× Capítulo siete. ×
La chicas han exagerado un poco y me han colocado bandas de curación en mi frente, cerca de mi cuello, en la mejilla, y en la espalda como en el abdomen, son los lugares donde he sufrido heridas más graves, aseguran que me sanaré porque soy vampiro y nosotros sanamos rápido, pero lo han hecho porque las heridas tapadas dan una buena impresión a las personas que están alrededor y me harán ver como un chico malo. Aun no sé cómo explicarles que he escuchado rumores de los demás sobre que suponen que soy homosexual porque estoy en un grupo de chicas, se darán cuenta a su tiempo, mientras que a mí no me molesta que supongan sobre mi sexualidad, tengo problemas mucho más grandes que se están acercando, como la ira de Raphael cuando se dé cuenta que insulte su poder frente a sus compañeros, si anoche estuve atado en una habitación como un animal castigado, de seguro que hoy seré un saco de boxeo para que se descarguen los demás dándome golpes. Mi futuro va mal en peor.
Ali me ha abrazado en forma en consuelo y lo único que hago es recostarme en su hombro aprovechando un poco de cariño de alguna persona sobre mi después de todo lo que he sufrido, me imagino que es mi madre que me está consolando después de haber tomado una mala decisión. La extraño bastante en estos momentos, dicen que un hijo nunca deja de sentir el cariño por su madre si ha estado presente desde principio, lamentablemente en nuestras vidas ocurrieron malas cosas y esos nos separo mucho, nos hizo separar ese vinculo porque ella se enfermo, y cayó en la adicción a las drogas y yo tuve que irme para traerle plata, y no funciono bien, ahora seguimos separados, seguimos lejos por nuestras decisiones, pero ella ha sido salvada y yo estoy a salvo también, solo aguantando al líder que se la ha agarrado conmigo.
Ali me da golpecitos en la espalda como forma de consuelo y yo solo me relajo ahí tratando de volver a mi consciencia todo lo que ha sucedido dentro de la habitación de Raphael para ver si encuentro algo raro y que deba investigar, las otras dos chicas están jugando un juego online a través de su celular, así que están ausentes.
— No puedo creer que Raphael sea capaz de hacerte tantas mierdas juntas— dice Ali— juro que cuando lo vea en persona le golpeare en su cara contra el suelo por haber tocado a nuestro Simsim.
Comienzo a reír aunque parte de mi cara duele, así que lo hago muy suavemente, Ali es la que interactúa más conmigo en estas pocas horas que llevamos juntos, ha tomado más confianza y no duda en tocarme, abrazarme y demostrarme que puede tratarme como un pequeño niño, hace que me sienta mejor, aunque no del todo, ya que estoy comenzando a recordar algunas que otras palabras que cruzamos con Raphael.
Me señaló en uno de esos momentos que me conocía de antes, pero yo no recuerdo haberlo visto nunca, por ende esa situación del pasado llevo a esta explosión de odio e ira, pero si yo no lo recuerdo, y no soy una persona que pase por alto cosas tan importantes, si yo le hubiese hecho problemas a Raphael tendría que haberle hecho daño o algo parecido, y nunca fui una persona así, al contrario era muy solitario, y tenía como única amiga a mi hermana mayor, la cual tampoco hacía daño a nadie. ¿Entonces qué sucede? Me salgo de mi pensamiento cuando la puerta es golpeada y de inmediato sin esperar ningún permiso de nadie Fran entra con su libreta en la mano.
— Felicidades, eres el elegido— avisa.
"¡Mierda! Voy a morir."
— Pero si aun no ha pasado la semana— digo preocupado.
— Ese elegido no, eres quien acompañaras a Raphael en sus reuniones, estarás detrás de él cuidando su espalda— dice— no fue elección de Raphael, te lo aseguro, si no de los demás jefes, les gusto al parecer tu actitud, lástima que me lo perdí.
Miro a las chicas de mi grupo sorprendido por lo que está pasando, pero sus rostros no demuestran felicidad, ni molestia, creo que preocupación, es que ese es un puesto muy alto para una persona como yo, por lo que he escuchado de Nuria caminar muy alto te hará caer y golpearte contra el suelo, como la amiga suya, pero esta no fue elección de Raphael, porque nos odiamos, esta fue decisión de los demás jefes y si ellos lo han decidido es porque están controlando a nuestro líder y significa que no estoy caminando en alto y caeré, le dedico una sonrisa forzada a Fran y me da un papel con indicaciones sobre lo que comenzare a hacer, antes de irse nos mira de nuevo y esta vez no me mira a mí, sino a las chicas.
— Tú, la de pelo rosa y la de verde, vayan cuidando sus traseros porque esta semana ustedes están muy cerca de ser las elegidas. Así que vayan reflexionando que han hecho para ganárselo.
La puerta se cierra y nosotros comenzamos a mirarnos para ver que está sucediendo, primero mi noticia que tomo a todos por sorpresa, tan sorpresa que no puedo creer que ahora voy a estar parado detrás del maldito bastardo de Raphael para tener que apreciar esas injusticias que hacen, y después como un vaso de agua fría que acaba de caer, esta la noticia de las dos chicas del grupo ¿Elegidas de la semana?
No entiendo, si habían dicho que se elegían por cosas que habían hecho, cosas malas que a los jefes no le gustaba, pero no han hecho nada, creo. Nuria las está mirando fijo, esperando que digan algo, está preocupada por sus amigas, pero están han bajado la cabeza y se han llamado al silencio, no creo que digan nada, Nuria está preguntando y estas están negando o mintiendo, me doy cuenta por sus expresiones, no es que conozca sus expresiones, pero en las personas se les nota cuando mienten.
— Simón vuelve a tu habitación, hay asunto que atender aquí, y ya has tenido suficiente, ve a tu cuarto a reflexionar que harás con tu nuevo puesto. — dice Nuria con firmeza.
Sin detenerme a decir algo para contradecirla, asiento y me retiro del lugar, no puedo entrometerme en sus peleas, Nuria vera que hacer con este problema y lo causado por las dos integrantes que llevo a los jefes a molestarse tan así como para elegirlas, debe ser un asunto serio, y yo me agregue a su grupo hace horas, así que su mal acto puede haber ocurrido días antes o quién sabe, solo seguiré mi camino porque he tenido suficiente, estoy agotado. Al entrar a mi habitación el golpe de olor a limpio golpea mis fosas nasales, comienzo a decorar y a arreglar la habitación a mi gusto, ya que en el día solo estuve para cambiarme de ropa, las que me dieron mi grupo, no tuve tiempo ni de mirar, así que inspecciono y encuentro un baño, la cual de inmediato uso para darme un baño largo y sacar todo lo malo que está pesando dentro de mí.
— Solo ha sido un día malo, todo mejorará— me digo a mi mismo.
Estoy sentado bajo la ducha fría casi abrazado a mi cuerpo, pensando en los posibles caminos para poder apaciguar las aguas y que mi vida sea más tranquila, tener una paz con Raphael, ya que es el líder, por donde quiera mirar yo no gano nada, si lo insulto, le digo algo que no le gusta, es quien tendrá la última palabra siempre porque es el líder y yo seré una presa muy fácil para maltratar, y no es que las heridas duelan, bueno, duelen porque es un dolor físico que toda persona siente, ya que es algo que no es normal, un mal golpe puede causar mucho daño, pero yo hablo más del daño mental, el psicológico, esto puede hacerte volver loco, desquiciado, inhumano, y entiendo que él ha pasado cosas malas, porque Nuria me contó de como su amiga jugó con su corazón, algo que me parece exagerado en un cierto punto, que una desilusión te haya hecho volver tan animal es inexplicable, solo digo que debería mirar un poco más fuera de sí y ver que todos somos personas que necesitamos ser tratadas bien.
Cuando salgo de bañarme me visto con la misma ropa y voy hacia la otra habitación para dirigirme hacia la ventana, está tapada con una sábana gruesa y oscura para que el sol no entre, lo cual hace verla oscura, así que solo me encargo de sacarla y dejar que el amanecer se aproxime en unas horas, lo bueno es que he posicionado mi cama de manera vertical, si me acuesto mirando hacia la ventana tendré buena vista todo el día, y no me hace falta salir de acá más que ir a clases, comer o estar con el grupo que me adopto, y bueno, ahora siendo la momia detrás de Raphael Santiago cada vez que haga de las suyas. No me importa en estos momentos esos asuntos, solo quiero relajarme en esta cama, con las manos detrás de mí cabeza mirando a la nada, me hace sentir tan en paz, hasta olvido todo lo sucedido.
En algún momento he cerrado los ojos porque me sobresalto a escuchar la puerta abrirse, no me da tiempo a ponerme en modo alerta que ya tengo a Fran, la mano derecha de Raphael Santiago con una daga de madera en su mano, cerca de mi cuello, comienza a reírse de forma muy suave mientras se separa, guarda la daga y anota algo en su libreta.
— Si fuera un arma de verdad y tú no sabes estar alerta, te podrían matar en un abrir y cerrar de ojos— dice— por ser tu primera vez, te doy un cuatro.
— ¿Un cuatro? No sé vale, estaba distraído.
— Un vampiro nunca está distraído— dice como si fuese un profesor.
— Pues yo sí, con todo lo que me han hecho merezco estar descansando mi mentalidad para así poder recomponer todo lo que me han hecho — susurro— no soy una persona fuerte, mi mentalidad es débil y hoy han jugado con ella, me ha dolido mucho.
— Te entiendo.
El vampiro se sienta en la silla giratoria del escritorio de la habitación, da giros lentos mientras anota en su libreta, como si me estuviera dando terapia o me estuviera calificando, aunque creo que se trata más de sacar información para llevarlo a los jefes, porque son así. Me parece interesante su vida, hace todos los trabajos que le manda Raphael sin quejarse, a la vez que no está ocupando el lugar de persona parada detrás de los jefes, cuando es la mano derecha de Raphael.
— Sabes, tengo una pregunta— le digo— ¿Por qué no ocupas el lugar que se me dio a mi?
— Porque yo no soy un vampiro directo, me convirtieron porque estaba muriendo, unos hombres me mataron una noche, y mi actual pareja me salvó, por ende Raphael fue quien me hizo sobrevivir como vampiro, y por ser mi pareja alguien importante me dio este trabajo.
— ¿Pareja? ¿Estás con alguno de los jefes? Pero si la única chica ahí parece estar en pareja con el joven del tatuaje de hoja en su mejilla.
Lo veo sonreír mientras sigue dando vueltas en la silla, en esa postura parece mucho más juvenil, aunque esos rastros de seriedad siguen en él y no me dejan verlo de otra manera que no sea como un chico de semblante serio que está aquí para sacarme información y analizar al nuevo elegido de los jefes, quien acompañará a Raphael en sus reuniones.
— Mi pareja no es un jefe, mi pareja es uno de los elegidos— dice sonriendo— es el elegido del gran brujo de Brooklyn, pero no te dejes engañar, mi pareja le dio el puesto a Magnus Bane. Aunque nadie lo admita.
— ¿Un hombre?
Asiente, mientras sigue anotando como si lo que acabará de decir fuera lo más normal del mundo, no parece incómodo ni avergonzado, está tranquilo anotando y anotando sin mirarme, en el mundo mundano decir que tienes una pareja del mismo sexo es algo extraño, se acepta en cierto punto porque el mundo está cambiando, pero aún en las mayorías de las personas incomoda escucharlo, le da como vergüenza en cierto punto aunque no son ellos, y en los jóvenes como yo es un nuevo tema, porque comenzamos a no estar seguros de nuestra orientación, muchos dejan que la persona que venga a ellos solo aparezca, y no darle mucha importancia al género. Pero en cierto punto aún es algo que con solo escucharlo hace que sufra algunas incomodidades.
— ¿Por qué preguntas? Has estado con mujeres y hombres también, no debería incomodarte hablar del tema.
— Pero nunca me ha gustado nadie como para estar con esas personas, solo trabajo a cambio de dinero para mi madre.
— Chupabas sus miembros y te dejabas coger, así que es la misma cuestión en cierto punto.
Lo dice tan de forma directa que me gustaría que dejara de hacerlo porque escucharlo decir eso en voz alta causa un poco de repulsión, capaz el disfrute tanto dando su cuerpo a su pareja hombre, pero yo no disfrute de mis calvarios ni un momento, trato de no mirarlo por lo incómodo que me siento en estos momentos en tener una conversación, está conversación con él, ni somos amigos como para que sea tan directo, solo somos dos personas, yo un integrante de este lugar y en la mano derecha de Raphael Santiago.
— ¿Puedes contarme la historia de sus jefes con los elegidos? Necesito informarme de eso— digo cambiando de tema.
— Oh cierto, a eso venia— dice riendo— comencemos, Isabelle Lightwood, esposa de Merliot y su elegida. Es jefe de las Seelie después de la guerra y derrota contra la reina Seelie. Está pareja es peculiar, él es tranquilo y no tiene ni un pelo en la lengua, será porque las Seelie no pueden mentir, son muy honestos ambos, y no creas que su esposa es la débil de los dos, ella es hermana del jefe de los Nephilim, así que ten cuidado, es muy inteligente y muy fuerte, tanto ella como su esposo no tendrá duda en derribarte, solo que Isabelle al contrario de su marido, usa la fuerza física también.
— Wow.
Suena muy fascinante, es la única mujer elegida en la sala y que además tiene tantas habilidades.
— Después están los Nephilim, el jefe es Alexander Lightwood y su elegido es su Parabatai Jonathan, alias Jace Herondale, este dúo solo opinan y si hay problemas, bueno se meten si es para su conveniencia o si tocan a Isabelle o a Magnus Bane, si tocan a una de esas dos personas, entonces despídete de tu vida porque estarás muerto. Aunque Jace antes de ser padre se metía mucho en problemas.
— ¿Qué es Parabatai? ¿Y por qué con Magnus Bane?
Me levanto de la cama y busco otra silla para ponerme cerca de Fran, estoy muy interesado ahora, al parecer entre todos hay lazos, muchas uniones y yo recién me voy enterando, además de que me gustan los chismes, esto para mí es oro, porque no volveré a ver a todos dentro de esa sala con los mismos ojos. Fran deja escapar como un suspiro y sigue moviéndose en su silla como si estuviera contando una historia.
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