capitulo 55
Maldición no siento mis extremidades, moriré antes de poder hacer mi prueba que analizara mi compatibilidad con el mecha. Ya logré controlar mis dos habilidades las cueles son; Tierra y gravedad.
Puedo crear escudo no solo con la tierra también puedo hacerlo con la gravedad, al principio lo creí e imposible pero si me logro concentrar puedo expandir mi mente y con eso crear un tipo de escudo transparente pero más resistente que la tierra.
También se me dijo que podría ser una tercera habilidad que desarrolle por si solo, la verdad sigo sin entender pero con tal que me sirva para protegerme y a las personas que aprecio me es suficiente.
Farid dice que solo es suerte, para que no muera por lo e incompetente que soy. Ese maldito me ha estado torturando todo este tiempo, no hay momento en que no me haga agotar todas mis energías, ni siquiera sé me permite días de descanso.
Estoy consciente que fue mi culpa por golpearlo donde más le duele, su amor unilateral hacía Seth. Sin embargo le pedí disculpas, como era de esperarse no aceptó mis sinceras disculpas por lo que terminamos siendo enemigos a muerte.
Es mi entrenador pero no por eso me dejare, no. Cuando tengo la oportunidad suelo tirarlo al suelo, someterlo con mi poder de gravedad, algo que no dura mucho porque el muy bastardo es duro. Cuando menos me lo espero soy yo quien se encuentra en el piso y sobre mí ese e irritante sujeto.
—Levantarte que aun no se ha terminado el entrenamiento.—Su voz suena muy molesta.—Deja de estár flojeando.—Empuja con el pie el cuerpo de Lucio, mientras suaviza sus cuerdas bocales con agua.
Farid se ve muy sensual con ese uniforme negro pegado a su cuerpo, exponía sus firmes caderas y sobre todo ese abdomen super duro y muy marcado.
—¿Lucio?—Vuelve a sacudir el cuerpo de contrario con su pie, sin embargo Lucio seguía sin reaccionar y mucho menos hacia algún ruido algo que no es muy común en él.
Siempre suele ponerse molesto o altanero cuando Farid hace algo como eso, golpearlo de la nada o esa manera en la que le habla.
—¿Lucio?—¿En verdad se desmayo? Fuí demasiado duro con él, su hermano menor me matará sí se entera de esto.
Hace unos días atrás me vino a ver y me amenazó sutilmente con esa mirada penetrante, "Está bien si lo entrenas duramente, lo necesita, pero si en dado momento él terminar lastimado o desmayado por el agotamiento te haré sufrir lo mismo, el doble si es necesario." Fueron sus palabras.
No debería de perturbarme sus amenazas, sin embargo George es un tipo inexplicablemente habilidoso, sobre todo su poder es una completa locura. Solo los de la flota y la gente de confianza sabemos sobre ese fuego de llamas negras.
Fue bueno que no me tocó ser su entrenador porque no hubiera podido ordenarle, son pocas las personas que tienen esa presión de poder emanado de su cuerpo. No digo que no puedo ganarle, claro que podría pero también estoy consciente que no saldría ileso si fuera atrapado por esas llamas negras.
—Deja de estar fingiendo.—Con su dedo índice presiona la mejilla de Lucio.—Si no te levantas en estos momentos entonces yo...¡Uh!
Sus ojos que raramente son expresivos en este instante lo estaban haciendo y mucho, esa bella mirada tiene escrito, "sorpresa" por el repentino movimiento de Lucio.
En menos de un segundo Lucio tomo de la muñeca a Farid, tirándole al suelo y en ese mismo instante Lucio aprovechó para subir arriba del contrario.
Ese brusco movimiento causó que Farid terminara derramado el agua sobre su cuerpo, esas gotas de agua cayendo de su cabello y deslizándose por su cuello lo hizo parece un hipnotico paisaje deslumbrante.
Lucio e inconcientemente trago grueso al ver esas gotas de agua sobre la clavícula de Farid, elevado su mirada muy lentamente hasta que sus miradas se encuentran y se quedan ahí, mirándose en silencio.
‹Podia ver mi reflejo en sus radiantes ojos, eran tan claros como un espejo que dio miedo seguír mirado mi expresión. No sabía que podía poner una expresión como esa enfrente de una persona tonta como lo es Lucio.› Pensó un sorprendió Farid.
No tardó mucho para que la tención entre ellos se volviera tan pesada, asustados cuando escucharon unos pequeños pero muy penetrantes aleteos en sus corazones.
‹Sus largas pestañas aun mojadas por el agua caídas sobre ellas, se seguían viéndose bonitas y muy tupidas. Ese color rojo de sus labios acentúa tan bien con su fina piel...¡Me volví loco!› se cuestiona un Lucio todo sonrojado sutilmente tras su nuca.
—Lucio, ¿no te a caído un mensaje...?
Youssef llevó sus manos a la boca, ocultado su sorpresa sin embargo sus mejillas se sonrojan un poco al ver en la posición que se encuentran ese par.
—Yo...yo..no quería e interrumpir—Tartamudeo—...Lo siento...—Salió corriendo.
—¡Youssef, no es lo que crees!—Se levantó rápidamente.—Youssef.—Ya se había escapado.—Maldición.—Froto su nuca.
Solo esperó que no le cuente a los demás, [no digo que sea chismoso] solo que sus palabras se puede malinterpretar y eso podría ser perjudicial para Farid. No quiero que por culpa mía se corra algún rumor tonto.
—Ve con él.—Cubrio parte de su rostro con su brazo, él seguía acostado en el suelo de esas instalaciones.—El entrenamiento terminó, sí lo dejas esperar podría escalar el malentendido.
¿Qué diablos me pasa? Ni en las batallas más feroz o cuándo estaba junto al capitán no me quedé así, congelado al ser tomado con la guardia baja. ¿Cómo es posible que algo como esto me haya pasado y con este tipo con cara de idiota?
—El es como mi hermanito mas pequeño.—Aclaró.
¿Eh? ¿Por qué le estoy explicando mi relación con Youssef? No me debería de importar una mierda lo Farid piense de mí.
—No es alguien que vería con otros ojos y él mucho menos me vería de esa manera...
—¿Por qué rayos me estás explicando eso?—Preguntó, con una expresión extraña en sus ojos.—¡No te pedí explicación!
—¡Quién demonio te está dando explicaciones a ti!—Vociferó.—Solo estoy aclarando cualquier malentendido estúpido que puedas llegar a tener.
Este maldito en serio me hace enojar, cada vez que estoy con él siento que pierdo cabello por el estrés de estar mirándole la cara.
—¡¿Por qué iba a malentender su relación?!—Cuestionó con las venas expuestas en su frente.—Para empezar no me importa tu miserable vida privada.
—¿Miserable?—Sonrió con burlas.—Si vamos hablar sobre miserias.—Corto la distancia entre él y Farid, estaban tan cerca que sus pechos se rozan.—¡Tú vida es la miserable!
—¡Deja de levantarme la voz maldito!
—¡Obligarme maldito!
—Tu lo pediste.
—¿Qué está pasando aquí?
Dimas y George se les quedan viendo muy detenidamente, ese par se encuentra con sus manos aferradose al cuello de sus uniformes. Tan cerca que en cualquier momento sus nariz podía tocarse entre sí.
—¡Almirante!
—¡George!
—Sigan en lo suyo.—Expresó George, sostenido a Dimas por el cuello de su camisa.—Nos disculpamos por interrumpir.—Jalo a Dimas, al parecer él si quería quedarse y así saber que estaba pasando entre esos dos.—De mirón pasaste a ser chismoso.
—Nada de eso.—Se enderezó, liberándose del agarré de George. Con toda la intención de acorrarlo contra la pared y devorar los labios traviesos del menor.
Sin embargo eso se vio interrumpido cuando Lucio, se interpuso enmedio de ambos. Algo le decía que esa cercanía entre Dimas y su hermano menor no era del todo normal.
—¡No interrumpieron nada!—Vocifera al unísono.—Ya tengo suficiente con Youssef.—Tengo que ir hablar con él después.
—Para empezar no estába sucediendo nada.—Aclaro, Farid.—Ya que el entrenamiento a terminado, me retiro.—Al igual que George una de las habilidades de Farid, es la telequinesis.
Haciendo uso de esa habilidad dejo todo el lugar ordenado y muy limpio. Su poder se encuentra en un nivel mas alto que el de George es por eso que sin tanto esfuerzo podía realizar muchas cosas a la vez.
—Con permiso...
—¿No irás a la fiesta?—Preguntó Dimas.—Mi hermano mayor nos espera a todos está noche.
—Aun no lo sé.—Salió de las instalaciones.
—Lucio, quitarte de enmedio.—Lo movió con el mínimo esfuerzo.
—¿Qué haces en tu día libre con el Almirante?
Últimamente los e visto muy juntitos y en este instante es mucho mas, ¿qué está pasando entre ellos dos? La mirada de George cambia cuando mira esos ojos violetas de Dimas.
—¿También te está sobrecargo cómo lo hace Farid conmigo?—Aprieta sus dientes.—Ese sujetó no tiene piedad de mi.
—Estoy con él porque estamos a punto de ir a una cita.—Solto así sin mas esa información.—Apartir de este instante Dimas es mío, mi pareja.—Lo toma por la cintura.
Dimas tampoco se quedó atrás y deslizó su mano por la espalda de George, acariciando las caderas en el proceso antes de aferrarse al menor.
—Ya veo, con que era eso....¡Qué!—Se exaltó.—¡Están saliendo!
Lucio frota suavemente su nuca porque si no hacia eso, sentía que le caería algún calambre que lo dejaría con la nuca hacía un lado.
—¿Cuándo paso eso?—Mira fijamente a Dimas.—¿No lo está amenazado, verdad?—Su mirada se tornó peligrosa.—¿Qué intensiones tiene con mi hermanito? ¿Va en serio con él, verdad? Porqué si está jugando yo...
—En verdad me gusta George.—Hablo seriamente.—Voy muy en serio con él, no me atrevería amenazado.—Su mirada se encuentra con la de George.—No creo salir ileso si hiciera algo como eso.—Sonríe.—Él es alguien muy fuerte.
—Así no estuviera de acuerdo en esta relación, George no me haría caso.—Suspiró.
—Estas en lo correcto, hermano mayor.
En realidad estoy feliz por mi hermano menor, él logró encontrar el amor nuevamente y está vez parece que será para siempre. Estoy aliviado que por mi culpa no haya cerrado su corazón, que se haya atrevido a dejar entrar a alguien mas a su vida es reconfortante. Eso es lo importante aquí.
Sin embargo si Dimas llega a romperle el corazón a George, le voy hacer pagar muy caro. De por si por mi culpa ya vivo tan mal no quiero que vuelva a experimentar algo así, nunca, nunca.
—No me queda otra que estar feliz por ti.
Sin previo aviso George fue abrazo por Lucio, en el proceso el último nombrado empujó hacia un lado a Dimas. Quién en estos momentos se encuentra conteniendo sus ganas de separarlos, Dimas ya sabía que Lucio en su momento fue el primer amor de George.
Cuándo se enteró tuvo ganas de ir con Lucio y romperle la cara por ver lastimado a su ahora pareja, sin embargo George lo detuvo y le advirtió que si le hacía algo a su hermano mayor, Dimas se las vería con él.
También le dejó en claro que eso ya era cosa del pasado, que no vaya a malinterpretar nada si en su momento lo ve tan cerca de Lucio. Qué ahora solo lo mirá como lo que es, su hermano mayor. Solamente eso, un buen hermano mayor.
"No dudaría de ti, tampoco sería tan cobarde como para mencionar tu pasado. Esto sonará mal pero estoy feliz de que ese tonto no haya correspondido tus sentimientos, se que estoy siendo un desagradable sin embargo sí el hubiera estado contigo, yo no estaría aquí besado tus labios hasta dejarlos rojos y mucho menos podría sostener tus manos. Es por eso que debo de darle las gracias por ser un idiota." Fueron las palabras de Dimas.
—Ya es momento de soltarlo, cuñado.—Los alejó, abrazado por la espalda a George.—Puede darles sus felicitaciones desde ahí...no estoy celoso.—Susurró cerca del oído de George, deslizando su lengua lascivamente mientras Lucio no veía.
—Eres el primero en saberlo.—Comentó George.— Manten quita tus lascivas extremidades.—Hablo entredientes mientras le deja ir un codazo a Dimas.
El de ojos violetas solo sonrió todo coqueto, eso provocó que George tuviera unas amplias ganas de borrarle esa sonrisa de una espléndida manera. Por ejemplo; tenerlo de bajo de él, con una mirada toda llorosa mirándole fijamente, el solo pensar eso lo emociona mucho.
—¡En serio!—No puedo creer que le gane a Seth, mi hermano menor me lo hizo saber a mí primero.
Tanto Dimas cómo George se sorprendieron al ver la expresión radiante de Lucio, no podía controlar su alegría. Era como un pequeño niño visitado el parque de diversiones por primera vez.
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