CAPÍTULO 5.
-No...,- Susurro agitada y trato de regular la respiración.- Sé a lo que llegará esto y no, no quiero.
-¿A qué llegará según tú?- Se aleja y se sienta en la cama sin dejar de sonreír.
-Ya lo sabes, no te hagas.
-Está bien - Suelta una risita.- No tengo necesidad de obligar ni de insistir a nadie porque las mujeres es lo que más me sobran aparte del dinero, nena.
-¡Eres un puto arrogante de mierda!- Me levanto de la cama y quito el seguro de la puerta.- ¿Sabes algo? ¡Jódete!
Salgo de la habitación con un portazo.
Es un hijo de puta, imbécil, arrogante, desagradable y que se vaya a la mierda.
Bajo las escaleras y salgo hasta el patio en busca de Ariana. No está. Toco el hombro de una chica y le pregunto donde estamos. Luego de obtener la dirección de la casa, llamo a un taxi. Camino hasta la entrada principal que dirige a la calle y espero allí, en la calle.
Veinte minutos esperando al puto taxi. Quiero un auto, de esa forma no dependeré de nadie para ir a un lugar. Maldita fiesta, jodido momento en que acepté venir aquí y puto mil veces John por decir lo que dijo.
Me siento mal, me duele la cabeza y el vientre. Lo que faltaba.
Se acerca un auto gris y se detiene en frente a mi. Se baja la ventanilla y un hombre con bigote dice.
-¿Usted llamó un taxi?
-Sí.- Subo al auto rápidamente.
Le doy la dirección del departamento al chofer. Parte el auto y los primeros cinco minutos son solo silencio.
-¿Puede prender la radio y poner algo de música? No me gusta el silencio, es incómodo.
-Puedo hacerlo, aunque podríamos conversar mejor.- Me miro de forma coqueta y muerde su labio inferior.
¡Iugh, que asco! Tiene un abundante y asqueroso bigote.
-No gracias.- Dirigo mi vista al paisaje y hago como que veo algo, pero la verdad no veo nada, está todo oscuro.
-¿Estás soltera?- Me mira fijamente el señor bigotudo.
-No es de su interés la respuesta.
-Créeme que lo es.
-Mire el camino será mejor.
-Eres muy bella, se me es imposible dejar de mirarte.- Coloca su mano en mi muslo.
-¡CÁLLESE DE UNA PUTA VEZ!- Golpeo su mano y la saco de mi pierna.- ¡Y NO ME TOQUE!
Pareció entender por su mirada de terror a causa de mi reacción ¿Qué más esperaba?, ¿Que lo felicitara por su aterradora forma de coqueto?
Al fin en mi departamento.
Tiro el bolso al sillón y repito el proceso con los tacos, me quito el vestido y coloco el pijama, cepillo mis dientes y me desmaquillo para finalmente acostarme.
Abro los ojos y veo la hora, las 11 de la mañana. Me levanto al baño. ¿Por qué a mi? Veo el pantalón del pijama con una manchita roja, camino a la cama y ésta igualmente está manchada, parece la bandera de Japón.
Tomo un baño, una vez que termino me preparo algo para comer. Suena mi teléfono y es un mensaje de John.
"¿Te enfadaste y luego te marchaste de la fiesta? Te busqué y no estabas.
John Aldrich."
Y aún se atreve a preguntar. Que no me joda y menos si ando con mi período, solo mensajea para preguntar cosas obvias, es que más estúpido no puede ser.
Respondo el mensaje.
"Gran conclusión. Te creía más inteligente. Andrea Neeson"
No tarda ni un minutos cuando mi teléfono vibra nuevamente por la respuesta del idiota.
"Disculpa, lo que dije anoche no estuvo bien, pero es la verdad.
John Aldrich."
No sé, pero tiene algo que atrae y no, no es su dinero ni su costoso auto. Le responderé por última vez.
"¿Verdad? Que bien ¡Felicitaciones, campeón!
Pd: Por si no lo notas, es sarcasmo.
Andrea Neeson"
Cuando creo que no responderá más, suena mi teléfono, pero no el típico sonido de mensaje, sino que es un mensaje de WhatsApp. Es de John, ¿Qué mierda?
-No me interesa cuanto deba reprender esos impulsos por tenerte. Sería realmente atractivo ver ese cuerpo sobre la cama sin ese exceso de ropa.
¡¿QUÉ?! Santo Dios, me ahogo con mi propia saliva al leer el mensaje. Este hombre es realmente un loco.
No, no pienso responderle de vuelta y sé lo que se siente que no respondan, pero no me interesa si se trata de él.
Dejo mi teléfono sobre la barra y tomo asiento en el pisito junto a la mesa para comenzar de una vez con mi desayuno. Mientras bebo con lentitud el café no puedo dejar de pensar en su mensaje que es algo desubicado y tentador.
No sé con que cara mirarlo si lo veo de nuevo, ¿Indiferencia? Sí, es una buen opción.
**
Lo que va de ésta semana no ha ocurrido nada interesante y menos ha aparecido Aldrich por aquí. Gracias a Dios.
Ultimamente me he estado volviendo un poco "religiosa" con las palabra, eso me causa gracia.
Mañana viernes, luego del trabajo iré al departamento en busca de mi bolso e iré a visitar a mis padres por el fin de semana, los extraño bastante.
Mi humor irritable ha ido desapareciendo junto a mi período. Ni yo misma me soporto en aquellos días.
Las puertas del ascensor se abren para dar lugar a un hombre alto, algo bronceado, cabello castaño claro y ojos color pardo. Cada vez me gusta más mi trabajo.
Se acerca al mesón, arregla su corbata y dice:
-Busco a Mike Benson - Ay, que papasito. Es un gran frase de mi madre que viene perfecto en este preciso momento.
-¿Su nombre?- De seguro parezco una idiota sonriendo.
-Steven Hamilton.
-Un momento.- Tomo el teléfono y marco el número que me comunica directo con la oficina de Mike. Le informo que lo busca un hombre, me pide el nombre y me dice que lo haga pasar.- Adelante.- Le sonrío.
Entra en la oficina desapareciendo de mi vista. El silencio desaparece cuando aparece Ariana junto el sonido de sus tacos.
-Hola, querida.- Se abalanza sobre el mesón para abrazarme y saludarme de beso en la mejilla.- No te había visto en todo el día. He estado llena de trabajo, ni siquiera he salido de la oficina.- Deja las carpetas encima.- Necesito que las archives en el sector y nombre de Steven Hamilton.
-Está en la oficina junto a Mike.- Digo mientras tomo las carpetas, que por cierto son demasiadas.
-Ese hombre ha solicitado una gran cantidad de cámaras y sistema de vigilancia.- Su postura cambia a una más cómoda.- Tiene un reconocido hotel, debe asegurarse de que la atención y seguridad es la mejor. Ahora me marcho, necesito terminar unas cosas.
-Nos vemos luego, Ari.- Sonrío amplio.
Me coloco de pie y me dirigo a la oficina, golpeo la puerta y Mike responde.
-Adelante.- Abro la puerta con lentitud.
-Permiso, señor.- Camino hasta el archivador.
Busco el nombre de Steven, cuando finalmente lo encuentro dejo las carpetas. Vuelvo a la oficina, cuando decido marcharme Mike me interrumpe.
-Nos traes un café, por favor.- Me sonríe amplio.- Y cancela la reunión de la tarde.
-¿Cuánto desean de azúcar?
-Yo quiero dos cucharadas y Steven...
-Lo mismo.- Responde el papasito. Ay, no puedo evitar reír al imaginarme a mi madre diciéndo "papasito".
Ya de vuelta con sus tazas de café las dejo sobre el escritorio de vidrio de Mike.
Me marcho de su oficina y vuelvo a mi puesto. Mi teléfono suena y veo en el marcador "Mamá". Contesto.
-Hola, mamá.
-Hola, mi amor, ¿Cómo estás
-Bien, ¿Y tú?
-Bien, cariño.
-Papá y Tim, ¿Están bien?
-Sí, cariño.- Escucho su risa del otro lado del teléfono.- Te llamaba para avisarte que mañana nos iremos a la casa de tu tía Amanda.
-¿Verdad? Yo pensaba llegar de sorpresa mañana, mamá.- Hago puchero.
-Lo siento, pero puedes ir con nosotros a la casa de tía Amanda.
-No, gracias.- Suelto una risita.- Prefiero ir la próxima semana.
-Bueno, mi vida, debo dejarte ahora. Mañana hablamos, cuídate mucho y no hagas nada malo.
-Sí, mamá, lo sé.
-Adiós, te amo.
-También te amo.
Finalizo la llamada.
Jodida, tía Amanda. Pretendía ir a casa mañana y estar con mi familia, y no, no pienso quedarme todo el fin de semana en el departamento.
Quiero salir y divertirme y ya sé con quién hablar para que me ayude en eso. Ariana.
~~~
Las fotos que salen al comienzo de cada capítulo son los personajes.
Capítulo 1: John.
Capítulo 2: Mike.
Capítulo 3: Andrea.
Capítulo 4: John.
Capítulo 5: Ariana.
Capítulo 6: Anna.
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