(Extra 5)
Y entonces las dos mujeres llegaron, con un Simón a su lado, pero yo sabia y todos los presentes sabíamos que no era mi Simón, porque estaban controlando su cuerpo.
Creí que mi atención en ese momento iba a estar dirigida en Elizabeth por muchas circunstancias, pero realmente mi atención fue a lo miserable que se veía Simón, tanto que sentí en ese momento la necesidad de pararme para ir a revisarlo porque se veía como si estuviera por enfermar, pero me contuve, tenía que estar tranquilo por el bien de todo, a pesar de que estaba enfureciendo por dentro por lo irresponsable que había sido, por haberlo mandado siendo un polluelo a una tarea suicida.
No podía dejar de mirarlo y preguntarme si estaba ahí, buscaba su mirada para comprobar que seguía ahí y que yo podía hacer algo por él para traerlo de vuelta. Fue curioso verlo de esa manera también porque cuando lo vi levantar una espada contra mí, no pude evitar guiñarle el ojo, tratando de transmitirle que ya no debía preocuparse más, que yo iba a ir a salvarlo, que lo traería a mi lado y nunca en su vida tocaría un arma con sus manos.
Intento lastimarme por una orden, aun lo recuerdo, pero no pudo lograrlo porque carecía de habilidades, sentí alivio de que aun mantuviera eso con él, porque si tuviéramos que luchar yo ni nadie podría tocarlo, yo porque me había prometido a no herirlo ni mental ni físicamente de nuevo, y los otros tampoco porque podrían hacernos daños a ambos.
Pero algo nos tomo de sorpresa mientras nos habíamos distraído un poco y fue que la propia hermana de Simón le había puesto una espada en su cuello, no podre nunca describir como me sentía en esos momentos, ver a Simón de rodillas frente a mis ojos, con una espada en su cuello, por su propia hermana, podía sentir su miedo, el de Simón, dentro de mí, pero yo también estaba sintiendo un poco de miedo, de preocupación, solo un movimiento y podía perderlo para siempre.
— ¿Qué haces? Es tu hermano.
Pensaba que por haber trabajado con demonios ambas habían perdido la cordura realmente, como sucedía con cada persona que se metía con ellos, que ni siquiera estaban viendo a quien tenían asustando con la muerte, a su propia familia, a un inocente.
— ¿Creíste que no íbamos a saber sobre el vínculo que han hecho? Si uno muere el otro muere. Pero ¿Por qué a él sí? Te lo pedí muchas veces ¡Muchas veces! ¿Y qué me dijiste? El vínculo es importante, se hace una vez en la vida y si nos arrepentimos no nos vamos a poder deshacer de eso, vamos a pertenecer al otro y nadie nos va a poder separar, pero ¿Por qué con él sí cuando conmigo dudaste?
Y recuerdo que esa vez deje de mirar a Simón para mirarla a ella, no podía creer que reclamara eso después de tres años, después de haberme hecho lo que me hizo, abandonarme cuando había dejado todo para escapar e irme con ella, no era justo que me viniera a reclamar eso como si fuera mi culpa, como si todo lo que paso fue solo mi culpa, ella estaba casada pero me estaba reclamando un vinculo en esos momentos.
— ¿Eso es de importancia ahora, Elizabeth? dile a tu esposa que no haga algo que se va a arrepentir.
Ya no me importaba en lo más mínimo ella, en esos momentos solo quería que liberaran a Simón, que no tenía nada que ver con este asunto, y terminar lo que no hice hace tres años atrás, terminar con sus maldades, terminar de una vez el problema que se habían convertido. Ya no iba a ser débil porque mis sentimientos estaban ya en otra persona, ya podía entender que no estaba bien lo que había hecho, no iba a perdonar su vida una vez más.
— ¿Tanto quieres matarme? ¿No debería ser yo el molesto por todo lo que me hicieron aquel día? Acepte todo, que ustedes estuvieran encontrándose cuando estabas conmigo— recuerdo que le reclame— ¿Y tú eres la molesta aquí?
— No me amaste como correspondía, no me amaste, esquivabas todo lo que tenía que ver con darle seriedad a la relación, generaste un gran resentimiento en mí.
Y por un momento pensé sobre eso mientras el caos se desataba en la sala y los jefes observaban de lejos, porque no se iban a entrometer si no era por algo necesario. ¿Y si yo tuve la culpa por no haber confiado por completo en ella y en nuestra relación? Pero no entendía, le había ofrecido todo de mi, le di lujos, la trate como si fuera una reina.
Acepte cosas que ella quería hacer y a mí no me gustaban porque tenía otro ideales, como tener una chica más en la relación, como que ella se encargara de un negocio peligroso y controlara todo, que pudiera opinar sobre asuntos junto a mí, a pesar de que era mi elegida, en reuniones con los jefes, pelee con todos solo porque consideraban que mentían sobre ella, la defendí de todo y me entregue por completo, abrí mi corazón y la ame incondicionalmente a pesar de que yo no veía que era una relación enfermiza ¿Por qué yo tenía la culpa?
Y la pelea contra ellas comenzó, aunque momentos antes del cruce de palabras, ellas lastimaron a Simón y sus heridas se transfirieron a mí, por ende tenían un poco de ventaja mientras trataba de sanarme. No recuerdo la pelea, siempre se encuentra borrosa en mi cabeza, solo pensaba en que debía ser racional y no dejar que escaparan nunca más, yo debía encargarme en ese momento de erradicar de una vez por toda sus acciones malas.
Después de heridas que me estaban logrando hacer mientras luchaban contra mí, llego un momento que cuando quise ver mi espada había incrustado un cuerpo, en el cuerpo de Elizabeth y sentí como todo se detenía mientras veía su rostro sorprendido por lo que había hecho, tuve un amor grande por ella pero nuestro destino no fue bueno, de todas formas mientras la miraba y sacaba el frasco para que muriera y no pudiera ser resucitada por demonios, le pedí perdón por mis errores y mis comportamientos que pudieron dañarla en algún momento. Cuando cayó su cuerpo al suelo, sin vida definitivamente, caí en la realidad, hace tres años atrás no pude matarla pero termine haciéndolo tres años después sin dudarlo y me preguntaba si eso tenía que ver con haberla superado.
Pero a alguien le había afectado aquella perdida ese día y esa fue Rebeca Lewis que cuando vio lo que había sucedido dejo escapar un grito lastimero y vino sobre mí, hiriéndome en el trayecto pero cayendo en una trampa porque cuando quiso ver la tenía en la misma posición que había tenido a Simón antes, de rodillas con una espada en su garganta para que sirviera de advertencia que no debía hacer nada, todo había terminado.
— No quiero lastimarte Rebeca, pero si haces algún movimiento no voy a contenerme. Libera a tu hermano de lo que le han hecho.
En si ella podría no sufrir el destino que sucedió de Elizabeth, iba a perdonarle la vida por Simón, tendría un castigo y así poder recomponerse, porque no quería que Simón sufriera viendo morir a su hermana, pero ella.. Dios, ella estaba loca, que tuve que acabar con su vida por el bien de Simón.
Ese día casi lo pierdo, ese día me asuste a ver una espada en su estomago que se había causado por recibir la orden de su hermana no cuerda, lo vi llorar y asustado, y lo único que podía gritar es que Magnus lo curara a pesar que en mi cuerpo se estaba abriendo la misma herida. No podía perderlo, no podía acabar su vida así, y lo que menos me importaba es que mi vida acabaría con la suya, yo no podía aceptar que este fuera nuestro fin, si recién nos estábamos deshaciendo de esas dos bacterias que habían hecho que fuera un estúpido con Simón por considerarlo enemigo, eso no merecía terminar ahora, ni siquiera le había demostrado un poco de interés.
Recuerdo que le dije algo de que se mantuviera consciente un poco más pero el polluelo se desmayó frente a mis ojos, estaba tan asustado ese día que odio imaginarlo.
Fueron tres días donde ambos permanecimos en cama, muy enfermos, Magnus hacia todo lo posible por Simón pero era imposible que no delirara de dolor, tres días que Simón luchaba por nuestras vidas, donde yo le hablaba a pesar que sentía que en cualquier momento podría desmayarme, lo limpiaba, inyectaba sangre en él como modo de alimentación y le hablaba que debía luchar, pero después del tercer día la situación de riesgo mejoro, pude sentirme un poco más sano a pesar de que seguía enfermo, pero aun no despertaba. Todos los jefes habían estado presentes cuidándonos y mi familia había venido para cuidarnos, mamá se encargo hasta el día octavo de nosotros, diciéndome lo feliz que era de saber que estábamos bien.
Al decimo día en aquella habitación, mientras cambiaba la venda de mi estomago, sentí un sentimiento en mi pecho tan grande que supe que era el día en que Simón despertaría. Sentí tanta felicidad al verlo abrir los ojos ese día que observe cada movimiento, sin disimular, mientras trataba de orientarse en el lugar, y cuando me miro, no pude evitar ir hacia donde estaba él y sentarme en su camilla para verlo más de cerca, rece mucho para que Simón no muriera en ese momento, prometí a mi dios que no dejaría pasar mis sentimientos por él si despertaba, que iría despacio pero que haría todo por él, desde cuidarlo hasta confiarle todo de mi, que considere que me habían dado una oportunidad más para hacer las cosas mejores.
Aunque no sabía en si la orientación sexual de Simón, yo realmente quería conquistarlo porque me había vulnerado en todo sentido a él, con todo lo que había pasado, con nuestro vinculo, yo me sentía tan perteneciente a él. Realmente hasta el día de hoy me pregunto si el vínculo hizo que mis sentimientos se intensificaran mucho en solo tan poco tiempo, y pensara tanto en Simón, y me volviera irracional al punto de pensar tantas cosas ridículas. El amor te vuelve vulnerable me decía mi mamá y nunca cambie eso porque consideraba que tenía sus pro y sus contras.
— Por eso tengo una orden para darte, te daré un tiempo para que te alejes de aquí, Guadalupe, mi madre, me pidió que te deje con ella un tiempo ¿Qué dices?
Ese día que Simón despertó decidí que sería bueno que se marchara del hotel por un tiempo, con mi familia para sobrepasar su duelo y sanar heridas, si se quedaba en el hotel seria duro saber que en la sala principal mate a su hermana o que en algún lugar de Brooklyn fue asesinada su madre, o mato a otra vampiro mientras su cuerpo no estaba bajo su poder, alejarse un poco era lo que necesitaba, además se lo merecía, si no fuera por Simón Elizabeth seguiría saliéndose con las suyas, gracias a Simón que tuvo que sacrificar muchas cosas, nosotros pudimos parar masacres humanos, pudimos detener todo por lo menos la línea de negligencia que controlaba esa chica. Se lo merecía.
—No te olvides Simón, no estás solo, yo estoy aquí.
Después de eso sucedieron muchas cosas, volví al hotel con la mayoría de mis hermanos para dejarle a Simón con pocas personas y no se sintiera incomodo, modifique un poco el hotel dejando las habitaciones de mi familia cerca de la mía, y el primero de esas habitaciones se la asigne a Simón desde el principio, volvieron los vampiros de mi clan, les di voz para hablar y desahogarse, les deje que en cierta parte del hotel se colocaran placas recordatorios de las pérdidas que se habían producido en el primer ataque, parecían recomponerse de a poco hasta el día de ahora aun siguen sanando de esa gran pérdida que tuvimos.
Con Simón había comenzado a tener más contacto desde el momento que lo deje en aquella casa, intercambiamos números y siempre estábamos mandándonos mensajes para estar en contacto y yo saber cómo estaba sintiéndose, además de que me sentía bien comunicarme con él por ese medio, fui dos veces de visita porque había decidido ir una vez por semana, pero era diferente, no podíamos habla de forma adecuada con todas las personas que nos rodeaban. Solo habían pasado dos semanas y realmente sentía la necesidad de que volviera al hotel, muy impulsivo de mi parte, aunque podía controlarlo y seguir resistiendo que siguiera llevando su duelo sin presión. Mamá me informaba cada dos días sobre eso, Simón avanzando bien con el duelo, no podía presionarlo porque era un tema delicado
Pero cuando pasaron los tres meses de su ida algo extraño paso en uno de los sueños donde sabíamos encontrarnos de vez en cuando y es que no era lo mismo que otras veces, ese día había algo diferente y es que habían dos personas idénticas a mí y a Simón teniendo... relaciones y Simón, el verdadero Simón lo estaba observando, cuando se dio cuenta de mi presencia el sueño termino para ambos, vaya sorpresa que me lleve, que no podía ni reaccionar. Hubiera sido bueno que yo estuviera en mi habitación, pero lamentablemente Magnus estaba conmigo ese día, mientras llamaba a Simón y no me respondía las llamadas le comente lo que había sucedido, fue un error de mi parte porque se puso histérico de felicidad, pero quería hablar de eso con Simón, sobre lo que había pasado, necesitaba que me dijera algo para no cometer en un error ese día, porque todo me decía que era una señal verde para comenzar a insinuar mis sentimientos sobre él, aun ese momento sigue tan claro en mi mente.
Junte todo mi valor para pedirle una cita, y me rechazo, no solo me rechazo si no que lo hizo a través de una llamada, presente Magnus, y más que eso dio un argumento largo de porque debía ser rechazado, nuestro vinculo era una broma, no lo dijo de esa manera, pero así lo entendí. Me sentía desbastado, pero soy Raphael Santiago y no iba a detenerme, recién estaba comenzando, a pesar de podría perder mi dignidad frente a Magnus Bane.
— Me pareces agradable, enserio quiero que salgas conmigo. — me confesé de nuevo.
— ¡¿Qué?! ¿Estás bromeando?
— Iré ahora mismo hacia allá para hablar contigo en persona de esto.
Cuando escuche su risa nerviosa a través de la línea supe que debía irlo a verle en persona y hablar de esto como dos adultos, yo ir a afrontar esto como un adulto y confesarle sobre los sentimientos que había adquirido por el, de manera muy lenta, desde que lo conocí. De todas maneras nuestro vinculo nos llevaría tarde temprano a sentir cosas por el otro, si esperaba un poco puede que podía ser peor, Simón podría sentir inseguridades de que mis sentimientos no eran reales sino que por causa del vinculo, quería explicarle que no era así.
Pero esa noche Magnus se había invitado solo a acompañarme, así que terminamos los tres en el patio de la casa de mamá, con un ambiente tenso porque el brujo sobraba en ese momento, me inhibía para hablar con Simón, pero no me hizo falta decir algo, porque Simón les puso los limites por mí y lo terminamos echando y ambos caminando hacia el estanque cercano para charlar a solas, y antes de confesarme una vez más, le dije sobre el vinculo y creo que se lo tomo tranquilo como si lo supiera, de seguro por mamá o por Magnus, porque siempre parecían ir delante de mí, así que me enfoque en el tema principal ese día sin importarme que una vez más me habían quitado un poco de voz sobre el vinculo.
— Me atraes un poco— recuerdo que confesé.
— Es por el vínculo Raphael, ni siquiera te fijarías en mí si no tuviéramos esto— me respondió sin dudar.
Y recibí el segundo rechazo de su parte, pero no el último, así que seguí luchando.
— No, me fijé en ti cuando llegaste al hotel— murmure— solo que trate de no prestar tanta atención.
— ¿Entonces aceptarás ir a tomar ese café? — pregunte un tiempo después.
— No.
Y fui rechazado nuevamente sin ningún titubeo de su parte, pero aun seguía sin ser el último y el causante de que me sintiera un poco rechazado, como lo que me dijo después de pedir una explicación de su respuesta.
<< No es que no me agrades Raphael, me agradas, somos cercanos ahora y me sorprende que nos llevemos tan bien, pero no puedo verte como pareja después de todo lo que ha sucedido, ahora sabemos que esto es efecto del vínculo, pero de igual manera ¿No crees que sería obligarnos a estar con el otro? No te veo como pareja, porque recién me estoy acostumbrando a verte como amigo. Además no nos llevaríamos bien estando en una relación. Terminaríamos peleando como antes. Y no me gustan esas relaciones, mis padres se amaron hasta el último momento y tuvieron una relación sana, contigo sé que no será así, porque hemos peleado casi siempre por cualquier cosa en particular. >>
Me sentía en ese momento desconcertado porque en pocas palabras Simón me había rechazado con un argumento muy válido, él quería una persona que desde el principio fuera una persona buena, que no lo lastimara, que entendiera que venía de un pasado doloroso y que solo necesitaba a alguien que lo confortara, y yo desde el principio lo había tratado mal, marcándole una y otra vez que nunca podría borrarse esa etiqueta mundana mala que tuvo que sostener, descargue mi odio de personas ajenas en él sin siquiera investigar un poco, y cuando lo hice ya era tarde, ya lo había herido.
Además no se veía interesado en mi, y eso me frustraba ¿Fui el único de los dos que comenzó a ver al otro desde una mirada diferente? ¿Fui yo solo el que comenzó a sentir esos sentimientos que me estaban agobiando? Tenía que conformarme con ser su amigo. Tenía, dije, porque perdí mi dignidad a decirle algo que hasta ahora que lo recuerdo me avergüenza, de todas maneras no es la única vez que perdí mi dignidad con Simón, pero eso es más adelante.
— Yo... Trataré de ser una buena persona contigo si eso lo quieres.
Pero gracias a eso se abrió una pequeña abertura de esperanza para mí, porque Simón flexiono y un poco y me pidió tiempo para pensarlo, y eso era bueno, porque ya no era un rechazo definitivo sino que sonaba como un quizás, a pesar de que en su mirada me decía que había algo que lo estaba incomodando de todo esto. Cuando me pregunto las razones del porque tenía sentimientos por él, me di cuenta que Simón no estaba nada seguro, como si le estuviera jugando una broma y a pesar que recuerdo decirle porque había comenzado a atraerme el siguió con esa mirada de desconfianza, riéndonos por mi comportamiento extraño hacia el últimamente.
Y entonces lo bese... porque verlo ahí sonriendo, a mi lado, mirándome así, me hizo sentir la necesidad de besarlo. El ambiente era bueno, estábamos bien, estábamos hablando de un tema no muy lejano a los sentimientos, bueno mis sentimientos, un beso era perfecto o yo lo sentí así ese día, cuando mis labios tocaron los suyos supe que yo pertenecía ahí, a ellos, a él. Pero culpa de mis malas acciones terminamos peleando con Simón, pero tenía razón en gritarme que no quería verme y haberme echado, me había aprovechado de él, había sido un acto desvergonzado de mi parte besarlo cuando él no estaba seguro aun de lo que estaba pasando... a pesar de que yo me sintiera cada vez más peor sobre el tema.
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