
Capítulo 19
Llegaron a casa en minutos. Llevaron a Laura, Marck y Ares enseguida a la enfermería y el padre de Nathan llamó a Ellion para que viniera lo antes posible.
Los chicos llegaron minutos después aparcando las motos de cualquier manera y entrando a toda prisa en la enfermería.
-¿Como están?- le preguntó Apolo a Jessica que estaba vendando la cabeza de Marck. Aún no se había despertado pero se recuperaría enseguida.
-Marck estará bien en unas horas- cambió de camilla y se acercó a Ares- Por el contrario, a Ares tengo que cerrarle la herida- cogió aguja e hielo y volvió con Ares- En cambio Laura...-miró a la rubia tendida en la camilla. No hacía ningún movimiento y estaba demasiado pálida. Por suerte Jessica había conseguido detener el sangrado haciéndole un torniquete-...necesito que Ellion venga y compruebe la bala. No soy licenciada en ese tipo de cosas-
Apolo salió de la enfermería y llamó a sus padres. Les explicó resumidamente lo que había pasado y les pidió que bajaran lo antes posible. Volvió a entrar dentro y en ese momento Jessica había acabado de coser la herida de su hermano, le extrañaba que no se hubiera despertado alterado. Ares le tenía pánico, o mejor dicho fobia, a las agujas y si hubiera visto a Jessica acercarse con ella habría salido corriendo por la puerta olvidándose de que estaba herido.
-¿Que es lo que ha pasado allí?- la madre de Laura estaba junto a su hija acariciándole el pelo.
-Han aparecido unos tipos y se han puesto ha decirle cosas a tu hija y nos atacado. Han intentado disparar a Abbie pero Laura se ha puesto delante- les explicó Jackson que ya tenía un poco de confianza con ellos.
-¿Por casualidad no habría alguien como vosotros entre ellos verdad?- la tensión del padre de Laura era palpable. Tenia miedo, sobretodo por su hija.
-Si. También dijeron algo de que tenían un suero mezclado con la sangre de un telepata y con eso controlaban a los suyos-
-Mierda, esto si que no es bueno Mónica-la mujer solo asintió, no pensaba apartarse de su niñita- Si esto sigue así, no puede acabar bien-
-Señor Dennovan, nos gustaría que nos contara exactamente que esta pasando y a que se refería el tipo cuando dijo algo de la espalda de su hija- Josh se puso tensó y su mujer se acercó a él.
-Si no os molesta preferimos que sea Laura quien os lo cuente. Es decisión suya después de todo- todos aceptaron.
Se escuchó un gemido de dolor. Laura se estaba despertando, aunque seguía sin poder moverse demasiado. El dolor del hombro era insoportable.
-Laura- su madre se acercó a ella y empezó a darle besos por toda la cara.
-Mama- su voz sonaba pastosa y ronca- ¿Donde estamos?- seguía bastante mareada y hasta hace unos momentos recordaba estar en la calle.
-En la enfermería, enseguida vendrá el profesor Ellion a examinarte el brazo- Laura intentó mover el brazo y un intenso dolor le recorrió todo el cuerpo. Gimió de nuevo y apunto estuvo de derramar lágrimas. Le dolía como los mil demonios.
En ese momento entraron los padres de Ares y Apolo por la puerta junto con Ellion. Por suerte vivían puerta con puerta. Ellion entró rápido y se posó al lado de Laura mientras que los padres de Ares se fueron a ver a su hijo. Le desenvolvió la venda del hombro y examinó la herida que había dejado la bala. Era un agujero del tamaño de una canica pero con unos tonos verdes y morados. La bala seguía dentro ya que Jessica había sido incapaz de encontrarla.
Ellion cogió unas pinzas y agua oxigenada del armario donde estaban todos los productos de primeros auxilios. Laura se asustó al verlo venir con eso y ver que quería hacer con ellos. Su madre le cogió la mano mientras Ellion cogía el taburete y se sentaba.
-Lo siento Laura, pero te va a doler- No trató de mentirle. Cogió el frasco de agua oxigenada y echó un poco de líquido sobre la herida abierta. Laura gritó como si le estuvieran arrancando una extremidad de su cuerpo y es que era así como se sentía. Las lágrimas empezaron a bajar por sus ojos, empapando sus pálidas mejillas y aterrizando en su camiseta. Ellion introdujo las pinzas y buscó la bala. Cuando la localizó la extrajo con cuidado y Laura miró la bala con horror. Era enorme.
-Mierda- Laura sabía que eso no eran buenas noticias- Está envenenada pero no se que tipo de veneno es. Así no puedo usar ningún tipo de antídoto- Se lo había intuido al ver el color de la herida pero le gustaría haber estado equivocado.
Se levantó y depositó la bala dentro de un tarro para examinarla más adelante. El problema era Laura, si no le administraban algún medicamento moriría.
-Nathan, tu puedes ayudarla. El agua tiene dotes curativas. Pero necesito que confíes en ti mismo y en poder salvarla-
-Yo no se si pueda...-estaba nervioso, no quería tener tal peso sobre los hombros. Laura volvió a gemir del dolor y esta vez fue más intenso que antes. El veneno se estaba expandiendo y como llegara al corazón sería demasiado tarde- Lo intentaré- se acercó a Laura. Mónica se apartó para dejarle sitio y fue a abrazar a su marido.
-Nathan concentra el agua en tus manos. Fija tu objetivo y desealo. Transporta el poder hacía Laura pero no te sobrepases, el agua es su contrario y podrías dañarla- mientras Ellion le explicaba que tenía que hacer los demás observaban todo con expectación.
Miró a Laura a los ojos. Unos ojos verdes que estaban perdiendo su brillo. Laura le miró una última vez, asintió y cerró los ojos. Nathan también cerró los ojos y se concentró. Deseaba salvarla. No podía dejarla morir de ninguna forma. Había salvado a su novia, protegiéndola con su cuerpo. No mucha gente demostraba tal valentía.
Visualizo una cascada de un rio. El agua más pura que jamas había visto. Se concentró en ella. Quería tocarla, elevarla, transportarla. Moldearla a su antojo. Empezó a sentir las manos húmedas. Abrió los ojos. Tenía una esfera de agua cristalina en las manos. Quería jugar con ella, dispersarla en miles de gotitas y crear un escenario mágico con ellas, pero no había tiempo que perder. Acercó la esfera a Laura. Ordenó al agua introducirse por la herida y sanarle y esta obedeció. Minúsculas gotas iban adentrándose por la herida hasta desaparecer completamente. La piel al rededor de la herida fue recuperando su color normal y ya solo faltaba coserla.
Laura abrió los ojos cuando terminó y miró a Nathan. Se quedó alucinada.
-Te brillan los ojos- susurró y Nathan se giró hacia los demás.
-Tio, tienes los ojos brillantes- Evan no perdió la oportunidad de burlarse.
-No me jodas-
Fue a mirarse en el espejo y comprobó que era cierto. Seguía teniendo los ojos azules como siempre pero brillaban intensamente. Se parecía a los dibujos japonenses cuando les brillaban los ojos de emoción.
Jessica cosió la herida de Laura con varios quejidos por parte de ella. Aunque aún no sentía demasiado el brazo si notaba la aguja atravesándole la piel y no era una sensación nada bonita. Marck despertó por el ruido de las voces y Ares despertó segundos después con un quejido de dolor.
-¡Joder como duele!- Ares tan fino como siempre. Se miró la herida horrorizado- ¿Quien mierda me ha arrimado una aguja?-
-¡Ares Manuel Lux! Cuida ese vocabulario- le reprochó su madre.
-Tio, ¿Tu segundo nombre es Manuel?- Marck se mofó en su cara.
-Riete otra vez si te atreves- estaba apunto de saltar de la camilla y volver a dejar a Marck inconsciente.
-Quieto ahí fiera- Jessica se arrimó a él- Te he dado 12 puntos y a no ser que quieras más yo de ti me estaría quieto- Ares no volvió a abrir la boca.
Jessica les dijo a todos que podían irse a sus casa a descansar. Recalcó la palabra descansar porque conociendo a Marck y Ares harían de todo menos estarse quietos. Les pidió que vinieran en unos días para revisar sus heridas y que si les dolía demasiado que no dudaran en ir a por algún analgésico.
Cada uno se fue a su casa a descansar menos Jackson que, invitado por los padres de Laura, ayudó a esta a llegar a su habitación ya que aún estaba un poco falta de fuerzas. Entran en el cuarto y se sentaron en la cama.
-Garcias- Jackson estaba mirando el suelo como si tratara de descifrar sus secretos-
-¿Por qué?-
Estar sentada hacía que el brazo le quedara flotando y le dolía horrores aunque ya se había tomado un tranquilizante. Se acomodo en la cama pero sin cubrirse con las sabanas. Jackson imitó su acción y se tumbó a su lado.
-Por salvar a mi hermana- se habían quedado de lado mirándose cara a cara- Se que no os lleváis bien pero no se que habría hecho si la llego a perder- se notaba que estaba triste solo de pensarlo. Sus ojos estaban tristes- Pero tampoco quiero perderte a ti- la abrazó con fuerza atrayéndola contra su cuerpo. Laura quedaba escondida contra el cuerpo de Jackson, como si se fuera a fundir con él.
-Ey- Laura se separó un poco de él- Mírame- le cogió la barbilla con dos dedos y subió su cara para que la mirara a los ojos. Se perdió en ellos- Estoy aquí y no pienso irme- miró sus labios y lo besó.
No sabía como, pero ella lo había besado. No había sido él. Dejaba de tener miedo de todo, sabía que tarde o temprano todos lo descubrirían pero en esos momentos solo quería estar con él.
Al principio fue un beso lento. Un toque. Comprobar si era real. Si él era real. Necesitaban más. El gentil beso pasó a ser más caliente. Movían las bocas en perfecta sincronía. Laura abrió la boca para tomar aire y respirar pero Jackson no quería separarse de ella. No aún. Aprovechó el momento y adentró su lengua en la boca de ella explorando cada parte, cada rincón, cada centímetro. Al momento sus lenguas estaban bailando al son de los latidos de sus corazones. Al final necesitaron respirar y se separaron, pero seguían abrazados el uno contra el otro.
-Te quiero- le susurró Jackson contra el pelo.
-Yo también- y en ese momento el efecto del tranquilizante empezó a hacer efecto y los ojos de Laura se fueron cerrando poco a poco mientras sus respiraciones y corazones se tranquilizaban.
Al poco Jackson se quedó durmiendo también. No se separaron en ningún momento.
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