¿Dónde estoy? Miro a mi alrededor y no reconozco el lugar. Me duele la cabeza.

Pienso levantarme, pero todo me da vueltas, no quiero vomitar aquí.

La manilla de la puerta gira con cuidado y aparece Ariana.

-Despertaste.- Sonríe y se acerca a mi.- ¿Te sientes bien?

-No.

-Bien, te traeré algo.- Asiento con la cabeza.

Esto me recuerda a cuando era pequeña y estaba enferma. Mamá siempre me atendía bien, me daba medicamentos, me hacía aguas de diferentes plantas que al final de cuenta me mejoraban.

-Aquí tienes.- Ari me entrega una taza con chocolate caliente, dos tostadas y un remedio.

-Oh, aún recuerdas que me gusta el chocolate caliente.

-Jamás olvidé algo tuyo.

Tomo el medicamento y luego sigo con el desayuno.

-Te prohibiré beber.- Ríe.- Eres otra cuando estás borracha.

-Hay que pasarla bien, ¿No?

-¡Pero te encerraste en el baño con un chico!

-¿Lo dices en serio?

-Sí.

-Mierda.

**
En la tarde con Ari decidimos ir a un spa y aquí estamos. Es maravilloso.

He solicitado más de un masaje de una hora. Dios, podría estar días aquí.

-Vengo todas las semanas.- Dice Ariana desde la camilla de al lado.

-Te pareces a esas viejas que no hacen nada, sus esposos las mantienen y pasan todo el puto día en Spa, peluquería y comprando ropa.

-No seas habladora, Andrea.- Ríe.- Bueno sí, tienes razón.

-¿Qué pasó con la otra Ariana? La que bebía más que yo, la que hacía cada barbaridad y para más, no me criticaba si me iba a un baño con un chico, sino que me felicitaba y me preguntaba cómo estuvo.

-Andrea...- No la dejo terminar.

-Sé que el matrimonio te cambia, pero tú no deberías de cambiar, Ari, eres muy graciosa y agradable.

-Andrea...- La interrumpo nuevamente.

-Quiero que cumplas tu promesa de llevarme a un lugar con Stripper.

-Andrea...- Una vez más la interrumpo.

-Tú...- Esta vez me interrumpe Ariana.

-Ya, cállate, déjame hablar de una jodida vez, por Dios.

Estallo en risa por lo que Ariana me sigue y las masajistas se hacen partícipe.

-Lo que te quería decir era que no he cambiado, pero estoy casada y por lo mismo no puedo volver a ser promiscua a como era antes y respecto a mi reacción por lo ocurrido en el baño fue porque estás en una situación difícil donde tienes que optar solo por un hombre. Por un lado está John, ese hombre que estuvo contigo y cambió para estar contigo. Su mundo se vino abajo cuando desapareciste, te buscó por todos lados, pagó a la policia, hizo lo que estuvo a su alcance. Si no llegó a tu paradero fue porque esos hombres son expertos en lo que hacen. Por el otro lado está Steven, un hombre correcto, te trata como a una reina, te cuida con su alma y es comprensivo como nadie, dime, ¿Qué clase de hombre comprende y se pondría en tu lugar? Digo..., él sabe que tú fuíste separada de John, que lo tuyo con él no había terminado y por lo mismo ha optado por darte escoger con quién te quedas aún así cuando corre el riesgo de perderte, pero Steven es capaz de todo por verte feliz ya sea con o sin él. Tienes unos hombres maravillosos y es realmente complicado.

Tiene razón, no lo había pensado de esa forma. No estoy lista, no estoy decidida y solo faltan pocos días.