Me encuentro en recepción bebiendo un café mientras Ariana discute con Mike. Lamentablemente ella ha caído en el error que él más odia "que tome enserio su relación", yo creí que Ari había comprendido que solo se "ven" y luego adiós.

Ariana sale de la oficina con un gran portazo.

-¡Jódete! .- Grita antes de cerrar.

-Ari...

-Quiero estar sola.

Sigue su paso sin siquiera escucharme. ¿Por qué mierda se enoja conmigo si yo no tengo nada que ver aquí?.

Mi móvil vibra y es un mensaje de John.

-Necesito a una acompañante para un viaje de negocios.

-¿Quieres que te consiga una?

-Ya la conseguí.

-Entonces...

-¿Vienes conmigo?

-¿Dónde es?

-Es en una ciudad cercana. Debes llevar un poco de ropa.

-Debo pensarlo, John.

-Es solo por dos días, no creo que requiera mucho tiempo pensarlo.
Nos vamos viernes y sábado.

-Está bien.

-¿Lo dices enserio?

-No jajaja.

-Andrea, necesito tu respuesta, no estoy bromeando.

-De acuerdo, iré contigo.

-Gracias. Mañana paso por ti.

**
Pasa por mi al departamento a las ocho de la tarde. Lo espero con el bolso listo. Subo al automóvil y me habla acerca de su viaje de negocios.

-¿Viaje de negocios?

-Sí.- Dice sin quitar la vista del camino.

-Eres dueño de un casino, John, no creo que sea necesario y menos que necesites de mi compañía.

-Luego te respondo.

-Pero...

-Llegamos.

Aparcamos en una calle (no sé el nombre) bastante transitada. El viaje duró aproximadamente una hora y media.

-Vamos, toma tu bolso.

Me entrega el bolso y él saca un maleta, ¿Tanta ropa?. Comienza a caminar y yo solo le sigo.

¿Dónde vamos? No sé, ¿Por qué lleva una maleta tan grande? No sé, ¿Por qué estacionó el auto en la calle como si nada? Tampoco sé.

Estamos llegando a un lugar con muchísima gente.

-¿Dónde vamos?

-Espera.

Saca su móvil para contestar una llamada, solo dice que está listo y que traiga las cosas.

-¿Quién era?

-Haces demasiadas preguntas. Era un amigo que recogerá las llaves del auto para guardarlo.- Solo asiento.- No hay viaje de negocios ni nada por el estilo, solo mentí una vez más cuando la verdad es que he comprado dos pasajes para un crucero.- Lo escucho y no lo creo.- También le he pedido a mi amigo que comprara ropa para ti. Sé que no lo esperabas, pero de otra forma no aceptarías mi invitación y me gustaría comenzar a conocerte de nuevo.

-¡¿Por qué lo hiciste?!

-Porque quería y tengo el dinero para hacerlo, así que no te preocupes.

-¡Pero, John!

-Deja de gritar, todos nos miran.- Exacto, todos nos observan.

-Tú estás loco.- Lo miro por un momento.- Debo visitar a mi padres.

-Vas la próxima semana.- Sonríe amplio.

-Sería segunda semana que no los veo, no puedo ser así con ellos.

-Andrea, acepta ir conmigo.- Toma mi mano. ¿Qué le ocurre? Él no es así, la ausencia de su hermana le afectó de una forma un tanto extraña.- Son solo tres días.

-No tengo más opción.- Me encojo de hombros.

-Es un crucero, no seas desconsiderada.

-Yo no te pedí que lo hicieras.

Esto parece una discusión de pareja. Llega el amigo de John, me entrega una maleta y se lleva las llaves.

Que comience el viaje.

**
La habitación es realmente hermosa, una cama matrimonial con un pequeño mueble a cada lado de la cama, dos clóset, sillones de cuero, todas las comodidades que se pueden imaginar y claro, el baño es una preciosidad.

-Ya que siempre hablas sobre tu dinero, ¿No podías haber pagado por una habitación para mi sola? Aunque no tuviera comodidades yo hubiera sido feliz de todos modos.

-Si no quieres dormir conmigo puedes dormir en el sofá.- Ríe a carcajadas.

-Que amable de tu parte.

Ordenamos nuestras pertenencias acompañado de risas, bromas y más de una pesadez de uno hacia el otro.

Aldrich es un chico encantador cuando quiere serlo, pero cuando no... uuh, que desagradable es.

Quisiera que siempre se manteniera con aquella forma de ser, esa sería la única forma en la que pueden funcionar las cosas y quiero que funcione.

**
Despierto y me encuentro sola en la cama, miro a todos lados tratando de recordar donde estoy. En un crucero. La puerta del baño se abre y aparece John con una toalla blanca atada a su cadera.

¡Santo Dios! Cuando me pregunté de como sería sin su traje. Perfecto, tengo la respuesta en frente de mis ojos y me encanta.

-Me haz jodido todo.

-¿Yo?, ¿Por qué?.- Sonríe.

-Ayer bebiste solo tres copas y el alcohol se subió a tu cabeza. Definitivamente no tienes resistencia. No pensaba dejarte sola.

-¿Qué hice?.- Nuevamente borracha. Excelente, Andrea, vas de maravilla.

-Cantabas, bailabas, saltabas, reíste en todo momento, de todo.- Saca unos jeans junto a una camiseta del armario.- Ya vuelvo.

-¿Dónde vas?

-Me vestiré en el baño, no creo que quieras que lo haga acá.

-Tengo hambre.- Cambio de tema con lo primero que se viene a mi mente.

Él sonríe y entra a vestirse.

**
Primer día en el crucero es fantástico. Hemos tomado el sol a la orilla de la piscina, nos hemos bañado en ésta, observamos el mar y ahora estamos en una fiesta de máscaras bailando con nuestros cuerpos muy pegados con un abrazo.
Solo hemos bailado sin hablar, disfrutamos el momento.

-¿Estás con alguien?

-¿A qué te refieres?

-Si es que tienes novio.

-No.- Frunzo el ceño.

Espero que responda, pero no lo hace.

-Quisiera preguntarte algunas cosas y espero que esta vez me respondas con la verdad.- Digo luego de otro extenso silencio.

-Dime.

-¿Por qué actúas así conmigo ahora?

-Porque quiero.- Suspiro y sé que no obtendré otra respuesta que no sea esa.

-¿Quién es Anna?

-Mi chica.- Es que se pasa éste tipo teniendo novia e invitándome a un crucero.

-Entonces deberías de invitarla a ella y no a mi.

-No es mi novia.

-Yo no te entiendo, lo juro. Que dices algo, pero luego cambias.

-Es mi chica, me pertenece, pero no somos nada.

-Pero...

-No pidas más, he dicho suficiente.

-Como digas.- Me separo de su agarre.- Me cansé de bailar.

Siempre sabe como joder las situaciones con su "verdad a media". Está tan cerca físicamente, pero lo siento tan lejos a la vez.

《Su hermana murió, no pidas mucho, está conllevando un duelo y lo quiere pasar contigo, idiota》 Me dice mi 'otro yo'.

Salgo del lugar y comienzo a caminar hasta llegar a la orilla y así poder observar el mar tranquilo. Siento unos brazos rodear mi cintura acompañado de un susurro.

-No sé que me haces, nena. No, no me respondas.

-Pero...

-Cállate.

Me hace callar con un apasionado beso.

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