× Capítulo veinte. ×
— ¿M...Mi hermana? Pero si ha muerto hace tres años ¿Qué podría haber hecho ella si solo estábamos en el rubro de...ya sabes la prostitución?
Nombrar a mi hermana es una herida que no puede sanar, ella era mi héroe, cada vez que debíamos ir a trabajar en eso tan denigrante para nosotros, ella me consolaba, me daba un abrazo y me decía que todo iba a estar bien, que íbamos a estar un paso más cerca de salir de ese mundo, y a pesar de su enfermedad ella siempre se mostró fuerte, sonriente y valiente, consolando mis angustias hasta el último momento, tratando con amor a mi madre a pesar de que gran parte de nuestro futuro fue arruinado por ella, Reb murió de la manera más heroica posible, siendo una buena hija, una buena hermana, una excelente persona.
Veo como Raphael y Magnus se miran y se asienten uno al otro, Raphael aleja la mano de su madre y se levanta, camina hacia donde estoy, saca el celular de mi bolsillo del pantalón sin pudor alguno y después saca algo del bolsillo de su pantalón, un celular, y comienza a revisar ambos en silencio.
— Hace semanas tu celular ha estado sonando por reiterados mensajes de una persona haciéndose llamar Lilith ¿O no?— preguntó Magnus.
Eso era verdad, habían llegado reiterados mensajes de esa chica, y a pesar de que al conocerla me había parecido agradable, a la vez había sido un poco raro su rápida confianza y su forma de hablar, como si me conociera y le cayera bien, me había dado su número y pedía reiteradas veces juntarnos sin la presencia de otras personas, ya que tenía algo que hablar conmigo, pero yo no soy de ser una persona tan confiada, no iría a un lugar solo con una persona que ni conozco, más sabiendo que se están produciendo la trata de persona y esas cosas feas, así que evite cada uno de sus mensajes dejando al olvido de esa chica de rasgos asiáticos atrás.
— Si, pero no he respondido a ninguno, lo juro.
— El sobrenombre que le dio tu hermana a Elizabeth era Lilith— dijo Raphael— la llamo así la última vez que estuvimos los tres.
— ¿La última vez?— pregunté confundido— ¿Fueron a verla antes de que muriera?
— Simón... Escúchame bien porque esto es muy difícil para todos—dice Magnus— tu hermana no ha muerto.
"¿Qué?"
— Es la pareja actual de Elizabeth, es la mayor cómplice en todo lo malo que está sucediendo ahora y fue cómplice cuando la hicimos nuestra amante en esos tiempos.— añade Raphael— Elizabeth la quería y yo cumplí sus deseos.
Da vuelta los dos celulares, el contacto de Lilith es el mismo contacto que tiene el en su celular agendado como "Elizabeth" mientras que la foto de mi contacto es esa chica que conocí en medio de la noche, la foto que él me muestra de su celular es de una chica con pelo oscuro y largo hasta su cintura, pero no cambia que esa chica de rasgos asiático, de mirada dulce e inocente y vestimenta juvenil sea la misma chica que conocí con tinte rojo, vestimenta deportiva y rasgos más maduros. Entonces el recuerdo de esa noche viene a mí como si fuera la relevancia de todo.
>Flashback. <
Escucho un ruido en los arbustos de la casa de al lado y miro una sombra, una persona, es de sexo femenino, voy hacia dónde está aquella persona, algo asustado por lo que pueda salir de ahí, pero entonces toco el arbusto y un "No te acerques" casi en un susurro se oye y me doy marcha hacia atrás, por lo asustada que se nota la voz de la mujer, debe estar ocultándose o siendo una hija rebelde que está por escapar de casa. Me sobresalto, casi gritando por la persona que me toca detrás, pero al voltear es otra chica que me mira con una sonrisa.
— No hagas eso, mi novia no quiere que la descubran mientras escapa conmigo.
— Oh, lo siento.
La chica es muy bonita, sus rasgos son asiáticos, sus rasgos son muy juveniles, se ve muy alegre, como una persona amable, lleva un conjunto gris, de ejercicio, y su pelo tiene un tinte rojizo que la hace ver muy bien, me tiende la mano y me da una sonrisa sincera.
— Soy Lilit— se presenta— lastimosamente mi novia no se mostrará, es tímida, pero se llama Re... Rekka.
>Fin de flashback<
— Espera...— digo asustado— ¡Elizabeth es Lilith, y Reb...! ¿Mi Reb es Rekka?
— Si Simón, y te están buscando ahora, aún no sabemos la razón, ni el motivo de venirte a buscar después de tres años...
Ya no logro prestar atención a lo que dice Magnus, bajo la cabeza hacia mis piernas, coloco mis manos a cada lado de mi cabeza y cierro los ojos con fuerza, un dolor imaginario se ha posicionado en mi cabeza y cerca de mi pecho, y aunque este muerto.
Experimente esos sentimientos en mi vida mundana que puedo recordarlo tan bien que duele, muerdo mi labio con fuerza para no gritar que están mintiendo, que están jugando conmigo, no es la primera vez que Raphael lo hace conmigo, pero tampoco puedo sacar de mi cabeza que hay cosas que coinciden, una chica llamada Elizabeth con el mismo aspecto que esa Lilith que conocí, solo que esta última más cambiada, un nombre que salió de sus labios casi idéntico al nombre de mi hermana Rebeca, Elizabeth ya era cliente de mi hermana, y.... ¡No! Me levanto por impulso y agarro de la ropa de Raphael mientras lo miro de cerca buscando alguna chispa de broma en su rostro.
— Pero Rebeca murió— le digo— murió por una enfermedad incurable.
— Fue transformada en su último aliento— responde este— mi sangre la salvó, las cenizas que te dieron fue de un animal, exactamente de un perro.
— ¡¿Y tú cómo sabes eso?! ¿Cómo sabes que está viva?
— Cuando Magnus me encontró, yo pude ver las causantes de la traición, estaban juntas, extrajeron mi sangre para tu hermana, Elizabeth cumplió el proceso de transformación y esa chica enferma se transformó frente a mis ojos, se escaparon después de eso, íbamos a escapar los tres pero me dejaron atrás — dice Raphael con un semblante nulo— después investigue un poco, y los licántropos dijeron que esas cenizas eran orígenes caninas.
De forma desesperada alejo de mi a Raphael y comienzo a correr sin rumbo, hacia una arboleda cercana mientras comienzo a llorar, aunque no quiera hacerlo realmente, es que he llorado por tres años a una persona que creí que estaba muerta, ella es mi heroína, pero ahora en verdad no es así, sino que es pareja de una loca que manipuló al mismísimo Raphael, que también tuvo de pareja a Raphael, y que fue cómplice también. Pero ¿Por qué no puedo odiar? Es que aún no quiero creer que es cierto, yo conocí a mi hermana por mucho tiempo, ella era buena y amable, llena de sueños y tan humilde, compasiva y linda, nunca sería cegada por la avaricia.
Me detengo cuando las arboledas comienzan a tapar el sol y mi camino, al mirar hacia todos lados sé que me he perdido, resignado me siento en el suelo y trato de pensar sobre el asunto del hospital, es verdad, yo no vi a mi hermana ni en su último suspiro, no me permitieron entrar y debía trabajar, así que cuando me entregaron la caja con las cenizas no la había podido ver y saber si realmente murió, aunque ahora sé que no ha muerto ¿Pero porque no me busco estos tres años? ¿Por qué no hizo nada por nosotros?
— Deja de pensarlo y fingir que sufres por lo que te acabas de enterar. Personas como tú, como ella, cuando ellas lleguen a ti y pidan por ti, irás a su lado en solo segundos, y cometerás crímenes sin importarte ninguno de nosotros, ni mi familia te importará, serás un monstruo como yo, como ellas. Nadie puede parar eso.
Raphael está apoyado en uno de los árboles mientras me mira con los brazos cruzados, los rasgos de su cara muestran una tristeza absoluta, se ve tan casado y tan mal que me produce sentimientos extraños, lo he estado culpando de hacer esas cosas malas actualmente porque las hacía antes para su pareja, creí que él era causante de aquel tráfico de órganos de niños, pero ahora que sé que Elizabeth o Lilith, o como se llame, está viva y estoy seguro que ella está detrás de todo esto, y que no puedo culparlo a él y eso me dan sentimientos de culpa que no puedo dejar salir, porque si Raphael se entera que he estado pensando todo este tiempo que creí que él era el malo entonces me mataría.
— ¿Todos tus comportamientos malos hacia mí, desde mi llegada, fue por lo que te hizo tu ex pareja y mi hermana?— le pregunto molesto.
— No puedo confiar en alguien relacionado con esas dos personas— responde este— no puedo volver a hacerlo, aprendí mi lección.
— ¡Yo no tengo que ver con los asuntos de otra persona!— le grito sacando mis frustraciones— ¡Yo ni siquiera sabía que ella seguía viva y que fingió morir para estar con aquella persona!
— ¿Crees que no lo estarás?— pregunta Raphael dejando escapar una risa al final de la pregunta— la sangre llama a la sangre, cuando ella logré coincidir contigo, harás todo por tu familia, y olvidarás que nosotros te salvamos, matarás a cualquiera que te pidan que mates y lastimaras a cualquier cosa que sea importante para nosotros solo para complacerlas ¿O a caso no te has dado cuenta que no entrenas tus fuerzas físicas con nosotros? Es porque los demás jefes temen que te coloque contra de nosotros, se han encariñado, no quieren matarte.
— ¡Te prometí hace unas horas que tu familia es mi familia y que los cuidaré como si fueran lo más importante de mi vida!— grito ansioso por lo tranquilo que habla— ¡Yo no soy malo! Yo vine a ustedes para salir de una vida mala.
Raphael se acerca hacia mí a pasos largos, está frente a mí de una manera tan cerca que si hago un paso hacia adelante estaré casi pegado a su cuerpo, aunque en el lugar que estoy su aroma a fragancia varonil impregna mis fosas nasales, los ojos de Raphael me miran de tal manera que me siento invadido, dicen por ahí que los ojos son muy expresivo y más de personas como Raphael, dicen que si su mirada es tan expresiva es porque su interior hay tanto sentimiento retenido que pueden asfixiarlo, quiero creer que su sentimientos internos son resentimiento hacia aquella traición que cometió su ex pareja y por lo que tuvo que pasar, Magnus lo dijo, su confianza con todos está supervisada, nadie confía en él y si lo hacen aún hay dudas por si comete un error de nuevo.
— ¿Lo dices enserio?
— Lo digo enserio Raphael. Nunca le haría daño a una persona ni aunque fuera la peor persona del mundo, no soy nadie para decidir por el destino de su vida o acabarla con mis manos.
Este hace un gesto con sus labios que alcanzo a ver como si fuera una ilusión, se desvaneció tan rápido que ni creí que ese minúsculo movimiento hubiese existido, pero me sorprendo más cuando Raphael levanta su mano y acaricia mi cabello como alguien mayor le hace un niño.
— Entonces espero que sepas perdonar mis actos irracionales hacia ti todo este tiempo— murmura Raphael— intentaré tratarte mejor desde ahora.
— ¿Lo dices enserio?
— Lo dijiste, tú no eres ellas, Magnus confía en ti, y mi madre también, ellos saben sobre las personas más que yo ¿Por qué debería juzgarte?— pregunta alejándose— lo lamento por mis acciones, por descargar mi ira sobre ti.
Abro mi boca para decir algo, pero vuelvo a cerrarla cuando el sonido de las palabras no salen de ella, me he quedado sin palabras, me he quedado en blanco sin poder pensar en algo, esa persona que tengo en frente de mi está disculpándose y diciendo que no volverá a dañarme o tratarme mal desde ahora ¿Esto es un sueño? Porque hoy todas las personas malas son amables frente de mi, primero la profesora que me trató de la peor manera posible, y aunque no se disculpó conmigo o me trató un poco mejor, pude ver con mis propios ojos cómo era tan adorable con Fran dándole besos y abrazos, y ahora Raphael, que está diciendo que hará acciones que ni yo mismo creí que podría ver.
— Raphael ¿Lo dices enserio?— pregunto de nuevo.
Quiero asegurarme que no me está jugando una broma pesada, y que al final termine diciendo que es mentira y que ahora que se sobre todo me hará la vida peor. Pero este solo se nota tranquilo, sin una pizca de broma en su rostro.
— No soy una persona mala, si lo fuera no estaría en mi puesto— responde— el grupo de jefes y elegidos no solo son por eso, sino por sus valores, por sus enseñanzas y lo que transmiten y por la admiración que tienen sus clanes sobre ellos.
— ¿Vas a confiar en mí tan rápido?
— No... Solo te daré una oportunidad, si me traicionas, te mataré.
Dejo escapar una suave risa para que no piense que me estoy burlando, entonces siento como mueve mi cabello con su mano para desordenarlo una vez más, a través de aquel movimiento, al ver su rostro, puedo ver una pequeña sombra de una sonrisa. ¿Este es él mismo hombre que me maltrato hace unos días? Porque puedo jurar que la versatilidad que tiene es tan asombrosa que me hace sentir tan confundido porque sabe hacerlo tan perfecto como para que también decida comenzar de nuevo con él.
— Vamos, no quiero que vengan a buscarnos y crean que te he matado ya.
Comienza a caminar sin esperarme, no me lo tomo mal al seguirlo desde algunos pasos detrás en lo cuál trato de alcanzarlo y a la vez no tropezar, entiendo que alejarse y dejar detrás a la otra persona es un hábito para él, tener una personalidad tan arrogante, tan fea es algo que lo adquirió y lo mantiene y no creo que pueda cambiarlo porque de seguro que no se da cuenta de lo que hace por sí solo. Al salir de la arboleda Fran está esperándonos con las manos detrás de su espalda, y a pesar de que es su postura para verse formal, con la vestimenta que lleva solo parece un pequeño adolescentes esperando por el chisme. Al vernos comienza a sonreír.
— ¿Ya hicieron las paces? ¡Genial! Es hora de que Raphael tenga un amigo a su lado.
— Fran...— dice Raphael pasando por su lado— cierra la boca.
El vampiro mayor se aleja a largos pasos mientras me quedo detrás con Fran que mira a su hermano, si, su hermano biológico y le hace burla con muecas, aún me es difícil digerir que estas dos personas sean hermanos biológicos. Fran me da dos palmadas en la espalda y me dirige de nuevo hacia la casa.
— Todos tenemos una corazonada de que ustedes se volverán inseparables.
— Sus corazonadas me dan miedo— le digo con sinceridad.
— Mi corazonada y el de Ragnor son buenos en parte— dice este— si supieras la corazonadas que tienen mamá y Magnus, te asustarías.
— ¿Por qué?— le pregunto sorprendido y curioso— ¿Qué corazonada tienen?
— Ellos tienen una corazonada romántica— dice Fran riendo— yo estoy a un hilo de irme a sus lados.
¿Qué?
¿Qué dijo?
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