En el capítulo anterior...:

A pesar de todo lo bueno, había algo que inundaba su mente ¿Cómo es que su hermano y el equipo de este supieron exactamente dónde iba a estar? Para saber eso.....Tuvieron que estarlo estudiando desde hace meses...

Ahora sí, comencemos:

Se había hecho de noche, y Chase decidió dormirse ya, seguía pensando en el día tan alocado que había tenido, pero le gustaba pensar solo en los momentos buenos, cerró los ojos y comenzó a imaginar.

Recuerdos de Chase:

—¡Cuidado!– Dijo Everest y se lanzó sobre Chase haciendo que estos dos rodaran colina abajo.

—¡¡Woooooahhh!!– Grito Chase al sentir cómo rodaban.

Eran como una bolita de pelos marrón y lavanda rodando por una nube blanca.

Cuando llegaron por fin abajo, Chase abrió los ojos para darse cuenta de que estaba recostado encima del suave, extenso, cálido y agradable pelaje de su amiga.

Ambos reían sin parar y él estaba algo sonrojado, enseguida se levantó de encima de la Husky y se sentó en la nieve fresca, ella lo siguió y se sentó a su lado.

—Esto es realmente divertido– Dijo Chase mirando a Everest.

Ella soltó una leve risita y lo miró.

—A veces eres algo solitario, quiero ser tu mejor amiga y estar contigo siempre, y ayudarte en todo lo que necesites– Expresó ella y extendió su pata.

—Gracias Everest, de verdad eres genial– Dijo para luego poner su pata sobre la de ella y sellar su lazo de amistad para siempre.

—¿Amigos por siempre?– Preguntó ella.

—Amigos por siempre– Prometió Chase y se dieron un fuerte abrazo

Era como si sus pelajes se juntaran, la combinación de colores de Chase con los de Everest resaltaba mucho en aquel paisaje de blanco color.

Cambiando de recuerdo:

Chase y Everest patinaban en el hielo dejando unos hermosos dibujos, Everest patinaba con mucha elegancia mientras que Chase, aunque patinaba bien, estaba algo inseguro, ya que no era tan bueno como ella.

Entonces, fue cuando el hielo se agrietó, y Chase se asustó tanto, que cayó al suelo con las cuatro patas extendidas, Everest, al verlo lo cargó y lo llevó a la nieve.

—¿Estás bien?– Preguntó ella.

—Sí, genial– Dijo —brfff...que frío–

—¿Qué te parece si vamos ya a mi cabaña? Así no sientes tanto frío, podemos abrigarte si quieres– Expresó ella amablemente.

—Claro, buena idea– Respondió él.

Y se encaminaron hacia la cabaña de Jake y Everest.

Al llegar, Jake los recibió con cariño y ellos entraron, una vez adentro, Jake tapó a Chase con una mantita para que no sintiera frío y Everest le acarició la cabeza con su pata y le sonrió.

—¿Así estás bien?– Preguntó la Husky.

—Sí, perfecto, gracias, son muy amables– Respondió el Pastor.

—De nada, solo queremos que estés bien– Habló ella.

Fin de los recuerdos de Chase.

-

-

-

Mientras tanto en otro lugar:

—Esto no se puede quedar así–

Continuará...

-

-

-

-

-

Sé que el suspenso los está matando >:)

Wajajajajaja

Me despido

Adioshito~