¿A dónde fue mi Chris? Solo estuve en el baño durante unos cuantos minutos, ¿se fue sin decirme nada? No comento nada acerca de salir, y tampoco veo ni siento la presencia de Miel, por ningún lado.

Seth lo busca por toda la habitación, iba ir a sala cuando notó la pequeña nota en el buró junto a la cama, al levantarla olió ese penetrante aroma a violetas.

"Salí por un momento, te veré en la agencia. Tomé prestada por un segundo a miel, espero y no te moleste. Y sí te molesta, no me importa. ╮⁠(⁠.⁠ ⁠❛⁠ ⁠ᴗ⁠ ⁠❛⁠.⁠)⁠╭  Para lo que haré acontinuación requiero de su ayuda. Solo quiero lavar un trapo viejo con cloro o lejía.

Att: Christian.

Posdata; Más te vale que no sigas sonriendo por ver esa carita. La idea de que dibujara esa cosa extraña, fue miel.

Ya era demasiado tarde, Seth ríe ruidosamente. Con una expresión de idiota enamorado, el solo imaginar a Christian escribiendo y dibujado esa carita era muy adorable para el alfa de hermosos ojos heterocromía.

—Mi alfa solo salió a jugar un rato—Besa la nota—Espero y se divierta mucho, es una lastima que no me llevó con él—Se dirige al clóset—Vamos a ver que traje me pondré, tengo que verme guapo para mí Chris.

¿Jugando? Si seguro, pero jugando con explosivos al parecer. Christian fue hacerle una visita inesperada a Gregori, quién se encuentra con aspecto peor que la mierda.

Ese aspecto demacrado es a causa de estar arreglando los problemas de las agencias e intentado sacar a su padre de prisión, al mismo tiempo. No ha podido dormir bien durante estás dos últimas semanas.

Así como tampoco a tenido tiempo de ir acosar a Seth, por más que lo deseé. Tenía que arreglar todo, de esa manera nadie iba a interponerse entre él, Seth y Youssef.

Dicen que soy el despiadado villano, me describieron un tanto o muy despistado. Que cometería cualquier atrocidad, crimen, si alguien llegase a lastimar, hablar e inclusive ver de manera extraña a la persona que más quiero. Lo más importante para mí, mi razón de ser, mi vida entera.

Entonces, no queda de otra. Tengo que hacerle honor a ese título, ¿Verdad? Hacerles saber cuan malvado puedo ser si alguien se atreve a si quiera pensar en cosas extrañas, relacionadas con mi Seth. Mi alfa.

Sonrío peligrosamente con esa bella mirada morada un tanto loca. Por su cabeza estaban pasado demasiados pensamientos nada bonitos, y el protagonista de esos pensamientos es; el pobre diablo de Gregori. Nunca debió de decir en voz alta que quería someter bajo su cuerpo a Seth.

—¿Que te trae por aquí?—Pregunté con desconfianza—No tengo nada que decir con respecto a lo que tú padre, piensa sobre mi padre. Pierdes tu tiempo.

Averigué el porqué el viejo Inder Rexon se encuentra tirado tanta mierda sobre nosotros, todo indica que alguien se metió a su casa y le provocó un daño irremediable. No logré averiguar más, porqué la mayoría de sus empleados fueron despedidos y enviados lejos.

¿No entiendo el por qué sospecha de mi padre? Nosotros tenemos tantos enemigos, que no es una sorpresa si atacan de repente. Siempre han estado esperado la oportunidad de hundirnos, son unos cobardes.

—No vine hablar sobre ellos, no me interesa sus disputas. Ya deberías de saber que deje la familia Rexon. Ahora soy Christian Knight—No recuerda nada de ese día, tan débil el muy miserable. Mi Seth a penas le tocó la frente.

¿Knight? Que apellido tan único. Pero, ¿ese no es el apellido de su difunta madre? ¿De quién es? ¡Cómo que dejó su familia! No es algo de lo que se hable, nadie dice nada de eso.

—¡Puedes dejar de moverte de aquí para allá!—Vociferó enfurecido—Me estás mareado maldición—Bufo. 

Desde que llegó a dando vueltas por toda mi oficina como si fuese la de él, es tan malditamente molesto, ¿quién se cree que es para comportarse así? Solo debería darle un puñetazo sin darle la oportunidad de defenderse, dice que ya no es de la familia Rexon, eso quiere decir que nadie lo está respaldado.

<Estoy segura de que él está pensado que solo debería darle un puñetazo, ahora que nadie lo está respaldado> Más no sabe que quien cuida no solo la espalda de mi señor Christian, es el mismísimo vicealmirante de la flota halcón.

Futuro emperador de uno o de los dos imperios más importantes de todo lo conoció en la galaxia y lo que se está por conocer.

[Sí, es muy obvio con sus expresiones el muy bastardo] Ni siquiera puede agarrar bien todo lo que tiene y está intentando sujetar más de lo que puede.

—Solo estaba buscando el lugar perfecto donde ponerme cómodo—Sonríe. Sonrisa que no llega a sus ojos—¿Te gusta Seth?—Preguntó fríamente al mismo tiempo que toma asiento frente a Gregori.

—¡¿Qué?!—Eso me sorprendió.—¿De que estás hablando?

Gregori enderezó su espalda, vio fijamente a Christian. Con una mirada fría y llena de muchas dudas. En nigún momento creyó que el alfa de ojos morados, preguntaría algo como eso.

—Solo responde.

—Que te importa, no tiene nada que ver contigo si me gusta o no.—Está loco al igual que su padre.—Vete antes de que pierda la poca paciencia—Advierte.

[Miel, enviarle un mensaje de que salga en silencio a todas esas personas que en verdad, merezcan ser salvadas.] <Bien, lo haré en un segundo>

—¡Claro que me incube!—Golpeo con fuerza el escritorio.—Al hombre que tus sucios ojos están codiciado, es mío. Es mi hombre.—Expresó con aquella inmensa sed de sangre—¡¿Te atreves siquiera a mirarlo?!

—¡¿Aahg?!

Los ojos de Gregori están siendo pinchados sin piedad, esos largos y bonitos dedos de Christian siguen empujando hacía al frente, causando ardor en los ojos de Gregori.

—¿Qué se siente que el maldito guión no esté de tu lado? ¿Como la mierda, verdad?—Preguntó con una sonrisa malvada.

—¡Soltarme maldito desquiciado!—Se alejó de Christian.

¡Maldición, mis ojos duelen como el demonio! No puedo abrirlos sin que ardan, se siente horrible al igual que cuando cae aceite caliente sobre tu piel.

<Ya está todo listo, podemos marcharnos> [Bien] limpió sus dedos con desinfecte, algo que fue dado por miel. [¿Cuántas personas en total?]

<Lo máximo, unas trescientas de quinientas. Los demás son seres aberrantes que ni siquiera pueden ser llamados personas o bestias, porque son mucho peor>

[¿Solo quinientas personas trabajan aquí?] <No, pero las demás andan haciendo su trabajo a fuera, es por eso que son poquitas> [Comprendo]

—No es necesario que llames a seguridad, joven maestro London—Abre la puerta—Conozco la salida—Sonrío amablemente.

¿Que fue esa sonrisa? Fue espeluznante de ver, ¿solo vino amenazarme? ¡Seth no puede estár salido con ese casi treintón! Ja, ni crea que voy a temer por sus estúpidas amenazas. Ese maldito me pagará está humillación.

Gregori hablado de la edad de los demás, cuando el también está por llegar a los treinta. Actualmente tiene 28 años, al igual que Seth. Y Christian tiene 29 años, pero es una edad que no aparenta por nigún lado.

La mayoría de personas creían que la edad de Christian, rondaba ente los veintisiete años, su belleza despampanante y la manera de verse tan joven era algo que envidiaban los jóvenes de veinticinco que parecían de treinta.

[Borra los mensajes envíados y todo rastro de mi existencia que indique que estuve allí] Abrocha su cinturón. <Ya lo hice, ¿Algo más?> [Sí, detonarla] Cierra sus ojos. [Pero no dejes que muera, quiero que sufra en vida. Al igual que el maestro Rexon] <Como diga>

Antes de llegar a la oficina de Gregori y hablar con él, si a eso se le puede llamar "hablar" Christian fue a reunirse con su padre, quién lo recibió con golpes. Golpes qué fueron de vueltos.

                                 ••••••Flashback••••••

Tuvo la ligera de agarra la mano del maestro Inder Rexon, y al mismo tiempo empujarlo duramente con su pie. El viejo Rexon cayó bruscamente al piso.

Causado un gran estruendo cuando su trasero impactó con el duro piso, solo le tomo dos segundos entender lo que estaba pasando, caer en cuenta que ese hombre frente a él, ya no es el mismo Christian que una vez conoció.

—¡¿Quieres morir maldito bastardo?!—Preguntó exaltado, quejándose de dolor. Esa caída había dolido.

¡¿Como se atreve a devolverme el golpe, a mí, su padre?! He sido demasiado indulgente todo ese tiempo con él, debí seguir rompiendo sus extremidades hasta que su cuerpo se volviera tan flexible, que podría salir de cualquier pequeño agujero.

Todavía estoy a tiempo de hacerle saber quien manda, quien tiene y seguirá tenido el control de su vida, a si cumpla sesenta años, tendrá que seguir doblegadose a mis pies.

No por nada me la pase corrigiendo su actitud desde que era un mocoso de dos años, aunque en ese entonces no podía castigarlo como quería, porqué su madre se metía donde no debía. Pero de igual forma le deje el miedo arraigado en sus huesos.

Sabía que pasaría si llegaba a desobedecer, la prueba de ello fue su madre, quien murió en ese lugar, digno para un omega. Hasta fui demasiado piadoso al permitir que siguiera disfrutando del placer, algo de lo que Christian jamás se enteró y ni se enterará.

—El único que morirá aquí, eres tu, padre.—Hablo con frialdad—Sin embargo, no será una muerte rápida.—Sonrió de la forma más malvada que puede existir—Ya que no puedes usar esa cosa de la cual tanto de enorgullece, ¿Por qué no usar tu parte de atrás? ¿Sí?—Esa sonrisa se volvió más hermosa.

—Tu...—Se quedo sin habla por unos segundos—¡¿Cómo sabes eso?!—Preguntó sobresaltado.

De solo recordar ese dia, todo su cuerpo dolía y se estremecía de terror, la sangre brotado lo tortura en sus sueños. Cada vez que cierra sus ojos vuelve a pasar por ese mismo infierno.

—¡Responde!—Tiró el florero, Christian lo esquivo.—¿Fuiste tú esa noche?—Se encuentra incrédulo—¡No...no puedes ser tú! Esa persona tiene un aura aterradora completamente diferente a la tuya...y esos ojos eran dagas que cortaban mi cuerpo tan despiadado.

¿Es normal que me sienta feliz al saber las cosas que hizo Seth? Sea normal o no. No puedo evitar sentirme así de feliz, tanto que deseo tenerlo frente a mi para poder darle las gracias, darle un beso.

Seth no se aguardó nada y le comentó a Christian, la forma en la que lo había echo sufrir y seguía torturando al viejo Rexon. En ese instante el alfa de ojos morados no dijo nada y solo abrazo a Seth, mientras dejaba salir sus feromonas.

De esa forma suele decirle lo que siente a Seth, palabras que no puede decir en voz alta o no sabe como decirlas para empezar. Por eso prefiere soltar sus feromonas.

Seth feliz de la vida, a él le encanta poder volverse loco con ese olor a Violetas, aroma que se le mete a sus poros y le hace saber cuan enamorado está Christian de él.

—¡Te ordeno que me lo digas¡—Agarra el palo de golf—¿Dónde está ese mald...Aagh?

Christian le cerro la boca de un solo puñetazo, no permitirá insultos para su Seth. Y su mirada sanguinaria lo decía todo, esos ojos son cuchillos listo para atravesar al viejo en el suelo.

—Nunca tuve respectivas sobre ti—Sacude su traje gris azulado—Tampoco tengo afecto por ti y mucho menos me afectará lo que te llegué a pasar en el futuro.

Vine a este lugar solo para cumplir el objetivo que tengo en mente, y para ver la expresión de desesperación de ese hombre que siempre sea creído invencible. Desesperación que a penas estas po comenzar.

—Disfruta todo lo que has cosechado tu y mis tíos—Abre la puerta—Que agradezcan que ninguna vez me pusieron una mano encima o hoy estarían igual que tú. Hasta nunca y sufre en el infierno, padre—Cerro la puerta.

Dejando atrás los gritos y maldiciones de su progenitor, hoy es el día que cierra y deja atrás todo lo relacionado con la familia Rexon. Para pronto renacer como una nueva persona, en otro lugar mil veces diferente a este.

Lucio se había encargado de la seguridad, con mucha discreción por lo que nadie respondería al llamado eufóricos del maestro Rexon.

                           ••••••Fin del flashback••••••

Christian iba viendo las noticias en su celular, solo se hablaba sobre las dos explosiones que habían ocurrido al mismo tiempo.

—Hermoso—Susurró mientras veía la pantalla.

La principal agencia de la familia London, y la familia Rexon, se vieron involucradas en un terrible accidente o atentado. Todavía no hay noticias sobre la investigación que esta siendo realizada por la policía, solo se sabe que el joven maestro Gregori London, quedó bajo de una pared, fue trasladado al hospital.

Sobre el maestro Rexon, el también fue llevado al hospital. Mi compañero dice que su cuerpo tiene unas heridas demasiado horripilantes de ver.

En la pantalla apareció el maestro Rexon, inconsciente con su pecho desnudo. Los periodistas aprovecharon el momento para obtener una gran premisa, más cuando nadie está protegiendo la seguridad del gran maestro Rexon.

Como pueden ver, eso puede ser un indicador que todo se trate de alguna venganza, esas palabras escritas en su cuerpo no son tatuajes. ¿Será un atentado realizado por ambas familias? Solo que jamás pensaron que el otro tenía la misma idea.

Christian apagó su celular, ya había visto lo que quería ver. Solo toca esperar que la policía se encargue de lo demás, dejo las pistas suficientes para que cierren el caso y encuentren al culpable.

El alfa le había pedido a Miel, que ninguno de esos dos muriera, pero que podían sufrir algunas heridas tanto leves como graves. La cárcel no era el lugar donde pertenece Inder Rexon,

Él iba a terminar en un burdel. Sirviendo con su cuerpo, hacerle saber cómo se siente el ser obligado a dar tu cuerpo cuando no lo quieres. Christian quería hacerle saber a su padre, cómo se sintió su difunta madre al ser obligada a ir a ese lugar y morir.

—Llegamos, maestro—Lucio estacionó el auto.

—Bien—Baja del auto.

¿Por qué estoy sudando tanto? El interior del auto estaba fresco, ¿entonces por qué? Hasta mi boca se está empezando a sentir seca.

Christian afloja su corbata, sube las mangas de la camisa hasta sus codos. Tenia mucha calor, tanta que quería estar en una piscina con hielo.

<Es mejor que suba de vuelta al auto, mi maestro está bajado> [¿A que te refieres?] Jadea [¿Por qué?] Que calor maldición. <¿No puede darse cuenta? Está entrado en su rut, la temperatura corporal de su cuerpo sigue subiendo>

—¡¿Qué?!

—¡Maestro!—Cubrí mi nariz.

—Entra al auto y sube la ventanilla del interior—Le ordenó a Lucio.

Christian lleva su mano al pecho y con la otra se sostuvo del auto, su mente es un caos, ese deseo sexual se está apoderando de él, hasta el punto en que sus colmillos quieren salir y encajarlos.

Como un animal salvaje, Christian corrió hacia el penetrante olor a sidra y juego. Seth solo sonrió y dulcemente lo en volvió en sus brazos.

—Estoy aquí, cariño—Mueve un poco su cabeza—Puedes morderme tanto como quieras mi alfa.

—¿De verdad?—Olfateo el cuello de Seth.

—Sí—Susurró sobre su oído con una voz seductora—Marcarme—Sonrío embriago con esa fragancia a violetas.

Seth gime al sentir esos colmillos adentrándose en su suave piel, poniéndolo emocionado ahí abajo al sentir la lengua húmeda lamiendo esa mordida, como un adorable gatito.

El más joven levantó en sus brazos a Christian, sonriendo locamente. Le encanta en la forma en que Christian lo marca con sus feromonas, es sublime. Está por intoxicarse con esa inmensa felicidad.