Seth no logra escuchar las ruidosas pisadas de Alexa, al subir y bajar las escaleras a una increíble velocidad. Miel tampoco quiso ni tenía la intención de, despertar a su maestro por simples pequeñeces.

No iba a interrumpir la sagrada siesta de su maestro, por la reciente llegada del protagonista masculino, a la mansión Allen. La persona que más puede odiar su señor.

El alfa también se hubiese molestado mucho si lo despierta solo por eso, por algo siempre le dice que haga la habitación insonorizada para no escuchar nada de lo que ocurre allá fuera. Si no está relacionado con Christian, entonces no le interesa.

Pueden matarse entre sí, y le vendría dando lo mismo. Sería una gran noticia si un día despierta y le dicen que esas personas están muertas.

Miel: Lo único bueno de la llegada de Gregori, es que se cancelan las “clases” que tanto odia mi maestro. No tendrá el desagradó de ver o escuchar los repugnantes gemidos de esas dos personas enfermas. Sí, están muy enfermas. Mi maestro a lidiado con muchas personas y bestias de todo tipo, pero creo que estás personas se quedan cortas contra las bestias.

La abejita cubre el majestuoso cuerpo de Seth, el cual solo lleva puesto un boxer blanco muy ajustado, pero lo suficientemente cómodo. Su enorme entrepierna se veía algo activa, es el incómodo momento de todas las mañanas para los hombres. Bajo ese boxer se esconde una gran arma ¿Ese tamaño es legal?

—¿Por qué no avisaste que vendrías?—Acomoda su cabello, el cual sigue un poco húmedo. Le tocó ducharse a la ligera. Querido ocultar el hedor de esas feromonas que en su momento estuvieron en todo su cuerpo.

Lo cual fue todo una perdida de tiempo, Gregori es muy consiente de lo que sucede tanto en su familia como en la Allen. Ambas tienen esas “clases” solo que, Boris no están pervertido y retorcido cómo lo es Héctor. Pero, de igual manera son asquerosos. Por algo se llevan tan bien, tienen los mismo desagradables gustos.

—Fue algo de último momento—Ve a todos lados, pero no encuentra la persona que sus ojos querían ver. No veía a Seth por nigún lado.

Todo este lugar apesta a feromonas, por más ambientador que utilicen para ocultarlas, el hedor sigue siendo nauseabundo ¿Seth también estuvo tenido sexo en este lugar? No, no puede ser posible, podría oler sus feromonas y no huele ese aroma.

Supuestamente huelen a sidra y fuego... quisiera olerlas tan sola una vez, aunque me hagan sentir nauseabundo. Los alfas no pueden olor las feromonas de otro alfa sin que, nos produzca cierta irritación cómo asco.

—¿Qué buscas?—Se pone enfrente de Gregori, haciendo que esté la miré solo a ella.

Desde que llegó, no dejado de mirar cada rico de este lugar. Su mirada se queda fijamente en el segundo piso..¿Está buscado a Seth?

—¿Vienes en busca de Seth?—Pregunta Héctor.

Héctor venía bajado las escaleras, luciendo un magnífico y muy bien planchado traje negro, con un broche azul en el lado izquierda de su saco. Como si no fuese él, a quién vio recientemente Gregori, teniendo relaciones sexuales en la sala con un joven fornido de unos 19 años.

Ha su prometida Alexa, no la alcanzó a ver porque ella salió corriendo muy rápido. Escuchó la voz de Gregori, desde que saludo en la puerta al mayordomo, Amílcar.

—¿Por qué a Seth? ¿Qué necesitas de tu cuñado?

Otra vez Seth ¿Por qué nuevamente él? Seth esto, Seth aquello. ¡Me está fastidiado! ¿Cuando es que se volvieron cercanos? ¿Eran mentiras todas esas palabras dichas por el, ayer en la noche? ¿Que tiene de bueno?

—¿Acaso es por lo que sucedió ayer?—Ignora la pregunta de su hija, sigue viendo a Gregori—¿No podías venir después? Son las seis y media de la mañana.

Lo sé, pero tenía esa necesidad de querer venir lo más rápido posible. Antes de que se fuera a la agencia a trabajar.

Padre comentó que el tío Héctor, le hizo saber que Seth, empezará a trabajar en una de las agencias. Lo podré ver más seguido ya que, tenemos contratos e inversiones en los mismos proyectos que aseguran y dan muchos frutos.

—¿Él le contó?—Eso me sorprende. Creía que por su temperamento, no le hacía saber nada de lo que hiciera al tío, Héctor. Por eso quería hablar a solas con él, para no ponérsela difícil.

A los ojos de Gregori, Seth es un narciso con espinas. Los narcisos suelen tener un significado de arrogancia, la espinas vendrían significado peligro, al descuidarte podrías terminar pinchando por verte distraído y perdido en su belleza e arrogancia.

—Sí.

¿De que hablan? ¿En qué problemas se metió Seth? Ojalá sea en unos muy grandes y complicados hasta el punto de manchar la reputación de la familia Allen.

—Él me lo hizo saber—Toma asiento—Sentarte, dudo mucho que Seth, baje a la sala en estos momentos.

—¿No le dirá nada?—Desabrocha dos botones de su traje antes de sentarse en el sofa—Mi padre está molesto.

—¿Tu primo te contó toda la historia?—Cruza sus piernas—¿Sabes lo que le dijo a mi hijo?—Sus ojos brillan con frialdad.

—No, él no puede decir ninguna palabra, quedó en shock al saber que no podrá usar esa cosa entré sus piernas... nunca más.—Se lo tiene muy merecido, pero no lo diré en voz alta.

—Tiene mucha suerte—Sonrío orgulloso.

—¿Suerte?—Frunció el ceño.

—Sí, es una suerte que no lo cortó por completo y solo lo aplastó.

—¡Tío!—Exclamó Gregori—Es mi primo del que estamos hablando. Seth no tenía derecho de....

—¿Tener derecho de que?—Venia acomodó su corbata.

Los tres llevaron su mirada en dirección a las escaleras. Seth baja de la manera más sofisticada posible, ese traje de tres piezas color beige, le quedaba fenomenal. Su cabello sigue cayendo hacia bajó, cubre su bella frente y esas cinceladas cejas. Para combinar con su traje, lleva una mascarilla del mismo color.

[Que asco, el ambientador se mezcló con las feromonas de esas personas ¿Puedes modificar está mascarilla de igual manera a la que uso en el imperio?] <¡Por supuesto que puedo!> Seth suele usar una mascarilla cada vez que va a una batalla, es para proteger su nariz del hedor a sangre, aveces suele ser muy penetrante e incómodo.

—Si vienes a reclamar sobre lo que pasó en el restaurante, pimienta y Rosas, ahórrate esos reclamos. Que agradezca que sigue vivo después de decir que podía tenerme si quisiera—Miente—Que con solo chasquear sus dedos, yo—Lo ve fríamente—Tenia que quítame la ropa.—Sus ojos muestran una frialdad.

<¿Cuando dijo eso?> Pregunta confundida la pequeña abeja [No lo dijo, pero nadie sabrá si es cierto o no ¿A quien le creerán?] <¿A usted?> [Sí. Porque yo, ni siquiera lo conocía anteriormente]

—¿Que?—Se exaltan ambos alfas.

—No te lo quise decir, padre—Mira con una mirada sumisa a Héctor—No quería que tuvieras una pelea con la familia London. Me enteré que era sobrino del tío, Boris. Hasta después de que ya me había pasado encima de él. Fue entonces cuando dijo que era sobrino del tío.

Tengo hambre, si sigo con esta charla, mi apetito se echara a perder. Quiero llegar a tiempo y desayunar con mi futura esposa.

—Si no me creen, pueden ir a preguntarle al personal de ese lugar.

<¿Modificó los suceso de ayer por las dudas?> [Sí, algo que sea creíble y no tan exagerado] <Bien. También quería decirle que la recreación de la voz de Héctor, para liberar a, Aiden. De esa institución, va avanzando sin problemas> [Esas son buenas noticias]

—¿Por qué no íbamos a creerte a ti? Gregori sabe muy bien como es su primo ¿Verdad?—Sus manos se aferran fuertemente del sofá, está muy pero muy molesto.

—Lo sé, de igual manera no vamos a disculparnos.

Primo estúpido, tendré que terminar el trabajo de Seth. ¡¿Como te atreves hablarles así, a alguien como Seth Allen?! Albert también recibirá su merecido por no a ver hecho nada al respecto.

—Seth, lo castigó. Estamos a mano ¿Sin rencores?

—Sin rencores—Expresa Héctor—Seremos familia después de todo—Sonrío peor que un zorro astuto.

—Asi es—Sonrío aún más astuto que Héctor.

—Si eso es todo, me marchó.—Mis ojos no pueden seguir viendo tanta basura reunida en un mismo lugar. Alexa está por explotar, quiere gritarme.

—¿No desayunas?

—No. Lo haré en la oficina—Ve su Rolex—Voy tarde, necesito ponerme al día con el trabajo.

—¿Te llevo?—Sugiere Gregori.

—¡Sí!—Alexa respondió en vez de Seth, este ya se habia marchado.

—Ve por tus cosas—No podía perder la cara, aunque no quería llevar a, Alexa. Eso era un fastidio para el alfa, pensaba dejarla en medio de la carretera.

—Bajo en un segundo—Estaba muy feliz sin importar que es la segunda opción. Carece de orgullo y dignidad, una completa vergüenza para los alfas.

Mientras tanto, George habré la puerta del auto para su joven maestro. Seth tomó asiento al mismo tiempo que abrocha su cinturón de seguridad.

<Ponga aprueba su mascarilla, ya le agregué un doble filtro. No tendrá problemas para respirar, eso también lo solucione>

—George, suelta tus feromonas.

—¿Perdón?

—Solo déjalas salir.

—Pero....si se reúne en unos momentos con el joven maestro Rexon, interpretará mal las cosas. Mis feromonas quedaran en su cuerpo....y puede que se sienta nauseabundo al olerlas.—Es algo de lo que estamos muy consiente los alfas.

Por eso estoy preocupado por mi joven maestro ¿Como podrá soportar oler las feromonas del Joven maestro Christian, sin vomitar? Después de todo, su olfato es mucho más desarrollado que cualquier alfa.

—Tienes un buen punto—Aunque me gustaría ver su expresión ¿Tal vez se pone celoso?.... jajaja, que chiste. Lo que se podría es molesto por arruinar su desayuno.—Ya no lo hagas.

Gregori se detuvo enfrente de esa misma florería de siempre, está vez fue él, quién fue por un ramo de claveles rojos; amor, orgullo, admiración. Es su significado.

—Conduce más rápido—Ve los claveles en sus mano—Se ven muy frescas.

—Están frescas. Eso es lo que dijo el de la tienda—Tambien huelen muy bien.

<Fueron cortadas hace unos minutos, el dueño las cultiva. Detrás de la florería se encuentra un gran tramo de tierra, hay varios pedazos divididos dónde se encuentra diferentes clases de Flores> [Entiendo]

George estaciona el auto, baja lo más rápido para abrir la puerta de su joven maestro. Hasta para bajar del auto, Seth lo hacia elegantemente, aunque eso no fuese su intención.

Ambos entran por la puerta del restaurante, la señorita les da la bienvenida.

—¿Joven Allen?—Pregunta.

George se pone en modo protector, que alguien pregunté así de la nada, el nombre de su joven maestro. A sus ojos eso es muy sospechoso. Seth le dio una mirada de; está bien, tranquilo.

—Si, soy yo.

—Alguien lo está esperando en el segundo piso, en la sala 3.

—¿Quién?—No veo a Christian por nigún lado ¿Ya se fue? Llegué tarde...

<¿Verificó la identidad de esa persona?> [No] sonrió [Esa persona debe de ser mi futura esposa] <¿Seguro?> [Muy seguro]

—Es la persona que suele sentarse ahí.

Señala la mesa donde suele ver a Christian. Seth estába en lo correcto. Quién lo esperaba es la persona a la cual está persiguiendo.

—Comprendo. Con permiso— Mi futura esposa está actuando misterioso.

—Me quedaré en este piso—Informa George.

—Bien, que tengas un buen desayuno.—El guardaespaldas solo asintió.

Seth sube las escaleras que van directamente al segundo, piso. Da unos cuantos pasos antes de llegar a la sala 3. Entró sin tocar la puerta, cerró al puerta en ese mismo instante.

—Llegas tarde—Dice sin mirarlo a los ojos, sus manos sostiene una taza con café.

Ya lo había visto llegar desde el momento en que bajo del auto, estuvo un buen rato de pie frente a la pared de vidrio, observando hacia fuera, esperando por Seth.

—Tuve un desagradable inconveniente—Se posiciona detrás del alfa ojos color púrpuras, inclina su cuerpo un poco hacia adelante

Deja los claveles en el regazo de Christian, quién se puso un poco tesón al tener tan cerca a Seth. El cual creé que es muy descarado.

—Pero, ya estoy aquí—Susurra cerca del oído de Christian.— Verte me hace olvidar todo lo desagradable. Ese traje azul negro que llevás puesto, te hace vez hermoso, Chris.

Christian se estremeció al sentir los brazos de Seth, abrazando su cuerpo y de como esos finos labios impactan con su mejilla izquierda. Lo tomaron desprevenido, otra vez. Lo peor es que logró escuchar un pequeño aleteo proveniente de su corazón.