado.
- Lo que pasa es que... Yo se quien es el otro. - no podía creer lo que escuchaba.
- ¿Cómo que sabes quien es? ¿Quién es? Dímelo... - le tomo por los hombros y le exijo que me diga.
- Yo soy el otro. - de inmediato lo suelto, y me quedo anonadado con esas palabras.
Aún quedaban misterios que desentrañar en el High School Cleveland, y aunque los días pueden montarse sombríos a los estudiantes. Pude darme cuenta que aprendería una lección muy importante, y esa lección apareció con una pregunta...
¿En quién podemos confiar?
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