CAPÍTULO 11.
He ignorado todas las llamadas y mensajes de John desde la última vez.
Estoy en casa de mis padres y agradezco que en la semana de trabajo no apareció Aldrich por recepción.
El mejor lugar para despejar mi mente y reír es junto a mi familia, es algo que siempre lo he pensado así y más cuando Tim está encima mío todo el tiempo.
-Andrea, mamá ha dicho que debes ser mi ayudante.- Dice Tim mientras me abraza.
-¿De qué hablas?
-En el colegio nos han pedido un trabajo de escribir una salida que hagamos en el fin de semana, de esa forma los alumnos practicaremos para escribir.
-¿Aún no sabes escribir?.- Mi cara de "me estás jodiendo" lo es todo.
-No... bueno sí, pero no muy bien.
-Hum... ¿Y tú quieres que salga contigo?
-Sí.- Sonríe amplio.- Podemos ir de compras por unos chocolates.
-Iremos a beber...
-Chocolate caliente.- Me interrumpe y termina la frase tratando de imitar mi voz.- Siempre dices lo mismo.
-Entonces no vamos a ninguna parte.
-Está bien, vamos por tu chocolate caliente.- Repite con voz burlona.
Estoy junto a Tim en un nuevo local de Café, galletitas, pasteles y todo aquello. Mi hermano pide una copa de helado con chocolates de colores y chispitas junto a unas galletas y yo, he pedido un chocolate caliente con galletas.
Tim me habla en cada momento, es más, me dice lo que piensa en cada segundo. Me confiesa que gusta de una chica de su colegio y me pide consejos para conquistarla.
¡Ay, Dios, que emocionante! Como crecen estos pequeños.
Le he dicho que comparta con ella y que pegándole no logrará que Lucy (su compañera) se fije en él.
Así es, Tim cree que golpeándola demuestra su amor.
La campanilla de la puerta suena lo que indica que ha entrado alguien. ¡Trágame tierra! Es John con Anna. Por la mierda, quiero desaparecer o esconderme bajo la mesa.
Mientras pasan un millón de pensamientos por mi cabeza, Tim sigue hablando sin parar.
-¿Te comerás tus galletas?.- Mira mis galletas con deseo y su boca manchada por el helado.
-Sí, ahora silencio.- Susurro sin quitar la vista de John que aún no me ve.
-¿Por qué susurras?
-Porque sí y ahora cállate.- Coloco mi mano en su boca. Éste chico parece una radio de tanto que habla.
Finalmente se sientan un poco apartados de nuestro lugar y ríen. Él posa su mano en la de Anna y la acaricia, por lo que ella le hace ojitos.
-¿Te gustó el chico?.- Pregunta Tim observándo a John.
-No, ¿Por qué lo dices?
-En la forma que lo miras, es la misma como yo miro a Lucy.
-Oh, cállate, niño entrometido.- Lo regaño.- Ahora vamos, te llevaré a unos juegos.
-¡Juegos al fin!.- Grita.
Mierda, ha gritado lo suficientemente fuerte para llamar la atención de Anna que me mira, le dice algo a John y luego él se gira a verme.
Lo observo por un instante y luego me levanto junto a Tim. Caminamos a la caja para pagar la cuenta cuando siento una mano rodear mi muñeca.
-¿Por qué te alejaste?.- Conozco esa voz, es John.
-Ve con tu novia, John, estoy ocupada.- Susurro y recibo la boleta.
-Necesito hablar contigo, ¿Por qué actúas así?
-No hay nada que hablar.- Tomo la mano de Tim.- Permiso.- Abro paso y comienzo a caminar, pero Aldrich jala de mi muñeca.
-¿Es tú hijo?
-Sí.- Respondo sin pensarlo. Es una buena idea para alejarlo.
-¿En serio lo es?
-Sí.
-No, soy su hermano.- Sonríe amplio. Maldita sea. Tim ha cagado mi mentira.
Aldrich sonríe victorioso con la respuesta de Tim y se marcha.
Estoy de vuelta en casa luego de la salida con Tim. Me recuesto en la cama y coloco la lista de reproducción dispuesta a dormirme en cualquier momento, pero cuando lo estaba logrando recibo un mensaje.
Es John.
-No me ignores. Realmente necesito hablar contigo y no es algo que se pueda por escrito. Sé que estás en casa de tus padres, puedo ir allí o un lugar cercano, como tu quieras, pero respóndeme por favor. Estoy dispuesto a hacerlo y no seré capaz por mucho tiempo.
No sé de qué demonios habla. Pienso ignorar su mensaje como las veces anteriores, pero no.
-Espero que sea rápido. Te esperaré en la esquina de mi casa.
-Nos vemos.
Respiro hondo y me levanto con lentitud de la cama. Coloco mis botines, tomo mi teléfono y camino sin prisa hasta el lugar acordado.
A lo lejos veo el auto de John acercarse. Qué rápido es. Se detiene y baja el vidrio.
-Quisiera llevarte a un lugar, pero dudo que quieras.- Suelta el cinturón de seguridad.- Así que lo haré aquí.
Comienzo a asustarme. Baja del auto y me mira fijamente una vez que se para en frente a mi. Toca mi mejilla con delicadeza y ternura.
-Sé que piensas que soy un mujeriego que no tiene remedio, que soy un mentiroso que solo pretendo jugar contigo, que soy novio de Anna.- Intento hablar, pero él coloca su dedo índice sobre mis labios.- Y no, no soy novio de Anna, no pretendo jugar contigo y soy capaz de cambiar. Si antes no lo hice fue porque no sentía nada por alguien, nadie me había hecho sentir y pensar "quiero cambiar solo para estar con aquella persona" ¿y sabes? Creí que jamás pasaría, pero haz llegado tú y en tan poco tiempo me haces sentir diferente, con la necesidad de ir a buscarte si te alejas de mi, de sentirte cerca y estar pendiente de ti si es que estás bien... me preocupo y esto es raro para mi.
Me observa detenidamente, analizando cada movimiento para poder descifrar mi respuesta, pero la verdad es que ni yo sé que decir.
-Yo... yo no sé, John. Sé cosas terribles de ti y por eso mismo comencé a alejarme de ti.- Digo en un hilo de voz. Mierda, quiero llorar.
-Dime que te han dicho.
-Que participas en la venta de mujeres.
-Eso no es verdad. No creas a cualquiera...- Mira el suelo por un momento y finalmente se arma de coraje.- En el casino si se practican, lo admito y también admito que de esa forma conseguí a Anna, pero la venta de mujeres es con el consentimiento de ellas, Andrea, yo no vendo mujeres.
-Está bien, te creo.
-¿Es todo lo que dirás?
-Mhm... sí, ¿Qué más debería de decir?
-No lo sé, quizás algo al respecto de lo que te dije.
-Es difícil creer a un desconocido... Anna te conoce hace más tiempo que yo.
-¡Joder, Andrea!
John's POV.
Por la grandísima mierda. Odio esto. Primera vez en mi puta vida que me siento así. Extraño. Y que digo semejantes cosas a una chica.
Acostumbro a mirar a una chica y tenerla a mis pies, pero Andrea no, con ella no ha sido así, es todo difícil y por lo mismo me gusta. Eso llamó mi atención, porque es una chica dura y mi meta es tenerla, pero cada vez se me es más difícil.
-¡Joder, Andrea!
-¿Por qué actúas así ahora?
-Porque sí, porque no eres igual al resto de las chicas... Sé que dices que soy practicamente un desconocido para ti, pero dame una semana y me conocerás como realmente soy.
¿Qué mierda estoy diciendo? Ni yo me reconozco por tantas cursilerias que digo.
Un silencio eterno nos invade. Espero la respuesta de Andrea, pero ella permanece en silencio.
-Está bien, una semana.- Me mira fijamente.
-Será una de tus mejores semanas junto a mi, nena.
Sin pensarlo ni esperar una aprobación de su parte la capturo entre mi en un abrazo, uno diferente a otros, un abrazo con cariño.
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Holaa:) espero que estén bien.
Si les gusta podrían votar:$ jsndñkls besos :*
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