(Extra 4)
Ese día del primer ataque del hotel fue difícil para mí, vi a muchos de mis niños muertos por demonios que entraron por sorpresas sin piedad ,alguno arrebatando sus vidas definitivamente, vi a Marshall, mi mejor peleador desorientado por la pérdida de su pareja, tanto que era imposible luchar porque estaba tirado con el cuerpo de su pareja, y me preocupe lo bastante al saber que Simón se había ido con un demonio cambia forma por solo haberme descuidado unos segundos y haber desaparecido cerca del portal.
Solo me había ido por unos momentos para comprobar a mi clan y Simón se había puesto en peligro, así que fui en su búsqueda lo más rápido que podía, a pesar de que los demonios no le iban a hacer nada porque estaban trabajando con Elizabeth, aun no me había preparado para eso, ni pensaba dejarlo ir primeramente, lo quería a mi lado mientras me encargaba del asunto, y si podía hacer que jamás tuviera contacto con aquellas mujeres seria mucho mejor. Recuerdo cuando lo encontré, me sentí tan relajado al no haber llegado tarde en su encuentro que si seguía mirando su rostro de felicidad por haber llegado a su rescate, le rogaría que nunca más se alejara de mí ni un centímetro.
— Agradece que estás criaturas no quieren hacerte daño, sino ya estarías más que muerto, inútil —le murmure.
No podía decirle todo lo que pensaba, todo lo que sentía en ese momento donde pude evitar que se lo llevara ese demonio, realmente no podía saberlo, así que me escude en mi mal trato, pero él ese día seguía sonriendo como si salvarlo fuera lo que mejor hice, tanto que ver esos labios encorvados hacia arriba y aquellas arruguitas bajos sus ojos me hizo avergonzarme y darle un golpe para que dejara de comportarse así, en esos momentos aun tenía dudas de mis sentimientos hacia ese chico y esa manera de comportarse me tenia confundido un poco, así que trataba de evitarlos.
Todos sabemos que paso en ese momento cuando íbamos por los pasillos con Simón, fue una idea muy pobre de mi parte pedirle que fuera como espía para saber que planeaban allá en ese lugar donde estaban alojadas aquellas chicas, pero Simón siempre mostrándome que a pesar de toda la vulnerabilidad que poseía podía ayudarme en lo que necesitara, fue una manera de cautivarme por completo y saber que Simón no era solo un polluelo y posible enemigo si quería, sino que realmente mis sentimientos iban más allá, casi tan fuerte como los que sentí por Elizabeth al conocerla, solo que Simón no era como ella. Simón era humilde, puro, con un pasado duro pero que no afecto a soñar con ser alguien para mejor, alguien que daría lo que fuera por otro, alguien que haría lo posible para parar a su familia por el bien de Brooklyn si así se lo proponía, realmente era la persona que buscaba desde el primer momento, solo que siendo un hombre, lo cual no es tan importante para mí en estos tiempos porque Simón es la mejor pareja que he conseguido y que amo.
Pero todavía no llegamos a esos lados, así que como iba diciendo en un momento de estupidez e instinto le propuse, para mí, un vínculo para conectarnos... Y antes de que se arrepintiera sobre ayudarme, lo agarre de la remera y lo atraje sobre mí viendo como se sorprendía por mi acción, me acuerdo que me sentía tan extraño por haber tomado una decisión tan rápida con él cuando con Elizabeth me negaba a hacerlo porque debíamos pensarlo con tiempo, justamente en diferente situaciones.
Yo podría haber marcado a esa chica porque la consideraba el amor de mi vida pero realmente marque a Simón en un momento que ni siquiera el notaba la confusión de mis sentimientos sobre él, pero de todas forma lleve mi rostro a su clavícula mientras bajaba un poco su remera observando parte de su piel desnuda, el ambiente a nuestro alrededor se había tensado por un momento en la habitación donde estábamos ocultos, su piel que tocaba mis labios pedían a gritos retroceder y no marcarlo, pero todo mi ser pedía marcarlo y afrontar las consecuencias después.
Recuerdo que hice un movimiento involuntario de mi parte, algo que por instinto me guié y saque mi lengua para probar su piel de una manera rápida para que él no sintiera lo ansioso que me sentía en ese momento, y entonces mis colmillos incrustaron en su piel y una sensación atravesó todo mi cuerpo que me hizo sentir alucinar, se sentía tan bien, tan... diferente.
— ¿Qué fue eso? — Dijo después de aquel extraño momento
— Es un vínculo que hará que nuestra mente y cuerpo sean uno mientras estemos alejados. Necesito que vayas con tu familia, a su casa y averigües que está pasando. Te necesito como un espía.
Realmente mientras hablaba me sentía aun con una sensación extraña en mi pecho, mareado y confundido preguntándome que sería después de que todo pasara, y lo supe mientras Simón reclamaba que el vínculo que habíamos hecho estaba mal y que no quería, por nada en el mundo, un vínculos románticos conmigo.
Lo recuerdo bien porque mientras lo decía me hacía sentir insuficiente porque realmente yo estaba comenzando a entender mis sentimientos hacia él con aquel acto que había hecho, yo tenía sentimientos por él ¿Pero cómo? ¿Cuándo? ¿Y por que en esos momentos se sentían tan fuertes? Tuve que mentirle de que no sabía sobre lo malo que había hecho con el tema del vínculo o de seguro me iría mal, y entonces rezando en silencio por su bienestar lo deje irse a un lugar que no podría cuidarlo mientras yo debía volver mi atención al hotel.
Simón se encontraba tan nervioso como yo, con miedo, sin querer irse, pero por el bien de todo necesitábamos que él fuera capaz de hacer aquel trabajo, ya que él solamente podía ser una herramienta clave para acabar todo de una vez por toda, y le prometí localizarme con él de alguna manera.
— Déjamelo a mí, tu sal y ve a hacer tu trabajo de una vez por todas— recuerdo que le dije— te trataré de localizar de alguna manera, solo espera por mí.
Y no fue por tanto tiempo nuestra separación, porque mientras peleaba con algunos demonios y ayudaba a los Nephilim y a Magnus a llevar a los vampiros que estaban aún vivos o heridos por el portal hacia el clan vecino, sentí un golpe en mi cabeza y supe que Simón había sido golpeado para dejarlo inconsciente, y fue frustrante porque Simón tenía que mantenerse despierto para saber dónde estaba la localización de esas muchachas, y mientras de una manera extraña podía comunicarme a través de mis pensamientos con él, no podía dejar de estar molesto, ahora seria mas difícil localizarlo e ir en su búsqueda, y a pesar de eso Simón en esos momentos seguía haciendo preguntas mientras yo trataba de estar consciente, ya que delante de mi quedaban unos que otros demonios que no habían sido llamados para huir como lo habían hecho Elizabeth y Rebeca.
Después de todo aquel ataque sorpresivo y sabiendo que habíamos sido traicionado por aquellas dos muchachas que sospechábamos, el hotel estaba destrozado, el vampiro jefe del clan vecino acepto mantener y cuidar a los vampiros que habían llegado a él hasta que todo pasara, tuve que pagar gran cantidad de dinero por su amabilidad. El hotel quedo solo excepto Marshall se rehusó a irse sin el cuerpo de su pareja, recuerdo que hable con él mientras los demás jefes se encargaban de revisar el hotel, me partió el alma al ver que ese niño que reclute, de la misma manera que Simón, en ese momento lloraba angustiado al haber perdido a su futura esposa, pero finalmente lo convencí de irse hasta que todo pasará, permitiendo llevarse el cuerpo de esa chica Nuria con él para velarla como quisiera. Creo que dejo sus cenizas en un lugar especial de ambos hace pocos días, realmente no lo sé.
Después de que el último de los vampiros se había retirado para cuidar de los vampiros y polluelos de este clan, pedí alojamiento en casa de Magnus y sentí un dolor en mi pecho mientras el brujo me invitaba tomar tragos para calmar todo lo que había pasado ese día, pero sentí en mi interior que debía dormir porque Simón estaba por tratar de dormir de nuevo, así que sin importar la presencia de Magnus ese día concilie el sueño frente a su vista solo para ir hacia Simón, y darle una entrada a un sueño que pudiera calmar todo el mal momento que estaba pasando, un lugar de mi inconsciente que pudiera darle paz.
Realmente me había arrepentido tanto de dejarlo ir, bueno Magnus había ayudado a que me sintiera peor antes de que me durmiera, pero en verdad desde el principio no lo veía muy efectivo.
— Raphael ¿Qué sucede si me llenan la cabeza y les creo a ellas?
Recuerdo aquella pregunta que nos estaba teniendo intranquilos a ambos, yo estaba preocupado que realmente Simón se fuera a su lado, no por el sentido de que sabia tantas cosas de mi y que podría ir detrás de mi familia porque le había dicho que era lo más importante que tenía en mi vida, sino que no quería pelear con él, no quería tener la obligación de castigarlo o matarlo por estar con ellas, no quería verlo sufrir. Y si era ilógico, porque yo mismo desde su llegada me había encargado de hacerlo sufrir, pero no quería que nadie más lo hiciera, ni yo.
— Raphael, necesito estar seguro de esto, necesito que me digas algo para estar seguro de no creer que eres un monstruo, y que todos tus cercanos también lo son. ¡No quiero hacerle daño a nadie! Pero también amo a mi madre y a mi hermana, a pesar de todo.
Se veía tan vulnerable que sentía el deber de protegerlo, de ir en su búsqueda y arrebatárselo para traerlo con nosotros, mandarlo a que se escondiera con mamá donde sea que estuvieran escondiéndose, que no participara en esto. Pero no podía decírselo, no podía decirle que estaba preocupando en él hasta el punto de decirle que huyera de ahí, que cancelara su trabajo, podríamos lograrlo de otra manera.
— El mundo está llenos de sorpresas.
Le dije cuando hablamos de que estábamos pensando del otro en esos momentos, y no le mentí, yo también estaba sorprendido de mis sentimientos que se estaban generando de a poco hacia ese chico y como los iba aceptando en ese momento lleno de problemas y preocupaciones, que los estaba empezando a tomar en cuenta, todo eso tomaban más fuerza haciéndose más intensos para mí.
Recuerdo que cuando desperté Magnus ya se había preparado para interrogarme y tuve que contarle todo mientras tomábamos un trago que había quedado en el aire, recuerdo que el brujo parecía tan contento que temblaba de felicidad, diciendo que su corazonada había funcionado, aunque me reto por mis malas decisiones como no contarle a Simón sobre que trataba el vinculo o dejarlo irse a ponerse en peligro. Pero no había pensado claramente, solo quería asegurarme de estar ligado a él para saber que no le iba a suceder nada mientras estuviera lejos de mi vista.
— ¿Realmente sientes algo por tu elegido? — Me pregunto por quinta vez Magnus esa noche— ¿Cuándo comenzó? ¿Por qué yo no lo sé? ¿Por qué no estás corriendo en su búsqueda?
— No lo sé, esto es muy reciente para mi, ahora mismo estoy reflexionando todo esta cuestión— recuerdo que le respondí— pero mamá me dijo que yo miraba a Simón como lo hacía con Elizabeth... ¿Cómo debería tomarse eso?
— Significa que es una buena oportunidad para demostrar lo que te arrebataron, con ese chico...
Esa noche hable mucho con Magnus, una conversación que no habíamos tenido desde muchos años, pero fue interrumpido por la llegada de Alexander que venía a pasar el tiempo con su pareja como todos los días y a la vez a hablar conmigo de lo que había podido averiguar durante su presencia en el instituto, pero un comentario del Nephilim fue lo primero que llamo la atención de todo y no exactamente de Elizabeth y sus acciones, sino que yo tenía una herida abriéndose en mi cabeza, y ni siquiera había sentido un poco de dolor por ello. Fue cuando me di cuenta que algo había pasado con Simón y por primera vez en mi vida, después de tres años, me sentía tan preocupado porque no pude comunicarme con él, es como si nuestro vinculo no se hubiese formado, como si algo interrumpiera llegar a él.
Estuve tres semanas como loco buscando cualquier cosa que me permitiera hablar de nuevo con Simón, libros, noticias del submundo, Magnus y sus amistades, necesitaba una respuesta de porque nosotros parecíamos haber sido atravesado por una barrera que impedía todo lo que el vinculo debía hacer, hasta había llegado al punto de pensar que Simón había hecho algo para cortarlo y nos había traicionado, pero trataba de quitar eso de mi pensamientos, no iba a dudar de él, no debía desconfiar hasta que lo viera con mis propios ojos.
Hasta que Magnus informo que con polvo de demonios o preparados por demonios que hacían que los vínculos o ataduras se volvieran tan vulnerable que impidiera cualquier tipo de función que tenia. Me acuerdo que prometí buscar una manera de poder romper un poco esa barrera, pero mientras estábamos con ese asunto tan tenso y que yo me encontraba tan preocupado porque llevaba tres semanas sin comunicarme o ver a Simón, aun debía mantenerme estable para arreglar todos los problemas que estaban sucediendo a nuestro alrededor, arreglando el hotel, supervisando a los vampiros de mi clan en el otro territorio y planeando como liberarnos de esas chicas, esta vez con la muerte misma.
Cuando Magnus me dijo ese día que había encontrado una manera de comunicarme con Simón por solo pocos segundos, me puse feliz al punto de no importarme posibles consecuencias que hubiera para realizarlo, solo quería poder comunicarme y escuchar que estaba bien, era un método pesado para mí y para Magnus porque perderíamos muchas fuerzas con aquello, yo por luchar acompañado de la magia de Magnus para abrir la barrera, y fue difícil, lo recuerdo, era tan pesado y doloroso que sentía que había sucedido algo más en el cuerpo de Simón por la resistencia a no poder comunicarme, pero entonces cuando lo logre con mucho dolor me conforme con solo escucharlo a pesar de que todo lo que él decía se distorsionaba, solo pude escuchar dos oraciones y no pude comunicarme más...
"¡Ellas controlan mi cuerpo!"
"Maldito sordo bueno para nada. Hiciste un maldito vínculo que fracaso y creí en ti por nada."
Tuvimos que recibir ayuda de otros brujos para mejorar nuestras energías de manera rápida, porque habíamos terminado con Magnus agotados a pesar de que habían sido solo segundos, y nos preparamos de inmediato hacia el hotel para esperar un ataque de ellas, que no tardarían sabiendo que yo y Simón nos habíamos comunicado, recuerdo que una angustia ajena se posiciono en mi pecho durante esa noche mientras estaba en el hotel esperando su llegada, una angustia perteneciente de Simón, una angustia que dolía mucho y rece en silencio esperando que no hubiera sucedido algo tan malo para que fuera una marca para él. Ahora sé que Simón sufrió mucho en aquel lugar y yo no pude protegerlo.
Al amanecer del día siguiente de lo sucedido, se informo una marcha de demonios hacia donde estábamos nosotros, hacia el hotel siendo dirigida por vampiros, Elizabeth estaba preparada para atacarnos, pero nosotros estábamos preparados también, habíamos estado toda la noche preparando el hotel como zona de batalla, los Nephilim y los jefes estaban ese día en el hotel para acabar rápido todo el ejercito de demonios y vulnerar todo para que fuera más fácil de encargarme de las demás, hasta Clarissa Morgenstern, la pareja de Jace el Parabatai de Alexander Lightwood, había hecho acto de presencia para usar una runa especial para librarse de todos los demonios cuando entraran por completo al hotel, que a pesar del embarazo ya muy adelantado la estaban cuidando para que no le pasara nada en los sótanos donde los demonios no irían.
Cuando las flechas de los Nephilim hacia la puerta principal, derribada por los demonios, dieron la señal de su llegada recuerdo que los brujos ayudaron a que se trasladaran por portales para salir del hotel sin que los notara, yo y los demás jefes estábamos en la sala de mi habitación donde solemos hacer reuniones, para recibir a las invitadas y a Simón ahí, me encontraba tan emocionado en esos momentos por verlo y comprobar que estaba bien.
Pero no llegaron a entrar donde estábamos así que tuvimos que hacer algo improvisado, idea de Magnus, y cambiar de lugar, los elegidos también se habían marchado hacia afuera del hotel para hacer que todos los demonios entraran y así Clarissa pudiera continuar. Mientras Magnus hacia un cambio de lugar para esperar aquellas personas, porque según decía que las luchas debían tener buenos espectáculos para ser recordados.
Me separe acompañado de Alexander de los demás para ir a provocar a Elizabeth, pero recuerdo que no la encontré si no que encontré a una de las traidoras con demonios en compañía, nos deshicimos de todos gracias a Alexander dejándole una nota a las dos restantes para que fueran en nuestra búsqueda. Nuestro lugar de encuentro termino siendo la sala principal, entonces Clarissa hizo su trabajo y una runa extraña en su brazo hizo que una blanca se esparciera por el hotel escuchando a su paso explosiones, como si estuvieran explotándose personas, Clarissa fue devuelta al instituto después de eso a través de un portal, no había rastro de demonios vivos por aquello que había hecho.
— ¡Raphael! ¡Muéstrate! ¡Terminemos esto de una vez! ¡Maldito monstruo! ¡Mira lo que has causado! ¡Mira lo que has hecho! ¡Te odio! ¡Te mataré!
Recuerdo aquellos gritos muy bien, no sé si fue por la razón de que no recordaba su voz por los tres años que habíamos estado alejados, o porque era la primera vez que la escuchaba gritar tan molesta, insultándome de tal manera. Recuerdo que me senté en los sillones, junto a los demás jefes, esperando que dieran su presencia frente a nosotros, mientras me decía que si la veía debía ser fuerte y no demostrar que antes esa chica era lo más importante para mí, no demostrar que me dolió lo que hizo, sino enfrentar esto de forma madura, ella no tenia porque afectarme de nuevo, terminar con ellas y castigar sus actos, y sacar a Simón de todo eso de una vez por toda. También recuerdo que Magnus repitió por última vez que tuvieran cuidado con Simón, revelando una vez más nuestro vinculo.
Y entonces las dos mujeres llegaron, con un Simón a su lado, pero yo sabia y todos los presentes sabíamos que no era mi simón, porque estaban controlando su cuerpo.
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