Capitulo 12
Las clases siguientes pasaron lentas para todos. Tuvieron latín, ciencias y matemáticas con el padre de Lauren, pero ninguno le prestaba atención. No porque Robert no explicara bien, sino porque todos tenían sus cabezas en otros sitios. Cada uno estaba haciendo algo diferente.
Laura miraba embobada por la pequeña ventana pensando en su pasado. No recordaba prácticamente nada de su secuestro y su estadía cautiva y eso le agobiaba, le hacía sentir vacía sin conocer una parte de ella, aunque fuera dolorosa. Sabía que siempre lo llevaría marcado consigo. Siempre. Sabía que estaba siendo masoquista al recordar esos días, pero no podía evitarlo.
Ares a su izquierda, que había cambiado el sitio con Evan anteriormente, hacía una torre con los lápices y bolígrafos que había en su estuche y que cuando llegaban a la segunda planta siempre se tambaleaban y acababan cayendo encima de la mesa haciendo un estruendoso ruido que a ninguno conseguía sacar de su ensoñación.
A su derecha Apolo escribía sin parar en una hoja en blanco. Escribía palabras al azar que le venían a la cabeza. Valentía. Coraje. Valor. Audacia. Para sorpresa suya cuando miró la hoja, todas las palabras estaban escritas en griego y por más extraño que le pareciera nunca había estudiado griego.
Delante Apolo, Abbie jugaba con las hojas del libro enrollando una a una para que pareciera un abanico. Cuando ya no le cabían más las desenrollaba y volvía a empezar y así sucesivamente.
A su lado Marck miraba atento la hora en el reloj, deseando que su poder en esos instantes fuera el de alterar el espacio y el tiempo y hacer que los minutos pasaran más rápidos y poder irse a su casa a dormir cuanto antes.
En la segunda fila, Mery hacía como que atendía a la explicación de Robert mirando el libro pero en realidad estaba leyendo 'Donde los arboles cantan' de Laura Gallego que era su autora favorita.
A su lado Lauren y Evan se enviaban mensajes entre sí con los móviles escondidos debajo de la mesa. Lauren sabía que, aunque fuera su padre no dudaría en quitarle el móvil y castigarle sin él una semana entera. Por otro lado, a Evan parecía darle todo igual. Tenía puesta esa fachada de que todo le daba igual, pero todo el mundo sabía que no era más que una coraza. Que él en realidad no era así. No era el prototipo de chico malo que los chicos utilizaban para ligar. Eso solo funcionaba en los libros o en las películas.
En la primera fila a la derecha estaba sentado Jackson que dibujaba en su cuaderno una hermosa chica de finas facciones y hermosos rasgos, de ojos verdes y cabellera rubia que volaba por el cuaderno como si fueran plumas llevadas por el viento hacía un nuevo lugar. Algo en lo que no se dio cuenta era en que las orejas de la joven no eran redondas y pequeñas sino alargadas y en forma puntiaguda como las de los elfos.
Nathan, a su lado, miraba concentrado su botella de agua como si con el simple hecho de mirarla el agua pudiera salir de su recipiente y ponerse a bailar a su alrededor mientras la controlaba de todas las maneras, en las que siempre había pensado y en todas las que se le pudieran ocurrir.
Robert dejó de explicar a sabiendas de que ninguno de sus alumnos estaba prestándole la más mínima atención. Todos y cada uno de ellos estaba en su mundo. Se apoyó en el borde de su mesa mirando a todos agotado.
-Ya veo que no están por la labor de estudiar ni de aprender- ninguno le prestó el más mínimo índice de atención- ¿Qué les parece hacer algo diferente?- intentó que eso captara la atención de alguno.
Ares al que ya se le habían caído los lápices por décimo quinta vez miró al profesor ante su mención de pasar de las lecciones de matemáticas y hacer otra cosa.
-¿Que propone que hagamos?- le preguntó captando así también la atención de Laura, Jackson, Lauren y Evan a lo cual, estos últimos, guardaron disimuladamente los móviles en sus bolsillos.
-¿Qué les parece hacer una obra de teatro?- Mery y Nathan también se unieron a la explicación del profesor- No una como Romeo y Julieta, sino algo innovador, escrito por vosotros mismos- los últimos que quedaban en su mundo volvieron a la clase al escuchar la tentadora oferta de su profesor.
-¿De qué sería la obra?- le preguntó Mery mientras escondía su preciado libro debajo de los libros de texto.
-Puede ser de lo que quieran. Drama, amor, comedia...- mientras decía los temas los iba apuntado en la pizarra que anteriormente tenía escritas varias fórmulas de álgebra-Deberán escribir el guion y los diálogos y los ensayaremos durante las clases de lengua, latín y literatura- les explicó mientras cogía un folio de la mesa- Deben elegir hoy quien será el encargado de escribirla, pero todos deben colaborar en ella dando ideas. También deben elegir el tema de la obra- se sentó en su silla con un bolígrafo en la mano, listo para escribir lo que le dijeran sus alumnos.
Toda la clase quedó en silencio mientras cada uno pensaba sobre que podían hacer la obra. Algunos pensaban en una comedia como las que ponían en la televisión. Otros pensaban en un drama amoroso típico de los libros. Otros solo hacían una nueva versión de Romeo y Julieta en sus cabezas. Cada uno dijo su idea en voz alta y como siempre había alguno que no estaba de acuerdo con lo que decía otro. Ninguno quería dar su brazo a torcer en la propuesta de ideas, así que a Apolo se le ocurrió una idea mejor que satisfacerla a todos.
-¿Y porque no mezclamos todas las ideas en una sola?- les dijo a los demás que enseguida le miraron atentos- Quiero decir queréis que sea una comedia, un drama con amor y un remake de Romeo y Julieta- enumeró con sus dedos- Podemos coger todas esas ideas y crear una historia- le dijo y todos asintieron.
-¿Entonces tengo que dar por hecho que será Apolo quién escribirá la historia no?- preguntó el profesor y todos asintieron con la cabeza sin dejarle oportunidad de negarse a la elección.
-Bueno- habló Jackson mirando de nuevo a Apolo- ¿Que sugieres para la historia?- este se puso a pensar detenidamente.
-La historia podría ser de una chica y un chico que se conocen en el instituto pero no se llevan nada bien y empiezan como una 'guerra' entre ellos que les acabaran sacando de quicio y se acabaran gustando, pero también hay otro chico por medio que también siente atracción hacia la chica- cuando acabó de explicarse todos estaban mirándole atentos y expectantes. Él solo se ruborizó por todo lo que había dicho.
<<Se podría hacer un libro y una adaptación cinematográfica. Menudo cerebro tiene>>
-Joder hermano- le habló Ares- Sí que tienes imaginación- le alagó y Apolo solo se intentaba hundir más en su silla intentando desaparecer.
-Bueno entonces está decidido- dijo el profesor mientras se levantaba de la silla- Durante el resto de la semana escribiremos un poco del guion. Si no lo acabamos deberán escribirlo juntos el fin de semana- se colocó bien las gafas- Además deben decidir los personajes y quien hará de quien- acabó de explicarles.
De momento un hermoso sonido hizo que todos sonrieran de felicidad y recogieran sus cosas lo más rápido que podían. El timbre que indicaba el fin de las clases para algunos. Para otros aún quedaban dos horas extras de manejo de poderes.
-Laura ¿A dónde vas?- le preguntó Jackson ya que la veía irse rápidamente por la puerta.
-¿A casa?- le preguntó tímidamente.
-¿Entonces no vas a asistir a la clase de poderes?- a Laura se le encendió una bombillita en la cabeza recordándolo y fue hasta donde estaba Jackson que aun recogía sus cosas.
-Se me había olvidado- le dijo arrepentida agachando la cabeza. Este solo le alborotó el pelo y recibió una mala mirada por parte de ella que le hizo reír.
Una vez todos listos salieron por la puerta e hicieron varios recovecos en los pasillos hasta una clase que estaba apartada de todas las demás por precaución. Al entrar lo primero que se veían eran unos grandes estantes con muchos libros, un par de mesas y sillas, varios mapas con partes del mundo con una chincheta roja clavada en ellos y en el centro de la habitación un hombre de espaldas a ellos.
Al oírlos cerrar la puerta se dio la vuelta y los miró. Laura se quedó sin palabras. Había un chico de no más de 27 años. Tenía el pelo castaño y unos ojos entre gris y azul claro que irradiaban misterio. Todo él irradiaba misterio. Tenía una espalda ancha y unas largas piernas. Su cara parecía esculpida en mármol. Era guapísimo.
<<Ay mi madre>> a Laura casi se le caía la baba con semejante dios delante de ella.
-Hola chicos- les saludó con una sonrisa.
<<Ya puedo morir en paz>>
-¿Qué tal os ha ido el fin de semana?- el hombre se acercó a la mesa del profesor.
-Un poco movidito- contestó Jackson a lo que el hombre levantó una ceja.
-Larga historia- añadió Marck sentándose en una silla y restándole importancia al asunto.
Todos se sentaron en una silla menos Laura que aún seguida parada en la puerta mirando al hombre que al verla le miró.
-¿Quién eres?- Laura se dio cuenta de que le hablaba a ella y se sonrojó.
-Laura- fue lo único que contestó ella.
-¿Y...?- le dio pie a que siguiera presentándose. Esta por su parte solo enarcó una ceja.
<<¿Que quiere que le diga?>>
-Laura- le llamó Nathan- le tienes que decir que poder tienes- le dijo por lo bajo. Ella asintió y gesticuló un gracias.
-Manejo...-se calló unos segundos-...el fuego- completó.
-Está bien pasa y-el hombre abrió demasiado los ojos- ¿Has dicho- se atragantó- el fuego?- esperaba haber escuchado mal. Pero ella asintió.
-¿Pasa... algo?- le miró sorprendida al ver como palidecía.
-¿Eh?- sacudió la cabeza y el color le volvió a la cara enseguida- No, nada, tranquila. Pasa y siéntate- le señaló el asiento entre Marck y Apolo.
Ella caminó por entre las mesas hasta su sitio que resultaba ser más cómodo que las sillas que tenían en la otra clase.
-Bueno- carraspeó- yo me llamo Ellion Hells y soy la persona que te ayudara a ti y al resto a controlar mejor vuestros poderes- le explicó a Laura ya que el resto se sabía el discurso de memoria.
-Tranquila- le dijo Marck mientras el profesor se giraba hacía su mesa- Es muy majo. Te caerá bien. Su poder es controlar el tiempo y el espacio. De modo que si alguno metiéramos la pata, que seguramente pasará, pararía el tiempo antes de que fuera a peor- le explicó mientras ella dejaba la mochila colgada en la silla.
-Hoy primero os informaré de los orígenes de vuestros poderes y luego los practicaremos un poco pero sin forzaros demasiado- les informó Ellion cogiendo varios papeles y mirándolos- Hace tiempo la Tierra estaba habitada por los elfos, seres capaces de usar la magia para proteger la naturaleza y a los suyos. Pero hubo uno que fue la excepción- centro su mirada en Laura lo que le provocó un escalofrío- nació con magia oscura, lo que provocó que en él naciera un poder diferente al de los demás. El fuego destruía todo lo que encontraba a su paso. Era y es el poder más peligroso de todos- a Laura le parecía que el profesor estaba enfadado con ella por tener ese poder, aunque ella ni siquiera lo hubiera pedido- El poder le cegó. Destruyó todo lo que encontró e incluso algunas personas murieron. Los que lograron escapar se escondieron transformados en personas normales y pasaron sus poderes a través de las generaciones. El elfo que controlaba el fuego también tuvo hijos. En cada generación todos se acabaron juntando de nuevo para desarrollar sus poderes y llevar acabo su transformación es un proceso que se repite a lo largo de las generaciones y que sirve para regenerar el ciclo de la tierra- les explicó y todos estaban atentos a cada palabra que decía.
-¿Transformación?- preguntó Marck- ¿Como los Pokemons?- se le iluminaron los ojos.
-No, como los Pokemons no, Marck- se rió- Cuando desarrolléis bastante vuestro poder y seáis uno con él, sufriréis un cambio. Como ya os he dicho los principales seres que controlaban el poder eran elfos. Os identificareis con ellos y para usar vuestros poderes os transformareis en la personificación élfica de vuestro poder.
-¿Y cómo será nuestra transformación?- le preguntó Laura curiosa pensando en cómo se vería. Si su aspecto cambiaría en algo o seguiría siendo una chica rubia de 16 años.
-Como ya os he dicho, es según vuestro elemento. Podéis desarrollar varias cualidades físicas de acuerdo con cada poder- todos enarcaron una ceja- Mirad- cerró los ojos y se concentró en canalizar su poder y fundirse con él en uno solo. Los demás le miraban curiosos.
De repente las luces se apagaron y todos se sobresaltaron ya que ninguno se lo esperaba. Cuando volvieron a encenderse delante de ellos ya no estaba su profesor, sino que había otro hombre. Era más alto que su profesor, con el pelo plateado y los ojos grises, tenía unas extrañas marcas en la barbilla, como tatuajes pero de color plata, y un cuerpo esbelto. Su ropa era demasiado diferente a la de ellos. Llevaba una camisa azul ceñida al cuerpo con cintas marrones atravesándola, unos pantalones negros que resaltaban sus largas piernas y unas extrañas botas marrones.
-Guau- a Laura casi se le salían los ojos ante la buena vista- Profesor Ellion ¿Es usted?-
-Así es Laura- le sonrió- mi físico se ha adaptado a mi poder. Como veis mi pelo es plateado como si fueran canas debido a que el tiempo se puede retroceder, pero tu físico aun así lo nota- hizo comillas con los dedos en lo último que dijo. Cerró los ojos y las luces se volvieron a apagar. Cuando volvieron a encenderse su profesor, con su aspecto normal, volvía a estar delante de ellos- Y ahora acercaros- les señaló el espacio entre su mesa y las de ellos- Vamos a practicar- les sonrió.
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