Han pasado los días, contando 14 días, es decir 2 semanas y solo dos visitas de parte de Raphael que venía a dar noticias del hotel, un poco de Brooklyn y la excusa de visitarme cuando en verdad venía por su madre, parecía un niño cada vez que lo veía y la abrazaba por largo tiempo, pero entiendo ese vínculo, así que nunca me burlaría de ello. 

Todos los días restantes sin la visita de Raphael, Guadalupe y su hija menor han sido como las que me han sostenido en todo momento, principalmente cuando comenzaba a hablar cuando ellas comenzaban a preguntar y así me desahogaba de todas las frustraciones, siempre estaban ahí con pañuelos y un abrazo reconfortante, y eso en verdad lo agradecería, era como sacarme un peso al contarle de esas chicas, de lo que yo hice, de mi madre, de mi miedo en todo momento, y ellas no me juzgaron sino que me consolaron como si fuera un pequeño.

Pero también había algo que podía decir que no me agrada del todo en sí, y era que tenía a la pequeña Rosa pegada a mi todo el día, no había momento de privacidad, ella lo invadía tratando de convencerme de hacer cosas con ellas, que viera series homosexuales con ella, ya que la pequeña Rosa tiene títulos de idiomas virtuales, así que las series las vi por obligación después de muchas suplicas, pero después comenzó a ponerse intensa con el tema de que aceptara mis sentimientos por su hermano mayor, o que aceptara al pedido de que quería enseñarme videos de homosexuales teniendo sexo, lo cual la situación se volvía cada vez más y más incómoda, acepto las series porque eran entretenidas por su trama, pero lo demás no, me hace sentir incómodo, me hace sentir avergonzado escucharla hablar del tema y más que esto incluya a Raphael y a mí en esto.

Pero tarde o temprano terminaba cediendo a sus súplicas y terminaba un poco más "traumado", creo que eso abarca poco lo que me ha dejado está experiencia a su lado. Y no es que no sepa de esto, tuve sexo con muchos hombres, pero me avergonzaba verlo así, y que Rosa me manipulara la mente tratando de imaginar a Raphael y a mí en esos lugares, posiciones. Habíamos tenido conversaciones serias, pero ella no entendía, o parecía fingir no entender para seguir con sus macabras acciones.

— Rosa, yo no quiero ver eso ¿Puedes dejarme ir?

— ¿Qué? No, de seguro que esto te va a gustar.

— Es que yo... No me gustan.

— ¿Como no te van a gustar? Si eres la pareja de mi hermano.

— ¡Eso no es cierto!

— Claro que si— terminaba diciendo— ven y mira esto conmigo Simón.

Al pasar el mes y medio ya, Guadalupe tuvo piedad de mi y reto a la pequeña, dejándome como beneficios dos días de descanso sin Rosa cerca de mí, se lo agradecí profundamente, pero la chica no estaba muy contenta con eso. A la vez, los mensajes con Raphael se volvieron más constante, al principio eran preguntas directas de si está bien o como me había sentido en el día, pero después comenzó a ser más fluido, alguna pregunta que comenzaba una conversación, comentaba más de sus días y los avances del hotel y la cuidad que se había liberado por lo menos de las líneas de tráfico de persona de Elizabeth, y yo le comentaba del mío, una conversación de amigos, así que estábamos bien, nada fuera de lo común.

"Solo amigos, un vínculo de jefe y elegido, nada más."

Pasado ya los tres meses, puedo decir que al fin todo mi dolor y duelo se amortiguó al punto de decir, está bien, esto será una cicatriz pero no va a interponerse en mi camino, Guadalupe también lo había visto así que estábamos comenzando a hacer actividades en la casa que no tuviera que ver con hablar de temas y verme llorar, la pequeña Rosa había aceptado también que habían días donde podía traumarme y otros donde no podía acercarse a mí, y la otra pareja hacia su vida en la casa. Y Raphael había visto también el progreso, así que pronto nos iríamos todos al hotel, porque el vampiro mayor se quiere llevar a la restante familia con él, a su hogar. Aún puedo recordarlo cuando me mandó un audio.

« Mamá me informo de tus avances, estoy orgulloso de que te hayas mejorado rápido, falta poco para que los traiga de nuevo al hotel. Sigue progresando Simón.»

Hoy era uno de esos días de la semana tranquilos para mí, ya que era el día donde Rosa tenía que estar alejada de mí sin siquiera hablarme, así que estaba en la habitación acostado en la cama relajándome, el día de ayer había sido pesado porque me había mostrado una página denominada Seegasm, lo cual en cierto punto no era tan malo como los anteriores pero había hecho que no pudiera olvidarme de los vídeos, literalmente era sexo, sexo homosexual, pero de una manera adorable según la palabra definida de Rosa, está chica sí que estaba obsesionada con eso. Y en cierto punto, yo no podía recomponerme del todo de ayer, así que decidí dormir.

Entonces después de un rato de intentar dormir, el sueño me alcanzó y entre a aquel paisaje tan común donde me sabía reunir a veces con Raphael, comencé a caminar despacio viendo aquellas formas sin sentidos que aparecían frente a mi vista, un paisaje movible con objetos nublosos, pero que puedo identificarlos en sí. Entonces después de caminar algún rato esperando a ver si Raphael se presentaba, porque hace dos sueños no se presentaba, fui hacía unos ruidos que atraparon toda mi atención, y en ese momento, veo algo que sorprendió mi atención, soy yo y Raphael, parte de mi imaginación en este sueño, me arrimo más curioso por esto, porque en si puedo verlo con claridad.

Esas dos personas creada por mi cabeza están charlando, mi doble yo esta sonriendo y el segundo Raphael está tiene sus manos en su hombro, ambos se ven tan cercanos, parecen hablar de algo interesantes para ambos, pero el momento se entrecorta y muestra otro momento entre ellos, están abrazados, el segundo Raphael tiene a mi falso Simón entre sus brazos y sus manos, esta vez sin guantes, sostienen la cara de mi falso mientras le deja cortos besos ¡En su boca!

"¡¿Qué rayos...?!"

La escena comenzó a ponerse cada vez más apasionada entre los chicos y yo comienzo a avergonzarme mientras trato de usar todo mi esfuerzo mental para disolver esto, pero es imposible, es como inmovible, no se deshacen, y estoy entrando en pánico. El otro yo y el otro Raphael comenzaron a besarse más profundo, como esos chicos de la serie de Rosa que me hace ver, ambos se besan y se tocan, sus manos se mueven por todos sus cuerpos.

"¡¡Mierda!!"

Mi falso Simón tampoco se quedó quieto, buscó la forma de que el segundo Raphael se quedara sin camisa, y puedo asegurar que su abdomen la he visto en algún lado pero no sé donde ¿El día que estábamos en el hospital? Pero si tenía vendas tapándolo, ambos comienzan a quitarse toda la ropa entre besos, caricias y risas, y así darse placer entre ambos entre aquellas manos juguetonas y yo solo quiero deshacer de esto ahora mismo por si llega el Raphael verdadero, va a ser muy vergonzoso si esto llega a saberse, pero es imposible, aquella escena está frente a mis ojos, de una manera muy clara, ellos no dejan nada a la curiosidad, están suspirando y tan pegados así que es imposible no ver que están haciendo algo inapropiado. 

Pero entonces escucho un ruido detrás de mí, como una tos que corta mi atención a este mal momento, cuando veo hacia atrás, veo lo que más temía, al verdadero Raphael que parece haber entrado al sueño recién y haber visto todo esto como yo. Despierto del sueño sobresaltado después de eso.

— ¡Mierda!

"¡Mierda, lo vio todo!"

El celular que está en la mesa de luz después de unos minutos de haber despertado suena indicando que es una llamada, entro en crisis porque veo el nombre de Raphael en la pantalla y su foto de identificación, y siento que estoy a punto de morir, necesito ser tragado por la tierra y así no salir de ahí; respondo en la segunda llamada a ver que seguirá insistiendo hasta que le responda, me siento en la cama mientras la ventana deja entrar los pocos brillos de la luna que está alumbrando al celular y a aquel nombre tan terrorífico en estos momentos, mi celular va hacia mi oído y comienzo a morder mi labio con nerviosismo, espero que no lo haya visto.

— ¿Si?— preguntó con mi voz temblando.

— ¿Por qué no respondías a mis llamadas?

"Es obvio porque no respondía, vampiro idiota."

— Fui al baño y dejé el celular en la cama.

Se produce un pequeño silencio después de aquello, como si no sabemos cómo seguir en todo esto.

— ¿Con quién estabas soñando?— pregunta de manera directa.

— ¿Quién? ¿Yo?

— Si ¿Con quién te imaginabas teniendo sexo, Simón?

"¡Eso es muy directo Raphael!"

— ¿Lo viste?

— Era yo— dice seguro de lo que dice.

— No— digo riendo— claro que no eras tú.

— Si, era yo— dice afirmando— ¿Acaso te parezco atractivo, Simón?

Me he comenzado a mover por la habitación, nervioso de esta conversación que estamos teniendo ambos por el celular ¿Por qué estoy tan nervioso? Solo fue un malentendido, nada fuera de lo común, tengo que explicar y él lo entenderá y todo dejará de ser así, seguiremos como lo estamos llevando ahora, como buenos amigos que somos.

— ¡Ya, déjalo! Tu hermana menor me está traumando aquí con sus series y películas, y porno gay, posiblemente fuiste la primera que apareció en mi cabeza por casualidad y todo esto se desordeno y termino así.

— ¿Y te quedaste observando el acto por curiosidad a...?

— ¡Te voy a colgar Raphael y te bloqueare de todos lados! Solo vas a ver mi cara cuando tengas que hacer visita acá y si te lo permito obviamente.

— Entonces te veo en el sueño Simón, trata de que no tengamos sexo ahí— dice de bromas.

— ¡Raphael!

Escucho una risa a través de la línea que me hace sentir extraño, nunca lo había escuchado de esa manera tan feliz riéndose de mí, es un tono distinto al que sabía usar antes que era mucho más seco que este que contiene un tono más alegre, aunque sea que se está burlando de mi, pero después de eso se produce un silencio, ambos no hablamos, yo aún sigo mordiendo mi uña de uno de los dedos para calmar está ansiedad.

— Simón— vuelve a romper aquel silencio.

— ¿Si?

— Cuando regreses al hotel junto a los demás y a mamá, y te acomodes ¿Quieres ir conmigo por un café?

Me quedo inmóvil con el celular en mi oído escuchado como repite mi nombre una y otra vez preguntando si lo he escuchado, mi boca está abierta en una expresión de asombro por lo que acabo de oír, en Brooklyn si te hacían aquella invitación no significaba cualquier cosa como lo piensa la gente normal, sino que es un código que suena a....

"¡Oh cielos!"

— ¿Me estás invitando a una cita Raphael?

— No— dice de inmediato.

— Claro que sí, es un si Simón— se escucha desde lejos.

— ¿Ese es Magnus Bane?— pregunto.

— Salimos de una reunión y no me pude deshacer de él— murmura— ahora estoy esperando a que Alexander venga y se lo lleve.

— Dime por favor, que él no sabe de esto— suplico.

— ¡Imposible! Yo sé todo— grita Magnus para que lo escuché— el pollo se está cocinando al horno lentamente, pero yo puedo hacerlo que se cocine mucho más rápido.

"¡Mierda!"

— ¿Entonces?— pregunta Raphael.

— No.

¿Acaso no lo nota? Él no quiere una cita conmigo, es el efecto de este vínculo y la influencia de Magnus, ninguno de los dos quiere algo con el otro más que amistad, y yo no quiero estar con una persona que se que en verdad no tiene sentimientos de mi si no que un vínculo le hizo un tipo de hechizo que ahora se quiere acercar a mí y invitarme a salir. No, no voy a aceptar esto y fingir que todo está bien.

— No quiero salir en cita contigo Raphael— murmuro.

— ¿Por qué me rechazas?

— Tú no quieres esto y yo tampoco, el vínculo está haciendo esto y ninguno de los dos lo quiere y Magnus está manipulando— le digo— ninguno tiene sentimientos por el otro, ni lo tenía antes del vínculo ¿Acaso no lo notas?

— Si, per...

— Tenemos que buscar una forma de que esto no se intensifique— lo interrumpo— así podremos estar bien ambos.

Sigo hablando y hablando de lo que podríamos hacer, de lo bien que vendría romper el vínculo de una manera u otra, y que es imposible tener sentimientos así cuando nos odiábamos hace poco, también le decía que si era por influencia de Magnus que me lo dijera, o que si alguien lo estaba a empujando a esto por el vínculo realizado que no hiciera caso. Hasta que después de unos minutos en la cual no dejaba de hablar y no permitir hablar al otro...

— Simón— me detiene.

— ¿Qué?

— Me pareces agradable— dice casi en un susurro— enserio quiero que salgas conmigo.

— ¡¿Qué?! ¿Estás bromeando?— digo riendo nervioso.

— Iré ahora mismo hacia allá para hablar contigo en persona de esto.

— ¡¡¡No, no, no vengas!!!— grito.

Pero la llamada ya se ha finalizado, dejándome sorprendido por lo que ha sucedido y lleno de pánico porque Raphael viene a hablar de este tema en participar en persona, y no es cualquier tema, es que en realidad me ha dicho que le gusto y que quiere que salga con él, no es un tema normal y corriente, es un tema muy delicado para hablarlo, es que tampoco nunca he tenido que enfrentar este tema antes ¿Qué hago?, Ya lo rechace así que puedo atreverme a hacerlo de nuevo en su cara, pero... ¿Porque tengo tantos sentimientos en mi si lo voy a rechazar? Es ese tipo de sentimiento de cuando algo te gusta en sí, que conmueve tu alma y que estuviste queriendo, no encuentro sentimientos extraños o negativos ¿Será parte del vínculo o influencia de la pequeña Rosa?.

¡¿Ahora qué hago?!

¡Ahhhhhhh! ¡Ayuda!

— Necesito huir, tengo que fugarme de aquí— susurro para mí.

Voy hacia la puerta de la habitación para escapar antes de que todo explote aquí con la llegada de Raphael, pero al abrir la puerta me encuentro con Rosa que tiene sus manos estiradas y apoyada en cada lado del marco de la puerta y una sonrisa perversa en sus labios, está tapando mi escape, no puedo escapar si no la empujo, pero si la empujo puede que se lo tome a que la he golpeado, y yo no golpeo personas, nunca lo he hecho.

— No vas a escapar de esto tan fácil Simón, vas a quedarte acá hasta que Raphael venga y hablé contigo— dice en un tono tranquilo— o te verás con las consecuencias, si piensas huir, lo lamentaras.

— ¡Rosa! Por favor, hazte a un lado.

— ¡Acepta a mi hermano Simón Lewis! Quiero que sean parejas y así poder shippearlos por siempre, tomar fotos y crear un shipp que nunca se olvidé en el mundo subterráneo como Fragnor y Malec— dice— ¿Acaso no quieres cumplir el deseo de una niña pequeña como yo?

— No, no quiero.